Del 16 al 29 de octubre de 2023 en las provincias de León y Palencia
En pleno siglo XXI, la ficción no realista ha cobrado un gran auge internacional gracias al público lector, a la apuesta de la industria editorial y al reconocimiento de la crítica y del ámbito académico. A ello se suma QUIMERAS, que se convertirá en un foco mágico de lo insólito.
¿De verdad te lo vas a perder? No caigas en ese error y sigue leyendo.
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La ficción explora la realidad y ahonda en las emociones del ser humano, algunas tan inquietantes e intensas como el miedo. Para lograrlo, no siempre se necesita crear un relato de apariencia realista, pues el camino de la irrealidad, los puntos de extrañeza, los agujeros negros, las grietas de la normalidad cotidiana y las zonas oníricas, entre otros recursos de lo insólito, nos pueden llevar de modo más impactante y perturbador al hallazgo y al descubrimiento.
¿Todavía no has logrado desentrañar todo lo que cuenta una historia con esas características? ¿Formas parte de quienes ya se regocijan con este tipo de ficción, sea en literatura, cine, series, arte o videojuegos? En ambos casos, este festival es para ti. Si la ficción es un espejo de la realidad, en Quimeras te sumergirás en los matices que brinda la ficción cuando se emplea un espejo que no es cristalino, sino que está más o menos empañado, ahumado o fragmentado.
Lo insólito constituye un corpus literario muy atractivo para públicos de todas las edades e intereses lectores a través de modalidades variadas, entre ellas el mito, la leyenda, lo maravilloso, el bestiario, lo fantástico, lo inusual, la ciencia ficción, lo especulativo, el terror, el realismo mágico, el surrealismo, lo absurdo, lo grotesco y lo irracional.
Ven a desenmascarar la extrañeza, ven a disfrutar con el asombro que la mirada deformada por lo irreal convierte en un retrato del mundo a través de sus misterios y de pesadillas muy reales. Un retrato intenso, turbador, simbólico y tan lúcido como el otro, pues la fantasmagoría también habla de la vida y despliega una visión crítica.
¿Quieres deleitarte en esta primera edición con narrativa y cine de calidad? Tendrás muchas opciones con el amplio programa del festival y no sufrirás la incomodidad de tener que elegir entre actividades simultáneas porque no se organizan sesiones paralelas, pues lo verdaderamente importante se merece su tiempo propio.
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El nombre del festival, Quimeras, responde a una triple motivación:
Alude al abanico de modalidades genéricas de la ficción por su significado de «aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo»;
Ofrece un guiño a una de las primeras categorías de las modalidades no realistas a través de la referencia a un monstruo propio de la mitología clásica, «monstruo imaginario que vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón»;
La hibridez de dicho monstruo insólito remite a través de uno de sus componentes corporales al león, un símbolo visual de la propia ciudad que acoge el evento.
¿Te has fijado en la quimera tan singular de nuestro cartel? En ella se fusiona la identidad de lo monstruoso, de lo inquietante, del misterio, de las anomalías de la realidad, bajo la dualidad de lo mítico, lo legendario y lo maravilloso, por una parte, y de lo especulativo, por otra. Ambas confluyen en el mismo cuerpo de la quimera para poner de relieve el círculo continuo que se traza desde lo clásico a la época más actual, desde el bestiario y lo folclórico al mundo condicionado por la tecnología.
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Quimeras nace con la intención de convertirse en un evento cultural de referencia que sea el marco de encuentro entre quienes crean y quienes leen, con la posibilidad, incluso, de tomar un café y conversar en grupos reducidos con autoras y autores de interés. En esta primera edición, más de una treintena de participantes, con destacados premios y reconocimiento nacional e internacional, lograrán que su celebración se convierta en un fantástico hito. Enmarcados en la inauguración por José María Merino y en la clausura por Cristina Fernández Cubas, se sucederán en el programa destacados nombres españoles de distintas generaciones —Luis Mateo Díez, Julia Otxoa, David Roas, Maya G. Vinuesa, Susana Vallejo, Dioni Arroyo, Patricia Esteban Erlés, Ismael Martínez Biurrun, Santiago Eximeno, Carlos Fidalgo, Ricard Ruiz Garzón, Eduardo Moreno Alarcón, Gemma Solsona Asensio, Ana Martínez Castillo, Susana Barragués Sainz, Carlos Pitillas Salvá, Bruno Puelles y Emma S. Varela—, a los que se unen sobresalientes voces latinoamericanas como las de Fernando Iwasaki, Lina Meruane, Maielis González, Ricardo Sumalavia y Valeria Correa Fiz, así como la de la reconocida narradora europea Anna Storobinets; en compañía de las antólogas y académicas Ángeles Encinar, Natalia Álvarez Méndez, Rosa María Díez Cobo, Teresa López-Pellisa y Ana Abello Verano, de los editores José Luis del Río y Ana Martínez, y de Rut Alameda y Ferki López de Altavoz Cultural.
