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Coloquio de los socios: Lo que no es tuyo no es tuyo

Rosa María Díez Cobo

Lo que no es tuyo no es tuyo de Helen Oyeyemi es la primer volumen de cuentos de esta autora británica de orígenes nigerianos y ha sido el texto con que el que hemos inaugurado esta nueva edición del club de lectura. Hemos podido disfrutar de múltiples cuestiones que la caracterizan como una narración singular, genuina y compleja. Y así lo han interpretado los miembros de nuestro club.

Primeramente, si algo sobresale de esta compilación de cuentos es su ruptura constante, y a todos los niveles, de diversas convenciones narrativas. Para los lectores, el recurrente deslizamiento de la prosa de Oyeyemi, su transcurrir libre, azaroso, ha supuesto, en muchos casos, un disfrute, aunque también, sin duda, un reto lector considerable. Y es que la autora fractura los principios de una narración lineal, ordenada, según patrones comunes o más tradicionales. El planteamiento de las tramas, su desarrollo y desenlace se ven constantemente horadados por bifurcaciones, digresiones, anécdotas, quiebros que obligan, como apuntaban algunos de los participantes, a una lectura activa y atenta. De hecho, se remarcó en distintos momentos de la discusión la conveniencia de leer el volumen por lo menos dos veces para poder captar toda su complejidad y hondura.

Distintos lectores percibieron afinidades entre el estilo de Oyeyemi en este volumen y las características principales de autores tan renombrados como James Joyce, William Faulkner o Alice Munro entre otros porque, no en vano, nuestra autora ha bebido de influencias modernistas y de escritores y escritoras contemporáneas con un particular gusto por los recursos que nos delinean mundos de ficción donde las fronteras se hacen quebradizas. Concretamente, durante la sesión, se comentó largamente, y en referencia a varios de los cuentos, la inclusión en todos ellos de elementos, personajes o tramas insólitos desde perspectivas que van desde lo fantástico, el realismo mágico o, incluso, en algún caso, la ciencia ficción. Aunque algún lector no percibió la cualidad insólita de tales planteamientos, considerándola una mera extensión del realismo general de las historias narradas, sí se acordó de forma casi unánime, la porosidad entre las límites de lo verosímil e inverosímil que se hace manifiesta en todas las narraciones.

Otro asunto de debate se concentró en la consideración del potencial feminismo y/o africanismo del texto de Oyeyemi. Como se había planteado en la primera sesión de esta lectura, la narradora ha rechazado a menudo ser asociada a ambas etiquetas. La lectura de Lo que no es tuyo no es tuyo puso de relieve el hecho de que la autora gusta de crear ambientes y personajes multiculturales, de identidades fluidas y ambiguas, pero que no se corresponderían, en efecto, con una influencia emanada de su cultura familiar africana sino, más bien, de su exposición al multiculturalismo en ámbitos europeos. Asimismo, se convino en que muchas de las tramas de los cuentos planteaban, sin ambages, posicionamientos de compromiso con la defensa de los derechos de la mujer y que, por tanto, el rechazo a la rúbrica del feminismo no es incompatible con su práctica efectiva en las propias narraciones.

Llamativo para muchos ha sido la inserción de motivos y estructuras y propias de los cuentos de hadas. La escritora ha manifestado en diversas ocasiones y en obras previas, su interés por este tipo de manifestaciones narrativas populares que, en este volumen, recorre de manera más o menos explícita sus cuentos y supone otro forma de disrupción de las narraciones que se atienen a formatos y modelos más tradicionales.

Si algo singulariza también este volumen, y supuso el comentario de varios de nuestros intervinientes, es la multiplicidad de planteamientos en cada uno de los cuentos: localización, temática, estilo…varían de cuento en cuento lo que posibilita sumergirnos en mundos tan diversos como originales. Pero ello no quiere decir que los relatos no guarden relación entre sí. De hecho, si algo como lectores nos resulta sugerente es cómo algunos de los personajes «saltan» de cuento en cuento, reaparecen encarnando roles distintos, demostrando que, en la vida las identidades a menudo fluctúan y se metamorfosean.

 

Esta sugerente ilustración de la cubierta de la edición española se puede asociar al vínculo que se establece en la novela con la simbología de las llaves que, en cada relato, se hacen presentes para mostrarnos las múltiples posibilidades de apertura, de paso hacia diversas opciones vitales, hacia otros mundos.

En definitiva, la obra nos permitió de disfrutar de un universo de posibilidades sinuosas, de personajes variopintos y de un planteamiento general que obliga al lector a «desprogramar», en gran medida, el acercamiento a la lectura.

Guía a la lectura. Lo que no es tuyo no es tuyo, de Helen Oyeyemi

Por Rosa María Díez Cobo

Helen Oyeyemi. (Fotografía de Linda Nylind para The Guardian)

Helen Oyeyemi. (Fotografía de Linda Nylind para The Guardian)

Helen Oyeyemi

Helen Olajumoke Oyeyemi (Nigeria, 1984) es una escritora británica de raíces nigerianas con una aún corta pero intensa trayectoria. Con cinco novelas, dos obras teatrales y un libro de relatos ya publicados, ha sido aclamada por la crítica internacional desde la primera de sus obras, The Icarus girl (2005), que vio la luz cuando la autora solo contaba 18 años e iniciaba sus estudios de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad de Cambridge.

Es una narradora singular puesto que, pese a sus orígenes geográficos y culturales, ha rechazado los intentos de filiación que se le han intentado adjudicar con otros autores africanos o de la diáspora. Tampoco se siente alineada con autoras africanas contemporáneas reconocidas por sus demandas identitarias y feministas. Esta reivindicación de su autonomía geográfica y de su independencia creadora se refleja en esta declaración que se recoge en el siguiente artículo del diario El País (03/02/20):

«No siento ninguna conexión, ¿por qué debería? Soy británica, y no me siento arraigada en ninguna tradición más que en la que me he formado con mis lecturas».

No en vano, Oyeyemi ha residido en diversos países —desde hace unos años se radica en la capital checa—  y el estilo de su obra, metamórfico, escurridizo y colorista, resiste clasificaciones sencillas y se ha vinculado con multitud de autores de la escena internacional, aunque fundamentalmente de la tradición anglófona: los hermanos Grimm, Edgard Allan Poe, Henry James, Silvina Ocampo, Barbara Comyns, Shirley Jackson, Flannery O’Connor, Paul Auster, o Mariana Enríquez, entre otros.

Si bien la autora se opone a explicaciones simplistas y unívocas de sus textos, en sus obras se puede detectar una serie de recurrentes conexiones con su devenir biográfico: la experiencia multicultural, las identidades poliédricas, las tradiciones narrativas orales, la discriminación racial, los procesos depresivos y de ansiedad, la residencia itinerante, etc.

Pero si algo distingue la prosa de Oyeyemi es su personalísimo y deslumbrante acercamiento a la realidad. Su afirmación «para mí la fantasía es parte de la realidad» (Llegir en cas d’incendi, 20/11/19) es toda una declaración de intenciones sobre cómo esta creadora perfila unos universos narrativos cuajados de potenciales y extraordinarias interpretaciones en su moldeamiento del mundo textual. Asimismo, insiste en que su narrativa no es tanto ambigua —algo de lo que se la ha tildado muy a menudo—  como fluida y con la tendencia a dejar todas las puertas abiertas para que el lector pueda decidir por sí mismo qué ruta tomar. En esencia, para aproximarnos a la obra de esta singular narradora, conviene despojarnos de etiquetas aprioristas y dejarnos deslizar por las sinuosidades argumentales de sus textos.

Los novelas que la autora ha publicado hasta el momento son: The Icarus girl (2005), The opposite house (2007), White is for witching (2009), Mr. Fox (2011), Boy, snow, bird (2014), y Gingerbread (2019). Su único volumen de relatos es el titulado What is not yours is not yours (2016). Como autora teatral podemos señalar dos títulos Juniper’s Whitening (2005) y Victemese (2005). De todas estas obras solo tres, hasta el momento, se han traducido al español: El señor Fox (Acantilado, 2013), Boy, snow, bird. Fábula de tres mujeres (Acantilado, 2016), y Lo que no es tuyo no es tuyo (Acantilado, 2019).

