Clubes de lectura: Cómo hemos cambiado…

salon siglo xviiiDesde el siglo XVII la gente culta y acomodada gustaba de reunirse en sus salones para conversar sobre asuntos de letras. Lo elitista del encuentro  venía  acreditado por el hecho de que la invitación era el único modo de acceso, y ésta solo se remitía a quienes hubieran demostrado previamente una formación refinada.  

Sin considerar a aquellas tertulias en los salones literarios un antecedente directo, sí podemos recordarlos para introducir el tema de los actuales clubes de lectura, pues estos no son en esencia sino un grupo de personas que se reúnen periódicamente para comentar un libro previamente leído, y ambos suponen un espacio para el diálogo y la reflexión.

La cultura anglosajona siempre ha sido muy amiga de los clubes de lectura, y aunque el término evoque inicialmente una idea algo anticuada de mujeres reunidas en tertulias con pastas y tazas de té, en la actualidad parece que estos clubes no sólo  están de moda, sino que además, son una moda en expansión. A los lectores  nos gusta  compartir y discutir los libros que leemos, exponer nuestras opiniones, reflexiones y experiencias. Y las nuevas plataformas on line para lectores son el escenario perfecto para hacerlo. book-group-forum-vintage

Excluyendo  la figura del moderador, estos grupos (presenciales o virtuales) se articulan de forma igualitaria, sin jerarquía en la participación de los miembros por muy heterogéneos que estos sean, y se rigen más por acuerdos que por normas, siendo el compromiso con la actividad la única exigencia requerida.

 ¿A qué puede deberse el auge de los clubes de lectura?

Las bibliotecas han cambiado

Tradicionalmente las bibliotecas han sido instituciones promotoras de este tipo de reuniones, y  lo son más aun  desde el replanteamiento de estas entidades como proveedoras de servicios más que de espacios y materiales, y como dinamizadoras de iniciativas  de aprendizaje y desarrollo individual y social. En este sentido, el difuso concepto de la “animación a la lectura” que figura como  uno de los objetivos clave de cualquier biblioteca, halla camino en la materialización a través del  club de lectura y las actividades Biblioteca-MABIC-Italia-Andrea-Maffei-Architects-1que le son propias. Con una visión más amplia del asunto,  uno de los más profundos objetivos profesionales de las bibliotecas es el  empoderamiento de sus usuarios, ayudando a las personas a tener vidas más plenas y haciendo que las comunidades y la sociedad en general prosperen, más aún en este momento social y económico tan crítico. En la actualidad es más frecuente encontrar una biblioteca luminosa, abierta a la sociedad y resonante de intercambios de opiniones  que un vetusto edificio cerrado, muchas veces oscuro y lleno de silenciosos eruditos inclinados sobre textos polvorientos.

Los libros han cambiado

La irrupción del libro electrónico en el escenario lector facilita el acceso a la lectura en cualquier momento y lugar, a la vez que ofrece extras como imágenes, vídeos, sonidos, diccionarios, búsquedas y links. La lectura se enriquece  con nuevos recursos, lo que supone una nueva manera de acercarse a los textos y se convierte fácilmente en un hecho social, pues los libros electrónicos ofrecen la posibilidad de compartir citas en las redes con solo un clic. Y además,  de forma masiva, pues  algunos dispositivos pueden llegar a almacenar más de 2.000 títulos en un objeto que apenas pesa 200gr. 

La comunicación ha cambiado.

El contexto y los canales de la comunicación han variado. Las nuevas tecnologías y sus herramientas, las generalización del uso de Internet y de la llamada Web 2.0 brindan oportunidades más ágiles de intercambiar opiniones de forma flexible y cómoda, compartiéndolas en las redes sociales para un número no limitado de personas .

bookclubLos clubes de lectura se están trasladando al espacio virtual, donde han encontrado un medio óptimo para renovarse y ampliar su alcance. En ocasiones sirven de apoyo a un grupo de lectura presencial, pero paralelamente lo amplían  con miembros que participan a través de la red sin limitaciones geográficas ni de horarios.  Los clubes de lectura on line  (blogs y plataformas  específicas) favorecen la  interacción entre  escritores, lectores y editores: cualquiera puede dar su opinión, y a veces ésta es más fiable para otros lectores que la de ciertos sectores especializados cuya orientación puede tener motivaciones bien ajenas al placer de la lectura.

A pesar de que la lectura es, en principio, una actividad solitaria, compartirla e intercambiar recomendaciones y opiniones es un placer añadido. Y con este fin la web 2.0 ofrece gran cantidad de  redes sociales y plataformas  interesantes con utilidades equiparables. Advertencia: son todas las que están, pero no están todas las que son.  

Goodreads,  es una de las más destacadas (para algunos la número uno indiscutible). Aporta Información sobre  nuevos libros, lectores con gustos afines,  temáticas concretas… Entre otras curiosidades, tiene su propio premio a los mejores libros del año, con distintas categorías. La mayor parte de los títulos están en  lengua inglesa, y el usuario puede puntuar, comentar y  compartir  las informaciones de la plataforma.