En el festival, concentrado en León ciudad, pero con intervenciones en Astorga, La Bañeza, Carrizo, Cistierna, Ponferrada, San Feliz de Torío, Villablino, Villaobispo de las Regueras y Palencia, se llevarán a cabo conversaciones con relevantes figuras de lo insólito, coloquios, presentaciones de libros, talleres de escritura creativa, disección de textos literarios, actividades educativas y lúdicas, sin olvidar atender tanto a la literatura de adultos como a la infantil y juvenil. El objetivo es reivindicar una literatura de calidad que permite entretener, provocar fruición estética y, a la vez, educar no solo en el hábito lector, sino también en el desarrollo de una competencia literaria que posibilite a cualquier persona aprender a disfrutar de las historias presentadas bajo el prisma de lo insólito.
A ello se añade elI Premio Quimeras de Microrrelato Insólito, con convocatorias para adultos y para centros educativos.
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Entre sus actividades de referencia, Quimeras integra, además, el proyecto de innovación educativa «Confabulaciones insólitas con fabulaciones insólitas», que —tras la impartición de talleres sobre narrativa fantástica en diversos colegios e institutos de la provincia por parte de estudiantes universitarios formados en la metodología de aprendizaje activo por el Grupo de Innovación Docente GID STORYAC— lleva a las aulas de esos centros a escritores como José María Merino, Julia Otxoa, Fernando Iwasaki, Ricardo Sumalavia y David Roas, con el fin de que la presencia física de autores relevantes contribuya al gusto por la lectura, la estimulación del pensamiento crítico e interpretativo y el fomento de la creatividad en nuestros estudiantes de primaria, educación secundaria y bachillerato. Esta actividad, asimismo, potencia la educación en valores y favorece competencias del currículo educativo, como la competencia en comunicación lingüística, la competencia ciudadana y la competencia en conciencia y expresión culturales.
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Al margen de la asistencia libre por parte de cualquier público interesado, QUIMERAS se podrá cursar en la modalidad de Jornadas con obtención de créditosen el contexto del ámbito universitario, gracias a la colaboración con el Vicerrectorado de Relaciones Institucionales y con la Sociedad de la Universidad de León.
Aunque no es necesario que sea la Noche de Difuntos para leer o para ver textos o películas que nos inquietan o aterrorizan (porque, siendo sinceros, esas sensaciones y esa inquietud nos fascinan en cualquier momento del año), hace unos días pudimos disfrutar de la lectura de Halloween organizada por Natalia Álvarez Méndez como parte del Proyecto I+D Estrategias y figuraciones de lo insólito. Manifestaciones del monstruo en la narrativa en lengua española (de 1980 a la actualidad), y desde las actividades de transferencia del conocimiento del Grupo de Estudios literarios y comparados de lo Insólito y perspectivas de Género (GEIG) y del Instituto de Humanismo y Tradición Clásica de la Universidad de León.
Nos acompañan en esta velada virtual los escritores David Roas, Ana Martínez Castillo, Julio Ángel Olivares Merino y Valeria Correa Fiz:
David Roas: «Amor de madre», Invasión (Páginas de Espuma) min. 4:30
Ana Martínez Castillo: «Elvira», Reliquias (Eolas Ediciones) min. 13:36
Julio Ángel Olivares Merino: fragmento de La piel leve (Eolas Ediciones) min. 28:35
Valeria Correa Fiz: «Una casa en las afueras», La condición animal (Páginas de Espuma) min. 40:30
Son introducidos por Natalia Álvarez Méndez, quien nos recuerda que las «cuatro lecturas que nos ofrece el siguiente vídeo, con registros muy variados, demuestran que la monstruosidad nos sigue acompañando en un intento de explicarnos y de explicar lo que nos rodea, a través de personajes con inquietantes trastornos, mediante ánimas que vuelven a este mundo, con seres sobrenaturales e inexplicables o con el retrato de la naturaleza del mal que se cuela por las grietas de la parte más oscura del ser humano en el ámbito social pero también en el familiar y doméstico».
