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Los viajes equivocados: Coloquio participativo de guía a la lectura

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Por Natalia Álvarez Méndez

Clara Obligado


Nació en Buenos Aires. Exiliada política de la dictadura militar, desde 1976 vive en España. Es Licenciada en Literatura, y ha dirigido los primeros talleres de Escritura Creativa que se organizaron en España, actividad que ha llevado a cabo para numerosas universidades y diversas instituciones y que realiza de forma independiente. En 1996 recibió el premio femenino Lumen por su novela La hija de Marx (1996). A ella se añaden otras novelas como Si un hombre vivo te hace llorar (1998), No le digas que lo quieres (2002), Salsa (2002). Destacan sus libros de relatos Una mujer en la cama y otros cuentos (1990), Las otras vidas (2006), El libro de los viajes equivocados (2011) y La muerte juega a los dados (2015). Y las antologías Por favor sea breve 1 (2001) y 2 (2009), señeras en la implantación del género en España. Ha recibido el Premio Juan March Cencillo de Novela Breve con Petrarca para viajeros (2015). Tiene numerosos libros de ensayo en los que aborda temas relacionados con la mujer y la cultura, y es colaboradora en medios periodísticos. Su obra ha sido traducida a diferentes idiomas.

Su comprometida poética narrativa, que nos obliga a reflexionar acerca de la desigualdad, de los abusos de poder, de las guerras y de los vaivenes de la historia, parte del hecho de su propia identidad de exiliada, que hace que se incline hacia una escritura desterritorializada, escrita desde un espacio intermedio que nos ofrece grandes propuestas creativas en el marco de la reflexión generado por las tensiones provocadas por el desplazamiento. No solo trata en su obra de abordar motivos desde la posición del intelectual que ha sufrido el desarraigo sino que se aleja del centro empleando, a su vez, la experimentación con técnicas narrativas novedosas, no sometidas al discurso establecido, fuera de sus límites.

 

Palabras de la escritora:

Nos situamos ante una escritora que ejerce el compromiso vital, político y artístico, así como la responsabilidad social desde la literatura. Así lo demuestra con su obra y lo ha manifestado también en unas reflexiones solicitadas por la Revista Puentes de Crítica Literaria y Cultural que ella misma ha recogido en su blog de escritura creativa:

En este sentido, el deseo de excluirse de algo tan humano como la problemática social, da lugar a una creación vacía o banal. No hay grandes obras sin compromiso, aunque la palabra compromiso, ya se sabe, quiere decir algo muy diferente según quien la pronuncie. […]

En fin, el escritor crea desde la inserción en una sociedad, es fruto de una época y no un ente aislado y genial, como quieren hacernos ver a veces. No habría Cervantes sin su época y sin la reflexión sobre la crisis que le tocó vivir, y sin postura ante ese mundo que se derrumbaba. No habría Borges sin enfrentamiento entre las posturas estéticas y políticas de su momento. […]

En síntesis, parece evidente que el escritor tiene una situación análoga a la de los intelectuales en general. Como ciudadano, se ve en la obligación de participar en la construcción de su mundo y excluirse de este compromiso da a su obra una perspectiva sin interés. Por otro lado, como escritor, tiene la necesidad de aislarse, distanciarse y de contar con un margen amplio de libertad para crear una obra honesta y con cierta proyección. Creo que en la aceptación de este dilema, en los matices que existen entre la torre de marfil y las barricadas, en el corazón de esta dificultad, es donde se gestan las mejores obras.

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En la conferencia impartida en las II Jornadas de la RIUL, celebradas en mayo de 2015 en León, Clara Obligado defendió que si la literatura tiene algún sentido sería reflexionar sobre un mundo en crisis, contestar a esa situación provocada por un mundo en crisis tanto económica como cultural. No trata de ofrecer la crónica de tragedias personales como el periodismo sino que pretende, mediante determinadas técnicas formales y estructurales, obligar al lector a pensar y a construir la historia. Reivindica la literatura que llama transterrada o excéntrica, es decir, situada fuera del centro, de lo visible. Escrita por exiliados que se ven obligados a emigrar y pierden la familia, la lengua materna, la pertenencia a un pueblo. Se convierten de pronto en extranjeros, en muchos casos marginados. Problematiza de tal modo el tema de la extranjería, de la elección del idioma, sin olvidarse de la problemática de la mujer en esos contextos del exilio. Le preocupan los siguientes interrogantes:

¿Cómo se cuenta este desplazamiento? ¿Desde dónde? ¿Qué pasa cuando el idioma del país receptor y el del extranjero son el mismo? ¿Existe conflicto? […] ¿Y qué historias se cuentan? ¿cuál es el marco nacional que señalan, si es que señalan alguno? ¿De qué hablan, pues, estas historias desterradas, estas historias a la intemperie, quién las comprenderá? Tal vez exijan, para ser verdaderamente desentrañadas, de un lector marcado con el mismo desarraigo con el que fueron plasmadas. Así como quien lee un texto con estas características se queda con un secreto a medias, también quien escribe nota, desconcertado, que debe incluir claves dobles para su entendimiento.

Dichos escritores crean una literatura que va más allá de los nacionalismos, que tienen referencias culturales más amplias, en diálogo constante con otros libros. En esa línea, ha denominado al lugar mental desde donde se producen ese tipo de obras, como “literatura desde la verja”:

Desde esta perspectiva incómoda podríamos pensar en una literatura que habla tanto de los desplazamientos como de los desplazados por las diferentes formas de la violencia. Escribir desde la verja es una imagen que me gusta, que me resulta convincente. Desde allí, desde ese lugar incierto, desde ese “no lugar” se generan espacios que cuestionan tanto la identidad del país en el que se vive como la propia identidad del que se ve obligado a atravesar fronteras.

El tema no es nuevo, aunque sí lo es en la magnitud actual de la diáspora, en la historia de la literatura otros autores se han situado en este lugar incómodo, en esta especie de atalaya que no está en tierra de nadie pero que mira, insistentemente, y no sin desazón, hacia la fantasía imposible de anidar. Refugiados-Sirios1-660x330

 

El libro de los viajes equivocados

 

Información contenida en la contraportada:

Todo viaje puede desarrollarse en tres ámbitos: el interior, el que transcurre en el tiempo y el que transita por el espacio. El que tiene como dimensión el espacio colma los sentidos, el temporal alimenta la experiencia, aunque es el viaje interior el que puede cambiar al ser humano. Pero ¿puede un ser humano modificar el sentido del universo?

En El libro de los viajes equivocados los personajes comienzan una aventura en la que el azar orienta sus pequeñas historias hasta sumarlas en un devenir general. A través de una inquietante espiral narrativa, estos cuentos nos llevan a interrogarnos sobre el complejo mundo en el que nos toca vivir.

Estructura del libro:

Galardonado con el Premio Setenil 2012, el volumen nos ofrece once relatos introducidos por una cita de Rainer Maria Rilke, de El libro de las horas, que se inicia así: Vivo mi vida encírculos concéntricos círculos concéntricos sobre las cosas extendidas. En la misma línea, la advertencia de la autora que precede a los cuentos nos proporciona nuevas pistas acerca no solo de la temática sino de la estructura con la que va a trabajar y con la que va a sorprender al lector:

Comencé a escribir este libro en mi libro anterior, cuando me preguntaba por el sentido del destierro. Años más tarde, me encontré pensando en las proyecciones de la diáspora en la vida de quienes la emprenden. En este momento de crisis, el viaje vuelve a sugerirme el retorno de otras épocas y de ciertas ideas que imaginaba, por fin, extinguidas. Este ir y venir, esta espiral, es la historia de mis cuentos. Solo me gustaría proponer a quienes los lean que lo hagan en el orden en el que aparecen, ya que esconden un texto más amplio, que necesita de este recorrido.

