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Guía a la lectura: Las madres negras

Por Raquel de la Varga Llamazares

SOBRE LA AUTORA

Patricia Esteban Erlés (Zaragoza, 1972) ha publicado tres libros de relatos —Manderley en venta (2008), Abierto para fantoches (2008) y Azul ruso (2010)— gracias a los que ya ha sido antologada en importantes ediciones sobre cuento español actual, como la publicada en Cátedra por Ángeles Encinar. En 2012 vio la luz su libro de microrrelatos Casa de muñecas, que como los anteriores títulos se editó en la editorial Páginas de Espuma. Al igual que sus cuentos, los microrrelatos de Casa de muñecas han suscitado el interés de muchos estudiosos de la hiperbrevedad y ya son indispensables cuando se habla del panorama del microrrelato en español actual.

En 2017 se anunciaba que Patricia Esteban Erlés era la ganadora del premio Dos Passos a la primera novela, lo que le valió su publicación de Las madres negras en Galaxia Gutenberg este mismo año. Pese a lo reciente de su publicación, ya ha visitado varios clubs de lectura. La autora ya ha confirmado que está escribiendo su segunda novela.

Además de a la creación literaria, Patricia Esteban Erlés es docente de Lengua Castellana y Literatura en Secundaria y Bachillerato e investiga lo sobrenatural y la magia en la ficción caballeresca del siglo XVI.

SOBRE LA OBRA

Antes de entrar de lleno en el resto de elementos narrativos, quizá resulte conveniente partir de dos cuestiones que vertebran y condicionan la lectura de la novela: el foco narrativo y el tiempo de la historia.

La novela dividida en tres secciones se divide a su vez en breves capítulos, cada uno de los cuales está centrado en un personaje. El narrador omnisciente (en tercera persona) de forma espacial va centrando el foco narrativo, como una cámara de cine, en los diferentes personajes que habitan en el universo de Santa Vela. Lo primero que sabemos es que una niña se ha escapado de este convento-casa encantada, a partir de lo que  Aproximadamente los ⅔ de la obra se convertirán en un recorrido analéptico por cada uno de estos seres, con continuos saltos en el tiempo que nos explican quiénes son y por qué están ahí. A partir de cierto punto la narración empieza a tomar un sentido temporalmente lineal hasta la última página, idéntica a la primera, culminando así también en un sentido circular, cargado ya de sentido lo que se nos cuenta en el inicio, que a la vez es el final del tiempo de la historia.

HIBRIDISMO GENÉRICO

Otra de las cuestiones que más destacan y que vertebran toda la significación de la obra es su increíble hibridación de motivos y géneros.

Lo más presente es sin duda la raigambre gótica, algo que ya era un elemento sobresaliente en su anterior obra, Casa de muñecas. Ya entonces los motivos clásicos se subvertían a través de la relación entre el espacio de la casa y la agencialidad de los personajes femeninos. En Las madres negras nos vamos a encontrar una ambientación plagada de imaginería gótica, pero a diferencia de los microrrelatos anteriores, no hay ni un atisbo de humor, ironía o elementos grotescos. 

El gótico ha pervivido y se ha adaptado a los tiempos y a espacios muy diversos desde sus orígenes más clásicos en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX. Sin entrar en debates sobre su categorización genérica, es indudable que en una autora como Patricia Esteban Erlés se rastrean con mucha facilidad motivos y elementos de raigambre gótica, especialmente la eterna lucha entre el bien y el mal y el espacio narrativo por excelencia de este tipo de historias: la casa encantada.

Santa Vela es un orfanato de monjas que a la vez es una mansión encantada con tanta vigencia que se convierte en un personaje más, capaz de tomar la voz narrativa y de contar su historia. Como cualquier castillo, abadía o mansión gótica se convierte en un espacio cerrado, oscuro, claustrofóbico; está lleno de pasadizos, puertas que no llevan a ninguna parte, mazmorras y celdas oscuras, es todo ello un laberinto infernal y una cárcel para sus moradoras. En la novela, las madres negras son monjas auto ordenadas que siguen los dictados de un Dios personificado y cruel, un personaje más de la novela. Lideradas por la hermana Priscia, recogen a las huérfanas que van a parar allí y les despojan de todas sus pertenencias y hasta de su pelo y su nombre, les dan un saco como vestimenta y les obligan a trabajar en condiciones extremas.

La muerte, el dolor físico y moral, la tortura, todo ello está muy presente y todo ello cuenta con antecedentes preclaros y sigue siendo constante en el gótico contemporáneo a cualquier texto, sea cual sea su lugar de procedencia y su época.

Resulta muy interesante reflexionar sobre los rasgos inherentes a obras góticas fundacionales como El castillo de Otranto y su pervivencia y subversión en la novela, por ejemplo, los personajes tipo que se encuentran en este tipo de novelas. No puede faltar el villano, un hombre despiadado, mortal o sobrenatural, siempre en contacto y dependencia del mal que puede tener incluso origen satánico. Este varón cruel está íntimamente relacionado con otro de los personajes tipo, la heroína, a quien maltrata de todas las formas posibles. Esta dama es por supuesto cándida y virginal, al igual que su correlato masculino, el caballero, quien resulta un dechado de virtudes. Tampoco puede faltar la mujer fatal, cruel y ambiciosa, los criados, y hasta clérigos impíos y avaros.

Nunca hay que perder de vista que este tipo de producción literaria surgió en un contexto muy determinado con el fin de contraponer a la razón imperante todas las creencias sobrenaturales y paganas que no son más que el reflejo de uno de los miedos inherentes al ser humano: la muerte. La lectura social que se deslindaba se mantiene vigente, demostrando que el gótico allá donde se implante, mantiene su carácter subversivo y sus monstruos siguen desestabilizando también las normas morales y sociales. No obstante, casi siempre el equilibrio que se rompía durante la obra se restauraba al final, generalmente con una resolución de corte racionalista. Lo que subyace a la aparición de seres espectrales y de todo tipo de elementos terroríficos es la latencia de un secreto o un pasado que atormenta, que vuelve para buscar una reparación. El fantasma, motivo que ha pasado a ser también clave dentro de la literatura fantástica, continúa con una gran vigencia en la actualidad con claves comunes (y otras no tanto) a los fantasmas del gótico: buscar venganza o ayudar a imponer justicia.

LOS CUENTOS DE HADAS

De forma absolutamente compatible y solapada a la imaginería gótica, los mismos personajes y elementos que nos encontramos en la trama nos recordarán a los cuentos populares, especialmente a los cuentos de hadas.

Este tipo de narraciones, que se suelen enmarcar en una indeterminación temporal y espacial, también tienen sus personajes tipo y toda una serie de motivos folklóricos con una gran repercusión literaria. Los elementos sobrenaturales vistos de forma cotidiana natural como las brujas, los duendes o los animales parlantes. Pese a nuestra creencia distorsionada por el cine, sus historias no tenían en la mayor parte de los casos un final feliz.

Aunque en Las madres negras los personajes no están en absoluto polarizados, vamos a encontrar reflejos de ciertos arquetipos como la bruja, el príncipe azul, madrastras, hermanastras, un lobo y hasta un hada madrina.

EL MITO

Otro de los niveles de lectura nos puede traer a colación diversos mitos de la tradición occidental. Dos muy evidentes a tener en cuenta son el de Edipo y una parcela muy concreta de las aventuras amorosas de Zeus.

El padre de Edipo, rey de Tebas, recibió un vaticinio al nacer que anunciaba un futuro terrible para su familia: el recién nacido acabaría matando a su padre y casándose con su madre. Layo decide llevarlo muy lejos y lo deja con unos padres de origen humilde creyendo que así podría escapar de su destino.

De entre los “escarceos” extramaritales del rey de los dioses olímpicos destacan los raptos por la fuerza de sus presas. Leda, Europa y Ganímedes son las tres víctimas por excelencia a las que fue capaz de tomar a través de la transformación animal. Zeus se valía de convertirse en toro o cisne para llevarse a su grupa a su objeto de deseo. Una vez transportado lejos de donde pudiera escapar, recuperaba su forma original y lo tomaba por la fuerza.

EL REALISMO MÁGICO

A los lectores más avezados no se les escapará que hay un capítulo en el que se puede establecer un paralelismo con obras tan clásicas del Realismo mágico como Cien años de soledad o Como agua para chocolate. La clave está en uno de las estrategias de esta estética: la construcción hiperbólica.

LO FANTÁSTICO

Aunque la presencia de lo sobrenatural es constante en toda la novela, pero no se percibe siempre de la misma forma: frente a la naturalidad con la que los personajes asumen ciertos hechos que nos traslada a lo maravilloso, hay un pasaje en el que lo irracional se vuelve inquietante, desestabilizador, mucho más sutil.

LA MONSTRUOSIDAD

El monstruo es uno de los motivos más interesantes y con más pervivencia de la literatura universal. Cada época y cada sociedad tienen los suyos. El monstruo generalmente ha permanecido fuera de las ciudades y pueblos, lejos de lo moralmente aceptable. Porque el monstruo provoca terror ante quienes lo contemplan, y eso puede proceder de una monstruosidad física: los seres híbridos y las bestias eran los monstruos favoritos de la tradición occidental, hasta que en un determinado punto dejaron de ser físicamente infames, y su monstruosidad pasó a proceder también de sus actos. Poco a poco el monstruo se fue adentrando en nuestras casas, y cualquiera podía ser uno de ellos, o incluso nosotros mismos.

El arte en la actualidad no deja de darle vueltas a este tema y parece que invita a reflexionar constantemente para preguntarnos quién es en realidad el monstruo.

LAS GENEALOGÍAS FEMENINAS

Tradicionalmente en la historia de la literatura, las relaciones entre madres e hijas, o incluso entre hermanas, han sido por definición conflictivas. De hecho, hasta hace pocas décadas prácticamente no podíamos encontrar ejemplos de verdaderas y profundas relaciones positivas de hermanamiento entre personajes femeninos. Por el contrario, hemos oído y visto a lo largo de los siglos infinidad de ejemplos de camaradería, lealtad y todo tipo de sacrificios que tienen que ver con la amistad de los personajes masculinos. En las últimas décadas, al menos en la narrativa española, está habiendo una tendencia a reforzar las genealogías femeninas, mostrando clara conciencia de sororidad.