La segunda sesión del club de lectura destinada a analizar Reliquias, primer volumen de cuentos de Ana Martínez Castillo, nos ha permitido reflexionar sobre las sensaciones que han generado las composiciones que lo integran. Hemos empezado el coloquio hablando de la estructura tripartita del libro y los nexos temáticos que existen entre los relatos agrupados en una misma sección. Fueron varios los socios que pusieron de relieve que la primera sección, «Ecos», remitía al lector al contacto con el pasado y lo fantasmal, pues los textos resaltaban la vinculación con lo antiguo. Asimismo, se apuntó que la segunda sección, «Reflejos», permitía «vernos reflejados» en los miedos que articulaban los relatos, empatizando mucho con los personajes. En esta parte, los miedos son más cotidianos y las situaciones tienden a participar de la órbita de lo ridículo y absurdo. Finalmente, todos los socios señalaron que en la última sección, «Descenso», se podía apreciar mejor la temática común los relatos. En este sentido, se apuntó la relevancia del inframundo y el más allá como ejes articuladores, así como la presencia continuada del componente religioso.
Una vez abordada la estructura general del libro, empezamos a compartir nuestras opiniones sobre los relatos. Incidimos en las diversas vertientes del miedo que coexistían en la obra. Se mencionó el uso del terror salvaje en «El nido», el relato que más pavor suscitó entre los lectores por su crudeza, el terror macabro que impregnaba la trama de la mayor parte de los relatos y también el empleo puntual de un terror con marcadas dosis de ironía.
Santa Muerte, Laurie Lipton
Sin duda, el relato que más gustó entre el público fue el que da comienzo al universo tenebroso trazado por Martínez Castillo, «Reliquias». Se detallaron las características de ese mundo distópico que desecha lo antiguo y trata de eludir la experiencia del duelo y cualquier tipo de pensamiento acerca de la muerte, por considerar que puede contaminar las mentes de los ciudadanos. Muchos comentarios profundizaron en la caracterización de la Marquesa, personaje que funciona como antiheroína, y en los propósitos de la Hermandad que funda, sin olvidar los homenajes que la ficción guarda con otras composiciones admonitorias ni el papel que desempeñan el resto de personajes, debatiendo incluso el motivo que llevo a la autora a concederles el nombre propio que tienen. «Más allá» fue un relato que también acaparó nuestra atención, puesto que en él el otro mundo aparece concebido como un auténtico lugar de recreación al alcance de todos los ciudadanos, un parque temático que permite a sus clientes visitar a sus muertos más queridos, tratando de mitigan el dolor ante la pérdida. A través del análisis de este texto, varios socios se percataron también del poder subversivo que alberga lo insólito, al poner en primer plano y ofrecer una crítica de elementos inherentes de nuestra sociedad.
Otros aspectos que generaron diálogo fueron los siguientes: el ritmo de la prosa, la variedad de narradores, la técnica o descripción cinematográfica de muchos pasajes y la capacidad de la autora para fusionar variadas referencias literarias del ámbito no realista, principalmente. Respecto al primer aspecto, los socios indicaron que se apreciaba la influencia de la faceta poética de la autora en varios relatos —especialmente en «Reliquias»— si bien ese estilo se va modificando a lo largo del libro, derivando en frases cortas de gran contundencia en la segunda mitad del volumen. Por lo que se refiere a la variedad de narradores y la técnica cinematográfica, se indicó la capacidad creativa de la autora para introducirnos de lleno en el ambiente recreado y empatizar desde las primeras líneas con los personajes. En este sentido, muchos coincidían en cómo se identifica el lector con la madre en las páginas iniciales de «El nido» y en el modo en que, a medida que avanza el argumento, se logra focalizar la atención en la desvalida hija, generando una sensación de indignación y repulsión hacia la actitud de la progenitora. Finalmente, se repasaron algunos de los guiños literarios con los que la autora juega a lo largo del volumen. Todos los socios remarcaron la originalidad alcanzada por Martínez Castillo en «Paciencia», donde se logra una estupenda vuelta de tuerca en relación al cuento de «Caperucita roja». No obstante, coincidimos en señalar que habría más referencias que se nos habrían pasado por alto y que quizás la autora concretaría durante su visita. Ese es uno de los múltiples motivos por los que esperamos impacientes su llegada a nuestro club de lectura.