Es preciso leer en orden los cuentos no porque sean episodios cortos de una misma historia sino porque su disposición se aleja de las estructuras lineales y, a pesar de ser relatos independientes, existen elementos que los entrelazan o interconectan de modo perfecto hasta el punto de conformar imágenes desordenadas, imágenes rotas de una misma realidad. Al recomponer el lector las diversas piezas de esa escritura fragmentaria, uniendo el sentido último de la multiplicidad de temas y motivos, de personajes, de espacios, de tiempos, de símbolos, de narradores y de puntos de vista, obtiene una visión más rica que la resultante de una novela o libro de cuentos tradicionales. Con esta spiraltécnica Clara Obligado logra manifestar la problemática de la identidad, del desarraigo, de la soledad y la barbarie en este mundo en crisis que es necesario repensar y recomponer.

A lo largo de El libro de los viajes equivocados, los citados círculos concéntricos del epígrafe inicial se concretan en la simbólica espiral de las caracolas, espirales logarítmicas que simbolizan lo “mensurable e infinito a la vez” (p. 138). “No es una espiral constante, como la que postula Arquímedes, aburrida y previsible, sino que encierra un diminuto cosmos que se abre como un torbellino, en progresión geométrica, girando en una curva cada vez más abierta” (p. 136).

Nos acerca así al tiempo concebido desde su circularidad, desde la idea del eterno retorno, de los vaivenes de la historia. No extraña que en un momento concreto se afirme: “Nada se sueña en vano, ni son gratuitos los oráculos: nada que esté en el futuro ha evitado su huella en el presente” (p. 40).

Entrevista a la autora:

 

Lectura:

Para acercarnos a El libro de los viajes equivocados y compartir nuestras lecturas de dicha obra podríamos responder, entre otras muchas, a preguntas como las siguientes:

  1. ¿Hacia dónde nos llevan los viajes equivocados del libro? ¿Sobre qué reflexiona el conjunto del volumen?
  2. ¿Qué tienen en común los personajes del libro?
  3.  ¿Te ha llamado la atención la estructura, la forma en que se organizan los contenidos del primer relato, “El azar”? ¿Qué intención tiene?
  4.  Clara Obligado incide en la circularidad del tiempo. ¿Has hallado algún símbolo de que esto sea así y que se manifieste en el primer y último relato del libro trasladando dicha circularidad a la estructura del volumen? ¿Aparece dicho símbolo en algún relato más?
  5. ¿Te han llamado la atención algunos otros símbolos, imágenes o elementos recurrentes que se compartan en varios relatos?
  6.   ¿Qué relatos abordan el motivo de la emigración? ¿Cuál te ha impactado más?
  7.   ¿Qué relatos abordan el motivo de las guerras? ¿Cuál te ha impactado más?
  8.  ¿Qué relatos abordan el motivo del exilio? ¿Has entendido lo que acontece en “Agujeros negros”, y el significado del globo y de la batidora del tiempo?
  9. ¿Percibes la fuerza de los personajes femeninos? ¿Qué ocurre con la recurrente figura de Lyuba? ¿Cuál es el sentido último de los relatos en los que aparece?
  10. ¿Has localizado metaficción y autoficción?
  11. ¿Has localizado intertextualidad?
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Viajero. Bruno Catalano

Los atacantes: coloquio participativo de los socios (II)

Es innegable que, dejando a un lado lo metaliterario, hay en Chimal una gran preocupación social y personal que -bien en primer plano o como complemento de algo más- siempre acaba eclipsando al supuesto referente clásico para darle otra vuelta de tuerca y provocar terror, aunque diferente y la vez cotidiano.

El mejor ejemplo lo hallamos en el último relato, donde la inmortalidad y sexualidad de las vampiresas clásicas deja paso a otro otro tipo de peligros. La representación del vampiro unida a unas breves alusiones espaciales al norte de México producen en la cabeza del lector asociaciones inequívocas que nada tienen ya que ver con la vida eterna sino con el sufrimiento eterno, con el sometimiento sin fin que el sistema -el gran vampiro chupasangre de nuestro tiempo- produce en sus víctimas. Aunque hay por el mundo alante toda una estirpe de vampiros emparentados, la crudeza de la la realidad que circunscribe a determinadas zonas de México como Ciudad Juárez no deja de ser la alegoría vampírica del mal que devora y mata sin piedad.f9720e92f0ef8f87858a76e6984029dd

¿Nos planteamos alguna vez hasta qué punto estamos sujetos a un modo de vida que, en los peores casos oprime, explota y deja indefensos a los más vulnerables, a «la gente buena»? ¿Hasta dónde llega nuestra alienación para que no nos quite el sueño saber que el vampiro está ahí, en su castillo, mientras nosotros (silenciados) nos sabemos con la posibilidad de luchar contra él con una estaca en cada mano? La continuidad del espacio y del tiempo, la atemporalidad del vampiro, la pérdida de la memoria de sus súbditos, memoria de la dominación, facilita que un personaje como el vampiro provoque el miedo a las injusticias que nunca tendrán fin.

Un clásico como la versión literaria de El exorcista ya dejaba claro hace tiempo que el demonio no tiene nada que hacer contra el poder de la mente humana, capaz de hacer levitar un cuerpo y de hablar lenguas muertas fingiendo una posesión ultraterrenal. No son pocos los thrillers psicológicos basados en los juegos de identidades que nos engañan y que evidencian que los trastornos de identidad son un mal que no solo es propio de la gran pantalla. De lo uno y de lo otro hay en el primer relato de Los atacantes «Tú sabes quién eres»,  pero con una novedad en cuanto al verdadero trasfondo de este tema omnipresente en nuestros días como es la identidad. Destaca especialmente el juego de narradores y el lenguaje, que acaba siendo la vía que evidencia el trastorno identitario que sufre el personaje-narrador, pues del tú al yo hay a veces una distancia ínfima, y la perspectiva de hechos y vivencias se precipita hasta que la protagonista se acaba fagocitando a sí misma.

Como la protagonista, tú, obviamente, sabes quién eres. Tienes un nombre, apellidos, DNI, memoria. Pero también es muy posible que poseas una red social, un correo electrónico, una serie de gustos que has hecho públicos así como puede que también tus opiniones políticas. Tus amigos están más cerca de ti que nunca, y gracias a sus fotos y comentarios puedes saber de ellos más allá de la distancia, y ellos también de ti. Queramos o no todos somos partícipes, 960c3dc301d9d2bb70bf87a325eac118responsables en la mascarada virtual de la que o formas parte, o de lo contrario no existes (de ahí que a nuestra protagonista tenga que reabrirse la cuenta que se había borrado para anunciar que va a dejar de ser alguien).

¿Dónde está el límite de nuestra privacidad? El texto nos pone tras el peligro más evidente que acucia a la protagonista del relato, ya que el acoso nunca ha sido tan fácil como lo es ahora. Sin embargo, exhibimos lo que somos, nos vendemos como producto de mercado a empresas que utilizan nuestros datos para sus estudios de márketing. Toda nuestra vida está en la red, de donde nunca podremos borrar lo que ya está escrito. Por otro lado, ¿de verdad tiene algo que ver con nosotros el individuo sonriente de nuestra foto de perfil, o es como nos gustaría que los demás creyeran que fuésemos?, ¿cómo es posible que nunca haya habido unas herramientas de comunicación tales como las que hay en nuestros días, y que sin embargo nunca hayan existido tantos problemas de aislamiento, comunicación, personalidad y soledad como los que está habiendo?,  ¿no son todas nuestras demostraciones públicas una forma de llamar la atención, de paliar una verdadera indefensión, de esconder un sentimiento de soledad?, ¿hasta qué punto no llega la obsesión por mostrar una imagen diferente de uno mismo a parecerse a una posesión y a un ataque contra uno mismo que termina por hacernos dudar sobre quien de verdad somos?

