Serge Gainsbourg IV (1977 – 1991). Últimos Éxitos, Decadencia y Autodestrucción

«La fama me destruyó. Destruyó mi alma, mi conciencia y mi subconsciente. Éste es un oficio extremadamente cruel porque hay que liberar el alma. Si no lo haces, eres un hipócrita y no llegarás lejos. Y la sinceridad tiene un precio muy, muy alto»

El relato de los últimos años de Serge Gainsbourg, es el de una decadencia progresiva, tanto en lo artístico como en lo personal. Fueron años de experimentación, de buscar nuevos caminos, algunos más afortunados que otros. Pero también fueron años de sumergirse en una vorágine de excesos, de soledad y frustraciones, de buscar la provocación como única forma de mantenerse en el candelero y no caer en el olvido.

En 1977 se estrena la película «Madame Claude» de Just Jaeckin, para quién Serge había desestimado hacer la banda sonora de su primer Emmanuelle, algo que lamentaría, pues sería un bombazo mundial, haciéndola finalmente Francis Lai. Pero esta vez compone la banda sonora de la película. Como adelanto se publica el single “Yesterday Yes a Day”, cantado en inglés por Jane Birkin y escrito a medias con Jean Pierre Sabar. Es una de sus joyas ocultas. Una delicada pieza sustentada sobre un sonido cristalino, apenas esbozadas unas lineas de sintetizador y unos majestuosos y evocadores arreglos de cuerda.

Jane Birkin (Yesterday Yes a Day) 1977

Arrepentido por el dinero que perdió renunciando a «Emmanuelle», acepta componer la banda sonora de «Goodbye Emmanuelle» tercera y última de la saga, al menos de las dirigidas por Jaeckin y protagonizadas por Sylvia Kristel.

En 1978 estará dedicado a componer el nuevo disco de Jane, “Ex Fan de Sixties”. A mitad de año publica un nuevo sencillo. “Sea, Sex and Sun” es su último éxito veraniego, una maravilla discotequera, La canción todo el mundo se la toma en serio menos el. En el fondo no es más que una pequeña venganza por el nulo éxito de los discos anteriores. La canción llega al número cuatro, no acaba de explotar del todo, pero en septiembre Patrice Leconte la incluye dentro de la banda sonora de su película “Les Bronzés”. Ambas, canción y film, pulverizan las taquillas.

Serge Gainsbourg (Sea, Sex and Sun) 1978

Decidido a emprender una nueva senda, escoge la del reggae. Animado por Lerichomme, bien situado en Polygram donde trabajaba desde hacía cinco años, contactan con Island records. Este sello, distribuido por Polygram, había sacado del gueto a la música jamaicana, popularizándola y consiguiendo estupendos réditos. Les sugieren músicos y proporcionan ideas

En enero de 1979, Gainsbourg y Lerichomme preparan los ensayos de grabación del álbum “Aux Armes et Caetera” en los estudios Dynamic sounds de Kingston.

Poco después conocen al bajista Robbie Shakespeare, quién cree que Serge es el productor, al ser más viejo que Philippe. Cuando llega el verdadero productor, los músicos pasan del disco y aplican el principio de toma el dinero y corre. Están completamente sobrepasados por sus hábitos de trabajo. Finalmente Serge se sienta al piano y toca algunas armonías que parecen gustarles. De repente, para animar la sesión, les pregunta si conocen algo de música francesa. Pitorreo general. De repente, uno de los músicos exclama: “Je t’aime”, los demás asienten. También la conocen. La tararean. Serge contesta riendo; “¡es mia!”. Todo cambia, han caído bajo la atracción de Serge.

Sorprendentemente “Aux Armes et Caetera” es un éxito. El primer LP suyo que llega a disco de oro en Francia, mas de 100.000 copias vendidas. Pero el escándalo y la controversia es algo inherente a Gainsbourg.

El disco contiene una versión del himno nacional, de «La Marsellesa», precisamente la canción que da título al álbum. Esto desata una campaña feroz contra Serge. Michel Droit, un gaullista bastante reaccionario, publica un artículo en “Le Figaro” atacándolo; le acusa de parodiar el himno nacional, de sacar beneficio de algo casi sagrado.

Gainsbourg le contesta a la mañana siguiente en las páginas de “Le Matin dimanche”; «El cerumén y las cataratas del neo-gaullismo, están personificadas en este extremista llamado Droit. El puede juzgar y yo consentir que juzge mi Marsellesa, heroica tanto por sus pulsaciones rítmicas como por la dinámica de sus armonías, tan revolucionaria como la original en su llamada a las armas. Estoy pues desolado de saber que, por ese don de la ubicuidad que él ha desgraciadamente perdido, pero que yo aun poseo, la grabación en vinilo, la emisión en la radio y el éxito televisivo se podrá propagar. Que esta visión personal del himno nacional, que es también el mío, aun pueda ser difundida en Europa, Africa, en Japón, en América, incluso en la Jamaica donde fue creada.

Serge Gainsbourg (Aux Armes et Caetera) 1979

Tras un segundo disco reggae (“Mauvaises Nouvelles des Étoiles), innecesario y repetitivo, y que seguramente Gainsbourg acometió por la ilusión de volver a Jamaica, otros proyectos fallidos, aunque no carentes de interés, se suceden. El disco con Catherine Deneuve, el compuesto a Isabelle Adjani, canciones e incluso discos para otros artristas, etc. Serge necesita reinventarse una vez más. Improvisador genial, necesita un hilo conductor, madurar sus arrebatos de genialidad antes de llevarlos a cabo. Y por encima de todo, no perder nunca el protagonismo y la notoriedad pública que siempre buscó.

