Canciones de la Guerra Civil Española (1936 – 1939)

El pasado 18 de julio se conmemoró el 80º aniversario del comienzo de la Guerra Civil Española. Con tal motivo, esta entrada pretende recordar las canciones más representativas que entonaron ambos bandos durante esa trágica contienda que desangró España a lo largo de casi tres años.

Las canciones de la guerra civil no son simples composiciones musicales, representan la otra lucha de dos bandos irreconciliables, la lucha de las palabras. Eran una parte fundamental de la propaganda bélica, servían a su vez como catalizador para mantener alta la moral de la tropa y de la retaguardia de ambos bandos.

Canciones del bando Republicano

¡Ay, Carmela!: Canción popular del siglo XIX que ya cantaban los guerrilleros españoles en su lucha contra las tropas de Napoleón. Hubo varias versiones, pero se hicieron más populares las dedicadas al Paso del Ebro y a la XV Brigada Internacional. También dio nombre a un popular filme del director Carlos Saura.

El Puente de los Franceses: Esta Copla de la Defensa de Madrid, basa su melodía en la canción «Los Cuatro Muleros». Compara el fracaso de la ofensiva franquista sobre Madrid en el otoño de 1936, con los ataques franceses con sus tropas marroquíes.

Si me Quieres Escribir: también conocida como «Ya Sabes mi Paradero» y «El Frente de Gandesa», es una de las canciones de la Guerra Civil Española más famosas y conocidas, compuesta durante la Batalla del Ebro. La melodía estaba basada en una antigua canción de las unidades militares españolas que combatieron en las guerras del Rif, en el norte de Marruecos.

Canciones del Bando de los Sublevados

La Marcha de Oriamendi: o simplemente Oriamendi, es el himno del carlismo. Su nombre viene del de una batalla que tuvo lugar en el monte homónimo, situado en las inmediaciones de San Sebastián, en 1837, durante la Primera Guerra Carlista en el que el ejército carlista derrotó al cristino.

Falangista Soy: es un himno de la Falange Española y de las JONS. Fue compuesta por Fernando Moraleda y se utilizó durante la guerra civil española, cayendo luego en un progresivo olvido, siendo eclipsado por el «Cara al Sol», también himno de FE y de las JONS.

Novio de la Muerte: Originalmente fue un tema que popularizó la cantante Lola Montés. En una actuación suya en Melilla, esta canción fue escuchada por los responsables de la recién creada Legión, y les entusiasmó. Posteriormente se adaptó su letra y el ritmo de la misma, para acercarla a una marcha militar. Ha sido y es, la canción más representativa de este cuerpo militar.

Lole y Manuel & Smash (Tiny Peter) 1979

A veces la casualidad da lugar a grandes genialidades. En 1979 Julio Matito decide volver a unir a los Smash, grupo señero del underground sevillano, e «inventores» del llamado «Rock Andaluz», gracias sobretodo al tema «El Garrotín», que fue fruto glorioso de la incorporación del recientemente fallecido Manuel Molina al grupo.

Smash acudieron a grabar un programa del recordado y añorado «Musical Express» de Ángel Casas, donde muchos quinceañeros de la época echamos los dientes en esto de las músicas.

Smash con Manuel Molina 

Lole y Manuel, pareja sentimental y artística formada por el ya citado Manuel Molina y la «cantaora» Lole Montoya a mediados de los setenta, y que consiguieron una revolución en el anquilosado mundo del flamenco, con unos arreglos tremendamente arriesgados e innovadores, que dotaron a su cante de un aire nuevo y fresco, que consiguió atraer a mucha gente hasta su música y al flamenco en general.

Pues en esa grabación de aquel programa coincidieron todos, y decidieron grabar un tema juntos, y el resultado fue una auténtica maravilla. Un tema sorprendente, «Tiny Peter», presunta cara B de un single ignoto de los Smash de 1973, cantado en inglés por Julio Matito, donde los Smash aportaban el toque rockero, y la guitarra de Manuel Molina y las palmas y el «lalalá» de Lole, creaban una mezcla de estilos deliciosa, puro deleite, donde se demuestra que en la música no hay compartimentos estancos, sino que es un arte vivo que con la fusión se enriquece.