Debido a su temprana ponderación por la crítica, Oyeyemi ya cuenta en su haber con numerosos premios y reconocimientos internacionales; entre ellos, podemos destacar:

  • Reconocida en la lista ‘Venus Zine’s 25 under 25’, una lista de los 25 mejores novelistas británicos de menos de 25 años.
  • Finalista del galardón estadounidense ‘Shirley Jackson Award’ por su novela White is for witching.
  • Ganadora del premio británico ‘Somerset Maugham Award’.
  • Ganadora del premio estadounidense ‘Hurston/Wright Legacy Award’ por su novela Mr. Fox.
  • Merecedora del galardón Granta ‘Best of Young British Novelist’.
  • Finalista para el premio ‘Los Angeles Times Book Prize’ por su novela Boy, snow, bird.
  • What Is Not Yours Is Not Yours recibe el galardón internacional ‘PEN Open Book Award’.
Helen Oyeyemi (Foto grafìa de Juan Barbosa para El País)

Helen Oyeyemi (Fotografía de Juan Barbosa para El País)

Poética narrativa de Helen Oyeyemi

 

Su obra alberga multitud de temas e intereses, y posee un estilo muy propio y variable. Así, destacaremos los siguientes aspectos, sobre todo en referencia a sus creaciones narrativas:

  • aunque Oyeyemi rechaza las dependencias geográficas de sus obras, se detectan influencias personales y culturales que remiten, con frecuencia, al gusto por personajes multiculturales, expatriados y a la influencia de las tradiciones narrativas orales y de diversas religiones y mitologías;
  • su prosa es generalmente poética, evocadora, dotada de imágenes plásticas y sugerentes;
  • presenta una notable exuberancia en el uso de recursos narratológicos, principalmente la autora ha desarrollado una técnica de deslizamiento narrativo que podríamos calificar como de stream of action”, fluir de la acción, por la cual las acciones más dispares se enhebran de formas constantes y sutiles revelando al lector que la existencia humana es un continuo entronque de hechos a veces disparatados;
  • el núcleo de sus relatos a menudo nos resulta trivial: las tramas se ocupan de anécdotas cotidianas, y, en muchas ocasiones, banales, pero siempre, en un momento dado, la escritora les aporta un giro peculiar que revela que lo sorprendente se puede ocultar tras las acciones más intrascendentes;
  • muchos de sus textos desdibujan de una forma natural y lúdica las fronteras entre realidad y fantasía y esto la ha llevado a recurrir a elementos propios del género fantástico como, por ejemplo, la casa encantada que protagoniza su novela White is for witching. Sin embargo, Oyeyemi transita de un modo disparejo por los diversas vertientes de lo insólito y, así, dependiendo de los textos, podríamos tildarlos de fantásticos, maravillosos o mágicorrealistas;
  • relacionado con lo anterior, Oyeyemi también ha incursionado en la reescritura o reelaboración de cuentos populares clásicos como en Boy, snow, bird o en Fox y, a menudo, en muchos de sus narraciones, detectamos estructuras, personajes o elementos que comparten características con este tipo de narrativas;
  • las obras de la británica se hallan plagadas de autorreflexiones literarias y de referencias al arte literario y otras variantes artísticas (teatro, cine, música). En su novela Fox el juego narrativo metafictivo es constante, por ejemplo;
  • existe un claro gusto por personajes de identidades fluidas lo que se trasluce en sus acciones, vivencias, etnicidad, género, etc.
  • aunque muchos de sus protagonistas manifiestan una tendencia al aislamiento, la melancolía y la introversión, el acercamiento que la autora realiza sobre ellos no es negativo o dramático, al contrario, la prosa de Oyeyemi aspira, de forma general, a mostrar una fe firme en la posibilidad de las conexiones humanas y las resoluciones pacíficas o alegres;
  • el humor y la ironía recorren la mayoría de sus textos que, en general, no presentan una propensión hacia la gravedad o el drama, de ahí que se la haya calificado como “una enorme dama de la comedia británica” (Laura Fernández, Babelia, 20/06/19);
  • en sus textos el protagonismo femenino es mayoritario, aunque la autora ha rechazado una lectura feminista de este aspecto y ha preferido interpretarlo como una tendencia natural a narrar situaciones y eventos más cercanos a su propia experiencia femenina;
  • pese al rechazo general de la autora hacia un compromiso crítico determinado, en sus obras, en ocasiones, se insertan y focalizan, de forma natural, aspectos relacionados con este como el acoso, el maltrato, la discriminación, etc.

 

La autora en sus palabras y en las de sus críticos:

Como ya se ha mencionado, Oyeyemi es gran medida, una autora inclasificable que reniega de las categorizaciones comunes. Reclama la creación de un territorio personal, propio, basado en su propia aproximación a la realidad. De ahí que ya de niña, como ella misma relata para la entrevista que ofrece a Andrea Aguilar en El País (03/02/20), se atrevió a modificar el final de la popular novela Mujercitas porque no le agradaba. Eso es lo que nos ofrece Oyeyemi en sus incursiones narrativas: la reversión de las conclusiones manidas, la relectura excéntrica de lo cotidiano, la ruptura de las costuras impuestas.

Helen Oyeyemi (Fotografía de Frank Bauer)

Helen Oyeyemi (Fotografía de Frank Bauer)

Aunque, por sus similitudes, pueda resultar tentador alistar a Oyeyemi en las filas del posmodernismo o en comunión con autores del género fantástico, la idiosincrasia de su prosa dificulta, una vez más, trazar una genealogía evidente de su prosa. Si bien estas y otras influencias son innegables, la imaginación prolífica de la autora rebasa estas tipificaciones. No en vano, si atendemos a las reseñas de cualquiera de sus obras indefectiblemente nos encontramos con este foco sobre su excentricidad. En palabras de Vanessa Graell, en su crítica de Lo que no es tuyo no es tuyo para El Mundo, nos encontramos la siguiente reflexión sobre la naturaleza tan única de las narraciones de la británica:

A Oyeyemi le gusta salirse de la línea argumental y tomar bifurcaciones nada evidentes. Huye de lo lineal y desdibuja la frontera entre la realidad y los mundos imaginarios. A modo de juego infantil o de un suspense a lo Hitchcock, resuelve el misterio de la forma más insólita.

A pesar de esta notoriedad crítica alcanzada internacionalmente en los últimos años, Oyeyemi aún no es muy conocida para el público lector en español. Aquí puedes explorar varios enlaces que te ayudarán a pergeñar una visión más completa de Oyeyemi y de sus trabajos:

 

 

 

Lo que no es tuyo no es tuyo

 

Información contenida en la contraportada (Acantilado, 2019)

 Lo que no es tuyo no es tuyo es una colección de relatos que comparten entre sí algo más que la colorida prosa de su autora: las llaves, literales y metafóricas, que desvelan secretos y abren por igual puertas y corazones. En un cuento dan acceso a una biblioteca perdida y a un jardín oculto en Barcelona, dos lugares que serán la clave del destino de las protagonistas; en otro, abren el corazón de una alumna en una escuela de marionetas; hay llaves que protegen de los fisgones un místico diario íntimo, y otras que cierran las puertas de una inquietante «casa de las cerraduras». Tomando los cuentos de hadas como punto de partida, Helen Oyeyemi revisita la tradición desde perspectivas insólitas y, gracias a su poderosa y brillante imaginación, nos transporta a lugares que, como en los sueños, nos resultan tan sorprendentes como reveladores.

 

Estructura y contenido del libro

The Key to her Secret Garden by Christian Schole

The Key to her Secret Garden by Christian Schole

Dentro de la bibliografía de la autora, Lo que no es tuyo no es tuyo es su ópera prima cuentística y nos da en buena medida la pauta de los temas e intereses principales de Oyeyemi, que ya exploró en sus novelas previas y en los que ahondará esta obra. De hecho, en su novela Mr. Fox la estructura general se compone de relatos engarzados por lo que, a decir verdad, no difiere tanto de la propia organización del volumen que aquí estamos considerando.

El libro se compone de nueve relatos, de longitud variable, todos ellos precedidos de significativos títulos. La autora ha declarado que la inspiración para desarrollar la escritura del libro le llegó cuando, en una visita a Egipto, adquirió un puñado de llaves antiguas. Su reflexión sobre la historia que se escondía detrás de cada una de ellas supuso el arranque de estos relatos.