Su siguiente álbum, “Love on the Beat”, se publica a principios de octubre de 1984, acompañado de una enorme campaña promocional. Gainsbourg está en todas partes. Había viajado en 1984 con Philippe Lerichomme a Nueva York tras su aventura reggae. Allí contactan con Jean Pierre Weiller, un francés emigrado que conoce las últimas tendencias de la gran manzana. Este le hace escuchar algunos discos, entre los que está “Trash it Up” de Southside Johnny & the Ashbury Dukes. Este último entusiasma a Serge y contactan con los productores, Nile Rodgers y Billy Rush. El primero, miembro de Chic, acaba de producir el bombazo de David Bowie, “Let’s Dance”, y se halla enfrascado en la grabación de  “Like a Virgin” de Madonna, por lo que desiste. El segundo acepta el reto.

Billy Rush recuerda: «Cuando Jean Pierre Weiller me habló de Serge yo no conocía absolutamente nada de él, ni tan siquiera el “Je t’aime”. Concertamos una cita en New Jersey, en mi garaje convertido en estudio. Vi llegar a un tipo muy tímido, que no hablaba más que una pocas palabras en inglés. Me puso una de sus casettes, en las cuales se hallaban las bases melódicas de sus canciones. La atmósfera era un tanto extraña, nunca habría imaginado que era una estrella en Francia. Delante de él me puse a trabajar, elegí un ritmo, pegué una base, programé algunos teclados y guitarras. No me hablaba, le veía inseguro, ahora creo que me estaba examinando. Al final del día había podido terminar dos o tres maquetas. Se la pusieron bajo el brazo y se marcharon. Yo pensé que había sido divertido, aunque también que no los volvería a ver. Pero a la mañana siguiente volvieron y me dijo: Genial!, continuemos”.

Una vez más, Gainsbourg ha encontrado un nuevo mundo musical en mitad de una etapa personal, cuanto menos, delicada. La música disco como vehículo y la homosexualidad como leit motiv, el elemento provocador que le sirve de motor. En un momento de duda y lucidez confiesa a Lerichomme: ”¿Pero que coño estamos haciendo aquí?, mi música es Chopin, nada que ver con esto”. Philippe le calma; “Es justamente por eso por lo que estamos aquí, para intentar cosas nuevas”.

Para la portada, fotografiado por el cineasta William Klein, se maquilla y pinta como un maduro y ajado travesti. Los labios rojo carmesí, uñas y pestañas postizas y un fino cigarrillo humeante. Deja de beber durante quince días para ocultar las ojeras y se hace pegar las orejas con el fin de disimularlas.

El disco, más que un tratado acerca del ideal homosexual, es un canto a la decrepitud, al paso del tiempo. Nuevos caminos para los viejos deseos. Desde luego lo que se espera de él. Se imagina atrapado en un limbo etéreo entre el bien y el mal, entre la pasión promiscua y la pureza platónica homosexual.

Para cerrar, otro más de esos episodios malévolos de los que tanto gustaba; “Lemon Incest”, La necesidad vital, una vez más, de la provocación. En realidad una declaración del amor incondicional paterno-filial, bajo la melodía del estudio nº 3 en mi mayor de su amado Chopin, con su pequeña Charlotte. Las palabras aceradas como balas, los juegos semánticos para escándalo de los biempensantes y los hipócritas. La pureza, el candor incluso, de los sentimientos. La honestidad de un tipo tan peculiar que de tan honesto, escandalizaba.

Serge Gainsbourg & Charlotte Gainsbourg (Lemon Incest )

Serge Gainsbourg publicó su decimoséptimo y último álbum de estudio el año 1987. Tras el escandaloso éxito de su anterior disco,“Love on the Beat”, decidió regresar a Nueva York, inspirarse en el funk y lanzarse en los brazos del rap, un movimiento musical que comenzaba su andadura por entonces. Serge tenía 58 años. Los escándalos se acumulaban. Sus textos cada vez eran más provocativos y él seguía obsesionado en bucear en los sonidos de los años ochenta.

“You’re Under Arrest” es un álbum que evoca las pasiones de un hombre maduro por las jovencitas, él las «llamapisseusses», especialmente por una de nombre Samantha. Recuerda en ese sentido a los álbumes protagonizados por otras mujeres (Melody y Marilou). Como en sus últimos discos, las letras tienen un contenido altamente sexual, con multitud de juegos de palabras marca de la casa. El sonido enlaza con el electro-funk ochentero, con una poderosísima línea de bajo. Todo el disco se presenta como un especial paseo por el Bronx, con música muy negra, funky, bastante cercana al rap, y como colofón una versión funk de “Mon Legionnaire”, el clásico de Edith Piaf. Tal vez este trabajo no sea uno de sus mejores discos, pero resulta fascinante. sobretodo por su afán de experimentación y el no quedarse descolgado ante las nuevas tendencias que imperaban entonces.

Serge Gainsbourg (You’re Under Arrest) 1987

La promoción del disco será en tono de despedida, con un Gainsbourg paseando su evidente alcoholismo por los platós de televisión. La conmemoración de sus 30 años de carrera (1958-1988) le sorprendieron en el hospital, luchando por sobrevivir a una operación que le extirpó dos terceras partes de su hígado carcomido por la cirrosis. Serán tiempos duros, él en una espiral de autodestrucción imparable en el hospital, y su compañera de entones, Bambou, en la comisaría por tráfico de drogas.

