Rick Wakeman, seguramente el mejor teclista de la historia junto con Keith Emerson, sorprendió al mundo con esta personalísima visión de la agitada vida sentimental del rey Enrique VIII.
Wakeman se había incorporado en agosto de 1971 a la banda de referencia dentro del rock progresivo, Yes. Con ellos grabó el álbum «Fragile» a finales de ese año. A principios de 1972, Yes recorría América para promocionar dicho trabajo. En una escala en Richmond, Virginia, Rick Wakeman estaba curioseando en una librería del aeropuerto. Compró cuatro libros, uno de ellos era «La vida privada de Enrique VIII» de Nancy Brysson Morrison.
En el vuelo subsiguiente de Richmond a Chicago, Rick comenzó a leer el libro sobre Enrique VIII. Cuando llegó a la parte dedicada a Ana Bolena, Rick recordó una grabación que había hecho en 1971. Desde entonces no había hecho nada con esa música. Después de grabarla, Rick había estado luchando por encontrar letras para acompañarla. Siendo la época del álbum conceptual, lo que estaba buscando, era un tema que pudiera narrar a través de la grabación. Ya lo había encontrado.
De repente, todo cobró sentido. Las notas que Rick recordó sobre Ana Bolena en el vuelo a Chicago fueron solo el comienzo. Durante las siguientes semanas y meses, ya fuera en su casa o estando de gira, Rick se centró en cada una de las seis esposas de Enrique VIII. Todo ello dio lugar a un álbum único: «The Six Wives of Henry VIII».
La grabación del álbum tuvo lugar entre febrero y octubre de 1972. La discográfica A&M Records le dio a Rick un adelanto de 4.000 libras para la grabación. Eso no daba para mucho. Afortunadamente, Rick era un multiinstrumentista, que además podía confiar en la ayuda de los miembros de Yes y en su anterior banda, The Strawbs.
En «The Six Wives of Henry VIII», Rick tocó sintetizadores Minimoog y ARP, Mellotron, órgano Hammond, un órgano de iglesia, piano eléctrico, piano de cola y clavicémbalo. Acompañando a Rick, quien produjo el álbum, estaban algunos de los mejores músicos de los primeros años setenta.
Entre la banda de Rick estaban lo que solo se puede describir como la realeza del rock progresivo. Esto incluyó la sección rítmica de Yes, los bateristas Bill Bruford y Alan White, y el bajista Chris Squire, además del guitarrista Steve Howe. A ellos se unieron el bajista de The Strawbs Chris Cronk y Dave Cousins, quien tocó el banjo eléctrico. Estos fueron solo algunos de los músicos que tocaron en la grabación del disco.
Aspecto habitual de Rick en aquella época. Adornado con una larga capa dorada
Una vez que se grabaron las seis pistas, el costo del álbum había aumentado a 25.000 libras. El adelanto de A&M Records estuvo muy lejos de cubrir el costo del álbum. Rick necesitaba que fuera un gran éxito.
De todas formas, no había mucha gente en A&M Records entusiasmada con el proyecto. En privado, el personal de la discográfica se refirió a «The Six Wives of Henry VIII» como «unsellable» (invendible). Consideraron que era improbable que un álbum instrumental de rock progresivo se vendiera bien. Por esa razón, solo se editaron 12.500 copias del disco antes del lanzamiento. Qué equivocados estaban.
Tras el lanzamiento del álbum, el 23 de enero de 1973, este encabezó las listas de éxitos en cuatro países. Alcanzó el número siete en Gran Bretaña, y el número treinta en las listas del Billboard 200 en los Estados Unidos. Esto dio como resultado que obtuviera el certificado de disco de oro en Estados Unidos. Sin embargo, las cosas mejorarían aún más para Rick Wakeman.
En julio de 1973, «The Six Wives of Henry VIII» recibió el certificado de platino y vendió dos millones de copias. Finalmente, ha vendido más de quince millones de copias. Cuando 1973 llegó a su fin, la revista Time lo nombró como el mejor álbum del año. Desde entonces, ha alcanzado el estatus de clásico. Lo que se describió como un álbum de rock progresivo «invendible» ahora se considera uno de los mejores ejemplos del género. No es de extrañar.
Rick Wakeman lleva el rock progresivo en una nueva dirección. Para hacer eso, combina varios géneros musicales e instrumentos. Los elementos del rock se combinan con música clásica, folk, jazz. A veces, cuando escuchas los sintetizadores, incluso hay una influencia del funk. Otra influencia musical clara es la música religiosa.
Es audaz, dramático, enérgico, etéreo, extravagante y espiritual. Estas son solo algunas de las palabras que describen a este trabajo imprescindible. Rick Wakeman, un verdadero pionero musical, rió el último, cuando lo que muchos consideraron el patito feo del Prog Rock, «The Six Wives of Henry VIII», se convirtió en el más bello de los cisnes.