Algunos temas y aspectos principales de esta narrativa que cabe destacar son:

  • la prosa es elaborada, poética, plástica, pero no resulta densa o complicada, algo que se encuentra en clara relación con la propia facilidad con la que fluyen las tramas;
  • las voces narradoras, su naturaleza y enfoque, varían de relato en relato;
  • algunos textos contienen alusiones o comentarios metafictivos y, en general, se detecta un gran número de reflexiones sobre el acto y modos de la escritura y el arte en su sentido más general;
  • contiene gran diversidad en el asunto de las tramas; cada relato nos transporta a situaciones y acciones muy diferentes entre sí;
  • muchas de las historias se enmarcan en escenarios más o menos contemporáneos y se caracterizan, en general, por la cotidianidad de las acciones de sus personajes;
  • los relatos recorren diversas cartografías y es significativa la evocadora diversidad de la que dota a los nombres de los personajes;
  • es frecuente el protagonismo femenino y existe una numerosa presencia de personajes homosexuales o que traslucen ambigüedad genérica;
  • muchos de sus personajes funcionan en pareja, describiendo duplicidades que se pueden interpretar de forma distinta en cada relato;
  • la mayoría de los textos presentan una notable dosis de humor, de complacencia y hay una tendencia desdramatizadora en todos ellos aunque, en algunos, se presenten situaciones humanas graves o incluso trágicas;
  • los planteamientos narrativos fluyen de una forma peculiar: se hallan repletos de digresiones, anécdotas menores, bifurcaciones, saltos temporales, giros argumentales inexplicables, equívocos, tramas inconclusas o con finales abiertos, etc.;
  • aunque muchas de las situaciones se plantean inicialmente de un modo realista, con muchas concomitantes con nuestra realidad actual, los textos de esta obra descubren que la frontera entre realidad y fantasía puede ser muy tenue, de forma que ambas se interpenetran de un modo natural, cercano a los modos insólitos del realismo mágico y lo maravilloso;
  • el fluir narrativo evoca las estrategias de la narración oral popular o, simplemente del estilo conversacional;
  • muchos de los relatos revelan la influencia de los cuentos de hadas tanto en fondo como en forma;
  • así como cada narración transcurre con peculiar autonomía, las fronteras entre los diversos cuentos del volumen también se desdibujan con motivos y personajes que reaparecen a través de las diversas historias;
  • se aprecia la existencia de símbolos recurrentes en los relatos que, de nuevo, pese a su repetición, demuestran su variabilidad en cada situación dada adquiriendo distintos valores o funciones.

Lectura

Se trata de una narrativa asequible en su estilo general, pero cuyas tramas, dada su radical tendencia a describir fuertes meandros, puede resultar bastante compleja de seguir. Esto puede provocar numerosas reflexiones o incertidumbres al lector. Aquí tienes algunas de las preguntas que quizá te ayuden a enfocar tu lectura:

  1. ¿Cómo crees que conecta el epígrafe «Abréme con cuidado», de la poeta estadounidense Emily Dickinson, con la narrativa en su conjunto o con los textos que la componen?
  2. El título general del libro, así como de los relatos, resultan muy sonoros y sugerentes, ¿cómo los interpretas en relación con las tramas y las situaciones descritas?
  3. ¿Cómo calificarías el estilo de la prosa de Oyeyemi y los recursos empleados en esta narrativa? ¿Te ha resultado compleja de leer o de interpretar?
  4. Las voces narrativas alternan, en su naturaleza, de relato en relato e, incluso, a veces, dentro del mismo relato, ¿qué efecto crees que aportan a la lectura y su interpretación?
  5. Vemos que los personajes de cada relato tienen una procedencia geográfica, étnica y cultural diversa, aspecto que se refleja en la presencia de nombres muy evocadores y sonoros, ¿qué te ha sugerido esta multiculturalidad en los protagonistas de los relatos?
  6. Asimismo, vemos que la sexualidad y la identidad de género de los personajes es extremadamente diversa y fluida, ¿qué te ha llamado la atención sobre esta cuestión recurrente en los relatos?
  7. Oyeyemi ha declarado en diversas ocasiones que sus textos no tienen una vocación feminista y que, más bien, los considera femeninos, ¿qué opináis de esto tras la lectura de los relatos y el gran número de protagonistas femeninas que los integran?
  8. Igualmente, la autora ha rechazado adjudicar a sus obras algún tipo de funcionalidad o compromiso extraliterarios y las considera, más bien, una exploración de sus intereses y conciencia, ¿estáis de acuerdo con la autora en que estos relatos carecen de cualquier trasfondo crítico?
  9. En la obra hay numerosas dúos de personajes (parejas sentimentales, amigos, hermanos, colegas, etc.), ¿qué papel creéis que desempeñan estos tándems?
  10. Uno de los aspectos más significativos del texto es la ruptura de las fronteras entre la realidad y la fantasía, lo verosímil y lo inverosímil, de ahí que, en todos los relatos que contiene este volumen, en un punto dado, se dé algún hecho insólito, ¿cómo es el tratamiento que hace Oyeyemi del tema?, ¿cómo lo experimentan los propios personajes?
  11. A pesar de que cada relato funciona autónomamente dentro del volumen, hay conexiones entre todos ellos, ¿cuántas de ellas has detectado y cómo crees que contribuyen a dar cohesión al libro?
  12. La figura del títere o la marioneta es principal en uno de los relatos del libro, aunque en varios de ellos se menciona, ¿qué papel crees que juega y por qué la autora la dota de tanta relevancia (incluso menciona el asunto en los agradecimientos finales)?
  13. El volumen presenta una serie de recursos o aspectos recurrentes a lo largo de todos sus textos, ¿por qué no intentas localizar algún ejemplo de los siguientes?
        • metaficción o reflexión sobre el propio acto de escritura;
        • alusiones a distintas actividades artísticas;
        • digresiones argumentales;
        • bifurcaciones en las tramas;
        • referencias a los cuentos de hadas o tradiciones narrativas populares;
        • ruptura en la diferencia que generalmente se establece entre lo animado y lo inanimado, los seres vivientes y los objetos;
        • humor;
        • simbolismos;
        • recurrencia del mismo o los mismos personajes en diversos relatos;
        • …y otras que hayáis detectado?
  14. ¿Crees que el orden en el que están dispuestos los nueve relatos posee alguna función o simbología concreta?

VIII edición del club de lectura de Universidad de León

Ya está en marcha la VIII edición del club de lectura de Universidad de León. Empieza esta tarde de martes 6 de octubre a las 19:00 horas. Este año podrán asociarse a nuestro club personas de fuera de León, pues los encuentros se realizarán a través de sesiones meet.
Los lectores interesados deben  enviar un correo  ( nalvm@unileon.es) facilitando nombre y apellidos y correo electrónico. Todavía quedan plazas. (Los que ya han escrito no tienen que volver a hacerlo porque están ya incorporados).

4 preciosas lecturas de las editoriales Acantilado, AdN Alianza de Novelas,Editorial Impedimenta y Editorial Páginas de Espuma.

¡Te esperamos! Solo tienes que conectar con nosotros.  Si lo haces antes de las  17:00 horas te enviaremos el enlace meet para unirte a la primera sesión.

Octava edición del club de lectura de la Universidad de León

Ya está en marcha el club de lectura de la Universidad de León para el curso 2020-2021. Este año continuaremos con la dinámica de guías, coloquios y charlas con los escritores, pero  habrá cambios en la intendencia, como corresponde a la… ¿nueva normalidad? Ya te iremos informando con mayor detalle, pero estas son algunas de las novedades de la Octava edición del club de lectura.

Lo que no cambiará será nuestro amor por los libros, la lectura y las historias bien contadas. Aquí  te dejamos un anticipo de las obras que abordaremos. De ellas y sus autores puedes saber más en la información que te dejamos en la página específica de este blog.

Guía a la lectura: Retablo, de Marta Sanz

Por Raquel de la Varga Llamazares

Actualizada con el VÍDEO DE LA VISITA DE MARTA SANZ

Marta Sanz

La siguiente escritora que nos visita en esta edición especial del club de lectura es otra de las voces más originales y sugerentes de la narrativa española actual. Marta Sanz, que ya visitó en 2015 nuestro club de lectura  cuando leímos Daniela Astor y la caja negra, vuelve cinco años más tarde, y con galardones de la talla del Premio Herralde a sus espaldas y su consolidación como una de las autoras más innovadoras y originales en cuanto a su estilo, el ritmo de su prosa, las técnicas cinematográficas y narrativas que utiliza o en cuanto al dominio de la parodia o la autoficción. Esta vez nos adentramos en su producción en el terreno de la narrativa breve con Retablo, recientemente publicado en Páginas de espuma y en colaboración con Fernando Vicente.

Tras sus años de formación académica es licenciada en Filología Hispánica y doctora por la Universidad Complutense de Madrid comenzó su andadura novelística publicando en la editorial Destino obras como El frío (1995), Lenguas muertas (1997), Los mejores tiempos (2001, Premio Ojo Crítico de Narrativa) o Animales domésticos (2003), hasta ser finalista del Premio Nadal con Susana y los viejos (2006). La lección de anatomía, del año 2008, junto a las anteriores obras, supuso el reconocimiento y la consolidación de Marta Sanz en el panorama nacional. A partir de entonces, empezó a publicar y a reeditar en Anagrama novelas que homenajean y parodian la novela negra clásica como Black, Black, Black (2010) y Un buen detective no se casa jamás (2012), cuyo protagonista, Arturo Zarco, rompe todos los estereotipos de género en el más amplio de los sentidos: es uno de los pocos detectives de la ficción criminal homosexuales. En 2013 publicó Daniela Astor y la caja negra, y Farándula en 2015 por la que obtuvo el prestigioso Premio Herralde y Clavícula en 2017. Retablo (2019) es su primer libro formado íntegramente por cuentos.

