Procura leer la obra propuesta antes de la guía, del coloquio o de la visita del autor, pero no te preocupes si no te ha dado tiempo: puedes asistir igualmente a las reuniones.
Firma un pacto narrativo por el que, como lector, te comprometes a dar por verdadero aquello que el autor te cuente.
Recuerda que hay ensayos, biografías, memorias… y obras de ficción, en las que “nada es verdad ni mentira”. Historias, situaciones o personajes pueden estar inspirados en la realidad, pero ni siquiera tienen por qué ser verosímiles, sino coherentes en sí mismos.
Al abordar la lectura de una obra, no des nada por sentado.
Presta atención a los detalles y fíjate no solo en lo que sucede, sino en la forma en que todo sucede.
Evita juzgar moralmente a los personajes. Tu objetivo es observar su comportamiento y entender por qué toman sus decisiones.
Ten presente que el escritor no es el protagonista de la obra, aunque lo parezca; autor no es igual que narrador. El escritor no se desnuda: se disfraza.
No hay interpretaciones correctas o incorrectas de una obra. Si no estás de acuerdo con lo que se dice, no temas intervenir para expresar tu propia opinión aunque sea diferente a la que se comente de forma generalizada. Todas las opiniones son interesantes. Más aún: en general lo interesante suele ser el debate. Es totalmente aceptable (¡y hasta deseable!) tener criterios contrapuestos respecto a un tema, siempre y cuando se discrepe de forma respetuosa.
Si no quieres intervenir, no te preocupes: puedes permanecer tranquilamente en silencio, pero evita los debates y conversaciones privadas durante los encuentros.
De entre los que te ofrecemos, elige el canal de participación que más se adapte a tus gustos o tus posibilidades. Disfruta de la lectura, del intercambio de opiniones y de la compañía del grupo: de eso se trata 😀
¡Ya puedes inscribirte
en la cuarta edición del Club de lectura
de la Universidad de León!
Antes de irnos de vacaciones hemos dejado los deberes hechos: Ya está proyectada la programación del Club de lectura de la Universidad de León para el curso 2016-2017. Nos organizamos con tiempo para que a ti te de tiempo a tener previsto tu calendario. Cada año te ofrecemos algo nuevo, pero siempre proponemos lecturas interesantes guiadas por especialistas que nos ayudan en la comprensión de los diferentes aspectos de la obras.
Como la noticia que te anunciamos, pretendemos que nuestras lecturas ofrezcan contenidos actuales, novedosos e interesantes. Los títulos han sido elegidos por su interés y su calidad; algunos te sorprenderán y otros… te sorprenderán aún más. Te gustarán o no, pero no te dejarán indiferente. Hemos buscado autores valiosos, obras que propicien el debate y expertos que nos guíen en la comprensión de esas obras. Este es nuestro programa:
El Club de lectura de la Universidad de León propone actividades que no sólo están dirigidas al público universitario. La asistencia está abierta a cualquier persona de la sociedad interesada en participar y convertirse en socia. Es gratuita. No hay límite de edad ni se exige disponer de ningún certificado de estudios.
Pretendemos reunirnos periódicamente para compartir la experiencia de la lectura y aprovecharla como competencia transversal para completar la formación académica y personal. Las sesiones del Club están abiertas tanto a la comunidad universitaria como a la sociedad aunque, en caso de ser necesario, se priorizará a la primera y a continuación se tendrá en cuenta el orden de inscripción.
(¡importante!) La Universidad de León abre su club de lectura a toda la sociedad, de forma abierta y gratuita. No necesitas matricularte para poder asistir, aunque sí te pedimos que nos manifiestes tu deseo de participar para tenerte en cuenta, enviarte los avisos y recordatorios… Por lo tanto, si solo estás interesado en asistir a los coloquios y encuentros de las lecturas, no es necesario que te matricules ni pagues ninguna cantidad económica. Simplemente envíanos tus datos a nuestro correo tulectura@unileon.es para que sepamos que contamos contigo. Indícanos:
– Nombre y apellidos.
– Correo electrónico (si eres miembro de la ULe, el institucional).
– Tipo de usuario: Estudiante/ PDI/ PAS /Externo.
Puedes participar únicamente de forma virtual, pues a través del blog te ofrecemos información de cada una de las sesiones, y además emitimos a través del canal de emisión en directo de la Universidad de León la visita del autor, con quien puedes interactuar en el momento a través de nuestras redes sociales. Después, editamos este vídeo para que lo tengas disponible siempre que quieras o si no has podido asistir al encuentro. Para participar de esto modo tampoco existe ningún requisito ni es necesario abonar ninguna cantidad económica.
Puedes imprimir el TRÍPTICO con la programación del Club de lectura de la Universidad de León para próximo curso.
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Sabemos que esta noticia despierta gran interés entre nuestros seguidores, y prueba de ello son los múltiples comentarios que está suscitando en las redes sociales:
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De interés para nuestros amigos
No olvides que además del Club de Lectura propiamente dicho, a lo largo del curso te ofreceremos otras sesiones de las que te informaremos dentro de unos días:
Leemos con el Bibliobús (Club de Lectura en colaboración con el ILC)
Lecturas de divulgación científica
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Aprovecha el verano para descansar, porque te proponemos un curso 2016-2017 más lleno que nunca de actividades y, por supuesto, lecturas, muchas lecturas…
Hemos llegado, por este año, al final de las lecturas del club. Dentro del envoltorio de la categoría fantástica que recubre muchos de los textos abordados, la crítica social de la realidad contemporánea que contienen se ha hecho presente en cada uno de los coloquios mantenidos entre los socios:
«Los atacantes» presentó, de una forma descarnada, una pesimista visión contemporánea de nuestros miedos ancestrales y nos mostró la indefensión en la que nos encontramos ante los poderes políticos y económicos
Con «El libro de los viajes equivocados», la forma poética no mermaba el dolor producido por la barbarie, el desarraigo, las injusticias de la desigualdad y el abuso de poder a lo largo de todos los vaivenes de la historia.