Una última ronda de conciertos en toda Francia le servirá como adiós, ya consciente de que su salud no le va a permitir aguantar mucho más. Con la misma actitud de siempre, con un cigarrillo permanente encendido entre los dedos, Gainsbourg pasó revista a todo su repertorio. Por entonces, su figura ya era transgeneracional y su influencia entre el público, inaudita. Había por fin conseguido aquello que había perseguido durante tres décadas: domar a un público que le era hostil.

La actuación más memorable de esa gira fue en el Zénith parisino, en donde le acompañó su banda de siempre, incluidos sus músicos americanos, y al que acudieron muchas de sus amistades para despedirse. El éxito fue total, las entradas se agotaron, hecho no muy frecuente para Gainsbourg, y los críticos se rindieron a la evidencia de que estaban delante del músico más importante que había dado Francia en el último medio siglo.

Y después del Zénith, el ocaso.

Se sucedieron tres años entre hospitales, alguna aparición en la tele y pequeñas colaboraciones con otras artistas. Conforme su furia se iba apagando, un Gainsbourg plácido y sereno emergía para despedirse.

El dos de Marzo de 1991 se apagaba la vida del compositor que quiso “no tener que esperar a estar muerto para ser inmortal”. La vida que el pequeño Lucien empezó a fumarse frenéticamente desde su adolescencia se acabó de consumir una fría tarde de invierno en la que olvidó tomarse la pastilla para su galopante cardiopatía, tal y como ya le había sucedido a su mentor y amigo Boris Vian 33 años antes.

“Serge Gainsbourg supo elevar la canción al rango de obra de arte; su obra es el testigo de la sensibilidad de toda una generación francesa”.
François Miterrand

Tumba de Serge Gainsbourg en el Cementerio de Montparnasse (París)

Initials BB (B.S.O. Gainsbourg, Vie Héroïque) 2010

Marvin Gaye (What’s Going On) 45º Aniversario

Visionario de la música, y hombre capaz de aglutinar en su persona toda una revolución en la música negra. Su vida estuvo plagada de contradicciones, de luces y sombras, de fuerza y debilidad, de ángeles y demonios, de vida y muerte que le otorgó y quitó su padre. La leyenda de Marvin Gaye empezó a forjarse cuando se juntó a la Motown como batería para artistas del mítico sello de Detroit. Martha & The Vandellas, The Miracles, o un jovencísimo Stevie Wonder fueron algunos de esos grandes artistas que contaron con Marvin en la percusión. Su ambición y admiración por Sam Cooke lo impulsó a empezar su trayectoria en solitario que lo convirtió en el «Príncipe del Soul». Tras unos titubeantes comienzos, fue a finales de los años sesenta cuando logró el estrellato, siendo unos de los músicos que más dinero generaba, gracias en buena parte a sus duetos con artistas como Tammi Terrell.

Pero esas contradicciones personales de las que hablábamos al principio, lo llevaron a comienzos de los setenta, a un callejón cuya única salida fue una fuga sin mirar atrás, rompiendo con su imagen de soulman romántico, y asumiendo el control absoluto de su música a pesar del enérgico rechazo de Berry Gordy, dueño de la Motown. El resultado fue la realización de uno de los mejores álbumes de la historia de la música popular moderna, “What’s Going On”.

Una reflexión de todo lo que acontecía en una época convulsa; la guerra de Vietnam, la degradación medio-ambiental, la miseria de los ghettos, el deterioro social y la esclavitud de las drogas. Se convirtió en uno de los mayores éxitos de la Motown, y pionero en mantener una línea argumental de crítica social y de continuidad en las canciones. Fue su cima musical, y paradójicamente, el comienzo de su decadencia artística y emocional, cayendo en  diversas adicciones,  y finalmente, sumido en la precariedad económica.

Este álbum ocupó el sexto lugar en la lista de la revista Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos publicada en 2005, y en 1999 una encuesta de críticos publicada por el diario británico The Guardian lo nombró como «El álbum más grande del siglo XX».

El terciopelo de sus melodías no esconde la visión áspera y desencantada que muestran sus letras. En definitiva, un disco imprescindible para todos aquellos que presumen de tener una buena discoteca, por muy corta y selecta que sea. Y para los que no presumen y sólo tienen unos cuantos discos, éste lo disfrutarán todos los días de su vida.

ENLACE AL ÁLBUM COMPLETO

India en Concierto (30/Mayo, 1,2/Junio/2016)

LOCALIDADES INDEPENDIENTES: 6 €

50% de descuento  en localidades independientes: Comunidad  Universitaria,  desempleados y familia numerosa, con acreditación correspondiente en el acceso al recinto

PUNTOS DE VENTA:

Taquillas del Auditorio, (De lunes a viernes, de 16:00 a 20:30h)

ABONO (3 días): 15 € en TAQUILLA

 

LUNES  30 de MAYO de 2016 (AUDITORIO CIUDAD DE LEON) 21 H.