Lecturalia.  cuenta con una enorme cantidad de información relacionada con libros, autores, premios literarios, listas de libros más leídos y mejor valorados, clasificación por temas. También ofrece un catálogo de libros electrónicos para comprar directamente desde la página y un blog con artículos relacionados.  En su apartado de red social  ofrece listados de los libros más comentados, autores destacados, usuarios que más leen, comentarios y reseñas.

Lectyo  es la nueva red social  creada por la Fundación Sánchez Ruipérez.  Orientada a los lectores en castellano, trata de fomentar el interés por la literatura al margen de la industria,  y desea  hacer convivir lo profesional con la pasión por los libros,  lo más serio con lo distendido. Permite publicar ideas, noticias, imágenes o vídeos, comentar las publicaciones de los demás, descargar eBooks sobre bibliotecas, edición digital, librerías, ilustración y otros temas que se irán incorporando. Actualmente están formándose grupos de debate sobre temas concretos: ilustración, literatura de viajes o de promoción de la lectura para familias o clubes de lectura virtuales. Hay una sección de noticias y una selección de asuntos para el debate, que pueden ser votados y comentados.

book clubLibraryThing  a pesar de su nombre está disponible en español, además de otros muchos idiomas (incluso latín). Cuenta con un buscador para encontrar el libro deseado y  centra toda su atención en los comentarios de sus usuarios. Incluso hay una sección de grupos con aficiones, estilos o temáticas favoritas donde apuntarse para comentar como en un grupo de noticias. En la práctica, LibraryThing es más un foro que una red social, con temas o hilos donde comentar. Es muy útil para consultar opiniones sobre libros,  autores o temas concretos y recomendar  lecturas al resto de la comunidad.

Qué libro leo permite acceder a información sobre libros, autores, aplicar filtros, leer y añadir comentarios, encontrar títulos relacionados, votar las obras y compartirlas en las redes sociales.

Shelfari,  se  presenta como una alternativa a Goodreads y cuenta con el respaldo de Amazon con todo el poderío que conlleva el estar refrendado por la gran compañía de comercio electrónico. Ofrece la creación de  una biblioteca virtual, el descubrimiento de nuevos libros, la conexión con otros usuarios y la recomendación de libros recientes o populares así como la creación de grupos de lectura. 

Tú qué lees muestra listados de libros recién publicados, más leídos, de autores emergentes y listas de comentarios. Destaca su apartado de futuros lanzamientos. La sección de almas gemelas tiene en cuenta tus votaciones de libros leídos y las compara con los de otros lectores, mostrándote los nombres de los que tienen más coincidencias en gustos, muy útil para conocer gente nueva o para encontrar buenas recomendaciones de libros. Y todo ello para compartir.

 

Los lectores hemos cambiado 

  • Porque nos aburre que editoriales con estrategias de  marketing y críticos literarios con devaneos  endogámicos y onanistas nos indiquen lo que debemos leer. Preferimos recomendaciones más auténticas. 
  • Porque en los clubes de lectura se pueden escuchar ideas diferentes: ingenuas, sesudas, alternativas… Porque es uno de los pocos sitios donde se puede opinar (y discrepar) libremente sin temor a ser juzgado. Porque los asistentes no sólo escuchan al que habla, sino que lo hacen con respeto,  entusiasmo e interés. amigurumiY eso sí es un cambio, para variar.
  • Porque es muy barato: no se paga  entrada y no necesita equipación, 
  • Porque (no sé si alguien lo  habrá notado…)  hay una especie de tendencia New Traditional que está muy motivada con la reivindicación y recuperación  de lo hogareño y lo rematadamente clásico aunque de una forma renovada. Tras una jornada laboral frente al ordenador,  algunos pasatiempos “vintage” funcionan como antídoto que re-equilibra el bombardeo tecnológico: la costura, el ganchillo,  (¿quién ha oído hablar de los amigurumis?), el horneado de tartas y magdalenas,  la encuadernación.  Es ahí donde el concepto de club de lectura presenta su manifestación  estética más “retro” y subversiva.
  • Porque como personas vivimos variadas situaciones de cambio individual (nido vacío, jubilación, rupturas…) en las que podemos necesitar hacer cosas nuevas con gente nueva. Y un libro siempre es algo nuevo. 
  • Porque seguro que hay un club de lectura que se ajusta a nuestras ideas y gustos por muy originales que estos sean.  Hay clubes dedicados específicamente a un género drinkliterario (ciencia ficción,  novela negra, , cómic, cuento 😀 ),  a la obra de un único autor; clubes que se reúnen en noches de luna llena, que combinan la lectura con la coctelería…   
  • Porque algunos clubes ambientan  sus sesiones presenciales  decorando la sala en consonancia con el libro que se ha leído: música, attrezzo, viandas,  iluminación… 
  • Porque  los clubes de lectura son muy versátiles y se acomodan sin conflicto a los gustos de sus miembros; como el de Las chicas del club Topless Pulp Fiction , que aúna libros  y baños de sol en topless. Yo no digo nada, ahí lo dejo… (Me gustaría saber qué está pensando el señor de la izquierda de la foto; sería interesante saber qué opina del club de lectura; de momento, él ya cerró el libro y lo colocó sobre su regazo).