ENLACE A LA CANCIÓN

The Who y el CSI

CSI en cualquiera de sus entregas (Las Vegas, Miami, New York y la más reciente Cyber) tienen  muchas cosas  en común, entre otras, las canciones que acompañan el inicio de la serie pertenecen al mismo grupo, The Who.

Este grupo, emblema la música británicajunto con The Rolling Stones y The Beatles, son la esencia del Pop-Rock ingles.

Jerry Bruckheimer, productor de todas las franquicias de la serie, contó que desde muy joven era fanático de The Who y que uno de sus sueños era que tocaran en su cumpleaños. El sueño no se ha realizado aún, pero él hizo algo memorable para rendir homenaje a su banda favorita. CSI (Las Vegas) fue la primera de las cuatro y allí uso como tema principal una canción de The Who: “ Who are you?”, incluida en el álbum del mismo nombre lanzado en 1978.

CSI: Las Vegas (Who Are You) 1978

Peter Townshend, guitarrista de la banda, la cantó y la compuso bajo los efectos de la ira pues acababa de tener una terrible discusión con Allen Klein, su productor. Townshend dice que la canción fue un escape para esa ira (recordemos que su significado en español es: ¿Quien eres tú?).

La segunda entrega de la serie bajo la franquicia CSI: Miami tiene como tema principal otro tema de la banda: «Won’t Get Fooled Again» e igualmente compuesta por Peter Townshend. Forma parte del extraordinario álbum “Who’s Next” (1971) y es una canción antisistema, contra la negatividad de la sociedad.

CSI: Miami (Won’t Get Fooled Again) 1971

Posteriormente CSI se amplió a New York, y también allí Jerry usó como tema de la serie una canción de The Who perteneciente al álbum «Who´s Next», pero se trataba de una de sus favoritas: “Baba O’Riley” que fue compuesta originalmente en 1970 como parte de la frustrada ópera rock “Lifehouse”, un proyecto que no se terminó. El nombre del tema es en homenaje al gurú Meher Baba, que era el maestro espiritual de Townshend y al músico Terry O´Riley, cuya canción “A Rainbow in Curved Air” inspiró los sintetizadores de Townshend en «Won’t Get Fooled Again» y en la citada «Baba O’Riley».

CSI: New York (Baba O´Riley) 1971

El 18 de febrero de 2014, la cadena CBS anunció planes para lanzar un nuevo spin-off de la franquicia. Titulado CSI: Cyber, la serie se inspira en el trabajo previo de la productora María Aiken como un ciberpsicólogo. La nueva serie gira en torno a la agente especial Avery Ryan (Patricia Arquette) a cargo de la División de Delitos Cibernéticos en Quantico (Virginia).

Nuevamente se recurrió a un tema de The Who como sintonía de la serie, en este caso la elegida fue: «I Can See for Miles». Canción escrita por Pete Townshend, fue grabada para el álbum de 1967 «The Who Sell Out». Fue la única canción del álbum en ser lanzada como sencillo, el 14 de octubre de 1967. Hasta la fecha, es el sencillo de mayor éxito de la banda en los Estados Unidos y la única canción en alcanzar el Top 10 del Billboard Hot 100.

CSI: Cyber (I Can See for Miles) 1967

Los temas han sido editados especialmente para que encajen en el contexto de la presentación de las cuatro series, pero han conservado su indiscutible y arrolladora fuerza musical, reinventando el sonido característico de The Who.

 

La Música en el Cine de Michael Cimino (1939 – 2016)

Michael Cimino y Robert De Niro Durante el Rodaje de «El Cazador»

El pasado 2 de julio fallecía el extraordinario director de cine Michael Cimino. Un autor que creó  obras magistrales en la historia del séptimo arte. Su filmografía fue corta, apenas siete títulos, pero tres de ellas, en especial «El Cazador», están esculpidas sobre mármol en el panteón de las obras maestras de la historia del cine.

Michael Cimino ha pasado desgraciadamente a la historia por el descomunal fracaso de su película «La Puerta del Cielo» de 1980. Fueron tales los sobrecostes de producción del film, además de su fracaso en taquilla, que llevaron a la quiebra a la productora United Artist.