La obra de Patricia Esteban Erlés es un buen muestrario de odios y enemistades entre personajes femeninos, hasta el punto de ser uno de los temas con más presencia. Nos encontramos con frecuencia el mundo de la infancia con toda su crueldad, al igual que el de la maternidad, mostrando su cara menos idílica.

Preguntas de guía a la lectura

De todos estos motivos, personajes y subgéneros, ¿qué encuentras en la novela?, ¿te parece que hay algún personaje que pueda simbolizar muchas cosas a la vez?

¿Qué te parece la noción de maternidad que se transmite en la novela?, ¿hay algún caso que te llame la atención?

Hay muy pocos personajes masculinos, ¿hay alguno que te llame la atención?, ¿por qué?

Los valores y personajes positivos ligados a la transgresión aparecen de forma excepcional en la novela. ¿Te ha llamado la atención algún personaje por este motivo?, ¿qué crees que significa?

¿Qué crees que representan las muñecas?

¿Dónde ves monstruosidad en la novela?

 

Las madres negras, de Patricia Esteban Erlés (Raquel de la Varga Llamazares para  tULEctura )

Coloquio de los socios: Por si se va la luz

Fotografía de Marlus León

Por Rosa María Díez Cobo

Por si se va la luz es la ópera prima novelística de la escritora Lara Moreno y ha sido el último texto comentado en nuestro club de lectura. Hemos podido disfrutar con ella de numerosos aspectos que la convierten en una narración singular, muy auténtica y compleja. Y así lo han entendido los miembros de nuestro club.

Si algo caracteriza esta novela es que oculta más que revela: el trascurrir de sus páginas es un suceder de personajes y situaciones que nos retan a encontrar sentido a una situación que, aunque destaca por la anomalía general de los hechos que en ella ocurren, nos transmite, al mismo tiempo una sensación de enorme cotidianidad: los personajes nos resultan cercanos, reconocibles en un ambiente que no difiere del de cualquier pequeña localidad semidespoblada…pero, pese a eso, un aura de extrañeza lo impregna todo, el contexto y los protagonistas. Pero esta es solo una de las muchas paradojas que recorren la obra.

Porque, ante todo, a todos los lectores ha llamado la atención la dificultad de entender los motivos que mueven a los personajes. Los protagonistas de Moreno son seres en conflicto constante en lo psicológico y lo social y, aunque a través de los distintos capítulos focalizados en su mayoría en cada uno de los personajes tenemos un acceso privilegiado a sus pensamientos, el misterio, al llegar el final de la narrativa, persiste.

Entre los personajes de Moreno, el que sin duda ha concitado más comentarios y sensaciones es Elena, una mujer huraña y poco comunicativa con sus iguales pero, que, sin embargo, es capaz de evidenciar un amor maternal hacia los cerdos que cría. Algunas de las escenas correspondientes a este personaje han suscitado numerosos comentarios por lo insólito y, hasta cierto punto, sórdido de las situaciones. Pero no solo Elena, sino también personajes como el anciano moribundo Damián, la pareja urbanita compuesta por Nadia y Martín, entre otros, han ocupado buena parte de las reflexiones sobre la obra.

“Por si se va la luz”, de Lara Moreno

Esta sugerente ilustración de la cubierta de Nora Grosse se ha asociado al vínculo que se establece en la novela con el regreso a la tierra, a los orígenes, pero, como la quiebra que recorre la sección del tronco también nos inspira, este regreso no tiene nada de sencillo, al contrario, nos remite a una fractura esencial del ser humano consigo mismo y con el ámbito que lo rodea.

Si algo ha sorprendido a la mayoría de los lectores es la complejidad del escenario distópico-apocalíptico que enmarca la acción principal de la obra. El pueblo-isla en el que transcurre casi íntegramente la acción, se nos perfila como un refugio ante una hecatombe que se cierne sobre la sociedad; el tiempo de las ciudades parece haberse acabado: la falta de servicios básicos, el caos, la violencia, una posible pandemia, parecen hacer inhabitables las urbes. No obstante, el ámbito rural en el que se sitúan nuestros protagonistas tampoco parece muy promisorio: una tierra yerma, agostada por las inclemencias del tiempo y, por quizá, la misma catástrofe climática que afecta a las ciudades. Pero en la narrativa solo sabemos de este incipiente apocalipsis a través de impresiones y pensamientos de sus protagonistas.

La escapada de Nadia y Martín hacia un refugio rural permitió también enlazar a los lectores con la controvertida interpretación de esta narrativa dentro de un sesgo neorruralista. Así, se debatió sobre la relevancia del contexto natural en la obra y sobre las numerosas extrapolaciones que podemos encontrar en nuestra realidad en cuanto a proyectos de repoblación rural, de sostenibilidad urbana del modelo social y económico actual, etc.

En definitiva, la obra nos permitió adentrarnos en un microcosmos de sugerencias veladas y poética y de enigmas donde, sin embargo, nos hemos podido reconocer fácilmente ya que, si algo caracteriza la condición humana es la ambivalencia, la inseguridad y la paradoja.

(Y  en breve… el vídeo de la visita de la escritora a nuestro club de lectura. )

Guía a la lectura. Por si se va la luz, de Lara Moreno

 

Por Rosa María Díez Cobo

Lara Moreno

Lara Moreno Martín (Sevilla, 1978) es una escritora con una talentosa trayectoria que la ha llevado desde el relato a la poesía y, finalmente, a la narrativa extensa. Es una autora que aún cuenta con un número reducido de publicaciones pero, por su singular y personalísimo estilo, se ha ganado un espacio destacado entre las jóvenes voces de la literatura en nuestro país.

Sevillana de nacimiento, pasó su infancia y juventud en Huelva y, actualmente, reside en Madrid. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster en Edición (Grupo Santillana-Universidad de Salamanca).

Además de su actividad estrictamente literaria, ha desarrollado otras facetas relacionadas con el mundo de las letras y de la cultura como, entre otras, ejercer como secretaria de la Asociación Cultural Igriega, bajo cuyo patrocinio coordinó la publicación de la antología de microrrelatos Los vicios solitarios (2003) y la antología Aquí y ahora. Voces de poesía (2008). Ha colaborado en las antologías Molinos de Viento (CEDMA, Ed. Juan Bonilla, 2005) y en Ellas también cuentan (Finalista Premio Ana María Matute 2004).Ha sido editora free-lance, aunque en 2017 fue seleccionada como editor invitado del sello Caballo de Troya, perteneciente al grupo editorial Penguin Random House. También dentro del campo literario, aunque desde una faceta pedagógica, imparte talleres de creación literaria, de novela y de relato. Asimismo, ha sido colaboradora en varias revistas, artículos de opinión y críticas de cine.

No termina aquí el rango de intereses de nuestra escritora puesto que también ha colaborado como letrista del cantautor sevillano Paco Cifuentes quien, en la contracubierta del volumen de relatos de Moreno Casi todas las tijeras (2004), condesa a la perfección las particulares tonalidades que, de forma sin duda reconocible, recorren su obra prosística: “Estos relatos hacen que planee por encima del lector un excitante amor por la universalidad de lo cotidiano, con una prosa inquieta que a veces deslumbra el mundo y a veces lo oscurece; pero donde Lara Moreno nos presta un bello prisma con el que adentrarnos sin miedo en la querencia de los ruidos que hace la vida.” Para quien haya disfrutado con las novelas Por si se va la luz y Piel de lobo, estas palabras nos ofrecen un agudo y poético retrato de ambas.

Entre la nómina de títulos publicados por Lara Moreno, podemos citar los libros de relatos Casi todas las tijeras (Quórum, 2004) y Cuatro veces fuego (Tropo, 2008), y los poemarios La herida costumbre (Puerta del Mar, 2008) y Después de la apnea (Ediciones del 4 de agosto, 2013). Sus novelas Por si se va la luz (2013) y Piel de lobo (2016), arriba mencionadas, consagran su madurez creativa por su capacidad de navegar entre géneros literarios diversos. Algunos de sus cuentos están recogidos en antologías como las destacadas Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual (Menoscuarto, 2010) y Antología del microrrelato español. El cuarto género narrativo (Cátedra, 2012).

Moreno ha recibido algunos premios y reconocimientos nacionales; entre ellos, podemos destacar: el premio de relato corto otorgado por COLEGA Cádiz en los años 2002 y 2003 y el Premio Cosecha Eñe 2013 por el relato “Toda una vida”. Fue nombrada Nuevo Talento Fnac de Literatura en 2013 por la novela Por si se va la luz.

Si quieres conocer otras facetas de nuestra escritora, todas relacionadas con lo literario, explora sus páginas en redes sociales (Facebook y Twitter) y su blog literario Guarda tu amor humano.

Poética narrativa de Lara Moreno

Su obra alberga multitud de temas e intereses, y posee un estilo muy propio y reconocible. Así, destacaremos los siguientes aspectos, sobre todo en referencia a sus creaciones narrativas:

  • La cualidad poética de su prosa. Adentrarse en los relatos o en las novelas de moreno supone una experiencia rayana entre lo tradicionalmente prosístico, narrativo, y la sensación de, al mismo tiempo, leer los versos de un poema, por la peculiar cadencia que transmiten sus textos.
  • Destaca el cambio de persona narrativa en sus dos ficciones largas; se dota así a  los protagonistas de un fuerte poder evocatorio en cuanto a la narración y construcción de su identidad y de sus circunstancias.
  • Parca en recursos narratológicos, no obstante, las constantes preguntas que nos suscitan sus narrativas, nos hacen sospechar que cada tras evento, cada tras personaje, cada tras animal y cada tras objeto, se esconde algo de más profunda significación dotando a la narración de una fuerte capacidad simbólica.
  • Las tramas son mínimas, podríamos decir que asépticas. Simplificando mucho, por momentos, en sus obras, da la sensación de que nada ocurre, de que los eventos transcurren cadenciosos, suspendidos. Es, precisamente, este aspecto el que carga de posibilidades evocadoras la lectura.
  • Los personajes de nuestra autora son sumamente introspectivos; si decíamos que las tramas transcurren morosas, sin embargo, las mentes de sus protagonistas son auténticos torbellinos. De esta manera, el pensamiento de los personajes, más que sus acciones, se sitúa en el centro de todas sus narrativas hasta el momento.
  • En consecuencia, uno de los temas principales de la obra en prosa de moreno es la memoria, puesto que sus personajes a menudo reflexionan sobre su pasado, los lastres que este les impone y se debaten en su progreso hacia un futuro incierto.
  • La situación de los eventos narrados, del estado íntimo de los personajes, se explica a través de un entramado de mínimas analepsis o flashbacks que permite al lector reconstruir la vida de estos y situarse en relación al presente que se relata. Se pudiera afirmar, así, que moreno traza una arqueología emocional de sus protagonistas.
  • De los dos puntos anteriores se deriva, también, sin duda, el hecho de que a menudo sus protagonistas se encuentren sumergidos en profundos conflictos internos y con los que le rodean. En sus dos novelas hasta el momento, los enfrentamientos emocionales ocupan un espacio preferente.
  • Los escenarios donde se sitúan sus tramas suelen ser cotidianos, reconocibles en sus características generales, pero sin una adscripción geográfica concreta. Lo que se podría calificar de contexto casi anodino, sin embargo, cumple una función vital: el hacer que los conflictos internos de los personajes se amplifiquen.
  • Si su obra parece transcurrir, hasta cierto punto, desconectada de la realidad más inmediata, no podemos negar, sin embargo, que a través de las problemáticas de los personajes se filtre una sutil visión crítica del mundo, en buena medida responsable de la situación incierta de los protagonistas.