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                       Y tú ¿qué opinas sobre los clubes de lectura? ¿participas en alguno?                                                                   ¿cuál es tu motivación para asistir?                                                                                             Por favor, danos tu opinión: nos interesa.

 

Álvaro Acebes Arias recomienda leer…

 

Alvaro_Acebes_AriasMuchos de nosotros tenemos la suerte de conocer a Álvaro Acebes Arias, porque nació en León en 1990, donde se licenció en Filología Hispánica. Se ha dedicado fundamentalmente al relato, aunque también ha realizado breves incursiones en la poesía, género al que acude como una necesidad personal. Ha colaborado con varios medios digitales como El Cuervo, Kafka, Generación Espontánea, Atticus o Papel en blanco, entre otras. Ha participado en varias publicaciones como la revista del club Leteo The Children Book of American Birds, Camparredonda o el libro colectivo La Navidad a pluma y pincel editado por Punto y Seguido.

Estas son sus recomendaciones; háganle caso, porque es un lector avezado y sensible:

1. Trilogía de Auschwitzde Primo Levi: Uno de los libros clave del siglo XX. Testimonio del horror de los campos nazis y crónica sobria y desgarrada que se erige como un perfecto documento a favor de la verdad y de la justicia. Imprescindible.

2. El gran momento de Mary Tribunede Juan García Hortelano: Acercarse a esta novela es como asistir a un concierto barroco. La exageración caricaturesca, las tragedias cotidianas y el retrato cómico  de  una  clase  social  en  decadencia,  se  dan  cita  en  este  relato  que  es  ante  todo  una fenomenología del deseo y de la insatisfacción, amén de una inmejorable guía por el Madrid de los 60.

3. Cuentos completosde Antón Chejov: La narrativa breve contemporánea se escinde en dos ramas: por un lado, la creada por Kafka, y por el otro, la del maestro ruso. Chejov desnuda con sencillez la vulgaridad del mundo, mostrando tanto lo hermoso como lo patético, y hace de sus cuentos un espejo en el que se miran todos los escritores que han venido después, desde Carver a Katherine Mansfield. No se pierdan Ojos negros, la película basada en La dama del perrito, probablemente su cuento más famoso.

4. Una letra femenina azul pálido, de Franz Werfel: Magistral relato lleno de amargura que se constituye como una perfecta crónica del ocaso de un imperio y de toda una época. Escrita con una rara intensidad, narra, como ya hicieron Joseph Roth y Stefan Zweig, la decadencia del Imperio Austrohúngaro a través del soliloquio desesperado e hipócrita de un funcionario de Estado que vislumbra el fin de una forma de vida.

5. Los oncede Pierre Michon: Uno de los grandes de las letras francesas. El libro está escrito con un elegante lenguaje pictórico e incluye una profunda reflexión sobre los últimos momentos de la Revolución Francesa y la caída de Robespierre a través de un polémico cuadro exhibido (o no) en el Louvre. Verán que nada es lo que parece en este relato donde certezas y ambigüedades juegan a encontrarse. Una joya.

 

Verano : Coloquio participativo de los socios.

Alberto Rodríguez Torices  y Natalia Álvarez Méndez guiaron a los participantes del Club de Lectura en  el segundo coloquio sobre la obra Verano de J.M.Coetzze. El primero de ellos tuvo  además la generosidad de redactar para nosotros un estudio en el que  desmenuza cada uno de los aspectos de la novela: el virtuosismo de la técnica del autor,  los temas recurrentes en su producción, la interesante galería de personajes…

Te ofrecemos unos párrafos de su brillante análisis, pero puedes  leer el texto completo de su  artículo titulado El espíritu de la letra” y un señor que se fue a vivir a Australia.