MADHAVI MUDGAL  (Quinteto de danza Odissi + cuarteto de percusión, canto, flauta y sitar)

Madhavi Mudgal, primera alumna del legendario gurú Kelucharan Mohapatra, es una de las principales bailarinas clásicas de la India. Personifica la elegancia y sofisticación gracias a la mezcla de las preferencias actuales con la filosofía tradicional de la India oriental para crear el arte de la danza lírica ‘Odissi’ (una de las 8 danzas clásicas de la India y estilo originario del estado de Orissa). El carácter único de sus representaciones se debe a la delicadeza de su abhinaya (el aspecto expresivo de la danza), su conocimiento musical y su sentido de la estética. Madhavi Mudgal, reconocida internacionalmente no sólo por su trabajo como bailarina sino también por sus coreografías, cuenta con numerosos galardones como el Premio Sanskriti, el Padma Shri, el premio de la Natak Sangeet Akademi, Grande Medaille de la Ville de París y el Chevalier de l’ordre des arts et des lettres del Gobierno de Francia. En su gira española estará acompañada por cuatro bailarinas y música en directo.

MIÉRCOLES 1 de JUNIO de 2016 (AUDITORIO CIUDAD DE LEON) 21 H.

VIKKU VINAYAKRAM (Septeto de percusión)

Ganador de un premio Grammy en 1991 por el mejor álbum de World Music por su participación en el LP de Mickey Hart “Planet Drum”, Vikku Vinayakram es uno de los grandes percusionistas del mundo. Ha sido el impulsor del instrumento de percusión ghatam, que consiste en una vasija de barro utilizada tradicionalmente en la música carnática del sur de la India. Entre sus múltiples premios, el Gobierno de la India le ha otorgado el Padma Shri y el Padma Bhushan, uno de los máximos galardones civiles, y ha obtenido asimismo el premio de la Sangeet Natak Akademi (Academia Nacional de Música, Danza y Teatro de la India). Dentro de la escena de la música carnática, Vinayakram es famoso por su innovadora forma de tocar y por su amplio conocimiento y dominio del ritmo. El encuentro de Vinayakram con el mundo de la música internacional llegó a principios de la década de los 70 cuando decidió unirse al grupo Shakti y tocar el gatham junto con John McLaughlin y Zakir Hussain. En su gira española a Vikku lo acompañan 6 músicos, entre los que destaca tocando la kanjira su hijo V. Selvaganesh, también componente del grupo Shakti.

JUEVES 2 DE JUNIO DE 2016 (AUDITORIO CIUDAD DE LEON) 21 H.

AMAAN Y AYAAN ALI KHAN (Quinteto de sarod, tabla y tampura)

Amaan y Ayaan Ali Khan son hijos del gran músico Amjad Ali Khan, quien les adentró en el mundo del sarod, instrumento de cuerda utilizado en la música clásica indostánica del norte de la India. Aún estando arraigados en la música tradicional india, Ayaan ha experimentado con géneros como la música electrónica, mientras que Amaan se ha forjado un estilo propio marcado por sus precisas armonías. Además de colaborar con infinidad de artistas y componer bandas sonoras, ambos han actuado a lo largo de los años en escenarios destacados como el Royal Festival Hall de Londres, el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, el Esplanade de Singapur y el Oslo City Hall (Ceremonia de los Premios Nobel de la Paz). En su gira española estarán acompañados por los músicos de tabla Tanmoy Bose y Satyajit Talwalkar y Pinto Osborn a la tanpura.

Enlace a la Noticia (Diario Digital de León)

Tarna (27/Mayo/2016) Folk Actual

Viernes, 27 mayo, 2016 – 21:00 H.

TEATRO EL ALBÉITAR ULE

VENTA ANTICIPADA: 6 €

Music Center ( en la Plaza Mayor ) y en la Cervecería Céltica ( C/ Cervantes )

VENTA EN TAQUILLA: 8 €

Abierta: a partir de una hora antes del concierto

50% DE DESCUENTO EN TAQUILLA:  Miembros de la Comunidad Universitaria, previa presentación del Carnet Universitario y DNI

Rodrigo Martínez: Whistles, gaita, bouzouki y voz.
Diego Gutiérrez: Guitarra, voz y armónica.

Nace en el año 2007 con el objetivo de elaborar un repertorio basado en la música de la tradición leonesa mas desconocida para el gran público, revitalizando dicho repertorio y dotándolo de un carácter mas contemporáneo. Fruto de esta iniciativa aparece su primer trabajo “Si esperaran las liebres…” (2010), un disco grabado en directo con el que alcanzan excelentes críticas en la escena folk nacional, y que refleja a la perfección su firme compromiso con la tradición.

En su segundo trabajo, “El hombre que tenía una vaca” (2014), la naturaleza tímbrica del grupo sufre un profundo cambio y se percibe con claridad una gran madurez en el minucioso trabajo de arreglos y composición. Brittany Hass, Luke Plumb , Xoxé Antón Ambás o Ana Alcaide son algunos de los músicos de los que vienen acompañados en esta grabación, así como el genial poeta Juan Carlos Mestre.

ENTREVISTA CON EL GRUPO (2014)

Jota de Pola de Gordón «Directo en la Hemeroteca» parte 1 (2013)

Oleián «Directo en la Hemeroteca» parte 2 (2013)

Buiza «Directo en la Hemeroteca» parte 3 (2013)

The Beach Boys (Pet Sounds) 50º Aniversario

El dieciséis de mayo de 1966 se editó uno de los discos fundamentales en la historia de la música popular moderna. Es más, para muchos críticos y aficionados es sencillamente el mejor álbum de la historia.

Con esta entrada no pretendo descubrir nada nuevo sobre un trabajo tan mítico como este, sería muy pretencioso por mi parte. Mi objetivo es dar a conocer este disco, absolutamente imprescindible, a quién no lo conozca previamente.