 

La autora en sus palabras y en las de sus críticos:

Lara Moreno integra un elenco de jóvenes narradores españoles que cada vez van ocupando más notoriedad en nuestras letras por su regreso a temas relegados hasta la actualidad y por la capacidad de construir un estilo inconfundible. Tal notoriedad se puede detectar a través de la notable información que localizamos de la autora y de la atención que han recibido sus dos novelas. Aquí puedes explorar varios enlaces que te ayudarán a pergeñar una visión más completa de Moreno y de sus trabajos:

  • YouTube (10/04/2016). «Deseando fumar a medias». (Proyecto poético-musical de Lara Moreno y Paco Cifuentes):

  • RTVE (03/10/2013). El Gentrificador. Entrevista: Lara Moreno.  (Entrevista en audio):
  • Periodista Digital (06/09/2013). Entrevista: Lara Moreno, Por si se va la luz. (Entrevista en vídeo):

 

 

 

 

Por si se va la luz

(Información contenida en la contraportada (Editorial Lumen, 2013)

Entonces, cuando es de noche
y Martín posa su mano sobre uno de mis muslos, le pregunto:
¿Hemos venido aquí a ser viejos?

No se llevaron nada, o casi; ni siquiera el gusto por la aventura. Y cuando llegaron al pueblo, entraron en casa y se echaron encima de un colchón como si la noche no fuera a acabar nunca. Amaneció, y a la luz del sol descubrieron que había más vida allí: unas cuantas casas, unos huertos, hombres y mujeres que hablaban lo justo.

“Por si se va la luz”, de Lara Moreno

Despacio, Nadia y Martín fueron conociendo a Enrique, el dueño de un bar donde había poco más que libros y vino rancio, a Elena y Damián, dos viejos hechos de pura piedra, y a Ivana, que un buen día apareció acompañada de una niña, hija de todos y de nadie.

¿Qué sentido tenía aquel viaje, y aquella gente, y aquel ir viviendo sin imágenes, sin música, sin mensajes que contestar y solo algo de comida y sexo para aliviar los días? Quizá se tratara de llegar a viejos ahora que ya no quedaba nadie en las ciudades, quizá buscaran una manera de ser y de hacer algo digno en ese tiempo que aun les quedaba antes de que se apagara la luz. Quién sabe.

Como todos los grandes libros, Por si se va la luz no se anda con respuestas, sino con buenas preguntas. Lara Moreno es una mujer que empieza y tiempo le queda para decir lo suyo, pero con esta primera novela nos entrega ya literatura en mayúsculas

 

Estructura y contenido del libro

Dentro de la bibliografía de la autora, Por si se va la luz es su ópera prima novelística y nos da en buena medida la pauta de los temas e intereses principales de Moreno, que ya perfilaba en sus cuentos y en los que ahondará en su última novela.

El libro se puede entender como una especie de diario de dos protagonistas, Nadia y Martín, en su reciente asentamiento en un núcleo rural prácticamente despoblado, donde el resto de personajes, algunos oriundos del lugar, otros, nuevos pobladores, se debaten con problemáticas íntimas de diversa índole. Pero dichas problemáticas se nos revelan muy tenuemente, lo que supone un auténtico reto para los lectores que debemos prestar una gran atención para tratar de desenmarañar qué acontece en realidad y cuál ha sido el pasado de los personajes.

El relato se compone de dos secciones de similar longitud «Invierno» y «Verano», en consonancia con los cambios en la naturaleza, y con los propios personajes, que vamos observando en el transcurso de estas dos partes. Cada una de ellas, a su vez, se divide en capítulos, de muy desigual longitud, que se corresponden, en gran medida, con el punto de vista de los distintos protagonistas. La novela se cierra con un «Epílogo» que aporta un cierre enigmático al resto del texto.

Algunos temas principales de esta narrativa que cabe destacar son:

  • Se trata de una novela coral, donde tenemos acceso a la vida y pensamientos de un buen número de personajes;
  • El conflicto como seña de identidad de los personajes consigo mismos y en su relación con los demás;
  • La represión de los sentimientos como origen de buena parte de los problemas personales;
  • La crisis existencial, de encrucijada personal, que aqueja no solo a Nadia y a Martín, sino, también, al resto de personajes (Enrique, Elena, Damián, Ivana, Zhenia);
  • La evocación de la vida rural dentro de una tendencia de nuestra narrativa más reciente de carácter «neorruralista» no como visión bucólica o idealista sino, más bien, como posibilidad alternativa a la dominancia de lo urbano en nuestras sociedades;
  • La alusión a un escenario potencialmente distópico que, sin embargo, nos transmite más dudas y preguntas que respuestas concretas;
  • Un fuerte simbolismo de las personas, los animales, los lugares y las acciones que casi nos podría llevar a plantear una lectura alegórica del total de la narrativa;
  • La capacidad de superación del individuo para desenvolverse en nuevas realidades y la posibilidad de comenzar una nueva vida, de establecer un nuevo orden.

Lectura

Una narrativa tan cargada de conexiones, símbolos y connotaciones nos sugiere más preguntas que respuestas desde las que podríamos abordar su lectura crítica. Aquí podemos considerar algunas de ellas:

  1. ¿Cómo interpretáis el cambio de punto de vista narrativo que se opera entre los distintos capítulos de cada sección? ¿Qué función cumple esto en la narrativa?
  2. ¿Cómo calificarías el estilo de la prosa de Moreno y los recursos empleados en esta narrativa? ¿Te ha resultado compleja de leer o de interpretar?
  3. La novela se abre con la llegada de Martín y Nadia desde una ciudad desconocida a un pueblo sin nombre en una geografía también anónima, ¿cómo habéis entendido el hecho de que dispongamos de tan pocos datos que nos permitan situarnos, trazar un mapa mental, en relación a lo que sería nuestra realidad?
  4. El cuerpo principal de la narración se basa en el descubrimiento paulatino de los secretos y conflictos que albergan los distintos personajes: ¿qué te ha sugerido este particular desarrollo del texto?
  5. La novela transcurre de una forma bastante pausada, más allá de las problemáticas internas de nuestros protagonistas; sin embargo, la transición entre las secciones de «Invierno» y «Verano» es tremendamente violenta, ¿cuál es tu lectura personal y crítica de este hecho?
  6. Intuimos, por diversas alusiones, que algo negativo está ocurriendo en las ciudades –Nadia y Martín escapan de su núcleo urbano porque parece que el sistema de alguna manera se está desmoronando–, ¿creéis que este hecho puede interpretarse literalmente, como una situación distópica, de destrucción de la sociedad como hasta ahora la hemos entendido, o es algo que podría estar solo en la mente de los personajes, como reflejo de su situación personal?
  7. ¿Estás de acuerdo con la lectura de esta obra como de carácter «rural» o «neorruralista»? ¿Te recuerda a otras lecturas que hayas hecho que acontezcan en un contexto rural o natural?
  8. Sin embargo, el ámbito rural que se nos retrata no parece particularmente bucólico o promisorio, ¿cómo interpretáis este hecho?
  9. La novela se halla cargada de simbolismos, muchos de ellos bastante enigmáticos, ¿en concreto, cómo habéis interpretado algunos de los siguientes…
    • la organización que traslada a Nadia y Martín de la ciudad al campo?
    • los libros, la biblioteca, la lectura o la máquina de escribir para Nadia y/o Enrique?
    • los cerdos para Elena?
    • las montañas para Damián?
    • la niña Zhenia?
    • los gitanos que sirven de enlace con el exterior?
    • …y otros que hayáis detectado?
  10. El cierre de la obra, el «Epílogo», es muy críptico, ¿cómo lo has interpretado? ¿Qué función crees que cumple en relación con el resto del texto y los conflictos descritos?

    Fotografía de Marlus León

Coloquio de los socios: La condición animal e Invasión

En la última cita de nuestro club de lectura hemos disfrutado desentrañando los relatos de Valeria Correa Fiz y David Roas, dos autores que manifiestan su proximidad hacia lo sobrenatural, aunque con premisas muy diferentes.

La autora argentina nos ha hecho reflexionar sobre la brutalidad y la animalidad inherente al ser humano a partir de su primer y único libro de relatos, género que hasta ahora no había publicado, siendo conocida especialmente por su obra poética. Desde el título –La condición animal– nos pone tras la pista de la maldad que subyace al ser humano y sus motivos.La hermosísima ilustración de la cubierta de Daria Petrilli, ha generado sensaciones muy diversas, todas ellas resumidas y canalizadas en cierta sensación de inquietud, aglutinando el efecto que genera cada uno de los cuentos.

A todos ha sorprendido y dejado sin aliento “Una casa en las afueras”, el texto que abre el volumen y que da buena cuenta de la brutalidad física de la que todos somos capaces cuando hemos perdido todo, así como “La vida interior de los probadores”, evidenciando hasta qué punto esa violencia puede estar relacionada con los impulsos sexuales.