Ana Martínez Castillo (Albacete, 1978) es profesora de Lengua castellana y Literatura, un trabajo que compagina con su faceta de narradora, poeta, crítica literaria y colaboradora de diversas revistas digitales como Barbar y Vísperas. En el ámbito de la lírica, con una vocación que se inició a una edad muy temprana, destacan sus poemarios Bajo la sombra del árbol en llamas (Ediciones de la Isla de Siltolá, 2016), La danza de la vieja (Ediciones de la Isla de Siltolá, 2017) y Me vestirán con cenizas (Versátiles Ediciones, 2019), participando en compilaciones antológicas como El llano en llamas (2011) y El Peligro y el Sueño.La Escuela poética de Albacete (2016). Con una gran influencia del surrealismo y de autores como Rafael Alberti, Alejandra Pizarnick o Blanca Andreu, su poesía configura un universo de imaginación en el que se atisban espejismos e imágenes misteriosas:
“La trampa es tener / arañas en los ojos /…/ Ya no distingo / Si la noche amenaza / O soy yo / que ando desnuda / y me abrazo / a todo aquello / que sea musgo o plata”; “Grumos de viento / en los dientes / el frío”
El frío (La danza de la vieja)
Bajo la sombra del árbol en llamas / Ana Martínez Castillo. ISBN: 978-84-16682-25-6 Ediciones de la Isla de Siltolá. 56 páginas. Año de publicación: 2016.
Me vestirán con cenizas / Ana Martínez Castillo. ISBN: Versátiles Ediciones. 56 páginas. Año de publicación: 2019.
La danza de la vieja / Ana Martínez Castillo. ISBN: 978-84-16682-85-0 Ediciones de la Isla de Siltolá. 64 páginas. Año de publicación: 2017.
Por lo que se refiere a la vertiente creativa en prosa, su trayectoria ha estado dedicada de forma mayoritaria a la literatura juvenil e infantil, con obras como Hadas que muerden (Editorial Palabras de Agua, 2013, ilustrado por Tania Coello), Gusarapo (Editorial Palabras de Agua, 2014, junto con Ana Rosa Ruiz Sarriá y el ilustrador Ismael Juzgado Pineda) y Cómo cocinar princesas (NubeOcho Ediciones, 2017), álbum ilustrado que se constituye como un manual, un recetario imprescindible, para todo tipo de brujas y que ya ha sido traducido a varios idiomas. Sus cuentos se han recogido en los volúmenes colectivos Cosas que contar (1997), Horror Hispano Monstruos clásicos (2011), 666 (2012), (Per)versiones: Misterios sin resolver (2013), Érase una vez (2013) y Bueno, bonito…¡Maldito! (2013). Asimismo, no se puede dejar de mencionar que se ha dedicado de forma puntual a la adaptación teatral, la narración de viajes, el guión de videojuegos y el artículo periodístico.
Gusarapo / Ana Martínez Castillo y Ana Rosa Ruiz Sarriá. Ilustraciones: Ismael Juzgado Pineda ISBN: 9788494264177 160 páginas. Año de publicación: 2014.
Hadas que muerden / Ana Martínez Castillo .Ilustraciones: Tania Coello. ISBN: 9788494133251 112 páginas. Año de publicación: 2013.
Cómo cocinar princesas / Ana Martínez Castillo. Ilustraciones: Laura Liz
ISBN: 978-84-946926-3-5. 56 páginas. Año de publicación: 2017.
Premios (información extraída de su página web)
Galardonada con el premio de relatos Los nuevos de Alfaguara, convocado por la editorial Alfaguara en su cuarta edición en el año 1996.