De entre las denuncias sociales que pueden apreciarse de forma más o menos sutil a lo largo de la obra destacan aspectos como la discriminación de género. La exhibición del cuerpo y su importancia en la configuración de la identidad es especialmente relevante desde una perspectiva de género, algo que se refleja en los cambios de imagen constantes que realiza la protagonista tratando de cambiar. Por otra parte, cuando hablamos de acoso a través de internet es inevitable pensar en un primer momento en el acoso a menores, pero sobre todo el acoso sexual a mujeres. La juego narrativo del primer relato se sostiene sobre una confusión entre narradores unida al acoso sexual virtual que sufre la protagonista. Más allá de la ambigüedad en la posible interpretación del lector con la que juega Chimal las alusiones sexuales son explícitas, y el miedo que se refleja es el que proviene del acoso contra la 4427d37e616754e7f84928aeafcc8b23intimidad y contra la integridad física. Los referentes nos resultan cotidianos: la mujer que es ignorada por la policía ante la ausencia de pruebas (situación que se repite y se agrava en  “Connie Mulligan”), la indefensión ante el violador, la protección de otras mujeres, etc.  Tampoco la violencia de la que se habla en “Él escribe su nombre” tiene carices neutrales, ni mucho menos el tratamiento que el protagonista hace de los personajes femeninos.

En un tono cargado de ironía, aunque igualmente desasosegante  “Connie Mulligan” nos presenta una situación delirante con seres extraterrestres que trasluce una realidad aún más delirante sin necesidad de amenazas alienígenas, la desesperación cotidiana del tráfico de influencias que están alojadas a cualquier nivel de nuestra sociedad, una sociedad llena de corrupción, amiguismos en la que que definitivamente “los locos tienen el poder”. En una galería del terror no pueden faltar los fantasmas, tanto en su dimensión más clásica («Él escribe su nombre») como en una más contemporánea a través de un personaje con referente real como el carablanca. La violencia se convierte en protagonista en «Aquí se entiende todo», una violencia tan cotidiana que, deglutamos a diario mientras vemos el telediario acompañando nuestras lentejas. El motivo del monstruo resulta ineludible para hablar de la violencia, de lo que somos, de que la apariencia terrorífica que nos ayudaba a identificar a estos seres se ha diluido hasta el punto de vivir rodeados de ellos, solamente reconocibles por sus actos. 

 

Los atacantes: coloquio participativo de los socios (I)

Los fantasmas, vampiros, muertos vivientes y toda la galería de monstruos clásicos que se nos puedan ocurrir ya no nos dan miedo, como tampoco nos da miedo lo que lleva Mia Farrow en el vientre en «La semilla del diablo» ni Jack Nicholson con cara de loco en «El resplandor». Las historias de fantasmas siempre tuvieron un trasfondo que ahora no somos capaces de leerab59b3996a307788a33738ea04269238 entre líneas y que escondía lecturas sociales. Alberto Chimal recupera esa función del miedo, y a través de los siete relatos que componen Los atacantes nos hace reflexionar sobre los monstruos cotidianos que a veces encontramos dentro de nosotros mismos.

Para ser honestos con la verdad reconocemos que esta lectura (si no ha sido la que más) ha suscitado una gran participación en el coloquio, de ahí que por la calidad y variedad de voces e ideas que pudieron oírse se van a publicar dos post al respecto. Aunque lo metaliterario fue lo último de lo que se habló, empezamos por los dos cuentos que giran en torno a la creación literaria y que son además de gran valor literario.

La sombra de Bolaño es muy alargada

En el ámbito de las letras hispanas se ha hablado mucho de la paradoja que encarnó Cervantes lamentándose por su mala suerte para componer verso y siendo a la vez el “inventor” de la novela moderna. Salvando las distancias, seguramente el pobre Bolaño nunca pensó mientras cometía las excentricidades que nos cuenta en «Los detectives salvajes« que los escritores 21751669aea3a3493d11d65409f9eed8actuales -sus casi contemporáneos- pasarían a formar parte del eterno retorno literario y a luchar contra el mordisco de su gran influencia como él lo hizo con la de Octavio Paz, y otras grandes Celebridades.

El narrador de Chimal se convierte en el Juan García Madero del siglo XXI, en un salvaje de facto que quiere vivir la vida literaria como la Celebridad. Una paradoja dentro de otra paradoja. El viaje trasatlántico que realiza lo que queda del cuerpo de Bolaño en la bodega de un barco (como Drácula en su día) acaba volviendo a la vida y devorando entrañas sin mirar a quién. Por su inmortalidad podría haber sido un vampiro, pero por lo peligroso del mordisco de su influencia tenía que ser un zombi. Quién sabe si en algún lugar del cosmos, en un  círculo del infierno de Dante estarán Bolaño y Octavio Paz de alguna forma, quién sabe si  no nos miran y ríen.

El fin del mundo es un lugar poético

Por unanimidad tULEctura declara «Arte» como el mejor cuento de la obra, o al menos el que más ha gustado. Destacan sobre todo la estructura, el tratamiento del tiempo y del espacio y el tono poético con el que el apocalipsis puede llegar a parecer un baile perfectamente coordinado al que cada uno pone su banda sonora. «Arte» es la evidencia de que la historia del48764ed21a75e2848a5c196c075b25d3 mundo puede resumirse en los dos últimos habitantes de la tierra.

A las sugerente imágenes evocadas y a todo el plano formal hay que añadirle la fuerza de la alteridad, de las perspectiva, reina del relato. La función del arte se sublima por tanto en el hecho de completar nuestra visión del mundo, de comprender el todo en cada cosa y el que el mundo pueda acabarse a las 7 de la tarde y a todas horas. Cada texto bien construido es un mundo dentro del mundo, y el poeta verdaderamente un demiurgo que nos hace comprender un poco mejor el aleph borgiano.

Puesto que esto es un espacio dedicado a la literatura es de justicia que hagamos una concesión al sentimentalismo que nos ha transmitido el cuento. Sin exageraciones, «Arte» es un cuento leeríamos mil veces deseando que fuera la primera vez. Es un cuento que da sentido a cada minuto que dedicamos al arte, ganando así un minuto de vida.

Los atacantes: Coloquio participativo de guía a la lectura

Por Natalia Álvarez Méndez

Alberto Chimal

10624579_914666155212001_7469314215656803191_nAlberto Chimal, nacido en 1970 en la ciudad de Toluca, capital del Estado de México, se perfila como uno de los escritores más talentosos y originales de su generación en el ámbito de las letras mexicanas actuales. Así lo constatan su inclusión en las antologías más relevantes de las nuevas voces de la narrativa de su país y los numerosos premios literarios recibidos. En su prolífica obra –al margen de sus colaboraciones en revistas virtuales y de sus publicaciones de dramaturgia, de ensayo, de antologías y de crónicas y artículos–descubrimos libros de cuentos como Vecinos de la tierra (1996), Gente del mundo (1998, 2014), El ejército de la luna (1998), El país de los hablistas (2001), Éstos son los días (2004), Grey (2006), La ciudad imaginada (2009, 2013), Siete. Los mejores relatos de Alberto Chimal (2012), El último explorador (2012), Manda fuego (2013); minificciones surgidas en el contexto de la literatura digital como El viajero del tiempo (2011), 83 novelas (2011) y El gato del viajero del tiempo (2014); novelas como La torre y el jardín (2012); y la novela gráfica Kustos. Libro 1: La puerta secreta (2013).