¿Pero que tiene este álbum para tener la consideración que tiene?, sencillamente marcó un antes y un después en la historia de la música popular. El líder del grupo, el genial Brian Wilson, impresionado por el trabajo de The Beatles con su disco «Rubber Soul», editado a finales de 1965, decidió seguir por ese camino marcado por los Fab Four, y no solo seguirlos, sino superarles.

Todo parecía tranquilo en la casa de Brian Wilson. El grupo estaba de gira en Japón y, por primera vez en tres años, Brian tenía tiempo para sí mismo. El 6 de diciembre de 1965, un amigo llegó a casa con un disco bajo el brazo. Brian estaba disfrutando de una relajada velada con algunos amigos más. «Tienes que escuchar esto, Brian… es genial», dijo. «Está bien, ponlo»,contestó relajado el líder de los Beach Boys. Se acomodó en un sofá y hecho un vistazo a la portada… Allí estaban… Desafiantes… Aquellos ingleses parecían siempre tan seguros de sí mismos…»Rubber Soul».

«Desde que escuché los primeros acordes, me enamoré de este disco», recuerda Brian en una entrevista reciente, ” la primera vez que escuché «Michelle» me quede flipado…¡qué maravilla!, y «Girl», ¡qué canción tan increíble!, me volvió loco la forma de cantar de Lennon, sonaba fantástico (…). Mi favorita es «Norwegian Wood» y su misteriosa letra, tampoco puedo olvidar el sonido del sitar, nadie lo había usado antes…, esta exótica instrumentación me inspiró mucho. ¡Cuántas canciones fantásticas!. Es increíble, nadie había hecho un disco en que todas las canciones fueran tan buenas, y esas letras tan increíbles… Es el mejor disco de todos los tiempos, no creo que “Pet Sounds” fuera mejor, es mi disco preferido”. Algunos modestamente no compartimos esa opinión.

”Voy a grabar el mejor disco de todos los tiempos” repetía Brian de forma obsesiva  a su mujer. Tenía que hacerlo. Ese «Rubber Soul» era fantástico pero se veía con fuerzas para hacerlo. Un disco lleno de canciones buenas, sin relleno. Podía hacerlo. Lennon y, en especial, McCartney (por el que tenía predilección) eran buenos compositores de melodías. Los Beatles dejaban de ser estrellas del rock para convertirse en artesanos. Pero él podía igualarlos o, porque no, superarlos. Estaba convencido, aceptaba el reto.

No obstante, sabía que podía con la música. Ni la composición ni la producción le asustaban. El problema lo tenía con las letras. No se sentía capaz de igualar los textos de Los Beatles (muy influenciados en esa época por Dylan). Necesitaba a un letrista capaz de traducir en versos la música que tenía en la cabeza y recordó a un publicista y poeta que un amigo común le había presentado meses atrás. Se habían caído bien y a Brian le gustaban sus textos poéticos. Era Tony Asher.

Brian Wilson With Tony Asher Pet Sounds

Cuando Asher recibió la llamada, que en principio confundió con una broma, aceptó de inmediato y se trasladó a la vivienda de Brian. En enero de 1966, empezó a trabajar en las canciones que acabarían siendo «Pet Sounds». Trabajaron de forma muy espontánea, Brian tenía la melodía y alguna idea general sobre lo que quería expresar (en pocas ocasiones siquiera tenía una frase), Asher iba cogiendo notas mientras Brian tocaba el piano y cantaba. Al día siguiente, aparecía con un borrador de letra que, entre ambos, terminaban de pulir. Otras veces se sentaba y empezaba a buscar sus “feels”, fragmentos musicales que transmitían emociones y que iban formando, poco a poco, canciones.

”Todo era un poco caótico”, recuerda Asher, ”el comportamiento de Brian era extraño, era capaz de interrumpir una sesión de trabajo para ver un episodio de una serie de televisión». Las rarezas de Brian se multiplicaban por aquel entonces. Normalmente era muy divertido y sus locuras resultaban muy cómicas pero, en ocasiones, empezaba a ser preocupante. Era habitual que se emocionara tanto con su música que acabara acurrucado en una esquina de la habitación llorando a lágrima viva. Como bien le definiría el propio Asher ”Brian es un músico genial, pero sólo es un aprendiz de ser humano”.

En la grabación del álbum es obligado destacar la fantástica labor de “La Cuadrilla de Demoliciones”, o como se les conocía en la Costa Oeste, la «Wrecking Crew». Suele olvidarse que todo un equipo de músicos de sesión de primer nivel ejecutó magistralmente las ideas locas y casi imposibles de Brian, encontrando el ansiado “tono” que el buscaba. A principios de los sesenta, la escena musical de California estaba repleta de instrumentistas sobresalientes que trabajaban en los estudios de cine, televisión y discográficos de Hollywood. Muchos tenían formación clásica mientras que otros podían estar especializados en acompañar a cantantes de country, pop, rock o jazz. De esta reserva era de donde Phil Spector escogía a los miembros de su banda para cada sesión. Brian haría lo mismo.

«Pet Sounds» es la cima de una mente creativa en ebullición que, más allá de guitarras y teclados, quería usar violines, vientos, percusión de todo tipo, un «theremin» y hasta ladridos de perros y timbres de bicicletas.

El resultado fue una joya de pop sofisticado, una maravilla melódica que combinaba una orquestación multicolor, con la psicodelia llamando a la puerta, y por supuesto. con las siempre pluscuamperfectas armonías vocales de The Beach Boys.

