Hoy, día 25 de noviembre de 2015, se cumplen 3 años del fallecimiento del extraordinario músico Juan Carlos Calderón. Digo extraordinario, porque lo fue en todas las facetas en las que desarrolló su carrera artística: compositor, arreglista, productor e interprete.
Siendo Calderón un personaje fundamental en la historia de la música popular española, es bastante desconocido para el gran público, que lo más que puede saber de el, son sus producciones con Mocedades o Sergio y Estíbaliz.
Sin embargo, siendo su trayectoria dentro del mundo del pop, con joyas como los arreglos que realizó en el álbum «Mediterráneo» de J.M. Serrat, muy interesante, a el lo que de verdad le gustaba era el jazz, fue su pasión toda su vida. Este es el objetivo de esta entrada, dar a conocer su faceta jazzística, desconocida, pero de una calidad y un talento enormes.
José Luis García, Juan Carlos Calderón, Tete Montoliu y Juan Claudio Cifuentes «Cifu» (1962). Vía cifujazz
Juan Carlos Calderón nace en Santander en 1938, desde muy temprana edad demuestra unas cualidades excepcionales para la música. Con ocho años ingresa en el conservatorio y siendo muy joven, crea su primer trío de Jazz, la «Santander New Orleans Band» con el que comienza a tocar. Al principio es sólo por diversión, estudia Derecho y es un modo de pasarlo bien los fines de semana haciendo lo que más le gusta, pero pronto se da cuenta de que su vida profesional no puede ser otra que la música.
A principios de los sesenta, viaja con frecuencia a Madrid para concluir su formación de piano clásico y proseguir su carrera musical. En esos años tiene volcada su atención principalmente en el Jazz. Es fácil verle tocar en conocidos clubs como el mítico Whisky Jazz de la calle Marqués de Villamagna, donde consigue un puesto de pianista estable, en inolvidables «jam sessions» con los mejores músicos del momento como Pedro Iturralde, Vladimiro Bas y José Nieto.
Stephane Grapelli, Pedro Iturralde, Juan Claudio Cifuentes «Cifu» y Juan Carlos Calderón. Whisky Jazz (1963). Vía cifujazz
En 1965 crea la «Jazztet» de Madrid con Pedro Iturralde, Jaime Pérez, Carlos Casasnovas, José Nieto, Lin Barto, Joe Moro, José Chenol y Vladimiro Bas. Todos ellos participan en sus discos y acompañarán a Juan Carlos en numerosos conciertos y festivales de Jazz de España y del resto de Europa.
En 1966 se produce la primera producción discográfica de Calderón. Se trata de un EP de cuatro canciones que graba con la gran vocalista Elia Fleta, con dos temas de propio Juan Carlos y un arreglo apoteósico del «Can´t Buy my Love» de The Beatles, obra también de el.
En 1968 se produce su debut en solitario con «Bloque 6», con tres temas propios y tres versiones. Estamos ante un disco fundamental para entender el jazz hecho en España, que además tuvo repercusión fuera de nuestras fronteras, como demuestra el premio al mejor disco extranjero del año obtenido en Estados Unidos. En 1996 fue reeditado en formato CD por la prestigiosa discográfica Blue Note.
Formando una Big Band de catorce músicos, basicamente el «Jazztet» mencionado anteriormente, Calderón hace unas versiones trepidantes de temas de M. Davis o T. Monk. Pero son sus propias composiciones lo que destaca en este álbum. La que de da nombre al propio disco, «Bloque 6», un tema que crea unas sonoridades muy peculiares y atractivas y «Sambando», un tema de fusión, de corte latino, con una fuerza increíble que te atrapa desde el principio.
Reseña publicada en La Vanguardia (24/08/1968)
Personal:
Juan Carlos Calderón (piano, arreglos y dirección)
Arturo Fornés, Joe Moro, José Luis Medrano, Juan Cano (trompeta)
José Chenoll, Jesus Pardo (trombón). Sigfrido Vidaurreta (trombón bajo)
Pedro Iturralde (saxo tenor y soprano, flauta)
Lincoln Barcelo (saxo tenor, flauta)
Vladimiro «Vlady» Bas (saxo alto, clarinete)
Lin Barto (saxo barítono, flauta)
Carlos Casasnovas (bajo)
Pepe Nieto (batería)
La obra de Juan Carlos Calderón es de tal magnitud, que no puede condensarse en una sola entrada, más adelante repasaremos su «Taller de Música» (1974 – 1976), y la que podemos considerar su obra maestra, «Soleá» (1978), una fusión de jazz y flamenco absolutamente irrepetible.