Primer premio de poesía en su modalidad de adultos del Féile Filíochta International Poetry Competition 2004 en español (Premio Internacional de Poesía Féile Filíochta 2004).
Primer premio en su modalidad de cuento del XXIV Concurso Literario para Jóvenes 2005, convocado por el Ayuntamiento de Albacete, con el cuento titulado «Extraño episodio en la vida de un opositor».
Tercer premio de poesía en su modalidad de adultos del Féile Filíochta International Poetry Competition 2005 en español (Premio Internacional de Poesía Féile Filíochta 2005).
Finalista del certamen Domingo Santos 2010 con el relato «Sofisticación».
Reliquias (Eolas Ediciones, 2019) es el primer volumen de cuentos de la autora albaceteña dedicado a un público adulto. En esta faceta se aprecia mejor esa atracción por lo misterioso y lo truculento que ya se atisbaba en su lírica. Se ha publicado en la colecciónLas puertas de lo posible (Narraciones de lo insólito), dirigida por Héctor Escobar y la profesora Natalia Álvarez y vinculada al Grupo de estudios literarios y comparados de lo insólito y perspectivas de género (GEIG) de la Universidad de León.
La pretensión de esta colección, que además cuenta con el delicado trabajo de Alberto R. Torices para las labores de diseño y maquetación, es rescatar obras de siglos o décadas pasadas que merezcan ser reeditadas por su indiscutible aportación al panorama no realista español, al tiempo que dar a conocer nuevas voces que construyan originales universos partícipes de las estéticas de lo insólito. En esta segunda línea de difusión se ubicaría el libro de Ana Martínez Castillo, primera publicación inédita de la colección que cuenta con un prólogo de Patricia Esteban Erlés, donde se sintetizan las claves de lectura, facilitando al lector la recepción y cabal interpretación del libro, como ocurre en el resto de obras que integran la colección. Con la zaragozana Esteban Erlés comparte el gusto por el terror como placer estético, puesto que ambas buscan a través de sus ficciones un necesario contraste entre la luz y la oscuridad. Y es que el nombre de Ana Martínez Castillo podría englobarse en la amplia nómina de autoras actuales que sienten especial predilección por articular sus creaciones en torno al extrañamiento y a la dimensión inquietante de la realidad —Mariana Enríquez, Samanta Schweblin, Cecilia Eudave, Valeria Correa Fiz, Raquel Castro,…—.
Dado que Ana Martínez Castillo no tiene ninguna otra obra enmarcada en la prosa para adultos, resulta imposible esbozar los rasgos generales de toda su poética narrativa. Por ello, nos adentraremos directamente en esta primera incursión de la autora en la narrativa breve, para cuyo título ha elegido una palabra tan sugerente como reliquias. El concepto de reliquia remite a algo antiguo y ajado, a un objeto especial que, como se menciona a lo largo del libro, también puede tener su propia vida, convirtiéndose en un espíritu «único y sutil» (Martínez Castillo, 2019: 28). Con este delicado sustantivo, la autora nos recuerda la conexión con el pasado, pero especialmente la fascinación por los objetos de otro tiempo, por esas piezas de colección que, a modo de candelabros ennegrecidos, pueden esconder sombras y carcoma, en definitiva, todo un mundo de posibilidades ominosas.
«El alma es lo que habita dentro de las cosas. Un aliento negro que oxida y corrompe aquello que toca. Todas las reliquias de otro tiempo tienen una, de mayor o menor, digamos efecto. O fascinación, si lo prefiere» (Martínez Castillo, 2019: 28-29).
La imagen que sirve de portada es una de esas joyas de antaño. Nos da una pista muy significativa de los matices de contenido o líneas de desarrollo que podemos encontrar en el interior del libro, todas ellas relacionadas con lo extraordinario y lo tétrico. Nos encontramos ante una imagen post-mortem que nos remite a la práctica de la foto funeraria tan en boga durante el siglo xix y principios del siglo xx. Con esa dicotomía entre lo vivo y lo muerto, entre lo animado y lo inanimado, juega la ilustración de la portada de Reliquias, modificada exclusivamente para esta edición pero manteniendo los tonos grises y amarillentos que prevalecían en los retratos originales. Y es que descubriremos alguna referencia a este tipo de fotografías en cuentos como «Reliquias» y «Elvira»:
«Se trataba de una mujer con una niña sentada en sus rodillas. La niña tenía los ojos abiertos, pero vacíos. Miraban sin ver al objetivo mientras la mujer que la sostenía posaba con rostro áspero, de infinito horror y pena. Ambas vestían de negro, con encajes cerrados al cuello. La niña era como de cera, como las velas que se consumían allí mismo, en el candelabro. Rígida y seca» (Reliquias. 2019: 34).