Sintetizando su poética, se puede aseverar que, junto a libros de sesgo realista como Los esclavos (2009), cultiva de modo original la literatura de lo insólito, de la imaginación, alejándose de los prejuicios relativos a este tipo de textos. Acoge bajo ese amplio término la introducción de lo maravilloso, lo mítico, lo fantástico, el horror, lo extraño y la ciencia ficción, modalidades genéricas que le permiten reflexionar con profundidad sobre el mundo y las experiencias humanas. Pretende forjar, de ese modo, una obra no complaciente, alejada de la mera evasión, con textos que se rebelan y manifiestan una conciencia política, una crítica a la hipocresía y al cinismo de nuestro tiempo. Gracias a las diversas estéticas de la literatura de lo insólito logra poner en crisis nuestra idea de lo real pero, sobre todo, nos acerca de manera crítica a nuestra visión y construcción de dicha realidad. El conjunto de su obra literaria ofrece su personal lectura del mundo y de la naturaleza humana, así como el significado último de esa recreación de lo extraordinario y de lo perturbador en su narrativa.

  

Los atacantes

Información contenida en la contraportada:

Los atacantes, de Alberto ChimalLas cámaras de seguridad nos han dado la tranquilidad de tener a alguien velando por nosotros. También la incertidumbre de que siempre pueda haber algún otro vigilándonos. La ciencia ha erradicado enfermedades, pero también ha creado monstruos e infecciones impensables. El correo electrónico, las redes sociales, un teléfono en el bolsillo: consuelos para la soledad, mejoras en la comunicación, pero también el principio del fin. Acosadores, stalkers, suplantadores. Atacantes de nuestro confort.

 Con un imaginario y una estética absolutamente personales, Alberto Chimal –una de las grandes revelaciones mexicanas de los últimos años– nos ofrece, agazapado entre siete magistrales relatos, el terror con el que convivimos, aun sin percatarnos. Un libro de cuentos de miedo –no necesariamente de horror– que mira en las esquinas más negras de nuestra sociedad, sin renunciar tampoco a la imaginación más libre, a la mirada más fantástica, al humor e incluso a la poesía. Aunque esta sea la poesía que llega con el final del mundo.

 

Estructura del libro:

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Vitriol, estrella de siete puntas. (Visita Interiora Terras Recti-ficatur Invenies Ocultum Lapidum).

Los atacantes es un volumen de cuentos que presenta siete historias inquietantes. Puede ser una coincidencia pero el siete es un número de gran fuerza simbólica que siempre ha atraído a Chimal. En el epílogo de Éstos son los días aludía a su potencia evocadora:

 Para asistir a quien quiera interpretar ese orden, diré que son siete las direcciones del espacio, como informa un Diccionario de símbolos: «dos para cada una de las tres dimensiones más el centro». (También, desde luego, podría mencionar la semana de bondad de Max Ernst, los siete brazos de la menorá, el triple siete del señor Perdurabo; las copas de los dones, las vidas del gato, los agujeros de la cabeza; las siete cabritas, los siete cabritos –son otros–, el cuadrado y el triángulo; las siete puertas, El séptimo sello, Los siete contra Tebas, Los siete samuráis, Los siete enanos; el arcoíris. Escoja usted.)

Booktrailer:

 

Inspiración para Los atacantes (cine y música):

  1. Vampyr (1932), de  Carl Theodor Dreyer (V.O. con subtítulos en Inglés).  Para verla, simplemente, como cuando se sueña (o se tiene una pesadilla…)
  2. Musica Ricercata (1951-1953), de György Ligeti. Composición nerviosa y viva, una de cuyas partes se empleó en Eyes Wide Shut (1999), de Stanley Kubrik
  3. Come to Daddy (1997)de Aphex Twin y  Chris Cunningham. Videoclip de tecnología-horror.
  4. Stalker, del album Unsound Methods (1997), con  Doug McCarthy. Proyecto Recoil, de Alan Wilder. Obsesión y acoso en estado puro.
  5.  Eliogabalus (1990), de Devil Doll


Palabras del autor:

En una entrevista, Alberto Chimal reconoce que la experiencia personal de sufrir un acoso real a través del correo electrónico, con páginas repletas de delirios religiosos relativos al apocalipsis y a seres sobrenaturales, generó la idea de escribir diversos cuentos que se convierten en un reflejo del desvalimiento del ser humano en nuestro mundo actual. De tal modo, emplea tanto argumentos y personajes clásicos de las historias de terror como personajes puramente actuales. Así logra profundizar en los miedos que hoy en día marcan los sucesos de la vida cotidiana de personas convertidas en víctimas desamparadas.

 

En una entrevista de El Universal, se reseña cómo el libro de Los atacantes incide en la tecnología y la violencia, hasta el punto que demuestra que el desarrollo de la tecnología digital tiene un reverso, “el de la vigilancia, el abuso de poder, el control social” a través de una serie de relatos en los que “no solamente aparecen las redes sociales, también están las leyendas urbanas de internet, y diferentes formas del poder y del abuso del poder en la época contemporánea”. En palabras del propio Chimal:

Todo esto está en algunos de los cuentos de este libro porque el libro en general está construido para contar historias de miedo, de inquietud, de angustia, son historias que se refieren a estos grandes temas de la narrativa de miedo que los tenemos desde el principio de la especie, al mismo tiempo está el contexto actual en el cual nacen los miedos de nuestra época y entre ellos está este miedo a la vigilancia, a los grandes poderes que no responden a nadie y que pueden hacer con los individuos lo que sea sin ser castigados.

A su vez, insiste en cómo el horror se vuelve cotidiano al compartirlo gracias a la tecnología y mediante la resignación del individuo actual:

Todo esto como telón de fondo para ir contando las diferentes historias; de alguna manera es mi intento de dar una visión contemporánea de estos miedos de siempre, ancestrales, atemporales. Este es un libro bastante oscuro, bastante pesimista; casi ningún personaje tiene la posibilidad de la salvación o la redención, pero es que así se refleja el ánimo de nuestra época, este ánimo de impotencia, de desolación en el que vivimos cotidianamente; hay que asomarse a las conversaciones públicas en las redes sociales y podemos ver esa desazón. […]  De que ya estamos vencidos por estos grandes poderes fácticos, por estas corporaciones, por el crimen organizado, por el narcotráfico, parece que de alguna manera el mundo ya se lo han repartido y nosotros estamos como indefensos y rendidos a su merced.

Lectura:

Para acercarnos a Los atacantes y compartir nuestras lecturas de la novela podríamos responder, entre otras muchas, a preguntas como las siguientes:

Interrogantes generales

  1. ¿Compartes la idea de que la violencia, que nos llega desde cualquier punto geográfico a través de la tecnología, se ha vuelto cotidiana? ¿No deberíamos indignarnos, tal como ha expresado Chimal, contra la injusticia de quienes nos gobiernan?
  2. ¿Somos víctimas, seres indefensos, desprotegidos, en el contexto del actual desarrollo tecnológico y científico, y ante el poder político, económico y criminal?
  3. ¿Relacionas el motivo de los peligros del desarrollo tecnológico en el avance civilizatorio de la humanidad con alguna otra obra literaria o película cinematográfica que hayas leído o visionado?