Pero no toda violencia tiene por qué ser física, de ahí que un cuento como “Invasiones” haya suscitado tanta inquietud ante la trama aparentemente más superflua que entremezcla lo banal y preciosista que esconde tras de sí una lectura histórica mucho más profunda, y que debe leerse en clave fantástica. De ahí se deslinda otra de las claves a la hora de leer La condición animal: la presencia de lo insólito, a veces con tintes oníricos. Tampoco podía faltar la denuncia social, tanto en los textos más realistas como en los que aparece elemento insólito, especialmente en “Leviatán”.

Los socios del club no han dudado en señalar sus textos favoritos, cada uno conmovido por algún aspecto diferente. Por ejemplo, “Una casa en las afueras” por lo poco esperable y lo brutal de su argumento; “Aún a la intemperie” por su originalidad técnica, y especialmente “Nostalgia de la morgue”, conmoviendo a unos y otros por la honda psicología de su protagonista Aldo, dejando un poso de humanidad y esperanza en medio de la banalidad de la vida.

Roas nos ha dado un respiro gracias al humor que empapa todos sus textos y que hace las delicias de los amantes de la literatura fantástica y de terror. Su doble faceta de crítico y creador es palpable en todas sus historias hasta el día de hoy, algo que no se deja de ver en Invasión. Esta es uno de los rasgos que más se ha destacado de sus cuentos: el homenaje constante a otros autores, motivos, personajes y películas que permanecen en nuestro imaginario colectivo.

En el aniversario de la publicación de Frankenstein nos regala uno de los tantos homenajes a la creación de uno de los monstruos más célebres de la literatura universal, y que precisamente no deja de suscitar en los lectores la pregunta sobre esa supuesta monstruosidad.

Además de satisfacción en el reconocimiento y el enriquecimiento de las lecturas gracias a la intertextualidad, el lector no puede evitar asentir con la cabeza y sorprenderse ante cuentos como “La casa vacía”, algo que solo los más fehacientes lectores sienten al finalizar el texto. Esta satisfacción ha sido mayúscula tras la lectura de «Amor de madre», ya que tras la visita de Cristina Fernández Cubas a nuestro club de lectura en una de las pasadas ediciones tras la publicación de La habitación de Nona, no dejamos de preguntarnos por los personajes de «Hablar con viejas», cuento que fue muy comentado. Gracias a Roas, ahora sabemos la respuesta.

Las historias a veces terroríficas a veces más cotidianas nos pueden hacer reír a carcajadas como en “Hambre” o “Cerezo rosa”, pero siempre con una lectura que va más allá de lo sobrenatural y que no deja de sembrar una sensación de inquietud que permanece según pasan las horas. Porque no hay nada más inquietante que seres diminutos en la alfombra, pero nunca tanto como una relación tóxica al extremo entre madre e hija, capaz de eclipsar y anular cualquier posibilidad de salvación. O como en “Invasión”, ¿quién no ha sentido escalofríos al imaginar insectos entrando y corriendo por placer dentro de nuestro organismo? Pues siempre se puede ir un paso más allá.

Pero de entre todo destaca la paternidad que condiciona la óptica de David Roas ya en obras anteriores, y que en un cuento como “Altruismo” le da una vuelta de tuerca a la eterna relación entre humano perseguido y asediado por los zombies a la que nos tiene acostumbrado el cine y las series de televisión. Después de todo, y cuando ya no queda nada, el sentido del humor puede ser nuestra vía de escape.

 

 

 

 

 

Guía a la lectura: Invasión, de David Roas

Por Ana Abello Verano

David Roas 

David Roas FOTO DE RICARD CUGAT

David Roas FOTO DE RICARD CUGAT

 David Roas y la distorsión fantástica

David Roas ha consagrado su carrera investigadora al estudio de la literatura no mimética, y en concreto, a lo fantástico, un género que, citando sus propias palabras, se caracteriza por la «irrupción de lo sobrenatural en el mundo real, y sobre todo, por la imposibilidad de explicarlo de forma razonable». Es profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad Autónoma de Barcelona y director del GEF (Grupo de Estudios sobre lo Fantástico), cuyo objetivo es visibilizar la presencia de lo fantástico en manifestaciones artísticas diversas, tales como narrativa, cine, teatro, cómic, televisión y videojuegos.

Ha desarrollado una extensa obra académica que lo avala como uno de los más célebres especialistas de literatura fantástica a nivel internacional. Entre los muchos méritos que se podrían mencionar en esta línea, estarían su labor como coordinador de Teorías de lo fantástico (2001) e Historia de lo fantástico en la cultura española contemporánea (1900-2015) (2017), así como su conocido estudio Tras los límites de lo real. Una definición de lo fantástico (2011b), que recibió el IV Premio Málaga de Ensayo. A ello se suma la edición o coedición con Ana Casas de una serie de antologías de referencia en este ámbito: El castillo del espectro. Antología de relatos fantásticos españoles del siglo XIX (2002), Cuentos fantásticos del siglo XIX (España e Hispanoamérica) (2003), La realidad oculta. Cuentos fantásticos españoles del siglo XX (2008) o Las mil caras del monstruo (2018).

Al margen de su faceta como investigador de lo fantástico, también ha puesto de relieve su habilidad y originalidad en el cultivo de esta estética. Forma parte de un nutrido grupo de escritores españoles que ha encontrado en los preceptos de lo insólito un idóneo ángulo de visión para abordar las grietas incomprensibles de la realidad y la complejidad del individuo en el mundo contemporáneo. Se ha convertido, pues, en una de las voces más representativas de la última narrativa no realista. Es autor de las novelas Celuloide sangriento (1996), parodia de los tópicos del género negro, y La estrategia del koala (2013), así como del libro de crónicas humorísticas Meditaciones de un arponero (2008). No obstante, las formas de lo fantástico se despliegan con más fuerza en su producción cuentística: Horrores cotidianos (2007, Premio Setenil al mejor libro de cuentos del año), Distorsiones (2010), Intuiciones y delirios (2012), publicado en Perú, Bienvenidos a Incaland® (2014) y su última publicación hasta el momento, Invasión (2018). Todos estos libros, publicados en su mayoría por el sello editorial Páginas de Espuma, demuestran su predilección por el oficio de cuentista, ya sea bajo la forma del relato breve o del microrrelato. No se puede olvidar, a este respecto, que sus ficciones han sido incluidas en Perturbaciones. Antología del relato fantástico español actual (2009, edición de Juan Jacinto Muñoz Rengel), Mutantes. Narrativa española de última generación (2007, edición de Julio Ortega y Juan Francisco Ferré), No entren al 1408: Antología en español tributo a Stephen King (2013, edición de Jorge Luis Cáceres) o la recientemente publicada Diodati. La cuna del monstruo (2018, edición de Francisco Javier Guerrero), entre muchas otras.

Génesis

Un movimiento casi imperceptible agita el fondo del callejón. El movimiento se transforma rápidamente en sombra. La sombra se hace carne. El monstruo levanta su cabeza hacia el cielo y brama. Y la intolerable realidad deja de tener sentido, una vez más.

[Relato incluido en el libro: «Intuiciones y delirios» / David Roas.– 1a ed.– Lima : Micropolis, 2012.  (Microrrelatos ; 8) ISBN 978-612-46004-7-0]

Si valorásemos en conjunto la producción cuentística de David Roas, podríamos afirmar que está marcada por una serie de elementos que permiten hablar de una poética propia:

  • La búsqueda de unidad en los volúmenes de cuentos.
  • La imbricación fluida entre la materia ficcional y los fundamentos de lo fantástico, que el autor conoce en profundidad. Siempre conviven la faceta de creador y de estudioso.
  • La irrupción de lo sobrenatural, de lo misterioso, en el territorio de lo doméstico. Perspectiva desfigurada de la realidad.
  • El gusto por lo terrorífico y lo grotesco.
  • El absurdo kafkiano y el escepticismo.
  • La representación de lo monstruoso, con una gran riqueza de matices. Es frecuente que el núcleo familiar sea el lugar propicio para reflexionar sobre lo monstruoso.
  • Una gran variedad de motivos fantásticos, entre los que destacan los siguientes: el doble, la autoficción fantástica, la metaliteratura y las reflexiones sobre el proceso creativo, las distorsiones espacio-temporales, los fantasmas o seres de otro mundo que asumen la voz narrativa de los escritos.
  • El humorismo muy marcado.
  • El manejo de artificios paródicos e irónicos que se combinan con lo fantástico y no suponen una devaluación del sentimiento de miedo metafísico.
  • La presencia de innovadores entramados intertextuales y procesos de reescritura.
  • Constantes referencias ya no solo a productos literarios, sino también musicales, cinematográficos y televisivos que discurren con naturalidad en sus composiciones, jugando con lo erudito y lo popular a un tiempo.
  • Personajes que, envueltos en un marco donde prima la decepción y la apatía, revelan muchas veces el horror que puede esconder la rutina y la condición absurda de la existencia.

Conferencia del autor

David Roas ha visitado la Universidad de León en diversas ocasiones para reflexionar sobre las categorías de lo insólito y las vías por las que transcurre la nueva narrativa fantástica. No obstante, el año pasado, en el seno del II Congreso Internacional Figuraciones de lo Insólito en las Literaturas Española e Hispanoamericana (siglos XX-XXI), ofreció una conferencia en la que explicó de manera detallada su propia forma de concebir y cultivar lo fantástico:  Puedes ver el vídeo de la conferencia «El camino hacia la distorsión. Una poética de lo fantástico«

 Entrevista al autor en El Cultural.com (Martes, 9 de octubre de 2018):
Escribo fantasía para dar sentido a la realidad»

 

Invasión

 En la consulta del doctor Schrödinger (Relato encontrado)
Por favor, espere a ser atendido y no abra la puerta.
Puede haber una persona dentro, y podría ser usted.