«El jardinero fiel», una novela de suspense e investigación (con tintes románticos muy conmovedores 🙂 ) nos mostró la hipócrita connivencia entre el poder político y el económico, a costa de los más desfavorecidos del planeta.
Juan Pedro Aparicio, con «London Calling», evocó la llamada a la resistencia y a la libertad de la BBC durante la Segunda Guerra Mundial. En sus relatos no faltaron, entre otros temas, la utilización de la religión a conveniencia del Estado o la crítica corrosiva de una sociedad codiciosa y amoral.
Aquí están los cuatro títulos de este curso; los hemos leído, los hemos comentado y hemos vuelto a leer sus páginas… Pensar sobre ellas, recrear con nuestra imaginación sus historias y sentir (a veces intuir) las emociones contenidas en ellas nos ha hecho vislumbrar un modo más lúcido de interpretar las realidad.
Si he llegado a ver más lejos que otros es porque me subí a hombros de gigantes
Carta de Isaac Newton a Robert Hooke
(15-02-1676)
Agradecemos a todos los autores que nos han visitado, a las personas que nos han ayudado a comprender su obra y a los todos los participantes del Club de Lectura (tanto en la sala como a través de la red), su generosidad para compartir este camino de aprendizaje hacia un pensamiento más libre y más crítico.
Nos vemos en enero con más lecturas. ¡Feliz Navidad!
Club de lectura tULEctura Amigos hablando de libros Caramelitos en la mesa de firmas Ana Espirales, una batidora del tiempo Fantasmas, monstruos, mujeres fatales Natalia más gordita, más feliz y más guapa que nunca Alberto Chimal trayendo desde México “Los atacantes” Biblioteca “Aquí Londres” y aquí Juan Pedro Aparicio Lyuba y Jan mirándonos desde una página Amalia con sus jóvenes lectores del instituto Clara Obligado y su “Libro de los viajes equivocados”
3 abejas María José Álvarez Maurín acompañada de Justin Quayle Gracias a Gloria, Cari, Cris, Carmen, Javier, Pedro, Raquel, Eugenia, Asun, Esther, María, Miriam, Visi, Yaiza, Aurelio, María Teresa, Eugenio, Eva… 2016 más libros
En la última reunión del club de lectura de este 2015, hemos tenido el gusto y el honor de contar con la visita del escritor Juan Pedro Aparicio.
La ponencia del autor comenzó con el relato de sus experiencias respecto del libro que nos ha entretenido y fascinado estas semanas, «London Calling», y luego se transformó en un coloquio y un intercambio de impresiones, entre los miembros del club y el propio escritor. Los lectores tuvieron la oportunidad de comentar sus inquietudes, aclarar sus dudas y poner en común las sensaciones que transmite la lectura de este libro.
Sin duda una tarde sumamente enriquecedora, en la que todos los presentes nos llevamos algo nuevo con lo que alimentar nuestra mente para próximas lecturas; incluso el propio autor reconoció impresionarse de algunas de las conclusiones extraídas de la lectura en común.
Juan Pedro Aparicio estudió Derecho en Madrid, y luego decidió irse a Londres en una mezcla de ganas de abrir horizontes y al mismo tiempo de aprender la lengua inglesa; aquel fue su primer contacto con la ciudad que es el centro de la economía europea y el corazón que bombea un poquito de cada cultura que exista en el mundo. Posteriormente volvería a ella para ocupar el cargo de director del Instituto Cervantes, significativo puesto en una significativa institución, que excede los límites de lo académico y ejerce una función simbólica; y es aquí, en este marco, donde aparece el libro que todos teníamos en nuestras manos: «London Calling».
Lo que en un principio iba a ser una historia protagonizada por el ya conocido detective Malo, abrió paso a los relatos breves que comenzaron a aparecer entre las manos y la tinta de Juan Pedro Aparicio, quien no pudo evitar finalmente este libro compuesto de historias dispuestas a poner sobre la mesa esa extraña relación que mantienen las mentalidades inglesa y española a lo largo del tiempo.
Juan Pedro Aparicio se reconoce como anglófilo, gran admirador de la forma de vida de los ingleses, de su impoluta educación o de su forma de funcionar en sociedad, pero sin rechazar el otro lado que compone su ingenio y su persona, todo lo que de él se construye en España, y fruto de esta dualidad es esta historia.
Los miembros también aludieron al toque fantástico que adorna los relatos, y el escritor se limitó a explicar que esa era su forma de ver lo que ocurría en ellos y que, luego, los críticos se encargaron de poner las etiquetas. Tampoco faltaron las profundizaciones en los ángeles, seres que el autor describe como masculinos, porque se lo enseñaron así cuando era joven; seres masculinos y asexuados, que en este libro adquieren un poco más de sexo. También de las mujeres (el libro se llena de figuras femeninas que en el club se identificaron con el modelo de la mujer fatal), comentó que ése simplemente era su punto de vista para ese libro.
Los lectores no quisimos dejar pasar la oportunidad de que Juan Pedro Aparicio le dedicase un momento a su ciudad natal (León) que también se retrata en este libro, a la que define como un lugar calmado y conservador, pero abierto a todo lo que llegue, como un refugio seguro y tranquilo para todo aquel que necesita a donde ir.
La tarde finalizó con la notable satisfacción de los miembros, quienes sin duda han disfrutado de la lectura de la obra, y aún más de la visita de su autor, con la que ambas partes han aprendido muchas cosas.
Aquí tienes la grabación del encuentro de los socios del Club de Lectura con el escritor Juan Pedro Aparicio:
London Calling, el título que emula el eco de la voz de la BBC en aquellos terribles días de la Segunda Guerra Mundial, fue ayer el reclamo de nuestra reunión en el club de lectura.
Juan Pedro Aparicio nos presenta la reunión de un grupo de distinguidos caballeros ingleses (Lores), en la «Oxymoron Room» junto con el embajador de España y un camarero (curiosamente también español), para tratar su temática habitual sobre el amor a los animales. Estos personajes reverberan en sus nombres las célebres personalidades de aquel grupo de quince ladrones que llevaron a cabo el conocido como «robo del siglo», tal vez por su paralelismo con la ciudad que actúa como marco de esta obra: Londres, el corazón de las transacciones financieras de todo el mundo, así como de los juegos que entretienen con el dinero a los ricos y poderosos.