Me propongo hacer un recorrido por la música que fue soporte sonoro a sus tres grandes películas: «El Cazador» (1978), «La Puerta del Cielo» (1980) y «Manhattan Sur» (1985). Estás bandas sonoras podrían haber sido intercambiables entre estos films. Hay un rasgo común en el cine de Cimino: su grandeza, su descripción nítida y cruda de personajes e historias, su inspiración épica. El filmó sus películas como lo hubieran hecho maestros como John Ford o Raoul Walsh. Puro clasicismo, cine de verdad, del que te impacta, emociona y conmueve.

Michael Cimino fue el encargado en 1978 de llevar a la gran pantalla el guión de Deric Washburn, inspirado en la novela «Three Comrades» de Erich María Remarque. Tres horas que constituyen una de las primeras películas filmadas sobre la guerra de Vietnam en la que sus responsables no toman partido por ninguno de los bandos, mostrándonos la vida de un grupo de amigos antes, durante y después de su participación en el conflicto. Un extraordinario alegato anti-belicista en el que destaca la destreza de su director, la banda sonora de Stanley Myers y el trabajo de su excelente reparto, encabezado por un Robert De Niro colosal. Simplemente imprescindible.

Además de ser galardonada con 5 Óscar, la película está considerada como una de las 100 mejores películas de la historia del cine norteamericano por el American Film Institute, obteniendo el puesto 73 de la lista realizada en 1998 y escalando hasta la posición 53 en la revisión de la lista hecha en 2007.

La banda sonora es de Stanley Myers, un compositor que no se ha prodigado en exceso en el cine, consistiendo la mayoría de sus participaciones en bandas sonoras en contribuciones de un solo tema, muchos de ellos incluso sin acreditar. En «El Cazador» utiliza el tema «Cavatina», que escribió en 1970 para la película «El Precio de Amar». En el resto de la banda sonora hay temas tradicionales rusos («Troika», «Katyusha») -los protagonistas forman parte de una comunidad de origen ruso- música clásica («Praise The Name of the Lord», «Sarabande»), el tema patriótico «God Bless America», etc. Sin olvidar el tema «Can’t Take my Eyes Off You» de Frankie Valli, que nuestros protagonistas no dudan en entonar mientras pasan un buen rato en el bar.

EL CAZADOR (B.S.O.) 1978

Kris Kristofferson (protagonista de La Puerta del Cielo) dice algo muy interesante sobre la malograda y mítica película de Michael Cimino: “Creo que esta película fue utilizada para poner fin a una manera de filmar donde el director podía ser el autor de la película y además quien controlara el manejo del dinero para realizarla”.

«La puerta del Cielo» es un monumento a la desmesura, la megalomanía y el perfeccionismo rayano en lo patológico. Pero creo que la leyenda negra que la acompaña, oculta su incuestionables valores cinematográficos. Masacrada en la sala de montaje, esta obra épica narra la guerra sucia entablada por una poderosa Asociación Americana de Ganaderos contra los inmigrantes de origen europeo en Wyoming, a finales del siglo XIX, por una disputa territorial. La guerra de Johnson County, ocurrida en abril de 1892, había sido definida por el propio director como un “genocidio blanco”.

La película posee una bellísima banda sonora, a cargo del entonces joven compositor David Mansfield, que cuenta con un pequeño papel en la película. La música, que utiliza en muchos pasajes la balalaika, instrumento de cuerda empleado por Maurice Jarre para «Doctor Zhivago», de David Lean, está maravillosamente integrada en la trama, casi a modo de musical clásico. Destaca el empleo trágico del hermoso Vals Danubio Azul, de Johann Strauss, al que se recurre en diferentes tempos durante la cinta. El realizador cuenta en ese apartado con la ayuda inestimable de músicos como T-Bone Burnett, con el que consigue un fascinante uso de cierta música tradicional que luce en todo su esplendor en la sensacional secuencia del baile-patinaje.

LA PUERTA DEL CIELO (B.S.O.) 1980

Cimino, que había sido destrozado por el fracaso de ‘La Puerta del Cielo’, exprimió la poca reputación que le quedaba para rodar una obra oscura, visceral, con unos personajes condenados al fracaso, algo completamente distinto a lo que había hecho hasta entonces pero con la misma fuerza narrativa. La historia se sitúa en Chinatown, en medio de las luchas internas dentro de las Triadas chinas, donde un policía atormentado de origen polaco, Stanley White (Mickey Rourke), lucha contra la corrupción del sistema policial y la brutalidad de las bandas mafiosas, aunque por ello peligren su vida y la de sus seres queridos.