[Relato incluido en el libro  «Invasión» / David Roas.- 1a ed.-  Madrid : Editorial Páginas de Espuma, 2018. (Voces / Editorial Páginas de Espuma ; 257. Literatura) 978-84-8393-236-0]

 

Estructura y contenido de Invasión

Invasión es un volumen de cuentos que apuesta, siguiendo la trayectoria literaria del autor, por la distorsión y esos límites difusos entre la normalidad del día a día y la aparición de lo inquietante.  No hay que olvidar que lo fantástico busca, desde sus inicios decimonónicos, quebrantar los códigos hermenéuticos y cognitivos del lector. Y en eso Roas es un auténtico maestro, con unos rasgos escriturales que lo convierten en uno de los representantes más genuinos de la ficción no mimética actual. El propio autor sostiene que «el relato fantástico sustituye la familiaridad por lo extraño […] destruye nuestra concepción de lo real y nos instala en la inestabilidad y, por ello, en la absoluta inquietud», pero en esta obra, si bien está muy presente la materia fantástica, es posible observar un mayor peso del terror y el horror en todas sus dimensiones.

“Invasión”, de David Roas

La obra presenta una estructura tripartita, que responde a distintas formas de invasión. Así, el acecho de lo ominoso, como sugiere la portada a través de la impactante imagen de un niño zombi en lo alto de un tobogán, afectará a «Objetos» y a «Cuerpos», persistiendo en la última sección del libro, «Cuentos contados», a través de la óptica paterna.

El libro comienza con un conjunto de citas de Elena Garro, Edward Gorey, Thomas Ligotti e Ignacio Padilla. El uso de paratextos es algo frecuente en la prosa de Roas y, en muchas ocasiones, supone un avance significativo de lo que el lector encontrará en las páginas del libro. Es lo que ocurre con el siguiente fragmento del mexicano Ignacio Padilla, que incide en cómo la cotidianeidad puede derivar en cualquier momento hacia lo desconcertante:

La mente nos protege de la realidad, pero el ángulo del horror se encuentra siempre a escasos grados de nuestra rutina, aguardando el momento en que algo o alguien nos empuje de golpe a verlo todo desde una dimensión distinta, desde ese punto secreto en el que de pronto ha ocurrido una inversión acaso mínima, acaso risible, que sin embargo termina por exhibir una verdad inquietante.

(Ignacio Padilla, «Of Mice and Girls», en El androide y las quimeras)

Las diecinueve historias breves que componen Invasión van trazando universos absurdos y delirantes que emanan del espacio doméstico, del entorno que rodea a los personajes o del propio individuo. Algunas guardan concomitancias con relatos recogidos en Distorsiones, como el que inicia el volumen, que recuerda a «La casa ciega» por retomar el motivo del espacio como fuente de desasosiego. Otras se inspiran en experiencias vividas por el propio autor o parten de su peculiar visión de la realidad, como «La casa vacía», ambientada en Providence, «Agua oscura», homenaje al personaje de Frankenstein, o los cuatro microrrelatos finales.

Trophy hunter (Tilo Uischner)

Trophy hunter (Tilo Uischner)

Por las páginas del libro transitan niños aficionados a construir féretros, dentaduras postizas parlantes, editores destinados a comerse sus propios libros, dobles, muñecas animadas que revelan toda su perversión sexual, alfombras que albergan misteriosas entidades, habitaciones de hotel malditas, resucitados personajes decimonónicos o plagas de hormigas que, a través de la masificación, se acaban convirtiendo en una parte más de nosotros mismos. A ello se añaden distorsiones en la órbita temporal, paisajes apocalípticos repletos de criaturas sin conciencia y niños que descubren el poder multiplicador de los espejos.

Asimismo, la poética roasiana se inscribe en una tradición no realista que remite a las propuestas estéticas de Howard Phillips Lovecraft, Edgar Allan Poe, Mary Shelly, Stephen King, Rod Serling o Georges A. Romero, sin olvidar a Cristina Fernández Cubas, Eduardo Berti o su coetánea Patricia Esteban Erlés.

 Con esta publicación, David Roas vuelve a hacer gala de su talento creativo para explorar y experimentar las nuevas vías de lo fantástico, al tiempo que demuestra que las manifestaciones de lo monstruoso no están tan lejos como queremos creer

Lectura:

Con el fin de acercarnos a Invasión y poner en común las distintas impresiones que nos han suscitado los relatos de David Roas, trataremos de responder a las siguientes cuestiones. Estas, a modo de orientación para guiar el coloquio, nos permitirán profundizar en los particulares mundos ficcionales del autor, incidiendo en sus aspectos más relevantes y enriqueciendo la lectura individual que cada uno ha realizado.

  1. ¿Qué pesadillas, traumas o miedos inconfesables laten tras las historias a las que da forma David Roas? Si bien todos los relatos se desenvuelven en el territorio del terror fantástico, hay alguno que destaca, quizás, por su tendencia hacia lo desagradable ¿Qué invasión te suscita más miedo, más malestar? ¿Te ha recordado a alguna otra ficción?
  2. ¿Qué te parece la utilización de la ironía y el humor en la representación de acontecimientos anclados en el territorio del terror? ¿Esta combinación te resulta efectiva?
  3. En Invasión, Roas establece continuos guiños y rinde tributo a grandes creadores de lo insólito, de los que se siente, en cierta medida, deudor y un profundo admirador. ¿A qué autores homenajea y cómo se establece el diálogo intertextual?
  4. En diversos relatos, el autor recurre a las relaciones familiares y a la figura del niño como eje central o protagonista de la acción. ¿Qué connotaciones predominan en ese retrato de la infancia?
  5. ¿Qué peculiaridades tiene el niño-zombi que protagoniza el relato «Altruismo»? ¿Transgrede algún rasgo prototípico de la ficción de zombis? ¿Por qué?
  6. ¿Cómo calificarías la actitud de los personajes ante la irrupción de los acontecimientos inexplicables o sorprendentes que viven? ¿Cuál es su visión del mundo? ¿Ese comportamiento nos genera algún efecto como receptores del texto? ¿Nos dice esto algo de la concepción de lo fantástico que defiende el autor?

Guía a la lectura: La condición animal, de Valeria Correa Fiz

Por Natalia Álvarez Méndez

Valeria Correa Fiz

(Información sobre la autora contenida en la solapa de La condición animal)

Nació y creció en Rosario (Argentina), a orillas del río Paraná. Aunque hace más de diez años que vive en el extranjero (siempre en ciudades que empiezan rigurosamente con la letra eme: Miami, Milán, Madrid), todavía conserva el humor turbio y sedicioso que le legaron las aguas del río.

Además de esa presentación que la editorial Páginas de espuma hace en la solapa de su primer libro de cuentos, conviene añadir que Valeria Correa Fiz, abogada de profesión, es autora, a su vez, de los poemarios El álbum oscuro (2015), finalista del Premio de Poesía Manuel del Cabral, y El invierno a deshoras (2017), galardonado con el XI Premio Internacional de Poesía Claudio Rodríguez, en 2016.

Ha impartido talleres de escritura y coordinado el club de lectura para las librerías norteamericanas Barnes & Noble (Miami), y coordinado el coloquio de lectura de la librería Melting Pot (Milán). En la actualidad, colabora con portales digitales (Aire nuestro y Los amigos de Cervantes) e imparte talleres de escritura creativa en el Taller de Clara Obligado (Madrid) y en el Instituto Cervantes (Milán). 

La condición animal


(Información contenida en la contraportada)

“La condición animal”, de Valeria Correa Fiz

Es imposible que alguien se interne en los doce cuentos que forman La condición animal y no salga de ellos, al menos, sacudido, turbado y, por qué no advertirlo, también conmocionado por la intensidad de estas historias.

¿Qué es lo que nos hace diferentes como especie, en qué consiste la condición humana? ¿Sabernos frágiles, expuestos, mortales? ¿Cómo seríamos si no temiésemos el mal ajeno?

Eso parece preguntarse cada uno de los cuentos que Valeria Correa Fiz ha escrito con una prosa visceral, física y cargada de turbiedades, para conducirnos hasta nuestros propios miedos, nuestras inseguridades, nuestros temblores. El ángulo más oscuro del ser humano —la locura y la muerte, el amor y la enfermedad, la obsesión y la violencia y la ternura inevitables—. Un libro brutal. Un libro que duele, como duele siempre la buena literatura.

Entrevista a la autora:

Valeria Correa Fiz desvela en una entrevista el origen de las claves relativas a sus cuentos. Las que se refieren a los entresijos de una conducta que podríamos definir como inhumana y las que aluden a cuál es la peculiaridad de nuestra especie, indagando en nuestros miedos e inseguridades, en nuestras debilidades. Así lo confirma en unas declaraciones integradas en el dossier de prensa de la editorial:

«Escribir se ha vuelto mi modo de pensar y de entender mis obsesiones. Sé que algo me duele o preocupa verdaderamente cuando lo escribo; en este sentido, me siento muy identificada con la frase de Marguerite Duras: escribir es aullar sin ruido. Este libro es el fruto de una pregunta que me hago desde que comencé la Facultad de Derecho: La “mala conducta” —la ética o socialmente reprochable y también aquella que nos parece inhumana— ¿es un recurso a la naturaleza, es un desvío, el resultado de una zoología errada, o es simplemente una ruptura del código ético-normativo (que varía de época en época y es diferente según los lugares geográficos) con el que nos regulamos a nosotros mismos? La otra pregunta que me obsesiona tiene que ver con saber qué es verdaderamente lo que nos hace diferentes como especie, en qué consiste la condición humana. Un día me di cuenta de que muchos de los cuentos que tenía en los cajones orbitaban en torno a estas dos preguntas. El título La condición animal surgió inmediatamente.

[…]

¿Qué nos diferencia como especie? Sin pretender dar una respuesta exhaustiva, diría que es sabernos frágiles, expuestos, mortales. Nuestros temblores y miedos derivan de nuestra condición y de la relación dialógica entre el mal cometido por un hombre y el sufrimiento padecido por otro. ¿Cuántos males descontaríamos del mundo, si disminuyera la cantidad de violencia ejercida del hombre contra el hombre? ¿Cómo seríamos como especie, si no temiésemos el mal ajeno? La condición animal explora también estos interrogantes».

Estructura:

El libro presenta doce relatos. Su orden no es ni mucho menos gratuito, responde a un objetivo bien perfilado por Valeria Correa Fiz, tal como recoge con cierto el dossier de prensa de la editorial:

«Creo mucho en la máxima de Rilke que dice que la creación del artista es una puesta en orden. Quise darle al libro una estructura fuerte que condujera al lector hacia una cierta intensidad, como lo hace la música sinfónica. Mi idea es que cada uno de los cuentos debe funcionar de modo individual, pero también tiene que suponer un plus de emoción respecto del relato anterior y, a la vez, ser la base, el sustrato emocional del relato sucesivo».