También ha publicado tres libros de poesía en la editorial Bartleby: Perra mentirosa / Hardcore (2010), Vintage (2013, Premio de la Crítica de Madrid al mejor poemario de 2014 y Cíngulo y estrella (2015). Ha participado en numerosas antologías de relatos; editado y prologado, asimismo, volúmenes como Tsunami. Miradas feministas en sexto piso (2019), Metalingüísticos y sentimentales: antología de la poesía española (1966-2000), 50 poetas hacia el nuevo siglo (2007) y El libro de la mujer fatal (2009). Recientemente ha publicado tres ensayos breves: No tan incendiario (2014), Éramos mujeres jóvenes (2016) y Monstruas y centauras (2018).

Frecuentemente colabora en diversos medios de comunicación como el diario El País, donde semanalmente podemos disfrutar de sus artículos de opinión. Ha ejercido la docencia en instituciones superiores como la Universidad Antonio de Nebrija, y en la actualidad es profesora en escuelas de escritura. 

Su conocimiento sobre la literatura contemporánea, no solo en el ámbito de la poesía, le ha llevado a colaborar con diversas instituciones como el Círculo de Bellas artes de Madrid o la Biblioteca Nacional, donde acaba de comisariar junto a Germán Gullón la exposición dedicada Benito Pérez Galdós por el centenario de su muerte. 

 

Fernando Vicente

 

Fernando Vicente es uno de los más prestigiosos ilustradores de nuestro país que, desde los años 80, crea desde el caballete y no de forma digital las cubiertas e ilustraciones de publicaciones como Babelia, o El Cultural y una numerosa lista de portadas de libros o de carteles que se han hecho tan célebres como los de la Feria del Libro de Madrid. Retablo no es el primer volumen de la editorial Páginas de espuma que ilustra: London Calling de Juan Pedro Aparicio, Invasión y Bienvenidos a Incaland, de David Roas o Helarte de amar de Fernando Iwasaki son colaboraciones anteriores. A través de su web podemos estar al día de sus creaciones e incluso adquirir nuestras favoritas.

 

 

RETABLO

Comencemos por el título. La RAE define ‘retablo’ como:

Quizá la utilización que más no suene es la segunda, la que se refiere al retablo artístico, propio de las iglesias, que generalmente combina pintura y escultura y que se divide en dos, tres o varias partes y se sitúa tras el altar principal. Cada una de las partes de un retablo nos muestra una escena o la parte de una historia y, todas ellas, tras una lectura conjunta, nos ofrecen una imagen o una lectura más amplia o desde diferentes perspectivas de un mismo hecho. Además, cabe la pena recordar que los retablos de las iglesias permanecían gran parte del tiempo cerrados y que se habrían como un libro en determinadas ocasiones.

Calle céntrica de Malasaña

Si le quitamos la sobrecubierta al libro veremos otra ilustración diferente, que se corresponde con el fragmento central de la cubierta, donde leemos el título ‘Retablo’. Ese tipo de construcción azulejada, llamada retablo cerámico, ha sido muy frecuente en España desde hace siglos, y en el barrio de Malasaña han sido un elemento decorativo muy significativo hasta la desaparición de los comercios tradicionales.

 

El sentido paródico de la obra

En cuanto a la técnica, la primera noción y más general a la que debemos acudir es a lo que se ha denominado en el ámbito de la posmodernidad como la parodia. En este punto es necesario aclarar que no nos referimos a la parodia en un sentido humorístico o despectivo, sino como generalmente se utiliza en la en la teoría de la literatura, como sinónimo de reescritura de algún motivo, tema, género e incluso de una obra literaria existente a la que homenajea y a la vez actualiza y añade nuevos significados (de ahí que hablemos del Quijote como una parodia de los libros de caballerías y no como una simple crítica de los mismos).

Una cuestión de género

Como la producción novelística anterior de Marta Sanz evidencia, lo policíaco y la ficción criminal son uno de sus moldes preferidos y varias de sus novelas como Un buen detective no se casa jamás o Black, Black, Black son novelas policiacas que distan bastante del género al uso, ya que utiliza todos sus códigos, pero a la vez se aleja del mismo y lo subvierte. En Retablo vamos a encontrarnos dos historias muy relacionadas con la temática o el género de lo policíaco, que homenajean y parodian historias muy conocidas de la literatura anglosajona.

«Extraños en un tren (versión amarilla)»

La primera de las partes que componen el retablo, desde el propio título, manifiesta el homenaje que la sustenta, y es que Extraños en un tren es el título de la novela de Patricia Highsmith y de la película homónima de Alfred Hitchcock. En su subtítulo de ‘versión amarilla’ queda clara la intención de la autora de evidenciar que se trata de una nueva versión a modo de homenaje en la que, como es habitual en su obra, van a tener un papel muy relevante la crítica mordaz contra el paradigma políticosocial en el que se inserta, así como el humorExtraños en un tren es además de una de las más famosas novelas de corte policíaco de principios de siglo, cuyo argumento ha trascendido los límites de lo literario y de la que conocemos múltiples variantes, homenajes y reescrituras desde la célebre película de Alfred Hitchcock hasta su aparición en un capítulo de Los Simpson. La historia de dos desconocidos que se conocen en un vagón de tren y que medio de veras, medio en broma, acuerdan asesinar a sus respectivos enemigos para llevar a cabo el crimen perfecto sin sospechar de ellos, se ha convertido en un motivo célebre de la ficción criminal. Si no lo habéis hecho ya, os insistimos en que veáis una de las mejores películas de Alfred Hitchcock y de todo el cine de suspense.

El género policíaco, tras su creación, su buena aceptación y su evolución después del éxito de obras tan conocidas como Los crímenes de la calle Morgue (1841) o los numerosos volúmenes en torno a los misterios resueltos por Sherlock Holmes encontró en el cine un filón para contar a través de un lenguaje diferente las historias que ya eran todo un éxito a través de su evolución hacia la novela negra. Dado que en Retablo tiene tanta presencia el trasfondo policíaco, cabe recordar que, cronológicamente, la novela de Patricia Highsmith y su adaptación por Alfred Hitchcock distan ya del policíaco clásico y se ubican en la literatura contemporánea que muestra una preocupación mucho mayor por reflejar y ahondar en los problemas sociales de la sociedad en la que se marcan así como en la motivación del asesino, que en algunas ocasiones posee más protagonismo que el propio detective, o que logra que el  lector empatice con su circunstancia muy por encima del primigenio afán de descubrir sencillamente quien había cometido el asesinato. 

«Jaboncillos Dos de mayo»

«Jaboncillos Dos de mayo», la segunda pieza del retablo, posee otro referente literario claro: uno de los cuentos más canónicos y a la vez truculentos de la literatura finisecular anglosajona,  «Aceite de perro», de Ambrose Bierce. El narrador de esta célebre historia se retrotrae hasta su niñez y nos cuenta cómo su familia sobrevive gracias a las dudosamente lícitas actividades mercantiles de sus padres: deshacerse de bebés recién nacidos no deseados y la elaboración de aceites a partir de grasa de perro. Para quien nunca se haya enfrentado con este cuento, tan lleno de sordidez como de humor, os lo enlazamos ya que su lectura no tiene desperdicio. Además, nos puede traer a la mente otras obras literarias (o adaptaciones cinematográficas) como El perfume de Patrick Süskind o a un personaje folclórico como el sacamantecas.

La gentrificación como telón de fondo

En las numerosas entrevistas realizadas a Marta Sanz a colación de Retablo, ha salido a la palestra el término gentrificación, que se ha adoptado del inglés y que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua aún no recoge pero cuyo uso se encuentra en aumento, como señala la Fundeu, que lo define como el proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo mayor.

Malasaña, uno de los barrios más populares y concurridos de Madrid en la actualidad, ha cambiado de forma radical no solo en comparación con un siglo atrás (cuando se llamaba Maravillas o Universidad), sino que su punto neurálgico, la Plaza del Dos de Mayo, es un emblema que va cambiando de identidad con el paso de las décadas. En los años posteriores al fin de la Guerra Civil se colocó la estatua de los héroes Daoiz y Velarde tal y como permanece en la actualidad (sin las espadas).

Plaza Dos de Mayo

Ilustración de Fernando Vicente en Retablo

Sin embargo, desde la Transición hasta la actualidad, especialmente después de la movida en los 80 que tuvo Malasaña como sede, el aspecto y el mundo comercial han cambiado radicalmente. De la tradición artesanal y los comercios que están dando sus últimos coletazos hemos pasado a percibir Malasaña como un barrio absolutamente ‘hipster’. Para los más jóvenes socios del club quizá no sea algo que llame la atención porque siempre han conocido Malasaña con su actual estética. Sin embargo, este fenómeno no es solo exclusivo de la capital, aunque sí donde se manifiesta en extremo. En nuestra pequeña capital de provincias, el comercio tradicional en barrios que ahora parecen muertos durante el día, como «el húmedo», otrora presentaba un aspecto completamente diferente, lleno de vida, de comercios de ropa y alimentación de los que ya solamente resiste una zapatería como emblema —como Casa Labrador—. Eso sí, los locales, sobre todo bares y restaurantes, con aire retro, hipster, boho, veggie, etc. cada vez tienen más presencia vayamos a donde vayamos. La diferencia, sin embargo, es abismal, ya que solamente podemos hablar de verdadera gentrificación en Madrid ya que, poro desgracia, en nuestras pequeñas ciudades no ha habido un relevo generalizado sino que, simplemente, el comercio ha desaparecido. 

