La Misa de Réquiem en re menor, K. 626, es una obra de Wolfgang Amadeus Mozart basada en los textos latinos para el réquiem, es decir, el acto litúrgico católico celebrado tras el fallecimiento de una persona. Mozart murió antes de terminarla, en 1791.
Según la leyenda, un desconocido vestido de negro le encargó la obra y le dio un adelanto; más adelante este desconocido volvió para reclamar la composición de la misma. Según parece, el enviado estaba al servicio del conde Franz von Walsegg, que quería la obra para homenajear a su difunta esposa.
Mozart, obsesionado con la idea de la muerte, debilitado por la fatiga y la enfermedad, muy sensible a lo sobrenatural e impresionado por el aspecto del enviado, terminó por creer que este era un mensajero del destino y que el réquiem que iba a componer sería para su propio funeral.
Mozart, antes de morir, consiguió terminar tan solo tres secciones, el resto de la obra quedó incompleta. Gracias a las anotaciones que dejo para su discípulo, Franz Xaver Süssmay, este lo pudo acabar, completando las partes faltantes de la instrumentación, agregando música en donde faltaba y componiendo íntegramente el resto.
Aunque al parecer se interpretaron extractos del Réquiem en una misa en memoria de Mozart celebrada el 10 de diciembre de 1791, el estreno de la obra completa se produjo en Viena el 2 de enero de 1793 en un concierto en beneficio de la viuda del músico austriaco.