Asimismo, las citas con las que se inicia el volumen permiten hacerse una idea de los ribetes siniestros y las imágenes escalofriantes que van a predominar a lo largo de las páginas. Estas citas previas están firmadas por la argentina Valeria Correa Fiz, el leonés Leopoldo María Panero —cuyo imaginario ha ejercido una notable influencia en la escritura de Martínez Castillo— y el albaceteño Javier Lorenzo, que considera uno de sus maestros.
Cuando baje —se dijo—a nadie he de contar que todo cuanto vi regresa al frío.
Javier Lorenzo Candel
Estructura y contenido del libro
A nivel estructural, el libro consta de tres secciones, a modo de calas brumosas, tituladas «Ecos», «Reflejos» y «Descenso», siendo la segunda la más extensa al dar cabida a cuatro cuentos, a diferencia de los otros dos apartados que están constituidos por tres relatos. Así, el lector comenzará su viaje en el futuro de connotaciones distópicas recreado en «Reliquias», la composición que da título al volumen, y, orientando sus pasos hacia el más allá, acabará descendiendo a las profundidades. En ese oscuro recorrido, repleto de miradas retrospectivas y fantasmas incesantes, no faltarán momentos de descanso con altas dosis de parodia y humor negro. No obstante, el lector no saldrá ileso de este caserón de tenebrosas resonancias que traza Ana Martínez Castillo en su ópera prima.
El imaginario de la escritora ahonda en diversas figuraciones del miedo: el miedo a las incógnitas que circundan el otro mundo, el miedo al silencio, a la soledad, al legado cultural, a nuestros recuerdos, a los espectros emocionales de los que no podemos desprendernos, a los rincones más inhóspitos de nuestra mente… A esta nómina se suma el temor a la experiencia de la muerte, el descubrimiento de oscuras amenazas que desestabilizan la concepción normalizada de lo real y la disolución de cualquier frontera.
«El miedo. El miedo era algo muy especial. Resultaba estimulante y atraía más que cualquier cosa en el mundo» (Martínez Castillo, 2019: 30).
En el marco de ese amplio panorama que puede abarcar el miedo, el lector del libro, en función del cuento elegido, podrá sentir asombro, aprensión, angustia, pánico, terror o espanto. No obstante, Martínez Castillo sabe muy bien que es necesario aplicar nuevos recursos y técnicas para transmitir y actualizar los miedos esenciales del ser humano, que se perpetúan a lo largo del tiempo.
Los rasgos más destacados del volumen se pueden sintetizar en los siguientes puntos:
Protagonismo o marcada relevancia argumental de personajes o narradores femeninos, como ocurre, por ejemplo, en «Reliquias», «Elvira», «Tocados por la divina mano de Dios», «El nido» o «Más Allá S. L.».
Resortes procedentes de variadas estéticas no realistas. Reliquias aúna varias corrientes de lo insólito, entendiendo este término como un membrete genérico que recoge un conjunto de tendencias alejadas de la codificación realista y caracterizadas por proponer una visión subversiva de la sociedad contemporánea. Podemos percibir especialmente la estética de lo prospectivo y del terror fantástico, que pueden encontrarse combinadas en muchos casos, pues a la autora le interesa este tipo de fusión.
Las ficciones de Martínez Castillo presentan una mirada pesimista hacia el futuro. Predomina la distopía —«Reliquias»— y la narrativa de carácter postapocalíptico —«Tocados por la divina mano de Dios»—, si bien «Hacia el atardecer» también participa de herramientas prospectivas de otro calado. Estas categorías de lo prospectivo son, a juicio de Fernando Ángel Moreno, las que generan en el lector un efecto de «prospección, de replanteamiento de cuestiones socio-culturales» (2010: 121), revelando las incoherencias de nuestro tiempo y haciendo que se reflexione sobre posibles alternativas de mejora.