De esta «invasión hispter» se lleva hablando desde hace años, de hecho, en 2016 se publicó un volumen titulado First we take Manhattan. La destrucción creativa de las ciudades que analiza este proceso en dos barrios de Madrid, del que extraemos una cita que, sin duda, recordaréis después de leer Retablo: «Cuando aparece el primer muffin ya podríamos decir que estamos al 75% del proceso de gentrificación. Las cuatro fases son degradación, estigmatización, resignificación y mercantilización. El cupcake pertenece a algún punto entre la resignificación y la mercantilización». Os dejamos enlazados algún artículo de opinión en prensa, un tablero de Pinterest o, sencillamente, los resultados de la búsqueda ‘gentrificación madrid malasaña’ en Google. La polémica está servida.

Ilustración de Fernando Vicente en Retablo

Preguntas de guía a la lectura

El título, ¿qué relación crees que tiene con la obra?

Respecto a «Extraños en un tren. Versión amarilla», ¿crees que se entiende al mismo nivel sin haber leído la novela / visto la película?, ¿qué diferencias encuentras con la/s versión/es original/es?

Respecto a los personajes, y en relación con otros libros o películas del género que hayas visto… ¿empatizas con la figura del detective o del asesino?

Sobre las ilustraciones, ¿qué te parece que aportan al texto?, ¿nos cuenta algo su disposición fragmentada?

El humor (o humor negro) es un rasgo que despunta en algunos pasajes, perfectamente compatible con el tono trágico o paródico, ¿te ha llamado la atención (o te ha hecho reír algún episodio en especial?

Guía a la lectura: Anatomía sensible, de Andrés Neuman

Por Raquel de la Varga Llamazares

Actualizado con el VÍDEO DE LA VISITA DE ANDRÉS NEUMAN

 

El autor

Ni español, ni argentino. Ciudadano y lector de sustancia híbrida, nacido en Buenos Aires y residente en Granada desde los dieciocho, Andrés Neuman se ha convertido en una de las voces narrativas jóvenes más brillantes del panorama de las letras en español de las últimas dos décadas.
Con solo veintidós años publicó su primera novela —Bariloche (finalista del premio Herralde, Anagrama, 1999)—, a la que siguieron otras como La vida en las ventanas (Espasa, 2002), Una vez Argentina (Anagrama, Finalista del premio Herralde, 2003), El viajero del siglo (Alfaguara, Premio Alfaguara, Premio Tormenta y Premio de la Crítica, finalista del Premio Rómulo Gallegos, 2009), Hablar solos (Alfaguara, 2012) y Fractura (Alfaguara, 2018). Su narrativa más extensa transita territorios tan dispares como la ficción autobiográfica y la historia reciente de Argentina, la Europa del Romanticismo entre amor y música o las cicatrices corporales e históricas de un superviviente a las bombas atómicas que vive la explosión de Fukushima.
Su interés por los entresijos literarios, además de desde el punto de vista más académico, que desarrolló como investigador y docente en la Universidad de Granada, se traduce en una contínua voluntad metaficcional que ha volcado especialmente en la narrativa breve. Sus cuentos, entremezclados o hibridados con la poesía, están igualmente contagiados por un espíritu ensayístico, lo que los sitúa en un terreno fronterizo con la poesía o el aforismo, constituyendo el propio texto literario un desafío o un tratado teórico contra los géneros literarios. El que espera (Anagrama, 2000), El último minuto (Espasa, 2001), Alumbramiento (Páginas de Espuma, 2006), Hacerse el muerto (Páginas de Espuma, 2011) y el recientemente publicado Anatomía sensible (Páginas de Espuma, 2019), que nos reúne aquí, componen gran parte de la nómina de su narrativa breve.

En el campo de la ficción hiperbreve no solamente ha aportado como autor, sino que su interés por la definición y los límites del micrrorrelato han llegado hasta el plano teórico. De ello también se deriva como consecuencia que en sus libros de cuentos se incluyan apéndices teóricos sobre el género, o que haya coordinado antologías como Pequeñas Resistencias (vol. 5, Páginas de espuma). Entre lo académico, la libertad creadora y lo divulgativo, su blog Microrréplicas ha sido durante la última década uno de los espacios digitales más interesantes dedicados al microrrelato.
A medio camino entre el microrrelato y el poema, ha cultivado también la escritura de aforismos que se pueden encontrar en El equilibrista (Acantilado, 2005), Caso de duda (Cuadernos del vigía, 2016), Barbarismos (Páginas de Espuma, 2014). Ha publicado y traducido otras obras, como por ejemplo el libro de viajes Cómo viajar sin ver (Alfaguara, 2010).
Como poeta ha publicado Métodos de la noche (Hiperión, 1998), El jugador de billar (Pre-Textos, 2000), El tobogán (Hiperión, 2002, Premio Hiperión), La canción del antílope (Pre-Textos, 2003), Mística abajo (Acantilado, 2008), Gotas negras (Plurabelle, 2003), Sonetos del extraño (Cuadernos del Vigía, 2007), poemarios todos ellos antologizados en Década. Poesía 1997-2007 (Acantilado, 2008), recopilación a la que se suman otras como el libro-disco Alguien al otro lado (La Veleta, 2011), Vendaval de bolsillo (Almadía, 2014), Patio de locos (Estruendomudo, 2011) y No sé por qué (Ediciones del Dock, 2012). Su último poemario es Vivir de oído (Almadía, 2017).

 

Anatomía sensible

En la primera lectura de esta edición especial del club nos adentramos en un territorio fronterizo que no habíamos transitado anteriormente en lo que a géneros literarios se refiere. Lo primero que debemos tener en cuenta al enfrentarnos a Anatomía sensible es que hay que dejar de lado el frecuente afán que tenemos como lectores de poder ponerle una etiqueta o saber con exactitud qué es eso que vamos a leer. Este volumen está compuesto por textos narrativos breves que, por extensión, podrían tildarse de cuentos; sin embargo, no poseen argumento, ni tiempo, ni espacio ni personajes: pertenecen a la categoría de los textos literarios que por su rupturismo y su hibridación no tienen nombre. Andrés Neuman, como teórico y como creador, ha sabido trascender las normas y, por ello, uno de sus cualidades más destacadas como escritor es su ficción inclasificable, fragmentada y profundamente poética.

Anatomía sensible es esencialmente un viaje y una oda por y para el cuerpo. Basta con conocer la anécdota sobre cómo surgió la chispa del libro para entender el origen de ese viaje. Numerosas reseñas o noticias se hacen eco: en un determinado momento del año 2018, Andrés Neuman decidió buscar en Google Imágenes la palabra ‘belleza’ —y ahora recordad que el objeto máximo al que ha aspirado siempre el arte y uno de los mayores intentos de la filosofía y la metafísica ha sido precisamente la definición o la mímesis de la misma—.  Si ahora tú también has hecho la búsqueda te habrás sorprendido de la idea tan canónica que los algoritmos de Google, basados en las búsquedas de internautas. En el caso de Neuman aparecieron 98 fotos de mujeres occidentales (97 de ellas jóvenes), una imagen de una pareja y otra de un bebé. En la actualidad encontramos esporádicamente alguna variante racial y alguna sorpresa como Nietzsche o el actor Jake Gyllenhaal. Así, el afán rupturista con los géneros se traslada al propio contenido, ya que en «cada uno de sus capítulos se rebela contra el hedonismo de la cultura del Photoshop. En tiempos de retoque compulsivo y poses digitales, acaso sea la hora de releer nuestro cuerpo para recuperarlo. Todos los cuerpos son bienvenidos aquí«, reza la contraportada.

Ilustración de Aitch

No todas, pero sí varias partes del cuerpo humano han sido tópico y lugar común, repetidamente visitados en todos los tiempos: desde la atención en la Antigüedad al talón de Aquiles, hasta los numerosos (hasta la saciedad) cabellos dorados de los ideales de belleza femeninos que, cuando pasaron a ser oscuros o cobrizos, seguían empañados por la idealización de poetas y pintores del momento. Hoy, más que nunca, la atención que se le presta al cuerpo ha adquirido dimensiones y se sujeta a cánones que, en un recorrido inversamente proporcional a la modernidad de los tiempos, esclavizan más que liberan. Tanto a las ya visitadas zonas como a las muchas otras que han quedado invisibilizadas en nuestro concepto social de belleza, Andrés Neuman las revisita con unas gafas nuevas que incorporan el filtro de lo poético, lo político, lo metaliterario y lo humorístico.

