¡Qué bien nos salió! (Se nos nota la cara de contentos 🙂 )
¡Muchas gracias a todos!
Este fin de semana ya toca recoger los últimos archiperres navideños. El día de Reyes finalizó la época del año con mayor número de defensores y detractores. “¡Qué bien que estamos en Navidad“ y ¡Otra vez el mismo rollo de la Navidad” son exclamaciones frecuentes hasta la noche del 6 de enero de cada año. Más o menos hasta la hora en que se hace público el ganador del Premio Nadal.
También este premio suscita en la actualidad opiniones encontradas. Convocado por primera vez en 1944 con el objetivo de desvelar jóvenes valores y vivificar la aletargada narrativa española de la posguerra, el certamen ha celebrado su 70 aniversario viendo cómo su prestigio se viene cuestionando ultimamente.
Las críticas se orientan a considerar al premio más vinculado a su repercusión en los medios de comunicación que (en ocasiones) a la calidad literaria. Los objetivos iniciales quedan diluidos en la táctica editorial de publicitar obras que consideran que pueden llegar a ser bestsellers, bien respaldadas por estrategias publicitarias y campañas de marketing de imagen y ventas. No hay que olvidar que se trata de un premio literario comercial, concedido por una editorial.
La eliminación en 2010 de la categoría de finalista del Premio Nadal hizo sospechar que se pretendía evitar el posible sonrojo de que este segundo puesto poseyera una mayor calidad literaria que el ganador (como ya parecía haber ocurrido). Desde ese año, el reconocimiento de autores noveles, uno de los objetivos iniciales del premio Nadal, quedó tácitamente desligado del mismo y vinculado al Premio de novela Francisco Casavella para jóvenes valores. Y todo ello unido a la acusación de que el jurado, que ha sido a veces calificado como “grupo” más o menos privado, premia a los nombres en lugar de premiar a los talentos. Aunque esto tampoco sería nada nuevo en las relaciones endogámicas entre las distintas familias de escritores.
No obstante todo ello, y aunque la dotación económica es relativamente modesta (18.000 €) para la gran resonancia mediática que genera, el hecho de ser el premio literario más antiguo que se concede en España, unido a la categoría de algunos de los escritores que lo han merecido, lo convierte en un galardón muy deseado. El éxito de ventas está garantizado, ya que se trata de obras que se dirigen a un amplio número de lectores. Y en definitiva, lo que desea un escritor es que le lean.
En la última edición del premio ha resultado ganadora Carmen Amoraga por su obra ‘La vida era eso’. La autora no es nueva en los certámenes literarios del grupo editorial, ya que además de obtener el Premio Nadal de Novela 2014 ha sido finalista del Premio Planeta de Novela 2010 y finalista de Premio Nadal de Novela 2007.
No vamos a decir sobre Doris Lessing nada que no se haya dicho ya, incluso muy acertadamente por críticos y escritores sobre ella y su obra.
Carente de estudios, gran lectora y, desde luego, gran escritora, resta importancia a la actitud altiva de la erudición libresca, a la vez que proclama la necesidad de que el acceso a la lectura y a la escritura no sea minoritario en razón de género, raza, nivel social o económico.
No hay nada que nosotros podamos decir mejor de lo haya dicho ella. Solo vamos a recordar su discurso al aceptar el premio Nobel de literatura, un alegato a favor de la lectura y la escritura como derecho.
A veces, al leer textos así, se nos quita un poco la tontería…
Doris_Lessing_Discurso_al_aceptar_el_Premio_Nobel_de_literatura
Después de muchos años el Nobel premia al cuento. La escritora canadiense Alice Munro ha ganado el premio Nobel de Literatura 2013. “Maestra del relato corto», según el dictamen de la Academia sueca, «su estilo es claro y de un realismo psicológico”. Munro, nacida en Wingham (Ontario) en 1931, es la decimotercera mujer que obtiene el galardón más importante de las letras universales. Conocida como «la Chéjov de Canadá», la narradora ha colocado los cimientos del realismo moderno literario de su país. Mundos corrientes que tras su serenidad esconden tormentas afectivas y sentimentales a punto de desatarse.
Munro se inició en la literatura a los 30 años con cuentos y relatos que vendía para la radio pública canadiense. La autora, madre de tres hijas, ha reconocido la importancia de su madre y de las mujeres que ha conocido en su vida para construir su gran territorio literario y ha volcado en su literatura la experiencia de su vida cotidiana.
Es poseedora del titulo de duquesa del Reino de Redonda desde 2005 por obra y gracia de Javier Marías quien, sobre ella, opina que «consigue transmitir una profunda emoción con personajes normales en una época en la cual se privilegian los buenos o malos sentimientos que rozan la cursilería. Ella escribe sobre gente normal, sin cargar las tintas, y consiguiendo unos niveles de emoción profunda con poco parangón en la literatura actual»
El Premio de Poesía Universidad de León se encamina hacia la fase resolutiva en la que el jurado deberá analizar las obras presentadas para elegir el poemario que será distinguido con el premio de la cuarta edición.
La convocatoria, en régimen de concurrencia abierta y para poesía en lengua española, permanecerá aún abierta hasta el 20 de diciembre, y está dirigida a obras originales e inéditas, con una extensión mínima de 600 versos y máxima de 1200, que se podrán presentar (por triplicado, escritas por una sola cara, en formato Word, paso 12, interlineado 1’5, debidamente encuadernadas y con título), en el registro oficial de la Universidad.
Las tres ediciones hasta ahora celebradas otorgaron su reconocimiento a los poetas Jaime Siles, Carlos Aganzo y Ricardo Bellveser. Junto al premio en metálico (4.000 euros), también está prevista la publicación conjunta entre la Universidad y la Editorial Everest de una primera edición de 1.000 ejemplares.
Si estás interesado, aún estás a tiempo. Puedes consultar aquí las Bases-IV-Premio-Poesía.