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Abrimos el libro, empezamos a leer y nos encontramos con fragmentos o entradas de un “cuaderno de notas” que más bien parece un diario («En el Sunday Times de ayer […]» es la primera frase) aunque en seguida vemos que no está escrito en primera persona. No tardamos en advertir que se nos habla de John Coetzee, ese personaje, ese indiscutible trasunto del J.M.Coetzee que firma la portada del libro. Lo advertimos porque ya hemos leído Infancia, o Juventud, o ambos, o quizá otros libros suyos, o por lo menos reseñas, críticas, comentarios tan impertinentes como este, alguna contraportada como mínimo; lo advertimos porque por un motivo u otro ya estamos más o menos familiarizados con el autor y sabemos o intuimos cómo se las gasta. Y si tenemos la suerte enorme de no advertirlo porque este es nuestro primer contacto con este autor y no sabemos nada de él, si resulta que no tenemos ningún prejuicio, ninguna idea preconcebida a cerca de sus artimañas, si —cosa harto improbable— ni siquiera hemos leído la contraportada del libro, mejor todavía: el estupor, la sorpresa, los interrogantes tardarán un poco más en aparecer y los mecanismos internos de la narración funcionarán a la perfección. Estupendo. Pero antes o después, decimos, empezaremos a dudar: ¿qué es esto? ¿son de verdad fragmentos de un cuaderno de notas y la novela empieza más tarde, o son ya parte de la novela, son ya ficción o por lo menos “autobiografía novelada”? Por otro lado, esos cuadernos ¿recogen hechos vividos al modo en que los recogen los diarios personales? ¿están supeditados a otra cosa? ¿realmente los escribió J.M.Coetzee en aquellos años? ¿Qué significa, qué implica, qué se deduce de las acotaciones  en  letra  cursiva  que  siguen  a  cada  fragmento,  rostro-libroacotaciones  tales  como  A desarrollar: / A explorar: / Pregunta: / Precaución: / Continuación? ¿No parece más bien tratarse de materia prima en bruto, material quizá narrativo, esto es, ficticio, que los autores de novelas elaboran de manera preliminar cuando se ponen a trabajar? En definitiva: ¿es verdad, ocurrió de verdad lo que ahí se cuenta y de verdad fue escrito cuando se nos dice que fue escrito, o es ficción, es pura, simple y plenamente una… novela? Truth in autobiography, recordemos. ¿Por qué ventana salta la verdad cuando entra por la puerta la autobiografía?

Ese es el resbaladizo tablero de juego, el terreno poco seguro que pisamos al abrirnos paso por Verano. Los fragmentos preliminares anuncian ya la naturaleza metaliteraria del relato, y en ese sentido su indefinición es en el fondo informativa. Su forma nos informa sobre su función,  o  nos  permite intuirla,  y  sirven  además  para  elaborar  un  retrato  preliminar del personaje y un primer esbozo de sus circunstancias, así como para plantear temas básicos que vertebrarán el conjunto del relato: temas tales como la violencia, la brutalidad y la sangre que recorre una Sudáfrica convulsa, o la dificultad del individuo para abrirse paso en la vida, dificultad agravada por un carácter que, en el caso del personaje que nos ocupa, no contribuye a su éxito en su lucha por la supervivencia, más bien todo lo contrario. Temas josef_sudek_egg_glasscomo esos y como el de la relación entre un padre y un hijo que no se quieren, que no se interesan el uno por el otro y se ven obligados a tolerarse y a convivir muy a su pesar. Este último, al igual que los anteriores, atravesará toda la novela, la teñirá con sus colores aunque no esté en el primer plano de la acción, y reaparecerá en la parte final, en los fragmentos ya sin fecha de esos mismos u otros “Cuadernos de notas” con los que se cierra el libro. Insistamos otro poco más: estos fragmentos pueden parecer elementos menores dentro del conjunto, secundarios con respecto a lo que aquí hemos llamado cuerpo central. Pero no lo son. No lo son.

Curiosa manera, en fin, o a nosotros nos parece curiosa, de construir una novela, de seleccionar y ordenar los materiales. Curiosa porque, a pesar de todo, seguimos habituados a viejísimos esquemas y esperando la consabida trayectoria: planteamiento-nudo-desenlace, con la que nada tiene que ver esta novela.

Uno de los mayores logros de Coetzee en Verano, y no admitimos duda al respecto, es la asombrosa galería de personajes, casi todos femeninos, que va desplegándose ante nuestros ojos. Aparte del padre, tan presente en esos “Cuadernos de notas” y constante también aunque ya en desde un discreto y mudo segundo plano en todo el resto de la novela, además de ese padre que es un personaje construido casi exclusivamente a base de silencios, además del personaje crítico y fundamental del padre, y nunca insistiremos demasiado, tenemos a Julia, Margot, Adriana, Martin y Sophie, que son los cinco elegidos por Vincent, el biógrafo y estudioso de Coetzee, como fuentes informativas. 

De modo que tenemos cinco supervivientes, cinco fuentes biográficas, cinco relatos que irán reconstruyendo, capa a capa, el retrato de un hombre. Cinco: cuatro damas y un caballero que iluminarán, cada uno con su propia luz y desde su propio ángulo, al individuo — persona, personaje o marciano— que responde al nombre de Coetzee. Eso parece y eso resulta ser en buena medida. Y sin embargo, los cinco y de manera sobresaliente las cuatro mujeres, se constituyen como personajes tan sólidos, tan logrados, tan convincentes y tan seductores que resulta inevitable dudar, retrato de un hombrepreguntarse: ¿Coetzee se sirve de ellos —y en particular de ellas— para hablar de sí mismo, de quién y cómo era en aquella época? ¿O más bien se sirve de sí mismo, se toma a sí mismo como excusa y carnaza para crear y alimentar esos personajes fascinantes, que crecen y se agigantan hasta eclipsar casi por completo al supuesto protagonista? Sí y sí, diríamos: al final lo que tenemos son cinco retratos de cinco grandes personajes que, superpuestos, configuran el retrato (es decir, el autorretrato) de Coetzee. Un retrato, éste último, duro, amargo, francamente no muy favorable, más bien patético y hasta risible por momentos.