Interrogantes específicos

  1. En el primer relato se percibe un juego con el narrador, con el punto de vista desde el que se nos cuenta la historia, técnica bastante frecuente en la obra de Chimal. En este caso concreto: ¿Entiendes plenamente la primera frase del relato al iniciar su lectura? ¿Cuándo crees ser consciente de quién narra la historia? ¿Te sorprende el final o lo habías anticipado en algún momento de la lectura? ¿Ese final te hace entender la primera frase del relato?
  2. En su intención de jugar con la realidad, de distorsionarla, Chimal experimenta también con otras estructuras a la hora de presentar sus historias. Hay varios relatos en los que juega con lo metaliterario (otra técnica común en su obra) al abordar la temática del Apocalipsis. ¿Has percibido esos planteamientos metaficcionales? ¿Han complicado tu lectura o han enriquecido tu perspectiva?
  3. En las páginas de Los atacantes se presentan numerosas críticas a los regímenes políticos abusivos y corruptos, a la falta de libertad y de conciencia del hombre actual para hacer frente a las injusticias, a los asesinatos, secuestros y toda la violencia generada por el narcotráfico, etc. ¿Qué frase o párrafo te ha llamado más la atención en ese sentido?
  4. En varios relatos se plantea la definición de lo monstruoso, relacionándolo asimismo con la violencia real experimentada en el mundo actual. ¿Te ha llamado la atención alguna afirmación en esa línea?
  5. Existen atacantes que pertenecen al ámbito de nuestro entorno contemporáneo, entre ellos acosadores, psicópatas, asesinos en serie, con doble personalidad, etc. ¿De esa vertiente, qué personaje te ha inquietado más?
  6. Otros atacantes pertenecen a la tradición de la literatura de la imaginación, como el zombi, el extraterrestre, el fantasma y el vampiro. ¿Por qué crees que Chimal los incluye en sus historias? ¿En qué relato o relatos localizas a cada una de estas figuras clásicas de lo insólito?
  7. ¿Has localizado en algún cuento el guiño al número siete?

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De por qué comer fuera y asistir a un club de lectura

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Comer es para los seres humanos una necesidad vital que algunos de nosotros tenemos las suerte de poder satisfacer, de forma cotidiana, al menos una vez al día. (Porque eso, hay que obligarse de vez en cuando a recordarlo, es una suerte).

Desde las primeras papillas hasta nuestras preferencias actuales nuestro paladar ha ido evolucionando y educándose, siempre condicionado por la cultura gastronómica de nuestro entorno. En general, solemos preferir los guisos caseros  y la cocina tradicional . A cierta edad, ya tenemos nuestros gustos, nuestras manías, nuestras indigestiones, tal vez alguna intolerancia alimentaria y el recuerdo de algún atracón. El acto de comer es algo tan usual que a veces lo hacemos por hábito, porque ha llegado la hora de la comida, e ingerimos de forma automática unas viandas sabrosas y nutritivas, pero en las que tal vez ni reparamos más que para comprobar «qué toca hoy».

Comer fuera de casa conlleva en no pocas ocasiones una aventura implícita que trasciende la mera ingesta de alimentos. Solemos preparar  la salida  con ilusión, esperando lo mejor de ella. y la convertimos en una ocasión especial, casi una fiesta que nos gusta compartir con amigos. Nos atrevemos con nuevos platos, nos dejamos aconsejar, probamos las elecciones de nuestros compañeros, descubrimos lo que se guisa en otras cocinas, incluso en otras latitudes, saboreamos maridajes que nos parecían imposibles, comprobamos que los alimentos se pueden mezclar de forma inesperada y guisar con  técnicas diferentes a las que conocemos, con un resultado sorprendente.Woman and Waiter

«A mí no me gusta el sushi. Yo eso del pescado crudo…» decimos antes de experimentar por primera vez  la delicadeza de un bocado cuyo sabor se extiende en nuestra boca de manera exquisita.

«Yo es que soy ovo lacto vegetariano». Nada que objetar, algo encontrarás a tu gusto en la carta.

«Donde esté un cocido, que se quite todo». Es posible, pero ¿solo cocido y siempre cocido? Y en su caso ¿maragato, montañés, lebaniego, madrileño…?

­- «Bueno, pues pruebo de lo tuyo a ver si me gusta». Perfecto: cada uno tiene sus gustos y entre comensales suelen compartirse.

«A mi lo que me gusta es ir a un sitio bonito, estar en buena compañía y comer algo bien preparado». Muy bien, buenos propósitos.

«Vale, voy a probar las hamburguesas de lúpulo que me sugiere usted». Es interesante tener en cuenta las recomendaciones  y las especialidades de la casa.

Romper los tópicos sobre la comida puede ayudarnos a superar otras ideas prefijadas, a acercarnos a otras culturas, otras formas de hacer las cosas. Compartir con otros comensales nuestras opiniones sobre el menú añade un plus al banquete. Y si tenemos la suerte de contar con la presencia del chef explicándonos la inspiración, elaboración y curiosidades del plato, la velada será doblemente grata.

Y ahora, sustituye todos los términos relativos al campo semántico de la comida por aquellos equiparables del ámbito de la lectura y dime…

porción de libro

 

¿Ya te has inscrito en nuestro club de lectura?

Página en blanco

 

Ha llegado el 1 de septiembre y con él hemos regresado de las vacaciones: ya estamos aquí.

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Hoy somos una hoja en blanco en la que todo está por leer y por escribir.  Pero con nuestras actividades previstas iremos añadiendo líneas, páginas y volúmenes a esta biblioteca personal que pretendemos crear cada nuevo curso.

Nos esperan nuevas lecturas e interesantes encuentros con escritores, juegos, concursos, actividades literarias…

De momento, ya puedes inscribirte en el Club de Lectura, y en breve te presentaremos toda nuestra programación para el 2015-2016. Va a dar comienzo una nueva aventura en la que juntos haremos que la lectura llene una gran parte de nuestra vidas.

¿Estás preparado? ¿Estás dispuesto?

Ya te estamos esperando…

Menú del Club de lectura 2015-2016

¡Ya puedes inscribirte en la tercera edición del Club de lectura!

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Apenas hemos terminado la sobremesa y ¡aquí estamos de nuevo! cocinando  la programación de las actividades para el próximo curso.

En esta edición  habrá algunas variaciones en nuestro club de lectura, y para que a ti te de tiempo a organizarte, nos hemos organizado nosotros con tiempo.

Nuestra carta de platos  ya está prevista, pero ¡atención! este año el calendario gastronómico-literario se anticipa: nuestro primer encuentro tendrá lugar  el 1 de octubre de 2015. El tiempo de cocción también será diferente y terminaremos las sesiones justo antes  de los banquetes navideños.

El menú constará, como siempre, de cuatro viandas con los que esperamos sorprender, agradar, educar y mimar los más exquisitos paladares lectores.

Menú

Chimales espumados (antojitos mexicanos)

Espirales Setenil  

Brocheta de carne vacuna a la miel de Tres abejas

Pudding de cabello de ángel

Y ahora… ya puedes reservar mesa:

El Club de lectura  de la Universidad de León propone actividades que no sólo están dirigidas al público universitario. La asistencia está abierta a cualquier persona de la sociedad interesada en participar y convertirse en socia. Es gratuita. No hay límite de edad ni se exige disponer de ningún certificado de estudios.

Pretendemos reunirnos periódicamente para compartir la experiencia de la lectura y aprovecharla como competencia transversal para completar la formación académica y personal. Las sesiones del Club están abiertas tanto a la comunidad universitaria como a la sociedad aunque, en caso de ser necesario, se priorizará a la primera y a continuación se tendrá en cuenta el orden de inscripción.

Puedes imprimir el  TRÍPTICO con  toda la programación del Club de lectura de la Universidad de León para próximo curso.