Cada uno de los capítulos o cuentos está dedicado a uno de nuestros órganos o miembros. «Revoluciones del cabello», «Una vagina propia», «El talón y la intemperie», «Reprobación del brazo y alabanza del codo», «Matiz del ano» o «El ojo como déspota ilustrado», desde sus propios títulos, nos avanzan la intertextualidad o la ironía desde la que Neuman se instala para cuestionar dogmas, creencias y prejuicios que acarreamos y transmitimos de siglo en siglo y de generación y generación, desdeñando nuestro propio cuerpo y relegando toda identidad a su apariencia.

Tanto la forma como el contenido están directamente relacionados, ya que la mezcla de códigos, de géneros y de registros es, al igual que hace con las partes del cuerpo, algo subversivo. Respecto al estilo, como en todas las obras de Neuman, hay un trasfondo poético que, además de en el ritmo, está en fondo de cada texto, demostrado en la búsqueda de la esencialidad y en la manera de examinar las cosas del mundo.

En la forma de contar detectamos ciertas formas narrativas que recuerdan (cuando no están muy próximas) al aforismo y especialmente a la greguería. El humor, tan propio del autor argentino, unido a la creación de metáforas y símbolos, tratando de explicar o definir ideas o partes del cuerpo, no solo retoma el espíritu de Gómez de la Serna sino que además crea nuevos sentidos. Es por ello que, aunque se trate de una obra corta en extensión, posee tantas capas de lectura que recomendamos firmemente una segunda o tercera lectura para captar los matices o mensajes que, en un primer acercamiento, se nos pueden escapar. Las referencias, frases hechas o a obras y lemas de todo tipo plagan los textos de Neuman, por lo que la parodia en su acepción posmoderna enriquece notablemente la lectura.  Os adelantamos un ejemplo de uno de los innumerables fragmentos en los que hallamos una mezcla entre belleza formal, intertextualidad, denuncia y humor. Pertenece a «Panfleto de la nalga»:

Poetas, activistas y peatones levantan al unísono su voz: sin exceso no hay bellezas ni verdades. Merecemos la carne de la realidad. Por eso protestamos ante la disminución impuesta por la alta costura, la más baja de todas. La austeridad física es otro imperialismo, el capital engorda adelgazándonos. Combatamos la opresión de la curva trabajadora. Nalgones del mundo, uníos.

Patricia Esteban Erlés ha escrito una magnífica reseña en Zenda de Anatomía sensible, titulada «El dios del cuerpo», que os recomendamos leer tanto previamente como tras la lectura del libro de Neuman. Pero sobre todo os queremos recomendar la entrevista que también en Zenda le hicieron a Andrés Neuman, en la que él mismo explica todas las claves de la obra y las incógnitas que nos pueden quedar tras su lectura. Y por eso mismo os recomendamos encarecidamente que la leáis… PERO DESPUÉS DE LEER EL LIBRO, para no robaros a vosotros mismos el extrañamiento y la reflexión que suscita.

El pasado año Neuman visitó las Jornadas de la RIUL y nos recitó uno de sus poemas…   a partir del minuto 51.

Como siempre, cerramos nuestra guía con unas preguntas que no son más que eso, «preguntas trampa» que nos dirigen hacia aspectos más importantes de la obra, antes y después de su lectura.

¿A qué género literario dirías que pertenece Anatomía sensible y por qué?

¿Cuál es el capítulo/parte del cuerpo que más te ha gustado y por qué?

¿Has subrayado alguna cita que te ha llamado mucho la atención? ¿por qué?

Sobre la imagen de la portada, ¿de qué crees que se trata o qué te sugiere?

Cuando comenzamos a leer un libro es bastante habitual que las citas iniciales no nos digan nada o no las comprendamos, aunque tengan una relación directa con la obra. Cuando volvemos a ellas, acabado el libro, cobran un enorme significado. Las citas que abren Anatomía sensible, ¿por qué crees que las ha elegido el autor y qué quieren decir?

Con los títulos de los capítulos ocurre algo parecido. Con frecuencia son incluso necesarios para entender los textos. En la mayoría de los títulos de Anatomía sensible hay sátira e intertextualidad. Elige el que más te haya gustado o transmitido (o hecho reír) para comentarlo en el coloquio.

En este especial viaje la última parada es el alma. ¿Qué te ha parecido este capítulo?, ¿Por qué forma parte del cuerpo?

Después de terminar el libro, ¿cómo te sientes?, ¿ha cambiado algo en tu cuerpo o en tu forma de mirarlo?

 

 

Club de lectura con Andrés Neuman y Marta Sanz

En el mes de febrero de 2020 tendrá lugar el Curso Club de Lectura Universidad de León, con solo dos lecturas y la obtención de un certificado de asistencia y 1 ECTS. El programa implica la asistencia a cuatro sesiones presenciales:

Lectura 1: Anatomía sensible, Andrés Neuman

▪ 3 de febrero de 2020: Publicación de la guía a la lectura en el blog tULEctura. Sesión no presencial.
▪ 6 de febrero de 2020: Coloquio participativo de los socios en la Sala de Conferencias de la Biblioteca San Isidoro, a las 19:00 horas.
▪ 7 de febrero de 2020: Encuentro de los socios con Andrés Neuman en la Sala de Conferencias de la Biblioteca San Isidoro, a las 19:00 horas.

Lectura 2: Retablo, Marta Sanz

▪ 24 de febrero de 2020: Publicación de la guía a la lectura en el blog tULEctura. Sesión no presencial.
▪ 26 de febrero de 2020: Coloquio participativo de los socios en la Sala de Conferencias de la Biblioteca San Isidoro, a las 19:00 horas.
▪ 28 de febrero de 2020: Encuentro de los socios con Marta Sanz en la Sala de Conferencias de la Biblioteca San Isidoro, a las 19:00 horas.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN: Se exigirá la asistencia de al menos el 80% de las sesiones presenciales. Se entregará un pequeño ensayo de reflexión crítica sobre las lecturas.

FOLLETO INFORMATIVO Y BOLETÍN DE INSCRIPCIÓN

Feliz Navidad 2019

Estimados amigos:

Hemos llegado otro año más,  (pero este, de momento… 🙂 )  al final de una nueva  edición del  club de lectura. Este hecho suele  coincidir con la cercanía de las fechas navideñas, por lo que  nuestras últimas lecturas se mezclan, cada año, con los típicos (para bien y para mal, según los gustos) turrones, árboles, luces y  chinchimpunes.

Para no faltar a las costumbres, cada año preparamos con todo el cariño nuestra felicitación para estas pascuas. Todo muy navideño, muy lector y muy institucional.

Aunque de verdad, de verdad… lo que queremos  es felicitar la navidad con el mismo espíritu de alegría con el que hemos compartido los libros  de este año. Hemos sido, más que nunca, cómplices en la lectura, en las sesiones y los coloquio. Hemos aprendido, hemos disfrutado y nos hemos divertido tanto que, en confianza, quienes hemos estado colaborando en la organización de  esta edición no podemos sino felicitar a los socios y seguidores con todo el cariño y la cercanía que ellos nos han brindado a lo largo de estos meses. Sea, pues, así:

 

Guía a la lectura: El manuscrito del aire, de Luis García Jambrina

Por Natalia Álvarez Méndez

Actualizado 17 de diciembre de 2019:
Encuentro de los socios con Luis García Jambrina (vídeo)

 

Luis García Jambrina

Luis García Jambrina (Zamora, 1960) es profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Salamanca, doctor en Filología Hispánica y máster en Guion de Ficción para Televisión y Cine. Autor de los libros de cuentos Oposiciones a la morgue y otros ajustes de cuentas (1995) y Muertos S.A. (2005). Como novelista se dio a conocer con El manuscrito de piedra (2008), galardonada en 2009 con el prestigioso Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, de la que han aparecido numerosas ediciones y varias traducciones. Después ha publicado, con gran éxito de público y crítica, El manuscrito de nieve (2010), En tierra de lobos (2013), La sombra de otro (2014), Bienvenida, Frau Merkel (2015), La corte de los engaños (2016) y El manuscrito de fuego (2018).

El manuscrito del aire (2019) constituye la cuarta entrega de la serie de las aventuras de Fernando de Rojas, autor de La Celestina. Las tres novelas anteriores son: El manuscrito de piedra (2008, V Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza en 2009 y Finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León en 2009), El manuscrito de nieve (2010) y El manuscrito de fuego (2018). Los primeros manuscritos nos ofrecen novelas negras de época sobre el final de la Edad Media en Salamanca, pues Fernando de Rojas, su protagonista, vivió en el último tercio del siglo XV y la primera mitad del siglo XVI. Se reflejan los conflictos propios del tiempo de los Reyes Católicos, con la corrupción política y religiosa, las tensiones del momento y la violencia social, retratando los abusos de poder de las instancias políticas, jurídicas, eclesiásticas y universitarias.