Frente a las radiantes canciones características del grupo desde sus comienzos, «Pet Sounds» era un disco melancólico, adulto, agridulce. También las letras crecieron. La espléndida «Wouldn’t It Be Nice», que daba comienzo al disco, dibujaba a una pareja suspirando por casarse y vivir juntos; «I’m Waiting For The Day», cuya música podía ser la más alegre del mundo, contaba la desoladora historia de una chica que acaba de romper con su pareja y de otro chico dispuesto a esperarla hasta «el día que pudiera volver a amar».

La calidad de «Pet Sounds» no bajaba ni un segundo y cada tema superaba al anterior. Todas eran auténticas cumbres del pop, pero fue la romántica y lírica «God Only Knows», una obra maestra para la posteridad, la que resumió todos los logros de un disco insuperable.

Los críticos aplaudieron a «Pet Sounds», pero el disco no se vendió bien en Estados Unidos. Tuvo más éxito en Reino Unido y The Beatles reconocieron sin excusas su influencia en «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» de 1967. Paul McCartney, cuya canción favorita es «God Only Knows», declaró que nadie está formado musicalmente si no conoce «Pet Sounds»

Brian Wilson y Paul McCartney

Wilson sabía cuál era el camino a seguir y poco después compuso «Good Vibrations», un single impresionante y que iba a preceder al disco definitivo de The Beach Boys, «Smile».

Entonces Wilson se sumió en el abismo. Problemas mentales y depresiones, adicciones a las drogas y una grabación interminable provocaron la cancelación de «Smile», que se convirtió en un disco maldito, y el comienzo del declive de The Beach Boys, justo cuando la música entraba en una etapa de total experimentación.

Cincuenta años después, Brian Wilson se encuentra de gira por todo el mundo tocando «Pet Sounds» de principio a fin «por última vez», la mejor despedida para la más preciada obra de un genio único e inigualable.

The Beach Boys (God Only Knows) 1966

Enlace al Álbum Completo

Brian Wilson (Pet Sounds Live in London) 2002

 

VIII Festival de Bandas «Universidad de León» (22-Mayo-2016)

Domingo, 22 mayo, 2016 – 12:00 H.

Auditorio Ciudad de León

Entrada libre, control de aforo a la entrada

 

BANDA DE MÚSICA DE CISTIERNA

BANDA DE MÚSICA JUVENTUDES MUSICALES UNIVERSIDAD DE LEÓN

Octava edición del Festival de Bandas de Música «Universidad de León» que en esta ocasión reúne la mañana del domingo 22 de mayo a la Banda de Música de Cistierna (León) y a nuestra Banda de Música Juventudes Musicales-Universidad de León.

El concierto tendrá lugar a las 12 h, y la entrada es gratuita, haciéndose control de aforo a la entrada del Auditorio.

BANDA DE MÚSICA DE CISTIERNA
Don Pajarita …….. Ferrer Ferrán (Pasodoble)
Concierto D´Amore …. Jacob de Haan (Concert Band)
THe Witch and the Saint ….. Steven Reineke (Poema Sinfónico)
The Blues Brother Revue ….. Arr: Jay Bocook

DIrector: Enrique Fernández Conde

BANDA DE MÚSICA JUVENTUDES MUSICALES UNIVERSIDAD DE LEÓN

Smile Boulebard ……. David RIvas (Concert Band)
Pórtico …………………….. Antón Alcalde (Poema Sinfónico)
Goddess of Fire ……….. Steven Reineke (Obra Programática)

Director: Luis Martínez García de Longoria

 

Cristina Montes (20/Mayo/2016)

Viernes, 20 mayo, 2016 – 20:15 H.

Teatro el Albéitar ULE

Invitaciones: a partir de media hora antes del concierto en taquilla

Patrocina: A.I.E.

Cristina Montes Mateo (Arpa)

Ganadora del 1er Premio por unanimidad del “Torneo Internazionale di Musica” en Roma, y del 1erPremio en el 32º Concorso Internazionale di Arpa “Premio Valentino Bucchi”, Cristina Montes se consagra como una de las arpistas internacionales más importantes de su generación.

Nace en Sevilla (Dic-1984), donde comienza sus estudios. Se perfecciona en Londres, y en la Akademie de la Staatskapellede Berlín, bajo la dirección del Maestro D.Barenboim.

Ganadora también de los concursos “Juventudes Musicales”, V Concurso Internacional“Arpista Ludovico”, XIX International Nippon HarpContest, y el prestigioso   Concours International “Lily Laskine”en París.

Ha ofrecido recitales con gran éxito por toda Europa, EEUU, Japón y Sudamérica, destacando en el festival Les Flâneries Musicales de Reims, o el International Harp Festival en Rio de Janeiro. Interpreta también conciertos para Arpa y orquesta junto al Ensemble Orchestral de Paris, Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, Orquesta Filarmónica de Málaga, Orquestra de la Comunitat Valenciana del Palau de Les Arts, Orquesta de Santiago de Chile, o la Orchester des Theaterfür Niedersachsen Hannover.

Ha sido Arpista Solista de la Orquesta de Valencia. Actualmente, es Arpa Solista de la Orquestra de la Comunitat Valenciana del Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia, dirigida por L. Maazel, Z. Mehta, G. Prêtre, V. Gergiev y R. Chailly. Además, actúa frecuentemente también como solista de la Münchner Philharmoniker, la Orquesta Nacional de España, y la Royal Liverpool Philharmonic Orchestra, junto a P. Boulez, Sir Colin Davis y B. Haitink.