De todos los resortes de los que se nutre el género fantástico, lo monstruoso se va a convertir en una matriz temática de gran presencia en Reliquias a través de la figura del fantasma —«Paciencia», «Elvira» o «Más Allá S.L.»— y del muerto viviente —«El amor de una madre» y «Tocados por la divina mano de Dios»—. Ya Freud sostenía lo siguiente: «A muchos seres humanos les parece ominoso en grado supremo lo que se relaciona de manera íntima con la muerte, con cadáveres y con el retorno de los muertos, con espíritus y aparecidos» (1979: 241). El tratamiento del fantasma, con su vagar eterno, se presenta en los textos de Ana Martínez Castillo con una gran influencia de la ficción gótica. El zombi, en cambio, permitirá comprender el concepto de «fantástico posmoderno».
El absurdo kafkiano para recalcar la alienación del individuo y esbozar una perspectiva distorsionada de la realidad. Muchas de las situaciones terribles que se narran acaban desembocando en escenas ridículas. El absurdo, en cualquier caso, permite reflejar unas preocupaciones reconocibles como posibles o inherentes a nuestro presente: la identidad, la soledad, la adversidad, la culpa, las cargas familiares, el padecimiento de enfermedades… Piezas paradigmáticas que participan del absurdo serían «Extraño episodio en la vida de un opositor» y «Los chinos», dado que en ambos se aprecia la ausencia de causalidad y el comportamiento de tintes irracionales de sus personajes protagonistas.
Referencias a otras obras y personajes de la literatura. La mayor parte de las tramas se enriquecen con alusiones o guiños a otras ficciones del ámbito no mimético.
Pequeña serenata nocturna, de Dorothea Tanning (1943)
Lectura
Para aproximarnos al conjunto de resplandores antiguos que conforma Reliquias proponemos las siguientes preguntas:
¿A qué crees que se debe la estructura tripartita del libro? ¿Es posible percibir nexos de unión entre los relatos agrupados en una misma sección?
Si tuvieses que elegir uno de los cuentos que componen el libro, ¿con cuál te quedarías? ¿A qué se debe esa elección: a la temática abordada, al punto de vista del narrador, al impacto emocional que genera, al ritmo…?
¿Qué opinión te merece el misterioso personaje de La Marquesa que protagoniza el primer relato del libro? ¿Y esa sociedad distópica en la que se encuentra inmersa?
Aquello que nos produce miedo es algo que, sin saber por qué, también nos atrae y fascina. En el libro confluyen desde miedos heredados de nuestra vida pasada a miedos mucho más cotidianos, abarcando un amplio espectro de matices. ¿Qué tipo de miedo te parece el más logrado? ¿Crees que se produce una actualización de enfoques de nuestras ansiedades?
A lo largo de Reliquias aparecen escenas que destacan por su crudeza y por proponer una marcada contemplación de lo abyecto. Por ejemplo, Mónica se arranca enteras sus propias uñas para luego comérselas en el Hades retratado en «Más allá S.L.» y la anciana de «El amor de una madre» es capaz de comerse de un bocado el conejo que lleva a casa su hijo, quedándose el pelo del animal pegado en sus labios. ¿Qué imagen te parece más perturbadora por acrecentar lo escatológico y, con ello, el sentimiento de repulsión?
¿Cuál es la perspectiva narrativa que más te ha sorprendido para relatar los acontecimientos que atenazan a los protagonistas? ¿Qué efecto puede ocasionar ese tipo de focalización en el receptor del texto?
¿Has detectado alguna influencia del imaginario no mimético en la cosmovisión de los cuentos de Ana Martínez Castillo?
Tal y como mencionamos en su aproximación biobibliográfica, Ana Martínez Castillo presenta una gran versatilidad a la hora de escribir, compaginando su vocación poética con la narrativa ¿Crees que se percibe ese hálito poético, quizás musical, en alguno de los relatos que conforman el libro?
La imagen de portada reproduce una foto post-mortem típica del siglo xix y principios del xx ¿Hay algo en ella que te llame la atención o te resulte conocido?