Cuando se habla de esta serie, se suele publicitar especificando que combina la novela histórica y la novela negra, aunque también se puede hablar de ficción criminal histórica, pues comparte los rasgos de esta categoría genérica. Tal como sintetizó Javier Sánchez Zapatero en el III Congreso Internacional sobre Literatura Actual de Castilla y León, celebrado en la Universidad de León en octubre de 2019, entre dichos rasgos sobresalen: estructura detectivesca; Rojas como investigador ocasional (pesquisidor); ambientación histórica; mezcla de personajes reales e imaginarios; referentes e intertextos literarios (La Celestina, El Lazarillo); hibridación (bildungsroman, aventuras, fantasía…).El propio García Jambrina explica su intención en las siguientes declaraciones:

«Con todo esto he querido tender un puente de palabras entre unas obras del pasado y el momento actual; asimismo, he tratado de hermanar el pasado histórico con el presente, la literatura clásica con la literatura contemporánea, la literatura culta con la literatura popular. También he pretendido que mi novela sirva de estímulo para que muchos lectores de ahora, sobre todo los jóvenes y todos aquellos que tienen interés y curiosidad por nuestra cultura, se acerquen a nuestros clásicos y hagan nuevas lecturas de ellos. Al igual que ocurría a finales del siglo XV, ahora se hace necesario volver a las fuentes de nuestra cultura, a nuestros grandes clásicos; y, para ello, hay que mantener y cuidar las humanidades, que últimamente se están viendo amenazadas, y tender puentes hacia ellas. Si, en aquella época, la llegada del Humanismo tenía que enfrentarse al rechazo de una buena parte de la sociedad y de la Universidad, en el mundo de hoy, los Estudios de Humanidades podrían estar a punto de desaparecer ante la llegada de una nueva barbarie. Y es que los clásicos son un buen asidero en tiempos de crisis, como los que ahora vivimos en España. Los clásicos son los únicos valores firmes que ahora nos quedan». (Aula Medieval, 6, 2007, p. 8).

El manuscrito de aire

(Información ofrecida en el dossier de prensa de Espasa)

La historia

El 6 de enero de 1515, una pequeña aldea de indios taínos muy próxima a la ciudad de Santo Domingo, en la isla La Española (Haití y Quisqueya, para los nativos), es arrasada por el fuego. Conmovidos por la tragedia, varios frailes dominicos se dirigen a España para rogar al rey que envíe a alguien a la isla para descubrir a los culpables y hacer justicia.

El encargado de la investigación será Fernando de Rojas, hombre resuelto y de confianza, autor de la célebre La Celestina, que acepta el encargo pese a las enormes dificultades que entraña. Una vez allí, Rojas conocerá de primera mano la situación en la que se encuentran los indios, cuya población ha sido diezmada desde la llegada de los españoles, que los utilizan, entre otras cosas, como esclavos para extraer oro. De hecho, entre los posibles motivos de la masacre están precisamente el castigo y la venganza por haberse rebelado.

Elementos narrativos y argumentales destacados

Desde su primera obra, Luis García Jambrina muestra su preferencia por la mezcla de géneros en literatura, los llamados «géneros híbridos». En esta ocasión, combina de nuevo novela histórica y novela negra, pero añade dos componentes que enriquecen el conjunto: una inusual historia de amor y una notable carga crítica. De ahí que podamos afirmar que se trata de la novela más ambiciosa y comprometida de la serie protagonizada por Fernando de Rojas.

Como toda gran novela histórica, El manuscrito de aire habla tanto del pasado como del presente. Recreando un tiempo y un lugar excepcionales, plantea cuestiones que hoy ocupan un lugar destacado en el debate público: el choque cultural, la violencia política, el racismo, la destrucción del medio ambiente en nombre del progreso, la relación entre religión y poder político, etc.

A partir de unos personajes perfectamente definidos, se reflexiona también sobre cuestiones de hondo calado humano, emocional, ético, como la ambición, el ansia de riqueza, el fanatismo, el miedo, el heroísmo y el poder redentor del amor.

Como sucede con las tres novelas anteriores de la serie, aunque las grandes pasiones humanas sean universales y atemporales, el autor realiza un gran esfuerzo narrativo para que el crimen y las motivaciones de los personajes respondan a criterios históricos y no supongan una traslación del crimen contemporáneo con disfraz de época.

El carácter histórico de la novela se sustenta sobre una documentación exhaustiva que ha permitido tanto la perfecta y muy realista recreación de la vida cotidiana en la América colonial como el retrato lleno de claroscuros del conflicto que enfrentó a los dominicos —y al antiguo encomendero Bartolomé de las Casas— con el obispo de Burgos, Juan Rodríguez Fonseca, organizador de la política colonial castellana en las Indias.

La historia de ficción está enmarcada por hechos reales. Aquel año de 1515 fue uno de los más agitados del periodo. Con maestría, Luis García Jambrina integra los acontecimientos en la acción de la novela: la llegada de Bartolomé de las Casas a La Española, las matanzas de indios taínos, los excesos de los encomenderos para escándalo de una parte de la Iglesia y de la Corte, el relevo de Diego Colón como gobernador en el virreinato de las Indias y su regreso a España, el papel ambiguo del rey Fernando, el saqueo del oro americano para pagar las guerras europeas de España, etc. También se apunta la no demasiado lejana rebelión taína (1520) liderada por el cacique indio Guarocuya, conocido como Enriquillo por los españoles.

Así arranca la novela

Isla de La Española, 6 de enero de 1515

Un grupo de indios taínos, huidos de una encomienda, se ha establecido en una aldea no muy lejos de la ciudad de Santo Domingo, en un lugar alto y apartado. El día de la Epifanía, fray José de Cuenca los bautiza y lo celebran con una gran fiesta. De madrugada, la aldea sufre un devastador incendio. Mueren ochenta y siete taínos, entre hombres, mujeres, ancianos y niños, así como el fraile

Talavera de la Reina, unos meses después

Fernando de Rojas está impartiendo justicia, como alcalde mayor, cuando uno de sus hijos corre a avisarle de que lo esperan en casa.

Es urgente. Se trata de dos frailes dominicos, que le relatan la masacre de la Epifanía. Quieren que Rojas viaje hasta La Española y averigüe quiénes fueron los asesinos y por qué lo hicieron. Después deberá informar al rey de sus pesquisas y de la terrible situación de la isla.

En esta obra de arte se puede sentir la ira del dolor y el sufrimiento del pueblo taino masacrado

Desde Cristóbal Colón a Juan Luis Guerra (Yuri Cuevas)

El rey ha vuelto a nombrarlo pesquisidor real con efectos inmediatos. Todos en la isla estarán obligados a colaborar con él y a proveerle de los medios necesarios para hacer justicia. Los dos religiosos le entregan, además, la correspondiente credencial, así como una carta personal del rey, de su puño y letra. En ella, Fernando el Católico reconoce sin empacho lo mucho que debe a Rojas y la promesa que le hizo de no volver a reclamar sus servicios. Pero a continuación añade que, debido a la gravedad del asunto, le pide que se ponga a las órdenes de los dominicos

Al final de la misiva, el rey admite que es un caso difícil y espinoso; sin embargo, está convencido de que no hay nadie más apropiado que Rojas para hacerse cargo del mismo y  evitar posibles males mayores. Por último, le ruega discreción, pues son muchos los intereses involucrados en ese asunto

Los dominicos están convencidos de que el rey escuchará a su pesquisidor, en especial en todo lo referente a las infames condiciones de vida de los indios. Cuando se lo cuentan ellos, Fernando parece indignarse y preocuparse mucho, pero, tan pronto le llega el oro de las Indias, se olvida de todo.

Los frailes y el pesquisidor deben partir enseguida para Sanlúcar de Barrameda, pasando por Sevilla, para tomar un barco que partirá en unos días hacia La Española.

Galería de personajes

EL PESQUISIDOR REAL FERNANDO DE ROJAS Y SU ENTORNO [Un pesquisidor es una figura propia de los procesos penales de Castilla. Este investigador debía indagar y recoger pruebas sobre un crimen, de forma imparcial e interrogando a cuantos se relacionaban con los hechos, quienes estaban obligados a declarar. Esta obligación —una delegación del poder real, en esencia— es la que le permite enfrentarse a los poderes fácticos de la Española].