Desde 2013, es también Profesora Catedrática de Arpa en el Conservatorio Superior de Música «Joaquín Rodrigo» de Valencia. Asimismo, imparte con regularidad Masterclases en multitud de Orquestas Jóvenes, en Birmingham Conservatoire, y en Berklee College of Music.

Uno de sus últimos trabajos es el CD en solitario “Obras para arpa”, con 11 estrenos de compositoras españolas.

PROGRAMA

I

-Danse des Sylphes- F. Godefroid

-Viejo zortzico – J. Guridi

-Fantasía sobre un tema de «El Barbero de Sevilla»- N. C. Bochsa

-Gran fantasía brillante en imitación de una mandolina- E. Parish-Alvars

II

-Fantasía op. 95- C. Saint-Saëns

-Rhapsodie- M. Grandjany

-Apunte bético- G. Gombau

-Danza española n°1 de » La vida breve»- M. Falla

Apunte Bético (Teatro Cervantes, Málaga) 2015

Danza Española de «La Vida Breve» (Manuel de Falla) 2015

José Tomás (19/Mayo/2016)

Jueves, 19 mayo, 2016 – 21:00 H.

Teatro el Albéitar ULE

Invitaciones: a partir de media hora antes del concierto en taquilla

Patrocina: A.I.E.

JOSÉ TOMÁS: guitarra

CRISTINA TOVAR: cante

JAVIER RABADÁN: percusión

JOSÉ TOMÁS

Membrilla (Ciudad Real) en 1988. Ha trabajado como guitarrista de acompañamiento al cante y al baile desde el año 2008 en peñas y festivales flamencos por las provincias y ciudades de España de artistas como David Pino, Julián Estrada, Manuel Cuevas, Rafael de Utrera, Rocío Márquez, Eva de Dios, Gema Jiménez, Daniel Navarro y Jesús Carmona, entre otros.

Es licenciado en Guitarra Flamenca por el Conservatorio Superior de Música “Rafael Orozco” de Córdoba y profesor de Guitarra Flamenca en la Escuela Municipal de Música de Montoro (Córdoba), desde el curso 2010/2011, hasta la actualidad.

Ganador del 1º Premio de Guitarra Solista en el X Certamen de Jóvenes Flamencos de Córdoba, 2012.  Semifinalista en el Concurso internacional de flamenco del Cante de las Minas, la Unión (Murcia) 2013, y 1º Premio Trofeo “Bordón Minero” en el Festival Internacional del Cante de las Minas en la Unión (Murcia) en 2014.

Ofreció un concierto en el Festival de La Música de Karlskrona (Suecia) 2013 y 2014. Además, ha participado en la Gira “Las Minas Flamenco Tour” como guitarrista solista y de acompañamiento junto a Antonio Mejías, Yolanda Osuna, Eduardo Guerrero, Jesús Carmona y Amador Rojas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Teatro Romea de Murcia y en el Tokyo Metropolitan Theatre.

Actuó en el I Congreso Internacional de Guitarra Flamenca en el Espectáculo “Tres Guitarras a Paco” junto a Niño Seve y Diego del Morao en Córdoba en 2014.

También ha acompañado al bailaor Daniel Navarro en el Gran Teatro de Córdoba en el Cordobán Flamenco, y en el espectáculo “Entre Verde y Olivares” del bailaor Daniel Navarro. Participa en la Noche Blanca del Flamenco 2015 en Córdoba en el espectáculo “Asómate” de Daniel Navarro  y en el espectáculo “El Viaje del Mirlo” de la Casa Árabe.

Forma parte de la compañía de “Las Minas Puerto Flamenco” en una gira donde recorre más de 30 ciudades españolas.

José Tomás en La Posada del Potro (2014)

José Tomás en el Teatro Góngora (Córdoba) 2014

Lucía Leiva y José Tomás (Peña Flamenca Fosforito de Puertollano) 2011

All Yesterday’s Parties. Andy Warhol, Música y Vinilos (1949-1987) / Exposición en el MUSAC de León

Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC)

SALA 3

7 de mayo, 2016 – 4 de septiembre, 2016

 

Comisariado: F. Javier Panera

Coordinación: Carlos Ordás

All Yesterday’s Parties. Andy Warhol, Música y vinilos (1949-1987) traza una genealogía de las relaciones entre el arte y la música popular de la segunda mitad del siglo XX a través de más de doscientas piezas, incluyendo portadas de discos, libros, revistas, carteles, fotografías, serigrafías, dibujos, películas, videoinstalaciones, screen tests, videoclips musicales y diversos objetos y documentos relacionados con el universo artístico de Warhol a lo largo de casi cuatro décadas.

El punto de partida para esta exposición es un aspecto de la producción artística de Andy Warhol (Pittsburgh, EE.UU., 1928 – Nueva York, EE.UU., 1987) que hasta no hace mucho tiempo se consideraba marginal: su aportación a la historia del diseño gráfico musical a través de las portadas de discos. Andy Warhol realizó entre 1949 y 1987 más de 60 portadas para discos de 33 y 45 RPM de todos los géneros musicales. El diseño gráfico musical fue una actividad que le acompañó a lo largo de toda su carrera, desde su juventud —su primer diseño data de 1949, cuando tenía tan solo veintiún años y aún no era reconocido como artista—, hasta la plena madurez. En sus últimos meses de vida, entre 1986 y 1987, realizó portadas de discos para artistas de la talla de John Lennon, Aretha Franklin o Debbie Harry. Analizando estos diseños se revela que en muchas de estas portadas se anticipan soluciones formales e iconográficas que Warhol incorporaría posteriormente a su producción pictórica y cinematográfica, lo que les dota de especial valor para los investigadores y plantea lecturas transversales de su trabajo.