Formas de participación

  1. Si estás interesado en obtener el diploma acreditativo para el reconocimiento de los créditos LEC y ECTS, debes matricularte  en el Curso  de Extensión Universitaria CLUB DE LECTURA UNIVERSIDAD DE LEÓN.
  2. Si solo estás interesado en asistir a los coloquios y encuentros de las lecturas, envíanos tus datos a o nuestro correo tulectura@unileon.es para que sepamos que contamos contigo. Indícanos:
    – Nombre y apellidos
    – Correo electrónico (si eres miembro de la ULe, el institucional)
    – Tipo de usuario: Estudiante/ PDI/ PAS /Externo
  3. Puedes  participar únicamente de forma virtual, pues te ofreceremos en directo las grabaciones de las visitas de los escritores y podrás interactuar con ellos a través de las redes sociales. Para participar de este modo  no existe ningún requisito.

Y siempre podrás  aportar tus comentarios en cualquiera de las entradas que den noticia de los encuentros del club.

MIentras tanto,
nosotros seguimos guisando el resto de la programación para el próximo curso. 

Daniela Astor y la caja negra: coloquio participativo de los socios

Por Raquel de la Varga Llamazares

…Esta mañana pensé por primera vez que mi cuerpo, ese compañero fiel, ese amigo más seguro y mejor conocido que mi alma, no es más que un monstruo solapado que acabará por devorar a su amo.

Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar

(Traducción de Julio Cortázar)

Enfrentarse a la obra de Marta Sanz es una experiencia con inevitables consecuencias relacionadas más con lo personal que con lo literario: la realidad presentada es compartida por autora y lector potencial, de tal manera que nadie escapa a sus implicaturas ni a tomar partido en decisiones morales y políticas que quizás creíamos ajenas a nuestra responsabilidad. En otras palabras, la obra de Marta Sanz es una lectura de la realidad del todo incómoda, que obliga a quien se enfrenta a ella a hacerse preguntas con respuestas comprometidas, nada fáciles de responder sin que algo se mueva dentro de nosotros. Es mirarse en un espejo sobre todo nada complaciente. La mayor prueba de ello es la implicación personal con la que los socios hemos hablado sin tapujos y sin esperar pregunta alguna. Tan cotidiano, pero tan necesario.
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Desde la misma imagen de la cubierta se evidencia una forma muy valiente de hacer literatura en la que la mezcla entre lo real y lo ficticio poco importan en cuanto la autoficción pasa a convertirse en biografía simbólica y lo inventado no deja de ser posible y una manera de dar visibilidad a una generación que vivió el cambio entre la represión absoluta por su condición a una falsa autonomía. Y es que lo primero en saltar a la palestra ha sido la cuestión del narrador, un narrador que difícilmente podría tratarse de una niña de 12 años y que de manera abierta lo confiesa. Sin embargo, revivir la intrahistoria más reciente a través de una mirada tan particular no parte del intento de la deconstrucción del centro basándose en una estrategia de narración posmoderna, ya que la Historia no es el centro sino el cuándo y el cómo. Pero sobre todo el por qué  de cómo se ha constituido nuestra visión de género.

En consecuencia y como decíamos al principio, los aspectos formales han llamado la atención menos que en otras ocasiones, o mejor dicho, las consecuencias emocionales en los lectores del club los han eclipsado. No obstante, algunos aspectos como el narrador, la imagen de la cubierta y sobre todo el espacio y el lenguaje han sido aspectos comúnmente llamativos para los socios que han servido como puente entre lo literario y lo personal. Así, no ha pasado c1726f6876effa7d8023b8e8a275f7c5desapercibido el lenguaje en determinados momentos, sobre todo cuando un personaje femenino repite en varias ocasiones la palabra coño sin parar como signo de rebeldía para escándalo de quienes la rodea en contra de la tradición no escrita de que las mujeres no deben utilizar palabras malsonantes. El uso e influencia del espacio ha sido otra de las cosas más llamativas de las que se hablaron. Y no solo de cómo de forma pretendida el lugar donde se realizan los abortos se caracteriza como un espacio aséptico, sino sobre todo de que -a pesar de que no se muestra en ningún momento como víctima- es el juicio donde la acusada se siente en el mismísimo infierno.

Desde luego, lo que inevitablemente no puede pasar desapercibido es el afán de reflexión en torno a todo lo que tiene que ver con la identidad de género, hecho por el que entre sus líneas se deje entrever la rabia vertida a causa de la identificación entre cuerpo e identidad de la que difícilmente somos ya capaces de liberarnos. Hablando sobre la «pornografía emocional» -tema del que nos habló la autora en su visita a León hace unos meses- que se presenta al final de la novela y cómo la dualidad mercantil entre lo corporal y las emociones recorren caminos no tan distantes, se ha llegado al fondo de la cuestión en un comentario inocente vertido por una de nuestras socias lectoras en torno a la exhibición de la vida privada que podría ser el resumen de la novela: «me duele la mercantilización de las emociones, porque la del cuerpo…una vez te acostumbras ya no pasa nada».

Prácticamente se puede decir que el personaje en el que más se centra la autora no es la protagonista-narradora sino su madre, Sonia. Por una parte las relaciones que ese personaje contrae con quienes la rodean socialmente son cruciales. La más obvia es la marital, pero por la simbología destacan ante todos la suegra,encarnación de la tradición patriarcal, frente a la vecina, la transgresora socióloga que se hace cargo de ella y que le pasa a escondidas un librode la gran Simone de Beauvoir. Por otro lado, la relación dela narradora con la madre es en cierto modo la más «distante» en cuanto al silencio y todo lo que se omite y que el lector debe reconstruir acerca de los sentimientos mutuos. El hecho de que haya toda una serie de pensamientos y emociones hacia la madre que no se expresen y, sobre todo, que ese personaje no refleje en ningún momento lo que siente no parece responder a un motivo como podría ser el querer evitar el sentimentalismo, sino que el silencio que hay al respecto nos obliga a empatizar no solo con ella, sino con todas las que fueron, pudieran ser o son DOC006Sonia Griñán: mujeres a quien se ha juzgado moral y jurídicamente sin derecho y sin tener respeto ninguno por sus circunstancias. Nuestro compromiso para con esas mujeres es simbólicamente como la relación entre madre e hija, que en un momento se vuelve incómoda porque no es capaz de comprender. El silencio que rodea a ese personaje es el mismo que imponemos a quienes hemos juzgado.

A continuación reproducimos un fragmento de la maravillosa entrevista realizada por David Becerra a Marta Sanz en la revista Buen Salvaje que merece la pena leer con detenimiento, ya que la propia autora desengrana la tesis de la novela:

Empecemos por el final. En tu última novela, Daniela Astor y la caja negra (Anagrama, 2012), se plantea el modo en que, durante la transición, se construye un nuevo modelo de mujer en la sociedad española. Nace una mujer moderna, libre y liberada de antiguos tabúes, de viejas actitudes recatadas, de un mundo donde su única función era la reproducción y el cuidado de la familia y el hogar. La transición, como una resaca del 68 francés, libera el cuerpo de la mujer para el placer. Sin embargo, en la novela muestras de una forma magistral la parte invisible del nuevo imaginario: que no hay emancipación, sino conversión de la mujer en una mercancía más, donde su cuerpo, bonito y desnudo, se convierte en un reclamo publicitario, en capital erótico, y lo que parecía contrahegemónico –y emancipador– no es más que una nueva forma de dominación de la mujer por parte del capitalismo y el patriarcado.