Y todo ello cuando aún estamos padeciendo los efectos de la gran crisis económica que se inició en 2008 originada por los fraudes de los codiciosos productos financieros y los delitos cometidos por los bancos a los que algunos llamarían «ladrones de guante blanco».
El libro es una brillante composición de relatos cortos que se enlazan entre sí por medio de una estructura sencilla, elegante y cautivadora, muy inglesa: una frase introductoria, luego, entre guiones, una aclaración sobre el personaje que habla, y finalmente la historia, que es escuchada por el resto de interlocutores, atentamente y sin molestar.
Así pues, nos encontramos con una colección de relatos diferentes en su temática, presentados como un diálogo y que son leídos como una novela en bloque, todo ello propiciado, además de por lo ya mencionado, por un eje común: la crítica y el desmenuzado de los estereotipos que de los españoles tienen los ingleses, y que de los ingleses tienen los españoles.
No pudimos olvidar ni pasar por alto tampoco, la intención con la que el título advierte de la carga de la obra: London Calling, la llamada de la resistencia en aquel fatídico episodio de la historia de la humanidad, que palpita desde entonces en la moral y la historia inglesa, avivando la llama en la mentalidad de su gente en tiempos difíciles; y es así como comprendemos, que para una época como la de nuestro presente, plagada de una creciente injusticia y de latigazos constantes del sistema sobre los pueblos, nuestro autor haya decidido repetir la llamada, para incidir sobre la crítica, con las dosis justas de acidez e ingenio, que hacen de esta obra una envolvente reflexión sobre nuestra forma de vivir y nuestro funcionamiento como sociedad, tan dispar y a la vez tan complementario cuando se cruzan las fronteras.
Las diferencias en la actitud ante los animales, la religión, la cultura, el arte y muy especialmente el comportamiento social colectivo de los dos pueblos son tratados en los relatos con la típica flema británica, que hace gala de un tono contenido y elegante tanto en el pensamiento como en el lenguaje; no obstante. la crítica implícita en el discurso supone una carga de profundidad tan certera que hace inevitable la revisión de los tópicos.
Hombres, mujeres, fantasmas, almas (divididas o duplicadas), dobles y ángeles deambulan libremente por Londres conformando el ambiente fantástico que impregna toda la obra y sirven de motivo al autor para mostrar la interacción que existe entre religión y política, para reírse de los prejuicios o para poner de manifiesto las virtudes, los vicios y los anhelos de ingleses y españoles, tan distintos que no parece sino que uno es la imagen complementaria que el otro refleja en el espejo. Conviene recordar que la conversación se lleva a cabo en la Oxímoron room.
Cómo no, tampoco pudo escapar a nuestros ojos de ávidos lectores, la herencia de aquellas piezas literarias que también en su día intentaron levantar la voz en los ojos de sus lectores; la intertextualidad, viva y rebosante en «Rebelión en la granja», sutil forma de hablar de la opresión, del abuso del hombre sobre la naturaleza, cogiendo de la mano a aquel maestro de la distopía cruel que fue George Orwell. Es precisamente la sutileza un recurso protagonista en estos relatos: palabras, reflexiones y matices que el autor coloca esporádicamente, que provocan sobresaltos en los lectores, que a veces nos hacen reír… y siempre pensar.
Como broche final, se habló de otra de las cuestiones de las que Juan Pedro Aparicio gusta hacer reivindicación y objeto de orgullo, su tierra natal: León. En el fragmento titulado «Hereje», con los cuervos de la catedral como elemento sorpresivo, abraza las dos mitades que lo conforman: por un lado su origen (León y España) y por otro el lugar donde tanto tiempo ha vivido y aprendido (Londres e Inglaterra), tan distintos entre sí y a la vez tan hechos el uno para el otro, pues lo que a uno le falta, al otro le sobra.
London Calling es una obra que invita a levantar de nuestras espaldas las ideas establecidas, la lucha por enmascarar los sentimientos en los ingleses, y la de los españoles por llevarlos siempre por delante, la contraposición entre lo individual y lo colectivo. Una obra que regala una crítica original, e incluso divertida y fantástica de nuestro mundo, que atraviesa constantemente sendas de paz y luego de crisis, y que nunca se olvida de resistir, pues siempre hay una voz que se encarga de recordárnoslo: fue una vez aquel mensaje de la BBC y ayer la de un excelente Juan Pedro Aparicio.
En relación con la literatura concede tanta importancia al contenido, el asunto sobre el que se escribe, como a la forma con la que se reviste. Defiende los libros que no se leen de un tirón, pues el esfuerzo tiene su recompensa cuando estamos ante la literatura a la que considera expresión de vida. En OtroLunes defiende la lectura como un ejercicio que estimule nuestro intelecto:
Leer es otra cosa. Leer siempre deja una recompensa. No mata el tiempo, lo duplica. Mientras leemos vivimos nuestro tiempo y el del libro. Por eso, no seamos cicateros con nuestras lecturas, un buen libro probablemente se disfruta más en una segunda y una tercera lectura que todos aquellos que sólo se leen de un tirón. La dificultad suele multiplicar la recompensa.
Los libros buenos ofrecen al lector más de lo que suele creerse. El libro es una máquina del tiempo, la única que existe, pues permite oír las voces del pasado, ese “y escucho con mis ojos a los muertos”, de que hablaba el clásico poeta. Su resistencia a mostrarse no es otra cosa que el premio enorme que esconden, entregado en su momento al lector consciente como el hallazgo feliz del buscador de tesoros.
No, los libros no son para leerlos de un tirón, porque no son cosa efímera, son máquinas del tiempo y máquinas contra el tiempo, las únicas también que pueden guardarlo y conservarlo. Porque la palabra escrita lucha contra el tiempo. Troya y sus héroes se nos hacen presentes en La Ilíada con cada lectura del libro. Así, un cuento es como una píldora de tiempo, una cucharada de tiempo.
