«Su lirismo es exquisito. Está demostrado que sus temas son eternos. Pocos poetas habrán sido más influyentes». Estas declaraciones realizadas en 2013 por Bill Wyman, ex-bajista de los Rolling Stones, reflejan perfectamente el calado y la magnitud de la obra del recién galardonado con el Premio Nobel de Literatura Bob Dylan, y sus indudables méritos para conseguirlo.
Bob Dylan lo ha ganado porque ha hecho lo que ningún literato al uso ha conseguido: que la poesía llegue a las masas, porque aparte de escribirla, la cantó. La Academia Sueca, la encargada de hacer el anuncio, dijo que ha reconocido al músico de 75 años por «haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense» y que «durante 54 años ha estado inventándose a sí mismo».
En 1960, un veinteañero Robert Allen Zimmerman dejó la universidad, en su natal Minnesota para convertirse en Bob Dylan en Nueva York. Tras insertarse en el círculo de músicos de folk , publicó su primer disco en 1962.
Tras casi seis décadas de canciones, su voz está impresa en los hitos de la segunda mitad del siglo XX: el pensamiento joven que sacudió a Estados Unidos durante la guerra de Vietnam y las explosiones de violencia racial, la maduración del sonido del rock y, sobre todo, la revolución de una música que nacía del pueblo en contra el protocolo de lo establecido.
Sus canciones más conocidas son «Blowin’ In the Wind» y «Like a Rolling Stone», y ambas fueron colocadas entre las mejores canciones de toda la historia (el puesto 14º y 1º, respectivamente), según la prestigiosa revista Rolling Stone.
Además, cinco de sus 37 álbumes fueron posicionados entre los 100 mejores discos de la historia, según esa misma revista. ¿Cuáles son sus mejores discos?, estos son los más representativos de su obra. Aquí un breve repaso a sus trabajos fundamentales, a los cimientos de un Premio Nobel.
The Freewheelin’ Bob Dylan (1963)
Blowing in the Wind (1963)
Don’t Think Twice It’s All Right (1963)
«Pasé tres semanas en París y no paré de escuchar este disco» dijo John Lennon, en una entrevista. Apenas era el segundo disco de Dylan y de inmediato se convirtió en su primer clásico. Situado en la posición 97º de la lista de los mejores discos de todos los tiempos, irrumpió con las estructuras tradiciones del folk.
Este álbum es encabezado por «Blowin’ in the Wind», una canción de protesta sobre la guerra y la lucha por la libertad. También aparecen canciones como «Masters of War», pieza que clamaba por una visión antimilitarista del mundo.
El mensaje de Dylan comenzó a reproducirse en mayor escala tras los incidentes que aquejaron a Estados en 1963, año de lanzamiento del álbum. Tres meses después de la publicación del disco, ocurrió la marcha por los derechos civiles en Washington, donde Martin Luther King pronunció su famoso discurso «Yo tengo un sueño». En noviembre, el presidente John F. Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas. «El álbum tuvo la influencia de las ideas que le afectaban a Dylan en ese momento: una conciencia política y sus primeros viajes por el país», señala el crítico Alan Light.
Bringing It All Back Home (1965)
Subterranean Homesick Blues (1965)
Mr. Tambourine Man (1965)
Según el analista Will Hermes, con este disco «Dylan se convirtió en eléctrico, inventó el folk rock y redefinió lo que puede ser dicho en una canción». El álbum muestra la conversión del Bob Dylan trovador acústico a todo un rockero. Un poco más alejado del tono de protesta que lo caracterizó en el álbum «The Freewheelin’ Bob Dylan», el compositor mostró un lado más personal. «Lo que yo hice fue tomar elementos del folk con nuevas imágenes. Usé frases con gancho combinadas con metáforas que envolvían a la gente en algo que nunca habían escuchado antes», confiesa Dylan en su libro «Chronicles».