No sé si yo habría sabido verbalizar las intenciones de mi texto tan bien como tú, David. Me identifico con lo que dices y sólo puedo añadir que una de las cosas que yo quería contar, mientras escribía Daniela Astor y la caja negra, es cómo se relaciona la realidad con sus representaciones, porque creo que esas representaciones nunca son asépticas, sino profundamente ideológicas. La cultura y, dentro de la cultura, la representación del cuerpo de las mujeres, la reducción de las mujeres a cuerpo –al espacio de su fisiología, de su capacidad para gestar o de su potencial para la seducción-, el imaginario colectivo, inciden en la manera de valorarnos a nosotras mismas, en nuestras aspiraciones y en nuestro concepto de lo que es una mujer admirable. Durante los años que recrea la novela muchas mujeres tuvieron la sensación de soltar lastre: el de la oscuridad, la represión, la moral nacional-católica, el de una sexualidad que no se entendía más allá de la procreación y que asociaba el placer erótico de las mujeres con la suciedad. Pienso en imágenes tan intolerables para ciertas mentes como la de la masturbación femenina. En este contexto, fue un acto de higiene que Marisol se mostrara desnuda en la portada de Interviú con una flor amarilla en la mano.

Sin embargo, me parece que ese primer desvelamiento o ese pequeño entusiasmo solo forman parte de la línea continua de la historia cultural: por una parte, entroncan con el mito del cuerpo de una mujer, reducida a esencia, a musa, a estereotipo, a bello objeto de contemplación y, por otra, derivaron, como tú apuntabas hace un instante, hacia una mercantilización radical que alcanza su máxima expresión en la pornografía como banalización capitalista del sexo. Y en algo incluso más preocupante: en la homogeneización de un canon estético que no es más que el reverso formal de la idea de que existe una esencia femenina: en los tiempos que corren, esa esencia se identifica físicamente con un modelo femenino digital, recauchutado, serializado y de pubis infantil. La belleza femenina hoy pasa por la violencia quirúrgica. Por la obsesión en tener la apariencia de dibujo animado o de chica del vídeo-juego. Por parecer, no ya una joven, sino una niña eterna de rasgos occidentales. Se exagera la mitología de la mujer ideal y eso nos inflige un daño.

Somos muchas y distintas, y no podemos permitir que nuestra diferencia respecto a otros géneros nos sitúe en desventaja. Por eso, en esta novela y también en «La lección de anatomía» yo quería hablar del cuerpo de las mujeres, no como receptáculo maternal o como carne deseable, sino como texto donde se quedan impresos los trabajos, las experiencias, de cada una. La idea del cuerpo como texto se refleja en un lenguaje lleno de metáforas fisiológicas. También en el planteamiento de la novela subyace una analogía entre lo histórico y lo biológico: la pubertad de un país coincide con la pubertad de su narradora-protagonista. La euforia, la incertidumbre, la ilusión, el miedo, el comienzo del desencanto. Todo el libro podría interpretarse como la búsqueda de un lenguaje propio: el de una mujer que renuncia a ser musa, objeto de la narración, y se transforma en sujeto de la misma. También podría interpretarse como la expresión de un culpa: la que experimenta la narradora, Catalina, al darse cuenta de que se dejó llevar por un “deber ser” de las mujeres que no le permitió apreciar la valentía de su propia madre.

Sin darnos cuenta asumimos palabras y comportamientos que no nos corresponden, nos dejamos llevar, nos faltamos permanentemente al respeto, no desarrollamos nuestro sentido crítico y nos hacemos muchísimo daño a nosotras mismas. El feminismo de Daniela Astor parte de una vocación autocrítica y se expresa a través de una voz de mujer que reproduce y a la vez lucha contra esa mirada dominante que nos conforma y nos frustra: la mirada que no permite a Catalina valorar a su madre y que incluso la hace avergonzarse de ella, una mirada familiar, que se construye y encuentra su eco esa otra mirada pública, colectiva, que se revive en las cajas negras. La novela de aprendizaje se contrapuntea con el falso documental sobre el fantaterror español, la muerte de Sandra Mozarowsky, el cronicón amarillo de los juguetes rotos del destape, Nadiuska, Amparo Muñoz, el primer desnudo integral de nuestro cine que fue el de la Cantudo en La trastienda… La historia de Catalina y el documental que ella misma rueda son indisolubles: confesional y lo documental, lo íntimo y lo público, lo individual y lo colectivo. Posiblemente, Daniela Astor sea una novela sobre la dificultad de comprender que no somos tan libres como creemos y que esa incomprensión dificulta la posibilidad de rebelarnos.

Al inicio de la sesión Ana leyó unos datos que complementaron la propia documentación de la novela y que fueron muy útiles para adentrarnos un poco más en el debate surgido entre mujer, cuerpo e identidad. Para quienes nos los habéis pedido, enlazamos a la web de donde surgieron, y reproducimos aquí alguno de los que se leyeron:

1936
 Ley del aborto en Cataluña, firmada por Josep Tarradellas. Muy pocas mujeres se acogieron al aborto legal previsto y en lugar de eso abortaron clandestinamente.                                                   1937
La República otorga plena capacidad jurídica a la mujer.                                                                       1939
Se deroga la ley del divorcio y el matrimonio civil, con efecto retroactivo. Las funcionarias no pueden ser jefas de administración.                                                                                                            1941
Ilegalización del aborto. Se establecen los “préstamos a la nupcialidad”. Ayudas para jóvenes parejas siempre que la mujer abandonase su puesto de trabajo después de casada.
1944
Código Penal. Se prohíbe la fabricación, consumo, venta y publicidad de cualquier método anticonceptivo. Figura del “infanticidio privilegiado”: la mujer tiene derecho a matar a su hijo recién nacido, con una mínima sanción penal, siempre y cuando el crimen se cometa para ocultar la deshonra. Sus padres pueden ocultarla, aunque están sujetos a la misma pena de prisión menor de entre seis meses y un día a seis años, la misma que la del aborto, que no contemplaba atenuantes o eximentes. Las agresiones sexuales se consideran delitos “contra la honestidad” y el violador puede eludir la cárcel si obtiene el perdón de la víctima o la lleva ante el altar. Las mujeres tampoco pueden ser notarias ni registradoras.
1958
Mercedes Fórmica logra que se reforme en el Código Civil el concepto de “casa del marido” por “hogar conyugal”, de forma que los jueces pueden decretar desde entonces que la mujer permaneciese en la vivienda conyugal tras la separación. Antes se quedaba sin casa. Es la primera reforma de los derechos de la mujer en tiempos de Franco.
1961
La mujer ya no tiene que pedir excedencia forzosa del trabajo al casarse; mantiene la autorización preceptiva del marido para que su mujer trabaje, pero la novedad es que considera el permiso dado si ya trabajaba antes de casarse. Si se separaba, automáticamente podía trabajar.
1963
Hasta esa fecha, maridos y padres podían matar a esposas o hijas si las sorprendían en adulterio, y también a sus parejas.
1970
Hasta este año el padre tenía derecho a dar en adopción a sus hijos sin consentimiento materno.
1972
La   mayoría de edad de la mujer pasa de los 25 a los 21 años, equiparándola a la del hombre.   Hasta esta fecha las mujeres menores de 25 años no podían abandonar el domicilio familiar sin permiso  del padre, salvo para casarse o para ingresar en un convento (art. 321 del Código Civil), y cuando ya habían contraído matrimonio, estaban obligadas a presentar la llamada “licencia marital” para trabajar, ejercer el comercio, ocupar cargos públicos u obtener el pasaporte.
1975                                                                                                                                                                   Reforma del Código Civil. La patria potestad y la administración de bienes gananciales son exclusivos del hombre, hasta la Constitución y la reforma de 1981. Se elimina la licencia marital y  la obediencia al marido.
1978
En el derecho penal, mediante Ley 22/1978, de 26 de mayo, se derogaban los artículos 449 y 452 del Código Penal, relativos al adulterio y amancebamiento; de esta forma se daba fin a una situación en   la que la norma legal tutelaba concepciones estrictamente morales y discriminatorias para la mujer.  La Ley 45/1978, de 7 de octubre, modificaba los artículos 43 bis y 416 del mismo Código Penal, con lo   que se conseguía la despenalización de la divulgación y propaganda de los medios anticonceptivos. Ya había 800.000 mujeres que los usaban en España.
1981
En el contexto del derecho privado, la ley de 13 de mayo de 1981 equiparaba jurídicamente al marido y a la mujer en el matrimonio, tanto en el régimen económico como en la titularidad de la patria  potestad de los hijos.                                                                                                                     Ley de 7 de julio de 1981, del divorcio, que regula el matrimonio, nulidad, separación y divorcio. Partía del principio de que el marido y la mujer son iguales en el matrimonio en derechos y en deberes. La  ley, avanzada en la letra, se consideraba insuficiente en lo que se refiere a la penalización de aquellos que no cumplen las obligaciones familiares derivadas de una separación o divorcio, ya que  suponía en muchos casos la indefensión económica de mujeres sin ingresos extradomésticos, por impago de sus cónyuges de las prestaciones económicas destinadas a los hijos. Estas y otras muchas reformas en el ordenamiento privado y penal supusieron un importante avance, al menos en    la forma, en la situación jurídica de las mujeres. Este hecho fue admitido por numerosos colectivos feministas que durante estos años ejercieron unidos su presión para que estas reformas se llevaran a la práctica.
1985
Ley del aborto
1993
Se sustituye oficialmente el término “hembra” por el de “mujer”.