Juan Pedro Aparicio y el microrrelato:
El propio autor denomina al microrrelato como cuántico frente a las tradicionales nomenclaturas de microrrelato, minicuento o minificción, o a las también personales propuestas de otros escritores, por ejemplo el término nanocuento empleado por Merino. El vocablo asignado por Aparicio a microrrelato responde a la física cuántica que estudia los cuerpos diminutos y que se aleja de las leyes físicas convencionales.
El microrrelato es un género cultivado en España desde inicios del siglo XX. En las últimas décadas adquiere un gran auge en nuestro país y, de manera destacada, en Hispanoamérica. Sus rasgos discursivos son la hiperbrevedad, la concisión expresiva y la narratividad. Precisan, además, de un lector activo que disfrute con los finales sorpresivos o enigmáticos, y que reconozca las sugerencias planteadas por dichos textos, así como rasgos temáticos que pueden estar vinculados a la ironía, la parodia, la intertextualidad, la metaficción y la intención crítica.
En los microrrelatos de Aparicio sobresale la unidad de conjunto, la elipsis (supresión de partes de la historia que los lectores debemos completar), la invención, el ingenio, el humor y la ironía, así como la actitud crítica.
En su libro El origen del mono publica su primer cuántico, «El Presentimiento»:
La familia rodeaba al abuelo moribundo.
El abuelo habló lentamente:
-Siempre creí que moriría pronto.
Los nietos clavaban en él sus extrañados ojos.
El abuelo continuó tras un suspiro:
-Siempre tuve el presentimiento de que me iba a morir enseguida.
El reloj de la sala dio la media y el abuelo tragó saliva.
-Luego a medida que he ido viviendo, imaginé que mi presentimiento era falso.
Y el abuelo concluyó, apretando las manos:
-Sin embargo, ahora ya veis: con ochenta y seis años bien cumplidos, y tan cerca de la
muerte, comprendo que mi presentimiento ha sido la mayor verdad de mi vida.
Sobresalen sus dos anteriores libros de microrrelatos, también publicados en Páginas de Espuma: La mitad del diablo (2006) y El juego del diábolo (2008). Entre los dos libros forman un diábolo: «Juguete que consiste en una especie de carrete formado por dos conos unidos por un vértice, al cual se imprime un movimiento de rotación por medio de una cuerda atada al extremo de dos varillas, que se manejan haciéndolas subir y bajar alternativamente». Como dice la propia editorial: «Aquel correspondería a la mitad izquierda; éste, a la derecha. Aquel iba de más a menos, pues empezaba por el relato más extenso para concluir en el más diminuto; éste va del cuento de apenas una línea al de poco más de una página». Concretamente, La mitad del diablo consta de 136 microrrelatos, el primero con 39 líneas y el último que consta de una sola palabra. El juego del diábolo consta de 140 microrrelatos que tienen una extensión creciente.
Tal como establece José Enrique Martínez Fernández, la diferencia entre ambos libros es de orden temático:
«Si en aquel sobresalían los asuntos escatológicos, es decir los relatos sobre la muerte y la vida de ultratumba, en El juego del diábolo dominan los “asuntos de amor” […]: problemas de pareja, encuentros de una sola noche, adulterios e infidelidades, celos y crímenes, suplantaciones, deslealtades, ilusiones y desengaños». Como el propio Martínez Fernández argumenta, sus relatos aluden a situaciones humanas que «nos hablan de miedos, celos, emociones, debilidades, cambios de personalidad o desdoblamientos de la misma o de la propia imagen (tema del doble), de fantasmas personales, sueños, deseos, destinos contrariados, promesas sólo resueltas tras la muerte, venganzas, posibilidades de futuro no cumplidas, etc., etc.». (Fuente: OtroLunes)
Por su parte, Irene Andres-Suárez (también en la revista OtroLunes) sintetiza cinco ejes temáticos. Resumimos las teorías de dicha estudiosa con palabras casi literales
Las fuerzas del mal, cuyos ropajes y disfraces son múltiples (la represión, la traición, la tortura, la intolerancia, el totalitarismo, la ambición desmedida de poder, el instinto de dominación del otro y la violencia soterrada que existe en las relaciones).
La Iglesia, el clero y el tribunal de la Inquisición.
La denuncia política y social, operada mediante la distorsión y el humor corrosivo, que desemboca a menudo en la burla esperpéntica. Destaca la crítica amarga de la sociedad y sus formas de vida así como las múltiples contradicciones del ser humano (la guerra civil, la posguerra, la dictadura, la mercantilización de la sociedad actual, la maldad, la trivialización de la violencia y del sexo, el racismo, etc.).
La intertextualidad temática y formal. Temática en relación con la reelaboración de mitos bíblicos y de mitos clásicos, o por la relación dialógica con la literatura universal. Y formal por la reelaboración, a veces paródica, de modelos de la tradición como el cuento de hadas, el género policíaco, etc.
El mundo de la literatura y de los escritores. Con una sátira ante los escritores que persiguen la fama y la inmortalidad a toda costa, que se doblegan ante políticos, periodistas, profesores o críticos, y no se atreven a expresar lo que piensan.
Otros temas, también reseñados por Irene Andres-Suárez se relacionan con el género fantástico –la metaliteratura, el doble, los objetos antropomorfizados que se vengan de los humanos, los animales dotados de mayor juicio que los individuos, la conciencia post-mortem de personajes que tardan en comprender que ya no pertenecen al mundo de los vivos, la alteración de las coordenadas temporales– y con el género de la ciencia ficción o fantasía futurista, con la incidencia del progreso científico y tecnológico sobre el ser humano y el Universo.
London Calling (Páginas de Espuma, 2015)
Información de la contraportada:
«El hombre que puede dominar una conversación en Londres puede dominar el mundo», afirmaba Oscar Wilde. Los dominios de este libro, tan british pero tan universal al mismo tiempo, son los de la literatura de Juan Pedro Aparicio, que abre mil puertas a un recorrido por la capital británica: la imagen icónica de cabinas y de taxis, la altura de los autobuses londinenses y del vuelo de algunos ángeles misteriosos –tan parecidos a nosotros, como dice Aparicio que dejó dicho Swedenborg–, y la conversación infinita de los miembros de un curioso club que domina la narración. Todo un Decamerón moderno compuesto por microrrelatos que atraviesan impecables el paisaje urbano de Londres, una de las ciudades ineludibles de nuestro imaginario y nuestra memoria.