Pero eso lo iremos viendo poco a poco, porque lo que nos proponemos, querido lector — nuestro semejante, nuestro hermano… — es empuñar el hacha de Julia y destrozar la novela de cabo a rabo, y todavía la tenemos prácticamente intacta. De momento, este anuncio: Julia, Margot, Adriana y Sophie, sobre todo, y aunque en menor medida también Martin, configuran una de las galerías de personajes literarios más asombrosas que hemos tenido ocasión de conocer. Tendríamos que remontarnos a épocas muy lejanas para encontrar colosos de su tamaño. A los Karamazov y por ahí.

Y ahora vayamos sin prisa….

 

Paul Gelman.

 

 Y tú ¿cantas pío-pío o te miras con vergüenza tus  zapatos?

El pasado 14 de enero de 2014 falleció el poeta argentino Juan Gelman cuya vida fue un testimonio de lucha y compromiso social.  Su poesía está marcada por tres desgracias vividas de forma hondamente  humana: la derrota política, el secuestro, desaparición y asesinato de sus hijos y el exilio. 

Gelman nació en 1930 en Buenos Aires.  Hijo de emigrantes judíos ucranios, ejerció diversos oficios antes de dedicarse al periodismo. A finales de los sesenta se incorporó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) para luchar contra las dictaduras de Lanusse y Onganía». Sus actividades periodísticas y políticas le llevaron al exilio entre 1975 y 1988. Durante su ausencia de Argentina llegó a estar condenado a muerte por la dictadura y vivió en carne propia el drama de los «desaparecidos»

«El 26 de agosto entraron en casa de mi hijo Marcelo y se lo llevaron con su mujer Claudia, que estaba embarazada. A él lo asesinaron en octubre y a ella se la llevaron a Montevideo. Esperaron a que diera a luz y sólo entonces la liquidaron. Entregaron a la niña a un policía nacional. Tardamos 15 años en encontrar los restos de mi hijo y 23 en encontrar a mi nieta. Seguimos buscando los restos de mi nuera».

En el marco de la Operación Cóndor, los niños pequeños de los prisioneros eran robados a sus padres y dados a familias ajenas, en general familias de militares. Así se negaba hasta la última consecuencia la humanidad de los prisioneros, su identidad, su existencia. Gelman escribió en abril de 1995 una carta a su nieto desaparecido.

Juan Gelman expresa en sus obras el desarraigo, la búsqueda de un lugar definitivo en el mundo, el amor a las palabras, a la historia y a las ciudades.  Pero ni al mundo, ni a la poesía, ni a Juan Gelman le gustan los lugares definitivos. La búsqueda parece el único punto de llegada, porque la realidad es tan compleja como el lenguaje y como nosotros mismos. Gelman fue un poeta auténtico en un mundo de poetas de mentira, que se esconden en palabras enigmáticas e incomprensibles. Su poesía es clara, de fácil lectura, fiel a sus raíces  y siempre en lucha con las palabras, con sus significados y con su sentido poético. Si el poeta vive permanentemente en un en un exilio que lo aleja de su patria, de sus congéneres y de sí mismo,  lo único que lo hermana con el resto de la humanidad es la belleza y la memoria de la palabra,  “Gelman hace delirar a las palabras” dice Mario Benedetti, y añade que es, sin duda, un poeta de los sentimientos.

En su poema “Arte poética” (Velorio del solo,  1961) definió  descarnada y ¿proféticamente? su vocación y su destino: 

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte. 

A propuesta de las Academias de la Lengua de los países de habla hispana recibió el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes en 2007.

paul gelman

 

Poco se sabe

Yo no sabía que no tenerte, 
podía ser dulce como nombrarte, 
para que vengas, 
aunque no vengas, 
y no haya sino tu ausencia, 
tan dura como el golpe 
que me di en la cara 
pensando en vos. 

 

¿Quieres participar en la Experiencia Cuento?

 

sapo sillon

 

A petición de los usuarios de la Universidad de la Experiencia, tULEctura propone la actividad Experiencia Cuento, orientada hacia ellos pero también abierta  tanto al resto de la comunidad universitaria como a cualquier persona de la sociedad interesada en participar. Es gratuita. No hay límite de edad ni se exige disponer de ningún certificado de estudios. 

 

 

 

  • Nuestro material de trabajo se ceñirá al subgénero narrativo del cuento.
  • Nos reuniremos una vez al mes para  hablar del cuento elegido. Si estás interesado en asistir a los encuentros, envíanos tus datos a nuestro correo tulectura@unileon.es para que sepamos que contamos contigo. Indícanos:
    • Nombre y apellidos.
    • Correo electrónico.
    • Tipo de usuario: Experiencia / Externo / Estudiante / PDI / PAS.
  • Desde la página correspondiente al encuentro, tULEctura ofrecerá el texto completo del cuento, junto con algunos puntos señalados en los que fijarse y que  después se pueden  comentar en la  reunión.
  • También puedes participar de forma virtual aportando tus comentarios, opiniones y sugerencias en cualquier entrada del blog.
  • El coloquio de  nuestro primer cuento  tendrá lugar el día 21 de enero de 2014 en la sala de conferencias de la Biblioteca General San Isidoro a las  17:00 horas.  (Ya sabes,  para  que contemos contigo,  envía un mensaje  con tu nombre a tulectura@unileon.es).

