«Concerto for Group and Orchestra» es un álbum en directo de la banda británica Deep Purple, lanzado en diciembre de 1969. El grupo fue acompañado para la ocasión por la Royal Philharmonic Orchestra dirigida por Malcolm Arnold. El concierto fue compuesto por el teclista de la banda, Jon Lord, en 1969, y grabado en el Royal Albert Hall de Londres, en septiembre de ese año.
Jon Lord, teclista excepcional, fue un músico de formación eminentemente clásica, que fue descubriendo el jazz y posteriormente el rock, pero que nunca abandonó sus raíces clásicas.
Este disco no es como ha ocurrido en otros casos, el interpretar una serie de «grandes éxitos» acompañados de una orquesta sinfónica. Esta fue una obra concebida desde el principio para ser interpretada por una banda de rock y una orquesta. Esa es su singularidad, lo que la convierte en un caso único en su especie.
Deep Purple ha sufrido múltiples cambios en su alineación a lo largo de los años. Sus cuatro primeras formaciones son a menudo etiquetadas como «Mark I», «II», «III» y «IV». La «Mark II», formada por Ian Gillan (voz), Ritchie Blackmore (guitarra), Jon Lord (teclados), Ian Paice (batería) y Roger Glover (bajo), es considerada la alineación más exitosa, y la que mayores ventas ha cosechado, la cual se mantuvo en activo desde 1969 a 1973, de 1984 a 1989, y nuevamente de 1992 a 1993, cuando la relación entre Blackmore y el resto de los músicos se volvió insostenible. Esta fue la formación que grabó este álbum.
Este «excéntrico» proyecto involucró de una manera distinta a sus compañeros de banda, Paice simplemente asintió y siguió a Lord a ojos cerrados, los recientemente ingresados Gillan y Glover acataron, Roger con más entusiasmo que Ian, a quien la idea le parecía muy complicada, y Blackmore se mostraba absolutamente escéptico con el proyecto, pero le resultaba atractivo, aun cuando le molestaba enormemente la sola idea de tener que leer partituras para llevarlo a cabo.
Finalmente, el 24 de septiembre de 1969, la obra fue ejecutada en directo junto a la Royal Philharmonic Orchestra con la sala de conciertos llena, lo que equivalía a unas 8.000 personas, en el Royal Albert Hall de Londres. Cabe señalar que entre el público no sólo se encontraban seguidores de la banda, de hecho estos eran la minoría, ya que gran parte de la audiencia estaba conformada por gente que acostumbraba a asistir a conciertos de música clásica y que se personaron aquella noche ante la curiosidad que les provocaba este experimento musical. Una vez finalizado el concierto, Jon Lord, Deep Purple, y toda la Filarmónica de Londres, recibieron una ovación que duró cerca de 15 minutos y que obligó al director a repetir parte del tercer movimiento en una especie de“bis” que lamentablemente no quedó registrado. Nada mal diría el mismo Jon.
Sin embargo, a pesar del éxito del concierto y la calidad que atesoraba la obra, tanto en términos rockeros como clásicos, no fue del todo bien comprendida en aquellos años. Estaba absolutamente adelantada a su tiempo, y la relación existente entre la música clásica y el rock no era tan clara como hoy.
Estamos ante un trabajo único, una rareza fruto del talento y las ganas de experimentación de un músico genial, que fuera por el motivo que fuera, creo una obra imperecedera, rompedora y que abríó un camino que casi nadie ha podido seguir.
Finalizo esta entrada con un vídeo de la actuación original completa (aunque solo la parte clásica)… Disfrútenlo.