Nuevamente Cimino confía la creación de la música de la película a David Mansfield, que logra una obra perfecta, sobre todo cuando acompaña esas escenas que te ponen un nudo en la garganta. La banda sonora de la película se mueve entre lo lírico y lo épico, fiel reflejo de lo que se vive en la pantalla.

Combinando las partes instrumentales, muchas con innegable aire oriental, con temas pop, con ese inconfundible sonido ochentero. Mansfield  consigue un delicado equilibrio entre los temas más trepidantes y los pasajes melódicos, que llegan a un grado de belleza insuperable.

MANHATTAN SUR (B.S.O.) 1985

Kraftwerk (Tour de France) 1983 / 2003

Kraftwerk son considerados los pioneros de la música electrónica y fuente de inspiración para una amplia gama de géneros musicales, desde el Electro hasta el Hip Hop pasando por el Techno. Con el reconocimiento a nivel mundial y una carrera de más de cuatro décadas, Kraftwerk son considerados los creadores de la banda sonora de la era digital del siglo XXI.

Coincidiendo con el comienzo del Tour de Francia, recuperamos su último trabajo de estudio, dedicado a este evento deportivo, así como el single editado en 1983 dedicado también a la prueba francesa.

Ralf Hütter, fundador y alma-máter de Kraftwerk, tiene otra pasión al margen de la música, la robótica y los computadores: el ciclismo. Es un enfermo de este deporte, desde siempre pedalea y entrena casi a diario e incluso ha llegado a participar en algunas competiciones menores cuando sus compromisos profesionales se lo permiten. En una ocasión, la pasión ciclista de Hütter interfirió en la vida de Kraftwerk. En 1983, una caída en bicicleta en las cercanías de Colonia le deja en coma durante unos días, justo cuando se iba a publicar el nuevo LP del grupo titulado “Techno Pop”. El nuevo disco se retrasará tres años y saldrá al mercado con el título de “Electric Café”.

De Ralf Hütter se decía que solía bajarse del autobús que les desplazaba en las giras muchos kilómetros antes de llegar al destino para cubrir esa última parte en bicicleta, aunque no sabemos si esto no es más que una especie de leyenda urbana.

Ralf Hütter, segundo por la izquierda, con el resto de miembros del grupo

Estamos en 1983 y, en ese año, nace una de las canciones que mejor encarna el espíritu del Tour. Kraftwerk rindió su particular homenaje a la carrera francesa con un tema, en la que trata de reflejar los lugares y hechos míticos de la misma, acompañando sus habituales melodías electrónicas con una muestra de voces y sonidos asociados a la bicicleta, todo ello, acompañado de un machacón patrón de percusión eléctrica.

Kraftwerk (Tour de France) 1983

Vídeo y Mezcla Alternativa del Mismo Tema

Posteriormente, Kraftwerk recibieron en 2003 el encargo de hacer un álbum con motivo del centenario  del Tour de Francia.

El concepto sobre el que giraba el álbum trataba sobre los aspectos mentales y físicos del ciclismo. Otras ideas como la salud, medicina, entrenamientos, nutrición y regeneración estaban incluidas en el guión. Simultáneamente el co-fundador del grupo, Florian Schneider, experimentaba con su primera unidad de sampler digital. Ruidos de ciclistas, respiración humana, y otras fuentes de sonido se utilizaron para crear los ritmos que dan forma al disco.

Concebida de forma lineal, como una sinfonía de música clásica, es decir, los temas se van hilando unos con otros sin que se note el cambio entre ellos. Esto es algo que siempre ha hecho Kraftwerk. Basta recordar su obra maestra «Autobahn» o cualquiera de sus conciertos, en los que la música se sucede de forma continuada con pequeñas paradas cuando se termina la línea del tema que están ejecutando.

Kraftwerk (Tour de France Soundtracks) + Bonus Tracks (2003)

Kraftwerk podía perfectamente haber lanzado este disco en los setenta, sí, igualmente podía haber esperado hasta mediados del siglo XXI para editarlo. Para Kraftwerk no existe el tiempo, su obra perdura y resulta atemporal. Kraftwerk está más allá del espacio-tiempo. Mucho más allá.