 Ya puedes informarte de nuestro primer cuento.

¡Te esperamos !

Libros prohibidos.

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“Si verdaderamente los dictadores hubieran tenido el poder en que creían con tan terca obstinación, buena parte de la literatura universal no existiría. Que las obras hayan sobrevivido, a pesar de todas las persecuciones y prohibiciones, es tan notable como la convicción de los perseguidores — refutada una y otra vez durante siglos — de que con la muerte del autor se extinguen también sus ideas. Los gobernantes de todos los tiempos y culturas — desde el rey ilustrado hasta el jefe tribal primitivo y fundamentalista, desde Augusto hasta el secretario del Partido Comunista de China — han sido incapaces de comprender que las ideas tienen más fuerza que las leyes” (Prólogo de la obra «Breve historia de los libros prohibidos» (RBA) de Werner Fuld).

Muchas veces el fuego se ha quedado huérfano para alegría de la eternidad. Ahí están la Eneida y Lolita, separadas por más de 20 siglos, pero hermanadas, más allá de su belleza literaria, por las infructuosas llamas que sus propios autores les prometieron, y con las que las han amenazado algunos autonombrados guardianes de las ideas políticas, religiosas, sociales, éticas o morales.

libros enadenadosUn aura de ceniza parece el sino de muchos libros a lo largo de los 35 siglos de creación de la escritura. El autor y crítico literario alemán Werner Fuld sigue ese rastro vergonzoso del ser humano para relatar la historia de las obras que fueron salvadas de la censura y la persecución en  Breve historia de los libros prohibidos . Un libro de arena de todos los tiempos y las civilizaciones sobre los obstáculos y trampas a la creación literaria que se convierte en una llama que hace ver la necesidad de estar siempre alertas ante la perpetua tentación de vigilantes e inquisidores con listas de libros prohibidos y la cerilla en la mano.

“No se puede negar que la mayor parte de la literatura universal estimula el pensamiento propio. En interés de la paz social, esta perturbación es intolerable”, asegura irónicamente Werner Fuld, al recordar la crítica de Ray Bradbury en Fahrenheit 451 (¿recuerdas nuestra entrada en el blog?).

Páginas que alumbran los pasadizos que han hecho posible el milagro de poder disfrutar de esos textos “sospechosos” y de escritores rescatados del balanceo al borde del abismo, e incluso de aquellos que alcanzaron a caer o de los que fueron arrebatados como Jonás de la ballena.

Virgilio, Diderot, Dos Passos, Voltaire, oir ver callarZola, Nabokov, Ovidio, Rousseau, Sartre, Hemingway, Balzac, Faulkner, Gorki, Kant, Melville, Hammett, Joyce, Descartes, Proust, Quialong, Beauvoir, Cleland, Goethe, Wilde, Genet, Solzhenitsyn, Kafka, Flaubert, Lorca, Zweig, Baudelaire, Lawrence, Mandelstam, Sade, Sagan, Ibsen, Hernández, Ginzburg, Bulgákov, Rushdie…

Hay varias clases de muertes, prohibiciones y resurrecciones literarias: la de los libros  de los que el propio autor se arrepiente una vez creados  y no quiere darles más vida; la de los libros que quieren vivir y cuyo autor busca eliminar a toda costa, mientras alguien, un editor o un amigo, se niega a darles ese derecho; y están los libros que una persona más poderosa, desde un gobernante hasta una institución religiosa o en nombre de la sociedad, busca eliminar.

“Saber leer (y escribir) es un acto de apropiación del mundo. El que aprende a leer unas cuantas palabras ‘pronto podrá leer todas las palabras’, como dice Alberto Manguel, y, si comprende que con una frase se ha apropiado de una parte del mundo no se dará por satisfecho con una sola frase”, explica Fuld en su ensayo. Una celebración por la manera en que la creación ha burlado el destino.

Y un brindis por aquellos que no hicieron caso a los últimos deseos de muchos escritores de no dejar vestigios de sus textos. Uno de los primeros fue Virgilio. No se sabe por qué en su testamento ordenó quemar la Eneida, pero, por fortuna, el emperador Augusto ignoró su última voluntad. Veinte siglos después de los hechos que permitieron que el mundo leyera la Eneida, Franz Kafka quemó manuscritos que no le gustaban. Luego, su albacea Max Brod no respetó su voluntad y el mundo ha leído El castillo y El proceso.