FERNANDO DE ROJAS, el célebre autor de La Celestina, es el protagonista de la novela. Nació en La Puebla de Montalbán, Toledo, c. 1474-1476, y murió en Talavera de la Reina, también en Toledo, en 1541. Estudió leyes en la Universidad de Salamanca.
Al comienzo de la novela, ejerce como alcalde mayor de Talavera y ya no actúa como pesquisidor del rey. Está casado con LEONOR ÁLVAREZ, también hija de conversos, y ya tienen alguno de sus siete hijos.
Con los años amasa una modesta fortuna de la que nunca presume para no suscitar la envidia de sus vecinos ni llamar la atención del Santo Oficio. Su condición de converso y su carácter un tanto heterodoxo bastan para ponerlo en la diana de la Inquisición.
Después de concluir La Celestina (1499), Fernando de Rojas no vuelve a escribir nada que no sean cartas, informes de sus pesquisas o documentos relacionados con su trabajo como jurista.
Su mejor amigo es TOMÁS PÉREZ, persona a la que Leonor puede acudir en ausencia de su marido para que le ayude.

LOS DOMINICOS: Casi todos los frailes dominicos destinados a La Española proceden del convento de San Esteban, en Salamanca, y algunos se han formado, al igual que Fernando de Rojas, en la universidad de la ciudad —el Estudio General— considerada la más prestigiosa e influyente de España.
Uno de los muertos en el incendio de la aldea taína es FRAY JOSÉ DE CUENCA, un activo predicador dispuesto a convertir a los taínos al cristianismo.
Ha tenido sonoros enfrentamientos con encomenderos castellanos a cuenta de su protección a los indios. FRAY ANTONIO DE ZAMORA apareció por primera vez en El manuscrito de piedra; por entonces era herbolario y profesaba en el convento de San Esteban. Viajó a La Española en el tercer viaje de Colón, movido por su gran curiosidad y un poco harto de algunas reglas de la Orden. En un principio, se dedicó a sus cultivos y a conocer las plantas y las hierbas del lugar. Introdujo el cultivo de la caña de azúcar en la isla y ha encargado a sus hermanos plantas de plátano, que viajan, desde Canarias, en el mismo barco que Fernando de Rojas.
Tres formidables personajes reales, que destacaron por su defensa de los indios, tienen un peso notable en la narración. FRAY PEDRO DE CÓRDOBA (1482-1521) es el vicario de los dominicos en La Española. Uno de sus mejores amigos y compañero de fatigas es FRAY ANTÓN DE MONTESINOS (1475-1540), predicador de gran elocuencia. Completa el trío el más conocido de ellos, el futuro dominico FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, (c. 1474-1566), de quien se relata su llegada a la isla procedente de Cuba. En 1515 todavía no ha escrito su Brevísima relación de la destrucción de las Indias, una muy dura denuncia sobre los excesos de la colonización española.
Otros cuatro frailes de ficción tienen un papel breve pero importante. FRAY CRISTÓBAL DE SAN ESTEBAN y FRAY EMILIO DE BÉJAR son quienes viajan a España en busca de Fernando de Rojas. FRAY ANSELMO DE PEÑARANDA y FRAY TOMÁS DE TOLEDO, intérprete de la lengua taína, son sus primeros guías en la isla.

INDIOS TAÍNOS: Dos indios taínos tienen una gran importancia argumental y narrativa en El manuscrito de aire. Ambos son personajes históricos. A través de ellos conoceremos la cultura, costumbres y creencias del pueblo taíno.
HUIGUEMOTA, para los indios, DOÑA ANA DE GUEVARA, para los españoles, es una princesa taína, hija de los caciques Caonabó y Anacaona. Su padre murió en 1496, cuando Colón lo envió preso a España; su madre fue ejecutada por el sangriento gobernador Nicolás de Ovando tras la matanza de Xaraguá, en 1503. Casada con Hernando de Guevara, ya fallecido, tuvieron una hija, MENCÍA DE GUEVARA. Las autoridades respetaron su linaje distinguido y tiene un séquito y tierras de cultivo. Su belleza cautiva a Fernando de Rojas. ENRIQUILLO o GUAROCUYA, sobrino segundo de Higuemota y esposo de Mencía, es también un cacique taíno. Hijo de Magicatex, muerto en la matanza de Xaraguá, heredó el cacicazgo de Bahoruco. Fue encomendado a don Francisco de Valenzuela, que lo trató siempre como a un hijo. En la novela tiene poco más de veinte años, pero ya distinguimos en él al líder que crearía una importante guerrilla en la isla, en 1520.

LOS ENCOMENDEROS [La encomienda fue una institución socioeconómica que consistía en la asignación, por parte de la corona, de una determinada cantidad de indios a un súbdito español, al que se llamaba encomendero. Esta asignación se hacía en premio a servicios prestados. El encomendero se hacía responsable de los indios a su cargo y percibía los beneficios obtenidos del trabajo que realizaban en las tierras y minas concedidas por el rey, al que pagaba una parte de lo obtenido. Las condiciones de vida de los indios eran, en general, espantosas y la mortandad enorme, sobre todo en las encomiendas que incluían minas de oro].
Los encomenderos forman el principal grupo de sospechosos del asesinato de los taínos y de fray José. Los más significativos en la novela son DIEGO QUESADA, el encomendero al que iban destinados los taínos huidos y muertos; MARTIN CEPEDA, su anterior propietario, un viejo conocido del gobernador Ovando; FELIPE CONTRERAS, un hidalgo venido a menos, enfermo y arruinado, enemigo declarado de fray José; RODRIGO ÁLVAREZ también se la tenía jurada al fraile desde que este se llevó a una india que Rodrigo tenía como barragana. Finalmente, LOPE DE LA CRUZ, antiguo soldado, rastreador y mano ejecutora de Nicolás de Ovando.

EN PALACIO: Son personajes reales el virrey y gobernador general de las Indias, DIEGO COLÓN, y su esposa, MARÍA ÁLVAREZ DE TOLEDO. Diego Colón (c. 1479- 1526) era hijo del primer virrey y descubridor, Cristóbal Colón. Aquel año de 1515 es destituido como gobernador por el rey Fernando y debe viajar a España, para dar cuenta de su gestión en la Corte. María Álvarez de Toledo (c. 1490-1549) era sobrina del duque de Alba. Más inteligente que su marido, es un poder a la sombra. Su llegada, junto con sus damas, revoluciona la vida social de Santo Domingo. A diferencia de su marido, tuvo buena relación con los dominicos y recibió elogios de fray Bartolomé de las Casas.

Un infierno en el paraíso

Cristóbal Colón (Gerard Fortune)

Luis García Jambrina ha construido el entramado histórico de la novela a partir de distintas crónicas y de una amplia documentación. Para muchos episodios de una gran crudeza se ha inspirado en la Brevísima relación de la destrucción de las Indias, firmada por fray Bartolomé de las Casas.

De las Casas contó el terror que provocaba la entrada de los soldados españoles en las aldeas indígenas:

«Ni dejaban niños, ni viejos ni mujeres preñadas ni paridas que no desbarrigaran e hicieran pedazos, como si dieran en unos corderos metidos en sus apriscos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría el hombre por medio o le cortaba la cabeza de un piquete o le descubría las entrañas».

Los primeros frailes dominicos llegaron a Santo Domingo hacia 1510. Pese a ser muy pocos, no tardaron en alzar la voz en defensa de los indios, enfrentándose a los encomenderos. En un primer momento, las autoridades trataron de que se retractaran, pero, al ver que no se doblegaban, los obligaron a vivir apartados, con la intención de que desistieran y abandonaran la isla. Aquel 1515 su presencia y actitud se vio reforzada por la llegada de Bartolomé de las Casas procedente de Cuba. 

Lectura

Tomemos las siguientes preguntas como punto de partida no cerrado para compartir impresiones:

  1. ¿Te ha gustado la mezcla del género negro con el género histórico?
  2. ¿Te ha parecido interesante la mezcla de personajes reales con personajes de ficción?
  3. ¿Qué te ha transmitido el retrato de la violencia y la crueldad de los primeros años de la conquista de América?
  4. ¿Qué te parece la recreación del choque cultural entre dos formas muy distintas de entender la vida?
  5. ¿La codicia, la venganza, los abusos de poder, como temas de la novela, se podrían trasladar a la situación actual de nuestras sociedades? ¿También el motivo de la destrucción del medio ambiente?
  6. ¿Te ha llamado la atención alguno de los escenarios de la novela [Talavera de la Reina, Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, Gran Canaria, La Española y Santo Domingo, Mina del río Haina] y sus descripciones?
  7. ¿Has reconocido alguna referencia intertextual a escritores y obras de la tradición literaria?


En 1992, coincidiendo con el quinto centenario del descubrimiento de América, el músico y compositor dominicano Juan Luis Guerra  sacó a la venta el  álbum  titulado significativamente “Areito”, cuyo último tema  Naboria Daca Ae Mayanimacaná (traducción: Soy un siervo, no me mates), cantado en lengua taina, podría considerarse  el «himno» no oficial  de este pueblo indígena.