La tensión acumulada a lo largo de los últimos meses por los miembros de la Academia Sueca responsables de elegir a los laureados con el Premio Nobel ha estallado en el seno de la institución esta pasada madrugada.
Desde el anuncio del nombramiento del cantante Bob Dylan como Premio Nobel de Literatura, ocurrido el pasado 13 de octubre hasta el acto de la entrega que tuvo lugar el 10 de diciembre, han transcurrido dos meses escasos en los que los miembros de la institución han estado sometidos al escrutinio de las medios de comunicación, la crítica del mundo literario, la chanza de la opinión pública y la incertidumbre causada por las reacciones del propio galardonado. No obstante todo ello, el colectivo académico guardó las formas durante las semanas que transcurrieron hasta la ceremonia de entrega de premios.
Cuando lo peor parecía haber pasado, la polémica ha estallado de nuevo al hacerse públicos unos tuits en los que Dylan expresaba de forma poco ortodoxa que el motivo de su ausencia en la ceremonia era la opinión que le merecían tanto el menú como la etiqueta requerida:
Patti Smith, encomendada por el ganador del Nobel de Literatura para recoger la condecoración en su nombre, envió un pequeño aviso a su colega y amigo para que éste frenase su verborrea; al fin y al cabo era ella quien debía ir a dar la cara ante el Comité del Premio Nobel y el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia.
Pero el cantante no solo continuó, sino que arreció en sus comentarios. Sabedora de que estos mensajes habían empezado a filtrarse y que podría estallar un escándalo de enormes consecuencias, la cantante Patti Smith rogó a su amigo que morigerase su vocabulario, pues sus exabruptos estaban llegando a un punto desagradable para todos:
La situación se volvió muy espinosa cuando, la víspera de la entrega de galardones, dos rotativos escandinavos anunciaron que poseían tuits suficientes para hacer estallar la ceremonia de los premios como si el propio Alfred Nobel hubiese aparecido con la dinamita, pero que en beneficio del prestigio de la Institución lo mejor era que todos callaran la boca, de momento…
Patti Smith se vio envuelta en una angustia vergonzante debido al comportamiento de su amigo. Ahora entendemos por qué no pudo reprimir su congoja y su bochorno al verse inmersa en una situación tan violenta, más aún cuando la letra de la canción que debía interpretar (A hard rain’s a-gonna fall) anticipaba, como una broma, la que se venía encima:
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.
Patti Smith durante el acto de entrega del Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan
Los laureados, durante la ceremonia de los Premios Nobel 2016, revisando atentamente el menú previsto para el banquete posterior
La situación parecía medio controlada hasta que el asunto llegó a oídos de Briggita Bengtsson, esposa del secretario primero de la Academia y responsable consorte del menú y de la organización del Dress Code del evento. La señora Bengtsson ha guardado silencio sobre el tema de los tuits del artista, aunque ha sido vista en repetidas ocasiones saliendo, acompañada por su esposo, de la consulta que el eminente psicólogo Dr. Vilhelm Göransson posee en el centro de la ciudad de Estocolmo.
Brigitta y Asbjörn Bengtsson a la salida de la consulta del Dr. Vilhelm Göransson.
Bengt Lindgren, portavoz de la Academia Sueca ha reaccionado de inmediato en nombre de sus colegas y ha declarado dirigiéndose al cantante:
Du gamla du fria du fjällhöga nord, du tysta du glädjerika sköna. Jag hälsar dig vänaste land uppå jord Patti Smith. Jag städs vill dig tjäna mitt älskade land. Din trohet till döden vill jag svära, din sol din himmel dina ängder gröna du tronar på minnen från fornstora dar, då ärat ditt land flög över jorden Jag vet att du är och du blir vad du var Asbjörn Bengtsson. Brigitta kära fosterjorden.
Traducción:
Vale que tarde en contestarnos, vale que no quiera venir. Aceptamos que envíe a esa lechuga mustia de Patti Smith. Aguantamos que nos llame viejos chochos. Pero definitivamente, nos parece una falta de gentileza que critique los modelitos previstos para el acto y el menú que con tanto cariño había elaborado la esposa de nuestro colega Asbjörn Bengtsson. Brigitta está destrozada.
El representante de Dylan, soslayando otros temas más espinosos, se ha visto obligado a salir al paso para detener este escándalo:
Por favor, no acusen ustedes a mi representado de ser un comistrillas y discúlpenle si ha ofendido a alguien. La realidad es que es alérgico al gluten y no quiere molestar a nadie con sus intolerancias alimentarias. Lo cierto es que esos tuits fueron escritos en un momento de reacción alérgica provocada por una intoxicación alimentaria. El Sr. Dylan es extremadamente sensible a cualquier tipo de aditivo que vulnere las Food security Measures.
Pero el tema se ha ido de las manos y ya nada se puede parar: por primera vez en sus 116 años de historia, la Academia Sueca se ha visto obligada a revocar el Premio Nobel de literatura del año 2016. El propio Bengt Lindgren se ha dirigido a Stefan Löfven, Primer Ministro sueco, para que sea él quien tramite con urgencia el procedimiento legal que arbitre la retirada de este premio «concedido tan inmerecidamente».
Las reacciones en los círculos literarios no se han hecho esperar:
Por su parte, el Primer Ministro sueco ha elaborado el siguiente borrador, que será presentado el próximo 2 de enero a la asamblea legislativa del Sveriges riksdag junto con el dossier en el que se explican las causas que han motivado la reversión del premio y la propuesta de los nuevos candidatos nominados.
Enlace al documento con los nuevos nominados