Una nueva vuelta de tuerca organiza esa estructura global en cuatro secciones —Tierra, Aire, Fuego, Agua (de tres relatos cada una)—, que van precedidas por significativos epígrafes y que remiten a los elementos que conforman la naturaleza según los antiguos:

«Mientras buscaba un orden para el libro, reparé en que cada uno de los relatos tenía como núcleo alguno o algunos de estos elementos. Recordé, entonces, que ciertos filósofos griegos presocráticos consideraban estas sustancias como el arché, el elemento primigenio del cual estarían hechas todas las cosas del universo; se me ocurrió que yo también podía jugar con esta idea. Así concebí un orden que avanza desde lo sólido hasta llegar al agua que es, como sabemos, el principal componente del cuerpo humano».

 Contenido del libro:

El título del volumen pone de relieve el distanciamiento con los rasgos que humanizan al hombre, la preocupación por las conductas extremas en las relaciones y la intención de conmocionar al lector.

Se ofrecen doce relatos que, sin renunciar a la belleza estética, interrogan sobre la parte más oscura del ser humano, aquella que construye un mundo sinrazón e inquietante. El epígrafe introductorio, extraído de El entenado, novela de Juan José Saer, en la que el protagonista es testigo de la animalidad que puede caracterizar al hombre, así lo sugiere:

 

Pero ahora que soy un viejo me doy cuenta de que la certidumbre ciega de ser hombre y solo hombre nos hermana más con la bestia que la duda constante y casi insoportable sobre nuestra propia condición.

(Juan José Saer, El entenado)

 

La primera sección —Tierra— nos acerca a la violencia y destrucción ejercida por el ser humano; la segunda —Aire — nos enfrenta al fin de la infancia, a la muerte y a las pérdidas; la tercera —Fuego— a la locura, el suicidio, la marginación y los amores imposibles; y la cuarta —Agua— a la complejidad de la vida y, de nuevo, a su extinción, a la muerte.

The show (Tilo Uischner)

The show (Tilo Uischner)

Los cuentos traslucen la crudeza del mundo, lo salvaje que late bajo una supuesta condición humana que asusta si nos interrogamos con sinceridad acerca del mal que puede acoger y generar. Precisamente, el origen y la naturaleza del mal será uno de los ejes fundamentales de los cuentos de La condición animal, que ponen de manifiesto el enfrentamiento entre el instinto y lo racional, el instinto y la civilización, tanto en el ámbito social-histórico como en el espacio doméstico, siempre con un matiz de sordidez.

Tal como afirma Eloy Tizón, en La condición animal hay «un sentido de la belleza ritual y de la crueldad refinada muy japonesas, lo que le permite narrar barbaridades sin que le tiemble el pulso. Estamos ante una mente capaz de combinar la dulzura de un kimono o un almendro en flor con el destello quirúrgico de las pinzas de un ginecólogo» (El cultural, p.7; 23-9-2016).

El dolor, la soledad, las pérdidas, la enfermedad mental y la enfermedad física, la locura, la muerte, las obsesiones, las traiciones, las pasiones, se entrelazan en contextos familiares —pareja, maternidad, paternidad, infancia enfrentada a la vida— y en contextos históricos —testimonio del horror, injusticias sociales y políticas propias de un mundo de corrupción, de miseria y de pobreza—.

Su prosa visceral y lírica, repleta de figuras retóricas, se presenta de la mano de distintos tipos de narradores cuyas perspectivas y tonos convierten en protagonistas a la muerte, la locura, el amor, el desamor, y retratan la violencia, la crueldad, la brutalidad, la destrucción… En suma, el regreso a comportamientos primitivos, salvajes, propios de las bestias y no de una asumida condición humana que nos separa del resto de animales. No obstante, hay atisbos en algún relato de que la ternura y el amor sirven de esperanza, de contrapunto a la crudeza y hostilidad del mundo.

El denominador común es lo animal que late bajo la condición humana, aunque también los animales —felinos, dinosaurios, perros, anfibios, batracios— cobran protagonismo en pasajes muy significativos de las tramas relatadas.

En el conjunto del libro, el realismo se combina con lo fantástico, jugando con elementos truculentos, turbadores, y con atmósferas inquietantes que nos conducen incluso hacia lo simbólico.

Lectura:

Para acercarnos a La condición animal y compartir nuestras lecturas de dicha obra podríamos responder, entre otras muchas, a preguntas como las siguientes que pueden ser el punto de partida para enriquecer el diálogo sobre sus relatos:

Kaputt! (Tilo Uischner)

Kaputt! (Tilo Uischner)

  • ¿Qué te sugiere la imagen de la cubierta de La condición animal?
  • ¿Te ha gustado especialmente alguna de las cuatro secciones del libro? ¿O tus preferencias responden a cuentos de distintas secciones? ¿O al ritmo de los mismos y a su extensión?
  • En el conjunto del retrato del mundo hostil que se traza en el libro: ¿qué personaje te ha llamado más la atención por su crueldad/salvajismo y cuál por su fragilidad/debilidad/miedo/inseguridad?
  • ¿Te han llamado más la atención la creación de atmósferas o los retratos psicológicos?
  • ¿Te ha sorprendido la variedad y mezcla de cuentos realistas, fantásticos, simbólicos, truculentos? ¿Y la variedad de narradores y puntos de vista?
  • Hay pasajes que asocian a los humanos con lo animal, también a la naturaleza con lo humano y a la naturaleza con lo animal. ¿Te ha impactado algún párrafo/frase que presente ese tipo de imágenes?
  • ¿En cuanto al lenguaje, en ocasiones lírico, destacas alguna figura retórica (comparación, metáfora, etc.)?
  • ¿Percibes la influencia de otros escritores en la prosa de Valeria Correa Fiz, o guiños intertextuales a otros narradores?

 

Coloquio: Poemas para ser leídos en un centro comercial. La ética del fragmento

Por Sara Ordás González

– Esta entrada del blog tiene fondo musical gracias a Biblioteca Digital Hispana.
Quien haya leído el libro de Luis Artigue, ya sabrá por qué… –

Las apariencias engañan, y esto es algo que hemos aprendido en la sesión de ayer. Un club de lectura, dos obras de poesía, y lo que parecía una forma complicada, hermética e inaccesible… Todas las señales nos decían que nuestra tarea no sería fácil. El respeto que ambos autores nos infundían y el temor con el que siempre nos enfrentamos a los versos podían inundar el ambiente pero, como dije al principio, no todo es lo que parece y en vez de encontrarnos ante un coloquio participativo disperso, tenso y pausado pudimos disfrutar de ricos debates, frenéticas lluvias de ideas y grandes conversaciones que hicieron que esos momentos que compartimos fueran de gran interés y atractivo.

Con la intención de organizarnos como es debido, decidimos comenzar nuestra discusión con Luis Artigue y su Ética del fragmento.

 

Las primeras impresiones afirmaban que las reflexiones sobre Safo les habían resultado un tanto lejanas o difíciles de comprender, pero reconocían que, conforme la obra avanzaba, todo parecía empezar a cobrar sentido y las tres partes en las que la obra se estructura se erguían como un todo completo e independiente.

Martin Munkácsi

Martin Munkácsi

Muy interesantes fueron todas las reflexiones que surgieron durante el comentario de la segunda parte del libro. Entre todos llegamos a la conclusión de que las mujeres a las que Luis Artigue canta vivieron en una época en la que la sociedad les permitió ser libres, esos años veinte donde la moral victoriana había quedado relegada a un segundo plano sin protagonismo alguno y en un lugar donde todos estos avances fueron aceptados y valorados como es debido: París. Una de nuestras compañeras apuntaba que para ella todas aquellas mujeres, que sabían que nadie las quería por su rebeldía, por su libertad y por su inconformismo, habían decidido quererse entre ellas. Por muy fuerte que sea, una sola es débil, pero todas juntas somos imparables (o eso nos gusta pensar). En aquel momento, nos dimos cuenta de que todas aquellas personalidades del mundo de la cultura y de la intelectualidad compartían algo más en común: todas ellas pagaron el alto precio de su libertad.

Para terminar con el comentario de las reflexiones que en torno a esta parte del libro surgieron, es necesario que apuntemos lo que una sección de nuestro club manifestó refiriéndose a ella. Se habló de femenino, no de feminista. Quizás nuestro autor, valiéndose de las mujeres a las que canta, no estuviese haciendo otra cosa más que perpetuar los estereotipos femeninos de esas mujeres que para ser fuertes tienen que estar siempre rotas. Puede que detrás de todas estas reflexiones (los comentarios a la parte del hombre de cristal escapaban a esta crítica) nos encontremos una vez más a un hombre explicándonos cómo son las mujeres.

El clímax de esta primera parte de nuestra sesión llegó cuando comenzamos a comentar todo aquello relacionado con el hombre de cristal. Numerosas preguntas volaban por nuestras mentes: ¿Quién es el hombre de cristal? ¿Cómo es? ¿Existe?… Pero tan pronto como venían se iban y llegaban las maravillosas respuestas de nuestros socios. Una de nuestras compañeras comentó que ella, que sabía de lo revolucionario del autor, decidió seguir sus mismos cauces y rebelarse ante él comenzando a leer el poemario por esta última parte. Al acabar la sesión muchos se lo plantearon también.

Todo partió del debate que la palabra “cristal” generaba. Las dudas estaban a flor de piel. ¿El hombre de cristal de Luis Artigue era así por su fragilidad, por su transparencia, por su dureza, por su capacidad de cortar…? Entre todos decidimos pensar que era por su transparencia, por su capacidad de reflejar. Con él defendimos que el autor buscaba lo humano, lo esencial de ambos géneros, lo que elimina cualquier tipo de lucha para vivir en su propia esencia, encontrando la armonía entre dos opuestos que lejos de superponerse entre sí, viven en complementariedad y paz. Nos gustó pensar que con cada poesía el escritor se desnuda y por ello fue gratificante poder conocer a Luis Artigue desde sus textos y reflexiones. Finalmente, y relacionando todo lo anterior, llegamos a la conclusión de que, lo que aquellas mujeres de Artigue y su hombre de cristal compartían era la búsqueda de lo andrógino, de lo neutral, una vez más, de lo humano.