Estructura y contenido del libro:
El libro está conformado por 83 microrrelatos, acompañados de las ilustraciones de Fernando Vicente, cuya acción se ubica en la ciudad londinense bien conocida por Juan Pedro Aparicio, entre otras razones por su dirección durante varios años del Instituto Cervantes de la capital inglesa. Precisamente, el título London Calling responde al título de una canción de The Clash pero, sobre todo, es una expresión conocida porque remite a la fórmula con la que la BBC daba inicio a sus emisiones durante la Segunda Guerra Mundial («aquí, Londres»)
Las historias presentadas están unidas por un hilo conductor: la reunión de siete lores de un club londinense, Animal Lovers Club, con su invitado, el embajador de España, y la conversación diplomática que mantienen dichos personajes dando lugar a un libro coral en el que sobresale la narratividad y que permite reflexionar sobre Inglaterra y España. El diálogo, cauce formal ya utilizado por Platón para articular pensamientos, es el vehículo que guía la estructura del libro y la peculiar ordenación de los textos.
El mencionado diálogo tiene lugar en la Oxímoron room, estancia en la que los presentes cuentan diversas historias ateniéndose tanto a los modales británicos como a su inclinación a los juegos ingeniosos de palabras, la ironía y el humor inteligente. Es simbólica dicha ubicación ya que oxímoron remite a la combinación de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido («un silencio atronador»), y nada más contradictorio para los ingleses que un español amante de los animales como es su invitado, el embajador de España.
Por lo tanto, los textos de London Calling, siguiendo el modelo literario de los cuentos con marco, se encadenan a través de ideas que pasan de un relato a otro y mediante réplicas y contrarréplicas de los contertulios a lo largo de lo que se podría definir como siete capítulos si pensáramos en una estructura novelesca.
Su prosa sobresale por las sugerencias y por el constante humor y la ironía, aunque también se aproxima en ocasiones a otros tonos como el sarcasmo, el misterio, el horror, lo detectivesco, lo absurdo, etc. Algunos textos se encuadran en el realismo y otros en la categoría de lo fantástico.
Los temas abordados son muy variados: la mirada española frente a la mirada anglosajona en un juego de espejos en el que se pueden reconocer ambas sociedades; el trato a los animales; el arte contemporáneo y sus desvaríos; referencias históricas de las naciones (política, espionaje, guerra, emigración); motivos filosóficos, religiosos y fantásticos como el doble, los fantasmas, los ángeles, las almas (enlazando con las teorías del científico, filósofo, teólogo y místico sueco del siglo XVIII Emanuel Swedenborg, una eminencia londinense que en sus últimos años trató de escribir desde una perspectiva científica sobre los ángeles, el alma, el cielo y el infierno); la crisis; encuentros y desencuentros amorosos, sexualidad; homenajes literarios e intertextualidad.
Entrevista al autor:
Programa Vamos a ver, de RTV Castilla y León: minutos 6:00 a 17:00.
Lectura:
Para acercarnos a London Calling y compartir nuestras lecturas de dicha obra podríamos responder, entre otras muchas, a preguntas como las siguientes:
1) ¿Te han parecido un buen complemento a los textos las ilustraciones de Fernando Vicente?
2) ¿Ha captado más tu interés la ficción realista o la ficción fantástica?
3) ¿Qué imagen ofrece el libro de las sociedades española e inglesa? ¿Cuáles son sus mayores diferencias?
4) ¿Qué cuánticos han llamado más tu atención como lector en relación con los siguientes temas?
el trato a los animales
el arte contemporáneo y sus desvaríos
referencias históricas de las naciones (política, espionaje, guerra, emigración, etc.)
motivos filosóficos, religiosos y fantásticos (el doble, los fantasmas, los ángeles, las almas, etc.)
la crisis
encuentros y desencuentros amorosos, sexualidad
5) ¿Has localizado algún texto que juegue con la intertextualidad o el homenaje literario?
6) ¿Qué nos transmite el mensaje final del diablo con el que se cierra el libro?
De cara al coloquio participativo de los socios que se celebrará el jueves 26 de noviembre de 2015, en la presentación encontrarás algunas de las cuestiones sobre las que la profesora María José Álvarez Maurín nos propone debatir.
Pero seguro que en el coloquio se nos ocurren más…
John le Carré es, en terminología de espionaje, el nombre en clave de David John Moore Cornwell (Pool, Dorset, 1931). Detrás del seudónimo se ha ocultado la verdadera identidad del escritor cuya obra es considerada hoy de las más representativas de la narrativa de espías.
Comenzó a escribir en 1961 y hasta la actualidad ha publicado 23 novelas, varios ensayos y relatos cortos, y ha participado como guionista de algunas de las adaptaciones de sus obras al cine y la televisión e, incluso, como actor en dos de ellas. Es probable que, según él mismo comenta, si el servicio secreto de su país no le hubiera dado permiso para publicar la novela que le hizo mundialmente famoso, The Spy Who Came in from the Cold (1961) (El espía que surgió del frío), puede que su vida hubiera sido otra muy distinta. Comenzó su carrera diplomática en el Servicio de Asuntos Extranjeros en la Embajada Británica en Bonn:
“Escribí «The Spy Who came in from the Cold» a los 30 años, en la soledad de un intenso estrés personal y en absoluto secreto. Como agente de inteligencia y en el papel de joven diplomático…. yo era un secreto para mis colegas y, la mayor parte del tiempo, para mí mismo”.
El uso de un seudónimo fue una de las condiciones que le impuso el servicio de inteligencia antes de conceder el permiso de publicación de sus dos primeras novelas. Después de una minuciosa y prolongada revisión del manuscrito de su celebérrima novela, finalmente, concluyeron que la historia en ella narrada no suponía la revelación de actividades secretas reales ni afectaba a la seguridad diplomática. Hoy, todavía, John le Carré se lamenta de que fueran únicamente ellos los que interpretaron “correctamente que el relato era mera ficción de principio a fin” (The Guardian, 2013).