Daniela Astor y la caja negra: coloquio participativo de guía a la lectura

Por Raquel de la Varga Llamazares

La autora

La principal etiqueta que se utiliza al hablar de Marta Sanz (1967) suele ser la de ‘escritora joven’, o al menos perteneciente a la nomina de jóvenes narradores españoles de entre cuarenta y cincuenta años. Aunque sabemos que los rótulos son en la mayoría de los casos tremendamente injustos, sí que es pertinente hablar de Marta Sanz sobre todo como una MartaSanz01escritora ante todas las cosas comprometida. Con la imposibilidad de dejar a un lado el aspecto político -del que la propia autora nunca se desprende-, hablamos de un compromiso con la cultura y sus funciones, con la condición de escritor y sobre todo con lo político y culturalmente femenino y sus representaciones. Pero pese a esa preocupación en cuanto a los contenidos no hay que perder de vista que también en la forma encontramos un riesgo en su lectura, un estilo muy personal, de sintaxis ágil y cargado de un lenguaje cotidiano en apariencia alejadas de lo poético. Leer a Marta Sanz supone por lo tanto no solo una mirada hacia la cotidianidad «dolorosa» y absolutamente necesaria, sino también un placer en la lectura a veces nada fácil de encontrar en la literatura de tesis propia de su estilo. Sus intereses temáticos principales se deducen inevitablemente de su obra, donde a cada paso encontramos bien como homenaje o como cauce genérico la ficción criminal, o bien una evidente preocupación por la identidad femenina que no se despega de un análisis sociológico, intereses que a rara vez se separan.

Antes de leer a nuestra autora, el mejor ejemplo de su concepción literaria resumido en unos minutos lo podemos escuchar de su propia boca a partir del minuto 5:30 de la entrevista que os enlazamos. Además, en su visita a León en 2013 nos deleitó con la lectura del relato «Extrañas en un tren (Versión amarilla)», que -a pesar de la escasa calidad el vídeo- os animamos encarecidamente a que escuchéis:

 

La obra

  • El frío. Madrid: Debate, 1995. Reeditada por la editorial Caballo de Troya, 2012.
  • Lenguas muertas. Madrid: Debate, 1997.
  • Los mejores tiempos. Madrid: Debate, 2001. Premio Ojo Crítico de Narrativa.
  • Animales domésticos. Barcelona: Destino, 2003.
  • Susana y los viejos. Barcelona: Destino 2006. Finalista del Premio Nadal.
  • La lección de anatomía. Barcelona: RBA, 2008. Nueva edición Anagrama, 2014.
  • Black, black, black. Barcelona: Anagrama, 2010.
  • Perra mentirosa / Hardcore. Madrid: Bartleby, 2010.
  • Un buen detective no se casa jamás. Barcelona: Anagrama, 2012.
  • Amour Fou. Miami: La Pereza Ediciones, 2013.
  • Daniela Astor y la caja negra. Barcelona: Anagrama, 2013.
  • Vintage. Madrid: Bartleby, 2013
  • No tan incendiario. Madrid: Editorial Periférica, 2014.

 Durante la guía hablamos de su obra en general, de la importancia de ciertos premios y de novelas en particular como Black, black, black o Un buen detective no se casa jamás como renovación del género policíaco, Amour Fou y la censura, No tan incendiario y la preocupación social del arte y La lección de anatomía como obra pareja a Daniela Astor y la caja negra en muchos sentidos.

 

Aspectos a tener en cuenta

Daniela Astor y la caja negra es una novela de tesis muy clara cuya construcción formal y temática se articula en torno a la misma. Por lo tanto, tratar de analizarla antes de su lectura estropearía la lectura misma, pero hay ciertos aspectos a tener en cuenta como guía:

  • Estructura formal: :los capítulos que componen la novela están divididos en varias partes, que a su vez se caracterizan por su narrador, bien en primera persona (Catalina Griñán, de 12 años) o en tercera persona (caja negra). Frente a la primera persona, remarcadora de la subjetividad y ligada a un ritmo narrativo veloz, la tercera persona y la descripción pura de la «caja negra» busca la objetividad, el contar los hechos tal y como son o como los percibimos, esta vez de forma más pausada, reflexiva.

  • Autobiografismo: Como ocurría en La lección de anatomía, la autobiografía funciona de forma simbólica, en este caso en relación con todo lo que ha rodeado a las mujeres españolas educadas entre el franquismo y la transición.

  • El cuerpo como identidad: desde la primera página se van a enumerar y traer a nuestra memoria a las mujeres que protagonizaron el famoso destape español, y es que a la autora le interesa evidenciar las relación que hay entre la representación mediática de los cuerpos con el condicionamiento que eso produce en la configuración de la identidad. Desde tiempos inmemoriales identidad femenina y corporeidad han sido uno, y Daniela Astor y la caja negra exige al lector una reflexión sobre la relación que esto ha tenido tanto como reflejo político como identitario.

  • Madres e hijas, una relación no siempre problemática: la historia de la literatura está plagada de relaciones turbulentas entre madre-hijo, padre-hija o padre-hijo, pero raramente hasta el siglo XX las disensiones generacionales están protagonizadas por madre e hija. Muchas son las obras paradigmáticas en las que ambas generaciones sufren un choque entre tradición y modernidad, pero en las últimas décadas esta tendencia se ha inclinado desde el conflicto hacia la unión y una mayor comunicación entre personajes femeninos con una rebeldía común contra el patriarcado. Fruto de los cambios sociológicos, las hijas ya no van a ver en sus madres como el símbolo de la tradición opresora sino como espejo.

Hemos cerrado la sesión viendo un anuncio de hace unas décadas y otros bastante más próximos en el tiempo. Breves aproximaciones que sirven para abrir boca e introducirnos en una novela que, más allá de la apariencia anecdótica, es tan dolorosa como necesaria.

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2010

Daniela Astor, la caja negra y Pinterest

Desde el Club de Lectura hemos creado un  tablero en Pinterest  con el propósito de documentar gráficamente  nuestra cuarta lectura, la novela “Daniela Astor y la caja negra” de Marta Sanz. Puedes verlo pinchando en la imagen, pero también puedes participar en él aportando las imágenes y los enlaces sugeridos por  la lectura del libro.

Pídenos que te invitemos enviándonos un mensaje a   tulectura@unileon.es 

¿Quieres ver nuestro tablero?tablero daniela