Nos dimos cuenta de que lo político en Luis Artigue y su poemario era una constante, la gran base de su obra y como transición entre las dos fases de nuestra sesión, decidimos reflexionar acerca de lo político en Joaquín Pérez Azaústre y llegamos a la conclusión de que esta era la gran diferencia entre ambos. El autor de Poemas escritos para ser leídos en un centro comercial nos lleva de la mano por un paseo hacia sus recuerdos en el que la subjetividad es lo que aflora. No pretende con su poemario cambiar el mundo sino describirlo.

Programa de mano del Frontón Cinema de Logroño (1948)

Programa de mano del Frontón Cinema de Logroño (1948)

Compartiendo sus experiencias ante los fotogramas se propone que quizás lo que el autor pretende es hacernos ver que, todos ellos, con sus personajes y sus historias, conforman lo que hoy en día sería la mitología del «yo» posmoderno. Y esta, la palabra “mitología” fue la que más debate trajo consigo. Parece que este sustantivo tenía para nuestros lectores de todo menos connotaciones positivas. Decir que James Dean, o Paul Newman eran los Hércules de hoy en día les pareció de lo más arriesgado y no creían que bajo su esencia pudiésemos hablar de trasfondo filosófico o de contexto cultural como afirmaban que se debía hacer con un mito. Por otro lado, otros compañeros defendían todo lo contrario (qué maravillosa confrontación de ideas). Para ellos, los mitos siempre traían consigo su parte positiva y su parte negativa (una compañera nos recordó que Zeus  era  -además de otras cosas-  un violador) y que esto era algo necesario de aceptar. La mitología clásica no por ser más antigua es más válida que lo que podamos admirar en la actualidad. Los mitos son nuestros referentes, iconos en los que nos vemos reflejados. Al final, decidimos ceder entre todos y relajar la cuerda de la que tirábamos y, aceptando unos lo de los otros y viceversa, preferimos utilizar la palabra “icono” en vez de “mito”.

Gracias a las reflexiones de Joaquín Pérez Azaústre y siguiendo con el debate sobre esa mitología, pensamos que pese a ser “nueva” ya no era la de los más jóvenes socios que en nuestro club participan también. En un mundo tan cambiante como el nuestro, tan rápido, hasta la mitología (los iconos) parecen cambiar a la vez.

Escaparate de los grandes almacenes Simpsons. Toronto, Canadá, 1937

Escaparate de los grandes almacenes Simpsons (Toronto, Canadá, 1937)

Pero en algo sí que nos pusimos fácilmente de acuerdo y es que no hay nada más icónico en nuestra sociedad que un centro comercial. Por ello, y por querer hablar de mitología, es lógico que el autor  decidiese escribirnos desde allí. Me gustaría terminar este pequeño resumen de nuestro coloquio dando las gracias a todos aquellos que participaron activamente y a los que no en la sesión de ayer, una sesión en la que el tiempo se paró. Una compañera dijo en medio de nuestro fervoroso debate: “Qué afortunados somos por poder estar aquí, participar en un club de lectura como este”. Y amén.

Nos vemos en la próxima sesión (el miércoles 3 de octubre), más interesante que ninguna puesto que en ella todas nuestras dudas y cavilaciones serán resueltas por los propios autores. Hasta pronto

Te puede interesar: (Nota de tULectura)
Cornejo Portugal, Inés. (2006). El centro comercial: ¿una nueva forma de «estar juntos»? Cultura y representaciones sociales1(1), 93-127. Recuperado en 28 de septiembre de 2018, http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-81102006000100004&  lng=es&tlng=es.

Guía a la lectura: Poemas para ser leídos en un centro comercial. La ética del fragmento

 

Por Sara Ordás González

Con  Poemas escritos para ser leídos en un centro comercial y  La ética del fragmento nos adentraremos en un universo nuevo lleno de reflexión y culturalismo en el que  aprenderemos multitud de cosas nuevas y en el que descubriremos que la forma de mirar el mundo más común, la hegemónica, no es siempre la más rica ni la más interesante.

Los autores 

La biografía y bibliografía de los autores puede en ocasiones ayudarnos a comprenderlos mejor. Por ello, y antes de ahondar en las creaciones que nos conciernen hoy, vamos a ver sus “currículums”.

Joaquín Pérez Azaústre 

Joaquín Pérez AzaústreJoaquín Pérez Azaústre (Córdoba, 1976) es  un reconocido poeta de las letras hispánicas más actuales. Tras licenciarse en Derecho por la Universidad Complutense, obtuvo una beca de creación en la famosa Residencia de Estudiantes de Madrid.

Al igual que Luis Artigue, en su trayectoria literaria encontramos tanto creaciones poéticas como narrativas.

Su labor poética es cuanto menos vasta y se compone de los siguientes poemarios: Una interpretación (2001, Premio Adonáis), Delta (2004), El jersey rojo (2006, Premio Internacional Fundación Loewe Joven), El precio de una cena en chez Maurice (2007), Las ollerías (2011, Premio Internacional Fundación Loewe) y Vida y Leyenda del jinete eléctrico (2013, Premio Internacional Jaime Gil de Biedma).

Es importante decir que el nombre y la obra de Joaquín Pérez Azaústre aparece en antologías como «Anatomía poética» (2011) y «Ella está detrás del laberinto» (2016).

Como narrador, podemos resaltar sus novelas La suite de Manolete (2008, Premio Fundación Unicaja Fernando Quiñones) o Corazones en la oscuridad (2016).

Luis Artigue

Luis Artigue

Luis Artigue es un escritor leonés nacido en 1974. Tras licenciarse en Filología Hispánica en España, pudo ampliar sus estudios y conocimientos en Canadá gracias a una beca J&B en la universidad de Toronto.

Su andadura literaria comenzó como poeta pero a lo largo de su trayectoria, la narrativa también ha jugado un papel determinante. Su trabajo ha sido premiado en numerosas ocasiones con importantes distinciones en el ámbito nacional.

Entre sus poemarios destacan las obras Tres, dos, uno… jazz (2006, Premio Ojo Crítico de RNE), Los lugares intactos (2008, Premio Arcipreste de Hita) y La noche del eclipse tú (2010, Premio Fray Luis de León). Es importante decir también que su obra lírica está traducida y recogida en varias antologías.

Su primera novela fue El viajero se ha ido, como es lógico (2002) y tras ella ha escrito obras como La mujer de nadie (2007), Las perlas del loco ventura (2008) y Club La Sorbona (2013, Premio Miguel Delibes). Por si además, queréis saber más sobre el autor y todas estas novelas no os son suficiente, Luis Artigue publica ahora una distopía “repleta de humor neurótico” titulada Donde siempre es medianoche.

Para  estar al corriente de los pasos que da este escritor y  saber más de él, nada mejor que visitar su página web.

Aproximación a la poética de Luis Artigue y Joaquín Pérez Azaustre

Es verdad que la poesía es una diosa que da miedo. Cuando nos acercamos a ella siempre lo hacemos con la cautela y precaución necesarias para que no fallemos a la hora de comprenderla o sentirla. Leer poesía, y más en un Club de Lectura donde todos queremos opinar, siempre es más arriesgado que leer novela. Pero en esta ocasión contamos con la gran ventaja de poder leer y conocer a dos autores que no son solo colegas sino que a la vez son buenos amigos. Esto, como lectores, nos permite establecer conexiones entre ambos y ver si sendas formas de escribir comparten rasgos en común, o no.

Para comprender mejor la forma de escribir y sentir de estos autores es necesario que nos remontemos un tiempo atrás en la historia.

Tras la guerra civil, la poesía social inundaba el panorama poético español. Esta era una poesía profundamente ideológica y realista. De este movimiento participan autores como Jaime Gil de Biedma o Ángel Valente. Para ellos, la poesía era un instrumento cargado de poder para cambiar el mundo, con la poesía se podía denunciar la realidad que nos rodea y concienciar a todos aquellos que la leen de las injusticias sociales para así entre todos poder mejorar defendiendo a los más desamparados de la sociedad.

Al acabar la dictadura, ya en el periodo de la transición, llega lo que conocemos hoy en día como la poesía de la experiencia y tras ella la poesía de la nueva sensibilidad. La poesía de la nueva sensibilidad es, a la vez, una poesía realista y figurativa, característica que le ha permitido ser en la actualidad una de las corrientes poéticas más seguidas. Otra de las corrientes literarias que surgieron en aquella época y que en la actualidad cada día inspira a más autores es la poesía de autores como Gamoneda o José Ángel Valente, una poesía hermética y oscura. A esta nueva senda podemos adscribir en nuestros días a escritores como Blanca Andreu o Juan Carlos Mestre.

Por lo tanto, en la actualidad poética de España podemos decir que encontramos dos grupos: el de los seguidores de aquella poesía derivada de la poesía de la experiencia y el de los seguidores de la poesía más hermética. Pero como en todos los ámbitos de la vida, encontramos personas que no se quieren unir a ningún grupo y que prefieren disfrutar de las ventajas (y de los inconvenientes) de los dos a la vez. Este es el caso de escritores como José Luis Rey, Adolfo Cueto, Luis Artigue y Joaquín Pérez Azaústre.

Todas estas rara avis que no se han posicionado usan un lenguaje hermético, alejado de la realidad y cargado de metáforas de alta resolución pero al mismo tiempo se apropian del más puro realismo porque saben que también es suyo. Además, en sus obras podemos encontrar un gran culturalismo que, lejos de sobrecargar, enriquece todas las piezas.

La ética del fragmento
– Luis Artigue –

“La ética del fragmento”, de Luis Artigue

Si queremos llegar a comprender todos los límites de esta obra es necesario que conozcamos a Safo. Safo de Lesbos o de Mitilene fue una poeta griega cuyo gran atractivo en la actualidad reside en, por un lado, el hecho de que su obra ha llegado a nosotros de manera fragmentada, y por otro, en lo revolucionario de su personalidad. En la que se conoce como “Casa de las servidoras de las Musas”, un conjunto de mujeres, sus discípulas, aprendían a recitar poesía y a cantarla, entre otras muchas cosas más. Safo ayudó en su tiempo a que las mujeres tuvieran su propia voz.