Ningún hecho del relato procedía de su experiencia personal y, sin embargo, toda la prensa mundial vio y en esta obra una representación auténtica del mundo del espionaje e, incluso, que contenía un mensaje revelador sobre el otro lado del Telón de Acero. Y, así, mientras la crítica aclamaba la aparición de un nuevo escritor que desvelaba el misterioso mundo del espionaje, John le Carré con “asombro y rabia”, veía cómo adquiría una etiqueta que iba a calificarlo de por vida:
“Para los críticos de la época…. yo era el espía británico que había salido de ese mundo cerrado para contar cómo era en realidad y, todo lo que yo dijera para desmentirlo, reforzaba aún más el mito”.
Fotograma de la película «Dr. No», del año 1962
A la consolidación de este mito contribuyó un lectorado aficionado que desesperadamente esperaba un antídoto al apuesto e invencible superhéroe James Bond de Ian Fleming, su inmediato predecesor. Ian Fleming morirá en 1964, un año después de la publicación de su tercera novela.
John Le Carré fue profesor de lenguas modernas en Eton College (1956-58) y en 1959 ingresa en el cuerpo diplomático. Habrán de pasar unos años hasta que Le Carré confirmara su identidad como espía durante su servicio en la Embajada Británica. En 1964, como él mismo afirma, le liberaron y desde entonces su labor como escritor de ficción y periodista se ha prolongado hasta la actualidad. Su última novela A Delicate Truth se publicó en 2013.
Fotograma de la película «La gente de Smiley», del año 1982
George Smilie, agente del servicio de espionaje Circus, es el personaje más conocido de las novelas escritas durante la Guerra Fría, el “anti-bond” que ganó su fama también gracias al cine. El espía que surgió del frío y George Smilie supusieron para la fórmula de espías lo que Sam Spade y El halcón maltés para la narrativa de detectives: durante las décadas posteriores a la I Guerra Mundial y hasta la caída de la URSS, la narrativa de enigma se convierte en un vehículo de compromiso moral entre el escritor y el desgarrador devenir de la historia del siglo XX. Este era el sentido que Le Carré quería dar a sus creaciones: el mundo del espionaje de sus novelas debía ser entendido como una metáfora del mundo real de las que se desprendiera el conocimiento, la reflexión, la denuncia y el compromiso.
“Qué he aprendido durante los últimos 50 años… Simplemente que la moral del mundo del espionaje es muy similar a la de cada uno de nosotros (What have I learned over the last 50 years? …. Just that the morals of the secret world are very like our own)”
Con la caída del muro (1989), la desaparición del Estado Soviético y los posteriores efectos catastróficos de la globalización financiera y neoliberal, John Le Carré continuó manteniendo su postura comprometida y redirigió su mirada hacia los nuevos poderes que ahora amenazan la desintegración de la sociedad global. The Tailor of Panama (El Sastre de Panamá),The Mission Song (La canción de los misioneros), A most Wanted Man (El hombre más buscado), Our Kind of Traitor (Un traidor como los nuestros) y su última novela (Una verdad delicada) constituyen un alegato demoledor contra las grandes corporaciones, los poderes económicos y la corrupción política a gran escala. Son estas palabras del escritor las que subyacen en todas sus obras como un llamamiento desesperado:
“La democracia termina y el fascismo comienza ahí donde el poder político y de las empresas son inseparables”.
The Constant Gardner (El jardinero fiel) (2001) es la ofensiva más radical contra el efecto letal de las multinacionales en las comunidades más pobres del planeta, en concreto, contra las empresas farmacéuticas y la experimentación de sus nuevas fórmulas en la población más débil, causando la enfermedad y la muerte.
Tras la lectura de El libro de los viajes equivocados, en el coloquio de los socios comprobamos que dichos viajes llevan a sus protagonistas hacia la muerte, el exilio, el error, el pasado y la memoria. Reflexionan y nos permiten reflexionar sobre la identidad, el mundo, el azar y las decisiones a través de personajes conectados por el hecho de sentirse extranjeros, a causa del exilio, la emigración o las guerras.
La peculiar estructura del libro confirma la petición de su autora de que la lectura se haga en orden porque los cuentos esconden un texto más amplio. Así lo han percibido los socios que han reconocido la peculiaridad del primer relato, “El azar”, con sus breves historias que, desde el presente al pasado, conectan a través del motivo de la caracola y del azar las vidas de diferentes personajes que, más adelante, se desarrollarán en el resto de cuentos. El símbolo de la espiral es percibido no solo en la imagen de la caracola, que abre y cierra el libro, sino también en el resto de relatos a través de imágenes diversas, como, por ejemplo, las aves dibujando espirales en el cielo en “Frío”. Otros símbolos también han gustado, entre ellos las monedas, las manos saludando o despidiéndose, el mamut, etc. Así como la intertextualidad reconocida por algunos de los socios que han localizado ecos de escritores como Bohumil Hrabal, Borges, Robert James Waller, Alice Munro…
En su poética y certera recreación de los horrores de este mundo, de las injusticias, de las desigualdades, la espiral es la imagen de un cosmos, de un universo, en el que en sus círculos infinitos y en sus curvas crecientes, se contienen los viajes equivocados de la vida, de la historia que nos ha llevado a la actual situación de crisis que parece repetirse eternamente. El libro nos acerca a las atrocidades de la historia pero, a su vez, retrata nuestra actualidad –puesto que “nada que esté en el futuro ha evitado su huella en el presente”– y el drama de todos aquellos seres que se sienten desplazados, marginados, periféricos, apátridas, en suma extranjeros. Nos acerca, en esalínea, a la dureza de la experiencia de la emigración y del inevitable sentimiento de pérdida en el relato de “Las dos hermanas”; a esa otra emigración que se produce en el contexto del imperialismo y que, orientada a lograr riquezas, ignora la violencia que la acompaña en “Monedas de oro”; y nos hace empatizar con el emigrante, con el otro, mostrándonos su humanidad, su generosidad, y poniéndonos en su situación en “Albania”. La crudeza de la guerra, el miedo, el desgarro, se plasma en “El silencio” que, además de ser uno de los relatos que más ha gustado a los socios, ha llamado la atención tanto por la fuerza de sus personajes y de sus actitudes, como por el tono poético de algunos pasajes y, sobre todo, por hacernos ver cómo, incluso entre la buena gente, se acepta la violencia como algo cotidiano y ya normalizado. Por su parte, el viaje al pasado tras años de exilio, desarrollado en “Agujeros negros”, ha sorprendido por la concepción circular del tiempo vinculada a la simbología de la batidora del tiempo –“nada muere del todo”– y de los zapatos moteados, los calcetines rojos y el globo. Asimismo, ha demostrado el dolor provocado por la imposibilidad de un regreso auténtico.