Un caso en el que se juntan en el autor el impulso de eliminar primero y de publicar después es el de Vladimir Nabokov con Lolita. Un clásico del siglo XX que cuando era un borrador titulado El hechicero Nabokov quiso quemar y su esposa Vera rescató de las llamas. Hasta que el 6 de diciembre de 1953, el autor la terminó para empezar un viacrucis al ser rechazada por cuatro editoriales que la consideraban “inmoral” y muchas cosas más, hasta que, dos años más tarde, logra publicarla en París en Olympia Press, una editorial de obras eróticas. Y en Estados Unidos solo en 1958 tras una batalla judicial.

A esos fuegos individuales se suman las hogueras que han prendido y querido prender gobernantes, de todos los niveles, e instituciones religiosas o de cualquier otra índole en nombre del bien común. Desde el mismo Augusto, que un día feliz salvó la Eneida, y otro desdichado ordenó la primera quema masiva de libros en Roma por cuestiones religiosas, hasta el nazismo, los regímenes chinos o los conflictos en los Balcanes o en Irak e Irán. indiceEspaña misma padeció con Francisco Franco decisiones de este tipo cuando recién llegado al poder, que ostentaría durante 36 años, ordenó en 1939 quitar de las bibliotecas las obras de autores “degenerados”. “Franco que era católico”, recuerda Fuld, “podría haber tomado el Index romano como referencia, pero lo cierto es que en este catálogo no aparecen ni Goethe ni Ibsen, que sí estuvieron en la lista española”.

Episodios sombríos y asombrosos que tienen un capítulo en la literatura porque varios escritores han novelado dichas experiencias. Entre las más recientes están Balzac y la joven costurera china, de Dai Sijie; El librero de Kabul, de Asne Seierstad, y Lolita en Teherán, de Azar Nafisi.

¿Acaso están las ideas políticas, religiosas o morales con intereses particulares por encima del arte? La historia muestra que lo que hay más allá del índice acusador es la victoria de la belleza prohibida. Del recordar el origen cuando la palabra era vida, pero no vivía. Era como la luz de la luciérnaga, intermitente, volátil, inatrapable, hasta que los sumerios empezaron a darle cuerpo con signos trazados en estilete o punzón en tablillas de arcilla, piedra, madera o cualquier objeto noble que las recibiera. Así empezaron el camino al arte, a la eternidad, a vivir ante quien las descifra con su lectura, y a vivir y vivir ante quien las revive en su boca para darles sonidos, como estos versos de Las flores del mal, de Baudelaire, salvados de la inquisición literaria:

“¿Vienes del cielo profundo o sales del abismo,

Oh belleza? Tu mirada, infernal y divina,

vierte confusamente el favor y el crimen,

y por eso se te puede comparar al vino”.

Destrucciones masivas de libros

  • La primera destrucción masiva de libros ocurrió en Sumeria (entre los ríos Éufrates y Tigris) hace unos 5.300 años, por deterioro, desastres y conflictos bélicos.
  • La primera quema de libros en Roma la ordenó Augusto en el siglo 12 a.C. con obras oraculares y proféticas. Buscaba que nadie pusiera en duda sus ideas políticas.
  • La biblioteca de Alejandría, fundada a comienzos del siglo III a.C., habría terminado por múltiples motivos: incendios bélicos, orden de destrucción por parte de los árabes, ataques de los cristianos, terremotos y la falta de presupuesto.
  • La Iglesia católica creó en el siglo XVI el Índice de libros prohibidos que tuvo muchas ediciones, hasta que en 1966 Pablo VI lo suprimió.
  • En 1933 se hizo en Alemania el llamado Bibliocausto nazi ejemplo paradigmático de cómo la política atenta contra las obras de arte.

 Fuente: El País.es 22-12-2013

 

Marta Sanz recomienda leer…

Marta-Sanz

Marta Sanz, escritora con  quien estuvimos recientemente  en las Jornadas de la RIUL sobre Literatura Actual, sugiere la lectura de los siguientes textos: 

  1. Henry James. Otra vuelta de tuerca. Anaya. Si uno lee este texto de James de un modo mínimamente analítico, puede familiarizarse con algunos de los resortes que inauguran la narrativa de la modernidad. Es un libro que nos invita a formularnos preguntas, que deberían ser respondidas, a lo largo de todo el proceso de lectura: ¿qué significa el proemio del libro?, ¿por qué la institutriz no tiene nombre?, ¿qué es más aterrador que los fantasmas existan o que no existan?
  2. Osamu Dazai. Colegiala. Impedimenta. Un descubrimiento reciente, al menos para mí. El Dostoievski japonés construye, con un especialísimo sentido del humor, unos personajes femeninos maravillosos, una colección de mujeres de esas que siempre piensan que son mucho peores de lo que son en realidad. No me gusta usar palabras como “delicia” para calificar un libro. Sin embargo, éste lo es.
  3. Delphine de Vigan. Días sin hambre. Anagrama. Un libro sobre la anorexia escrito con un estilo adelgazado. Contundente. Un ejemplo magnífico de cómo en la literatura los fondos no pueden separarse de las formas y de cómo la presión se ejerce sobre las superficies pequeñas. No es ni mucho menos una historia de desesperanza.
  4. Luisgé Martín. La mujer de sombra. Anagrama. Con La mujer de sombra Luisgé Martín nos enfrenta con el monstruo que tal vez habita en nuestro interior. Con nuestra hipocresía y con un forma de leer que se parece al deseo: tememos lo que se avecina pero abrimos la puerta de la habitación de Barba Azul. Hay que ser tan valiente para leer esta novela como lo fue su autor al escribirla.
  5. Isaac Rosa. La habitación oscura. Seix Barral. Isaac Rosa tiene la intrepidez de hablar del tiempo presente y de hacerlo con una voz colectiva que al principio suena distorsionada y que poco a poco va ganando nitidez. Como los acordes de un órgano. Dentro de la habitación oscura, esa voz nos dice muchas de esas cosas que no nos gusta oír, nos habla de nuestras cobardías y nos propone una acción: tal vez ha llegado el momento de dejar de tener miedo para empezar a darlo.