Todo lo que sabemos de su vida se conoce gracias a los pocos fragmentos de sus poemas que nos han llegado hasta la actualidad, la mayor parte por tradición indirecta. El contenido de sus poemas era en gran parte amoroso y de ellos se deduce que el amor del que habla es un amor lésbico (La etimología del sustantivo «lesbianismo» nos lleva de la mano al topónimo Lesbos, ciudad de la que procedía Safo). Todo esto hace que sobre nuestra brillante intelectual vuele un velo de misticismo que atrae a cada vez más lectores y curiosos.

Luis Artigue en La ética del fragmento parte de la figura de Safo para crear un nuevo mundo poético en el que la reflexión sobre nuestra sociedad es su último objetivo.

 El libro se estructura en tres partes diferenciadas:

  1. Música de Lira en la isla de Lesbos
  2. Música Jazz-Swing en el París de los locos años veinte
  3. El hombre de cristal y otros poemas sin partitura para que evolucione el modelo de masculinidad hegemónica.

En el primer bloque todo gira en torno a la poeta de Lesbos, su vida, su complejidad, su sensualidad… mientras que en el segundo, el autor, con poemas dedicados a mujeres siempre relacionadas con el París de los años veinte, canta a la profundidad, al coraje, a la valentía y a los demonios de todas ellas. Todo ello, para terminar con una serie de poemas en los que se reflexiona sobre el tipo de hombre que debe vivir con el tipo de mujer al que antes ha enmarcado.

Características formales de la obra:

  • Ritmo roto, ajeno a las pautas métricas convencionales
  • Adjetivación brillante
  • Moderado culturalismo
  • Títulos muy largos, siempre sorpresivos

Preguntas sobre las que reflexionar:

  •  ¿Por qué el París de los años 20?
  • ¿Puede existir (o existe) el hombre de cristal? ¿Cómo es?
  • ¿Podemos hablar de feminismo con este poemario?
  •  ¿Qué relación existe entre Safo y el resto de las intelectuales? ¿Qué es lo que todas ellas buscan, persiguen?
  • ¿Podemos escuchar Jazz en esta obra? ¿Dónde?
  • ¿A qué tipo de mujer canta Luis Artigue? ¿Es ese un modelo nuevo, radical y posible o no es otra cosa que otro ideal más?
  • ¿Qué tienen en común Safo y el autor?
  • ¿Por qué la ética del fragmento? ¿Qué tiene lo fragmentado de moderno? ¿Es lo incompleto lo actual, nuestra ética?

Poemas para ser leídos en un centro comercial
–  Joaquín Pérez Azaústre –

“Poemas para ser leídos en un centro comercial”, de Joaquín Pérez AzaústreEsta obra de Joaquín Pérez Azaústre entronca directamente con un poemario anterior del autor: Vida y leyenda del jinete eléctrico, obra sobre las películas de Robert Reford con la que creaba una mitología contemporánea y lírica según el modo de hacer poesía de los novísimos. Con esta obra, Poemas para ser leídos en un centro comercial, retoma el legado de la anterior.

Para nuestro escritor, la mitología de nuestro tiempo es el cine. Por ello, a partir del canto a películas y actores icónicos, revisa la vida social e individual de nuestro tiempo, la vida del yo posmoderno, desde la atalaya de un centro comercial.

Uno de los rasgos más significativos de esta obra, y quizás el más importante, es la mirada del autor. Todo lo que leemos es a través de sus ojos, y por ello, hay que prestarle mucha más atención. Joaquín observa los grandes mitos de nuestro tiempo desde una perspectiva distinta a la habitual, desde Fredo a Gilda, pasando por Saint-Exupéry y Superman. Por ello, nos hace leer en un centro comercial, porque allí no se lee poesía, porque Pérez Azaústre ve de distinta forma hasta un centro comercial.

La obra se divide en varias partes diferenciadas en las que podemos observar distintos tipos de poemas, todos ellos construidos siempre con el mismo objetivo:

  1.  La edad de oro
  2.  Salas abandonadas
  3.  Cine épico
  4. Sesión de tarde
  5. Edición para coleccionistas
  6. Agencia de viajes
  7. Liquidación por cierre.

Características formales de la obra:

  • Al igual que sus maestros, como es el caso de Pere Gimferrer, el culturalismo es una de las constantes de la obra, pero es un culturalismo cinematográfico, no “libresco”.
  • A partir de la metáfora crea un mundo propio.
  • Lo realista y lo metafórico se funden para crear un todo, un universo completo.
  • Pese a ser una poesía repleta de imágenes, es una poesía perfectamente comprensible.

Preguntas sobre las que reflexionar:

  • ¿Puede haber profundidad o belleza en un centro comercial?
  • ¿Es la cultura que describe el autor nuestra? Si lo es, ¿cómo nos convence el autor de ello?
  • ¿Dónde están todos estos mitos hoy en día? ¿Son los verdaderos mitos de la sociedad actual?
  • ¿Cuál crees que es el tono del poemario? ¿hay en él esperanza?
  • ¿Cuál crees que es el objetivo del autor?
  • ¿Quiere el autor decirnos algo con los títulos de cada bloque de poemas? ¿El qué?
  • ¿Es un libro de poesía al uso? ¿Qué puede distinguirlo del resto?

Dado que en esta ocasión tenemos el placer de poder analizar dos obras a la vez, como lectores avispados y curiosos que somos, debemos plantearnos una última pregunta:

¿Por qué? ¿Qué tienen en común ambos poemarios?
¿Qué es lo que les diferencia?


Otros enlaces

¿Ya te has matriculado/inscrito en el  Club de Lectura de la ULe?

Fernando Vicente

(Fernando Vicente)

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En septiembre todos, queramos o no, protagonizamos la famosa “vuelta al cole”. Ya sea con mochilas, con madrugones o con jornadas de trabajo más largas que un día sin pan, ninguno de nosotros es capaz de evitar esa “depresión posvacacional” que nos acecha como si de nuestro propio destino se tratase. Pero lo que es evidente es que no todo el mundo es capaz de sobrellevarlo de la misma manera. Nosotros, en el Club de Lectura de la Universidad de León, podemos presumir de saber hacerlo, y muy bien. Leyendo, las horas pasan volando, y los malos meses también. Por eso, no podemos evitar darle la bienvenida a este nuevo septiembre de la mano de dos grandes autores: Luis Artigue y Joaquín Pérez Azaústre. ¿Quién dijo miedo?

Con nuestras primeras lecturas  –La ética del fragmento y Poemas escritos para ser leídos en un centro comercial– nos adentraremos en un universo nuevo lleno de reflexión y culturalismo en el que  aprenderemos multitud de cosas nuevas y en el que descubriremos que la forma de mirar el mundo más común, la hegemónica, no es siempre la más rica ni la más interesante.

¿Conoces las formas de participar en el  Club de Lectura de la Universidad de León? ¿Ya te has matriculado/inscrito? ¿A qué esperas?

VI edición del Club de lectura ULE. IV edición del Club de lectura con el Bibliobús

A punto de comenzar el curso 2018-2019, ya tenemos preparada “casi”  toda  la programación que vamos a ofrecerte desde  tULectura.  Sabemos que algunas  de las actividades que más interés despiertan son los coloquios y encuentros de nuestros de clubes de lectura. Por eso, te recordamos  sus  programas y las distintas formas en las que puedes participar.

VI edición del Club de lectura ULE 

Programa para imprimir

FORMAS DE PARTICIPACIÓN EN EL CLUB DE LECTURA de la ULE (¡importante!)

  1. Si estás interesado en obtener el diploma acreditativo para el reconocimiento de los créditos LEC y ECTS,  aquí tienes el enlace para matricularte  en el Curso  de Extensión Universitaria CLUB DE LECTURA UNIVERSIDAD DE LEÓN.

    ¡¡¡ No todo el mundo tiene que matricularse !!!

  2. La Universidad de León abre su club de lectura a toda la sociedad, de forma abierta y gratuita. No necesitas  matricularse para poder asistir, aunque sí te pedimos que nos manifiestes tu deseo de participar para tenerte en cuenta, enviarte los avisos y recordatorios… Por lo tanto, si solo estás interesado en asistir a los coloquios y encuentros de las lecturas, no es necesario que te matricules ni pagues ninguna cantidad económica. Simplemente envíanos tus datos a nuestro correo tulectura@unileon.es para que sepamos que contamos contigo. Indícanos:
    – Nombre y apellidos.
    – Correo electrónico (si eres miembro de la ULe, el institucional).
    – Tipo de usuario: Estudiante/ PDI/ PAS /Externo.
  3. Puedes participar únicamente de forma virtual, pues a través del blog  te ofreceremos información de cada una de las sesiones, y además emitimos a través del   canal de emisión en directo  de la Universidad de León  la visita  del autor, con quien puedes interactuar en el momento a través de nuestras  redes sociales. Después editamos este vídeo para que lo tengas disponible siempre que quieras o si no has podido asistir al encuentro. Para participar de esto modo tampoco existe ningún requisito.

 

IV edición del Club de lectura “Leemos juntos”

(En colaboración con el Instituto Leonés de Cultura,
Servicio Provincial de Bibliobuses)

 Programa para imprimir

 

FORMAS DE PARTICIPACIÓN EN EL  CLUB DE LECTURA “LEEMOS JUNTOS”

La participación es gratuita y está abierta a todo el mundo. Según tus gustos o tus posibilidades, hemos arbitrado para ti diferentes canales de participación. Puedes seguir las sesiones y expresar tu opinión:

  1. Asistiendo físicamente a los encuentros.
    • Los encuentros presenciales de las  lecturas tendrán lugar los  días indicados en el calendario,  en la sala de conferencias de la Biblioteca General San Isidoro a las 19:00 horas. Se ruega puntualidad.
  2. Siguiendo los encuentros por streaming.
    • Todas las  sesiones  se emitirán en directo a través de vídeo streaming para que quien lo desee pueda seguirlas en tiempo real  desde donde quiera a través de este enlace
  3. Participando a través de las redes sociales.
  4. Dejando tu comentario en el  blog tULEctura.