Aún así, piezas como «Subterranean Homesick Blues», su primer hit en el top 40 de Estados Unidos, aludían a los movimientos contraculturales que surgían en a mediados de los sesenta, la confusión generada por la Guerra en Vietnam y los enormes cambios sociales en Estados Unidos. Estos acontecimientos hicieron que el disco fuera comparado como el «equivalente cultural de una bomba nuclear». Fue votada con la posición 30º en los mejores álbumes de todos los tiempos, según Rolling Stone.
Highway 61 Revisited (1965)
Like a Rolling Stone (1965)
Highway 61 Revisited (1965)
Este álbum cuenta con una de las piezas más universales de la historia de la música: «Like a Rolling Stone». El cantante Bruce Springsteen la catalogó como «el sonido que produce alguien cuando abre la puerta de tu mente». El cantante de folk, Phil Ochs, se preguntó: «¿cómo la mente humana puede hacer algo así?», después de escuchar el disco.
En este álbum, Dylan se caracteriza por acompañarse por primera vez con una banda. La crítica destacó que el cantautor combinó sutilmente el blues con una poesía crítica de la situación estadounidense, como el caso de la crisis de los misiles de Cuba.
El disco culmina con «Desolation Row», un acústico viaje surrealista que, durante once minutos, cambia la historia de la música folk. «Highway 61 revisited» fue incluido como el 4º mejor álbum de la historia.
Blonde on Blonde (1966)
Just Like a Woman (1966)
Visions of Johanna (1966)
Sara Danius, la secretaria de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, dijo que «si quieren empezar a escuchar o a leer a Bob Dylan, tienen que empezar con Blonde on Blonde», justo después de anunciar al compositor estadounidense como el nuevo premio Nobel de Literatura.
«Blonde on Blonde era todo lo que tenía para escuchar. Estaba perdido, y permanecí felizmente perdido en el mundo lírico de Dylan», dice David Remnick, editor de The New Yorker. «La música que incorporó dio un sentido de libertad y posibilidades, y eso es parte de las razones por las cuales se le otorga el Nobel», agrega.
«Blonde on Blonde», el séptimo álbum de estudio de Dylan, el primer LP doble en la historia del rock, es el mejor trabajo de este genio de la más alta literatura cantada. Solo este álbum justificaría el nobel.
Este disco es una especie de Enciclopedia Espasa del rock. Lo tiene todo. Es tan amplio, tan completo, tan inabarcable. Su gestación fue anárquica e intermitente. Podríamos situar la fecha de su concepción en agosto de 1965, cuando conoce en Toronto a The Hawks, la futura The Band, incorporándolos a sus conciertos. Se empezó a grabar en los estudios de Columbia en Nueva York ese mismo mes, pero Dylan se «desmotivó» y el trabajo fue interrumpido. Las sesiones se retomaron en febrero y marzo del año siguiente en el Estudio A de la citada discográfica, pero en Nashville, por orden del productor Bob Johnston. Participó un total de quince músicos.
Blood on the Tracks (1975)
Tangled up in Blue (1975)
Simple Twist of Fate (1975)
En 1966, la gente se preguntaba qué sucedió con Bob Dylan. El 29 de julio, sufrió un accidente mientras conducía su moto. «Vi pasar ante mi toda mi vida», confesó el cantautor a sus 25 años. Alejado de los escenarios y de sus fans, ya Dylan era considerado como la gran voz de la protesta de la década. El cantautor se sumió en sus propios pensamientos durante un año. Muchos medios de comunicación hablaban de un Dylan desfigurado por el accidente, e incluso muerto. Pero, a pesar de contusiones y vértebras rotas, Dylan seguía escribiendo en el anonimato.
Muchas de esas letras vieron luz en «Blood on the Tracks», álbum de 1975 que presentaba a un Dylan herido, nostálgico y con el corazón desarmado. Obra musicalmente precisa y coherente con su temática, en la que Dylan se reencuentra con el blues más puro, pero en el que también aparecen algunas de las melodías y arreglos más excitantes de su repertorio, parece construida sobre una interpretación tan llena de dolor, que el propio Dylan ha afirmado que no entiende cómo se puede disfrutar de un disco así.
Bob Dylan (Concierto en París) 1978