 

Navidad Nadal

Este fin de semana ya toca recoger los últimos archiperres navideños. El día de Reyes finalizó la época del año con mayor número de  defensores y detractores.a  recoger “¡Qué bien que estamos en Navidad“ y ¡Otra vez el mismo rollo de la Navidad” son exclamaciones frecuentes hasta la noche del 6 de enero de cada año. Más o menos hasta la hora en que se hace público el ganador del Premio Nadal.

También este premio suscita  en la actualidad opiniones encontradas. Convocado por primera vez en 1944 con el objetivo de desvelar jóvenes valores y vivificar la aletargada  narrativa española de  la posguerra, el certamen ha celebrado su 70 aniversario viendo cómo su prestigio se viene cuestionando ultimamente.

Las críticas se orientan a considerar al premio más vinculado a su repercusión en los medios de comunicación  que (en ocasiones) a la calidad literaria. Los objetivos iniciales quedan diluidos en la táctica  editorial de publicitar obras que consideran que pueden llegar a ser bestsellers, bien respaldadas por estrategias publicitarias y campañas de marketing de imagen y ventas. No hay que olvidar que se trata de un premio literario comercial, concedido por una editorial.

La eliminación en 2010 de la categoría de finalista del Premio Nadal hizo sospechar que se pretendía evitar el posible sonrojo de que este segundo puesto poseyera una mayor calidad literaria que el ganador (como ya parecía haber ocurrido). Desde ese año, el reconocimiento de autores noveles,  uno de los objetivos iniciales del premio Nadal, quedó tácitamente desligado del mismo  y  vinculado al Premio de novela Francisco Casavella para jóvenes valores. Y todo ello unido a  la acusación de  que el jurado, que ha sido a veces calificado como “grupo” más o menos privado, premia a los nombres en lugar de premiar  a los talentos. Aunque esto tampoco sería nada nuevo en las relaciones endogámicas entre las distintas familias de escritores.  

No obstante todo ello, y aunque la dotación económica es relativamente modesta (18.000 €) para la gran resonancia mediática que genera, el hecho de ser el premio literario más antiguo que se concede en España, unido a la categoría de  algunos de los escritores que lo han merecido, lo convierte en un galardón muy deseado. El éxito de ventas está garantizado,  ya que se trata de obras que se dirigen a un amplio número  de lectores. Y en definitiva, lo que desea un escritor es que le lean. 

En la última edición del premio ha resultado ganadora Carmen Amoraga por su obra ‘La vida era eso’. La autora no es nueva en los certámenes literarios del grupo editorial, ya que además de obtener el Premio Nadal de Novela 2014 ha sido finalista del  Premio Planeta de Novela 2010 y finalista de  Premio Nadal de Novela 2007.

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¡Feliz año 2014!

Te deseamos un año 2014 lleno de los mejores libros, los mejores autores, horas repletas de la compañía de la lectura. 

La radio marca los minutos de la vida; el diario, las horas; el libro, los días (Jacques de Lacretelle). De manera que ¿Ya tienes tu agenda para este año?

¿Dónde apuntas los libros que vas leyendo cada semana y los que quieres leer?

agenda literaria

La editorial Alba  elabora una agenda genuinamente literaria con seriedad y rigor pero también con sentido del humor. Ilustraciones sugerentes, citas inspiradoras y efemérides originales de los autores más destacados de la literatura universal. Frases como «No sé hablar lo suficientemente bien para ser ininteligible» (Jane Austen) o como «Béseme, y béseme fogosamente, pero sin que se me caiga el gorro de algodón» (Stendhal) iluminan las semanas de 2014. Y día a día sabremos también por qué encontraba Voltaire cara la Enciclopedia, cuándo nació el doctor Watson, compañero de Sherlock Holmes, qué dijeron las primeras críticas de Drácula o Cumbres Borrascosas, cuáles fueron las últimas palabras de Heine o de Ibsen, qué escribió Sofia Tolstói en su diario el día en que la abandonó su marido, en qué fecha partió de casa Jane Eyre rumbo al internado de Lowood o en qué día transcurre La señora Dalloway de Virginia Woolf.