La fuerza de los personajes femeninos se ha constatado sobre todo en un personaje recurrente en muchos de los cuentos del libro, la nómade Lyuba, mancillada por su padre como su propia tierra por los blancos en “Frío”; que se enfrenta al dilema entre la venganza y la piedad en “Así que esto era el amor”; y que en “La escritura” –relato metaficcional que sorprende al lector con un cambio de la tercera a la primera persona y con reflexiones sobre el proceso creativo– vampiriza a la autora para que sienta la necesidad de contar su historia, su vida de desplazada, de marginada, de extranjera. A su vez, no se pasan por alto las diversas referencias en numerosos relatos a la desigualdad experimentada por las mujeres, aunque uno de ellos “Madison, los puentes de”, es el que ha generado mayor discusión entre los socios en relación con la imagen convencional, familiar y abnegada que culturalmente se presupone que ha de tener la mujer.
Con este libro hemos viajado hacia la barbarie, la soledad, el desarraigo, la identidad y las injusticias, mediante la recurrente imagen de los trenes que se cruzan en diferentes tiempos y espacios, y que conectados por el azar, nos aproximan a metáforas de la vida humana, a los vaivenes de la historia cuyo rompecabezas debemos recomponer.
Nació en Buenos Aires. Exiliada política de la dictadura militar, desde 1976 vive en España. Es Licenciada en Literatura, y ha dirigido los primeros talleres de Escritura Creativa que se organizaron en España, actividad que ha llevado a cabo para numerosas universidades y diversas instituciones y que realiza de forma independiente. En 1996 recibió el premio femenino Lumen por su novela La hija de Marx (1996). A ella se añaden otras novelas como Si un hombre vivo te hace llorar (1998), No le digas que lo quieres (2002), Salsa(2002). Destacan sus libros de relatos Una mujer en la cama y otros cuentos (1990), Las otras vidas (2006), El libro de los viajes equivocados (2011) y La muerte juega a los dados(2015). Y las antologías Por favor sea breve 1 (2001) y 2 (2009), señeras en la implantación del género en España. Ha recibido el Premio Juan March Cencillo de Novela Breve con Petrarca para viajeros (2015). Tiene numerosos libros de ensayo en los que aborda temas relacionados con la mujer y la cultura, y es colaboradora en medios periodísticos. Su obra ha sido traducida a diferentes idiomas.
Su comprometida poética narrativa, que nos obliga a reflexionar acerca de la desigualdad, de los abusos de poder, de las guerras y de los vaivenes de la historia, parte del hecho de su propia identidad de exiliada, que hace que se incline hacia una escritura desterritorializada, escrita desde un espacio intermedio que nos ofrece grandes propuestas creativas en el marco de la reflexión generado por las tensiones provocadas por el desplazamiento. No solo trata en su obra de abordar motivos desde la posición del intelectual que ha sufrido el desarraigo sino que se aleja del centro empleando, a su vez, la experimentación con técnicas narrativas novedosas, no sometidas al discurso establecido, fuera de sus límites.
En este sentido, el deseo de excluirse de algo tan humano como la problemática social, da lugar a una creación vacía o banal. No hay grandes obras sin compromiso, aunque la palabra compromiso, ya se sabe, quiere decir algo muy diferente según quien la pronuncie. […]
En fin, el escritor crea desde la inserción en una sociedad, es fruto de una época y no un ente aislado y genial, como quieren hacernos ver a veces. No habría Cervantes sin su época y sin la reflexión sobre la crisis que le tocó vivir, y sin postura ante ese mundo que se derrumbaba. No habría Borges sin enfrentamiento entre las posturas estéticas y políticas de su momento. […]
En síntesis, parece evidente que el escritor tiene una situación análoga a la de los intelectuales en general. Como ciudadano, se ve en la obligación de participar en la construcción de su mundo y excluirse de este compromiso da a su obra una perspectiva sin interés. Por otro lado, como escritor, tiene la necesidad de aislarse, distanciarse y de contar con un margen amplio de libertad para crear una obra honesta y con cierta proyección. Creo que en la aceptación de este dilema, en los matices que existen entre la torre de marfil y las barricadas, en el corazón de esta dificultad, es donde se gestan las mejores obras.
En la conferencia impartida en las II Jornadas de la RIUL, celebradas en mayo de 2015 en León, Clara Obligado defendió que si la literatura tiene algún sentido sería reflexionar sobre un mundo en crisis, contestar a esa situación provocada por un mundo en crisis tanto económica como cultural. No trata de ofrecer la crónica de tragedias personales como el periodismo sino que pretende, mediante determinadas técnicas formales y estructurales, obligar al lector a pensar y a construir la historia. Reivindica la literatura que llama transterrada o excéntrica, es decir, situada fuera del centro, de lo visible. Escrita por exiliados que se ven obligados a emigrar y pierden la familia, la lengua materna, la pertenencia a un pueblo. Se convierten de pronto en extranjeros, en muchos casos marginados. Problematiza de tal modo el tema de la extranjería, de la elección del idioma, sin olvidarse de la problemática de la mujer en esos contextos del exilio. Le preocupan los siguientes interrogantes:
¿Cómo se cuenta este desplazamiento? ¿Desde dónde? ¿Qué pasa cuando el idioma del país receptor y el del extranjero son el mismo? ¿Existe conflicto? […] ¿Y qué historias se cuentan? ¿cuál es el marco nacional que señalan, si es que señalan alguno? ¿De qué hablan, pues, estas historias desterradas, estas historias a la intemperie, quién las comprenderá? Tal vez exijan, para ser verdaderamente desentrañadas, de un lector marcado con el mismo desarraigo con el que fueron plasmadas. Así como quien lee un texto con estas características se queda con un secreto a medias, también quien escribe nota, desconcertado, que debe incluir claves dobles para su entendimiento.