A través de estas portadas se podría escribir una historia de los gustos musicales en Estados Unidos desde la posguerra hasta el último tercio de la década de los ochenta, abarcando la música clásica, la ópera y el ballet, y pasando por el jazz, el minimalismo, la música experimental, el rock, el pop, el soul, la música disco, el punk o la new wave.

All Yesterday’s Parties. Andy Warhol, Música y Vinilos (1949-1987) intenta demostrar que la música —y particularmente la música pop— fue uno de los sustratos emocionales, iconográficos y conceptuales sobre los que se construyó la producción artística del padre del pop art. Un componente, a veces invisible, pero esencial para entender su proceso creativo y algunos de los más significativos ejes temáticos de su trabajo.

De la apropiación y la seriación —nacidas bajo la influencia de músicos como John Cage y LaMonte Young a principios de los años sesenta— a la puesta al día del concepto wagneriano de “obra de arte total” —materializado en espectáculos multimedia pioneros como Exploding Plastic Inevitable, con The Velvet Underground—; del culto a las celebridades —plasmado en sus retratos de estrellas del pop y el rock como Mick Jagger, Diana Ross o Debbie Harry— a su activa participación en medios de comunicación vinculados de modo directo o colateral a la industria musical, a través de proyectos editoriales como la revista Interview, la dirección y producción de videoclips para bandas de los ochenta —como The Cars o Curiosity Killed The Cat— o innovadores programas de televisión, como Fifteen Minutes para la cadena de televisión por cable MTV.

Al igual que otros artistas coetáneos, como Ray Johnson, Richard Hamilton o Peter Blake, Andy Warhol forma parte de la primera generación de artistas que se educaron desde su juventud escuchando música pop y rock. Wahrol es también uno de los primeros en incorporar a las estrellas del rock a la iconografía de sus cuadros. Así, el retrato de Elvis Presley ya aparece en sus primeras serigrafías de 1962. Pero Warhol demostró a lo largo de su carrera una vasta cultura musical que abarca tanto la ópera wagneriana o el musical hollywoodiense, como la música de vanguardia o la música pop. De Elvis Presley a Maria Callas, de John Cage a The Velvet Underground y de Count Basie a Michael Jackson, pasando por iconos como Nico, Mick Jagger, John Lennon o Debbie Harry, una de sus últimas musas.

La exposición está estructurada en varios ejes temáticos ordenados cronológicamente que se entrecruzan a fin de dar una visión lo más completa posible del papel jugado por la música en el proceso creativo de Andy Warhol. En cada capítulo, las portadas de discos se exhiben junto obras sobre diferentes soportes —fotografías, dibujos, serigrafías, carteles, películas, videoinstalaciones— del propio Warhol y de artistas que colaboraron con él en diferentes periodos de su carrera como Ronald Nameth, Nat Finkelstein, Christopher Makos, Hervé Gloaguen, Richard Bernstein o Dan Munroe, y que permiten comprender el modo en que el diseño gráfico musical y la producción plástica de este artista se retroalimentaron en los momentos más significativos de su vida.

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Telex (Euro – Vision) 1980

En la semana del Festival de Eurovisión, odiado y amado por igual, traemos a este espacio una de las canciones más recordadas del mismo, no por la puntuación obtenida, quedo en el puesto decimoséptimo, sino por la singularidad del tema y su peculiar puesta en escena.

Elegido para representar a la RTBF en la vigésimo quinta edición del Festival de la Canción de Eurovisión, el grupo Telex fueron proclamados ganadores de la final nacional belga, que se celebró el 24 de febrero y presentado por el eurovisivo Jean Vallée, que había representado a Bélgica, respectivamente, en 1970 y 1978.

Telex era un grupo de electro-pop formado el año 1978 en Bruselas por Marc Moulin (teclados); Dan Lacksman (instrumentos electrónicos en general) y Michael Moers (voz y vocoder).

Telex, pionero en su país de la evolución musical de finales de los setenta, es uno de los más interesantes grupos de la nueva hornada europea. El primer single de Telex fue «Twist a St. Tropez» y se editó en 1978 como adelanto de su LP «Looking for St. Tropez» . Posteriormente editaron los singles «Moskow Diskow» y «Rock Around the Clock».

Su canción «Euro-Vision» era una canción alegre con letras deliberadamente escritas en tono banal acerca del concurso. Canción de vanguardia, totalmente diferente de lo que se había visto en el Festival de Eurovisión.  La canción pasó a la historia del festival por ser la primera canción electrónica presentada al mismo (en un período en el que el uso de la orquesta era característico en las actuaciones) y también por la interpretación excéntrica del grupo, que presentó una coreografía muy peculiar e innovadora para los estándares del festival.

Cantando con las manos en los bolsillos, gesticulando y lanzando confeti, terminaron con el uso de una cámara, haciendo una fotografía al público.

El público no estaba seguro de cómo reaccionar a esta broma autorreferencial dedicada al festival, y después de que la banda terminó de tocar sólo hubo silencio, interrumpido por un aplauso de cortesía. El grupo salió entre murmullos. Cuando el conteo de votos comenzó, el veredicto fue tan claro que cuando Grecia le dio tres puntos a Bélgica, el anunciante pensó que había escuchado mal e intentó darle los puntos a los Países Bajos. Finalmente, la canción terminó en el 17º lugar, con 14 puntos.

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