Dichos escritores crean una literatura que va más allá de los nacionalismos, que tienen referencias culturales más amplias, en diálogo constante con otros libros. En esa línea, ha denominado al lugar mental desde donde se producen ese tipo de obras, como “literatura desde la verja”:
Desde esta perspectiva incómoda podríamos pensar en una literatura que habla tanto de los desplazamientos como de los desplazados por las diferentes formas de la violencia. Escribir desde la verja es una imagen que me gusta, que me resulta convincente. Desde allí, desde ese lugar incierto, desde ese “no lugar” se generan espacios que cuestionan tanto la identidad del país en el que se vive como la propia identidad del que se ve obligado a atravesar fronteras.
El tema no es nuevo, aunque sí lo es en la magnitud actual de la diáspora, en la historia de la literatura otros autores se han situado en este lugar incómodo, en esta especie de atalaya que no está en tierra de nadie pero que mira, insistentemente, y no sin desazón, hacia la fantasía imposible de anidar.
El libro de los viajes equivocados
Información contenida en la contraportada:
Todo viaje puede desarrollarse en tres ámbitos: el interior, el que transcurre en el tiempo y el que transita por el espacio. El que tiene como dimensión el espacio colma los sentidos, el temporal alimenta la experiencia, aunque es el viaje interior el que puede cambiar al ser humano. Pero ¿puede un ser humano modificar el sentido del universo?
En El libro de los viajes equivocados los personajes comienzan una aventura en la que el azar orienta sus pequeñas historias hasta sumarlas en un devenir general. A través de una inquietante espiral narrativa, estos cuentos nos llevan a interrogarnos sobre el complejo mundo en el que nos toca vivir.
Estructura del libro:
Galardonado con el Premio Setenil 2012, el volumen nos ofrece once relatos introducidos por una cita de Rainer Maria Rilke, de El libro de las horas, que se inicia así: Vivo mi vida encírculos concéntricos círculos concéntricos sobre las cosas extendidas. En la misma línea, la advertencia de la autora que precede a los cuentos nos proporciona nuevas pistas acerca no solo de la temática sino de la estructura con la que va a trabajar y con la que va a sorprender al lector:
Comencé a escribir este libro en mi libro anterior, cuando me preguntaba por el sentido del destierro. Años más tarde, me encontré pensando en las proyecciones de la diáspora en la vida de quienes la emprenden. En este momento de crisis, el viaje vuelve a sugerirme el retorno de otras épocas y de ciertas ideas que imaginaba, por fin, extinguidas. Este ir y venir, esta espiral, es la historia de mis cuentos. Solo me gustaría proponer a quienes los lean que lo hagan en el orden en el que aparecen, ya que esconden un texto más amplio, que necesita de este recorrido.
Es preciso leer en orden los cuentos no porque sean episodios cortos de una misma historia sino porque su disposición se aleja de las estructuras lineales y, a pesar de ser relatos independientes, existen elementos que los entrelazan o interconectan de modo perfecto hasta el punto de conformar imágenes desordenadas, imágenes rotas de una misma realidad. Al recomponer el lector las diversas piezas de esa escritura fragmentaria, uniendo el sentido último de la multiplicidad de temas y motivos, de personajes, de espacios, de tiempos, de símbolos, de narradores y de puntos de vista, obtiene una visión más rica que la resultante de una novela o libro de cuentos tradicionales. Con esta técnica Clara Obligado logra manifestar la problemática de la identidad, del desarraigo, de la soledad y la barbarie en este mundo en crisis que es necesario repensar y recomponer.
A lo largo de El libro de los viajes equivocados, los citados círculos concéntricos del epígrafe inicial se concretan en la simbólica espiral de las caracolas, espirales logarítmicas que simbolizan lo “mensurable e infinito a la vez” (p. 138). “No es una espiral constante, como la que postula Arquímedes, aburrida y previsible, sino que encierra un diminuto cosmos que se abre como un torbellino, en progresión geométrica, girando en una curva cada vez más abierta” (p. 136).
Nos acerca así al tiempo concebido desde su circularidad, desde la idea del eterno retorno, de los vaivenes de la historia. No extraña que en un momento concreto se afirme: “Nada se sueña en vano, ni son gratuitos los oráculos: nada que esté en el futuro ha evitado su huella en el presente” (p. 40).
Entrevista a la autora:
Lectura:
Para acercarnos a El libro de los viajes equivocados y compartir nuestras lecturas de dicha obra podríamos responder, entre otras muchas, a preguntas como las siguientes:
¿Hacia dónde nos llevan los viajes equivocados del libro? ¿Sobre qué reflexiona el conjunto del volumen?
¿Qué tienen en común los personajes del libro?
¿Te ha llamado la atención la estructura, la forma en que se organizan los contenidos del primer relato, “El azar”? ¿Qué intención tiene?
Clara Obligado incide en la circularidad del tiempo. ¿Has hallado algún símbolo de que esto sea así y que se manifieste en el primer y último relato del libro trasladando dicha circularidad a la estructura del volumen? ¿Aparece dicho símbolo en algún relato más?
¿Te han llamado la atención algunos otros símbolos, imágenes o elementos recurrentes que se compartan en varios relatos?
¿Qué relatos abordan el motivo de la emigración? ¿Cuál te ha impactado más?
¿Qué relatos abordan el motivo de las guerras? ¿Cuál te ha impactado más?
¿Qué relatos abordan el motivo del exilio? ¿Has entendido lo que acontece en “Agujeros negros”, y el significado del globo y de la batidora del tiempo?
¿Percibes la fuerza de los personajes femeninos? ¿Qué ocurre con la recurrente figura de Lyuba? ¿Cuál es el sentido último de los relatos en los que aparece?