Rick Wakeman (The Six Wives of Henry VIII) 1973

Rick Wakeman, seguramente el mejor teclista de la historia junto con Keith Emerson, sorprendió al mundo con esta personalísima visión de la agitada vida sentimental del rey Enrique VIII.

Wakeman se había incorporado en agosto de 1971 a la banda de referencia dentro del rock progresivo, Yes. Con ellos grabó el álbum «Fragile» a finales de ese año. A principios de 1972, Yes recorría América para promocionar dicho trabajo. En una escala en Richmond, Virginia, Rick Wakeman estaba curioseando en una librería del aeropuerto. Compró cuatro libros, uno de ellos era «La vida privada de Enrique VIII» de Nancy Brysson Morrison.

En el vuelo subsiguiente de Richmond a Chicago, Rick comenzó a leer el libro sobre Enrique VIII. Cuando llegó a la parte dedicada a Ana Bolena, Rick recordó una grabación que había hecho en 1971. Desde entonces no había hecho nada con esa música. Después de grabarla, Rick había estado luchando por encontrar letras para acompañarla. Siendo la época del álbum conceptual, lo que estaba buscando, era un tema que pudiera narrar a través de la grabación. Ya lo había encontrado.

De repente, todo cobró sentido. Las notas que Rick recordó sobre Ana Bolena en el vuelo a Chicago fueron solo el comienzo. Durante las siguientes semanas y meses, ya fuera en su casa o estando de gira, Rick se centró en cada una de las seis esposas de Enrique VIII. Todo ello dio lugar a un álbum único: «The Six Wives of Henry VIII».

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La grabación del álbum tuvo lugar entre febrero y octubre de 1972. La discográfica A&M Records le dio a Rick un adelanto de 4.000 libras para la grabación. Eso no daba para mucho. Afortunadamente, Rick era un multiinstrumentista, que además podía confiar en la ayuda de los miembros de Yes y en su anterior banda, The Strawbs.

En «The Six Wives of Henry VIII», Rick tocó sintetizadores Minimoog y ARP, Mellotron, órgano Hammond, un órgano de iglesia, piano eléctrico, piano de cola y clavicémbalo. Acompañando a Rick, quien produjo el álbum, estaban algunos de los mejores músicos de los primeros años setenta.

Entre la banda de Rick estaban lo que solo se puede describir como la realeza del rock progresivo. Esto incluyó la sección rítmica de Yes, los bateristas Bill Bruford y Alan White, y el bajista Chris Squire, además del guitarrista Steve Howe. A ellos se unieron el bajista de The Strawbs Chris Cronk y Dave Cousins, quien tocó el banjo eléctrico. Estos fueron solo algunos de los músicos que tocaron en la grabación del disco.

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Aspecto habitual de Rick en aquella época. Adornado con una larga capa dorada

Una vez que se grabaron las seis pistas, el costo del álbum había aumentado a 25.000 libras. El adelanto de A&M Records estuvo muy lejos de cubrir el costo del álbum. Rick necesitaba que fuera  un gran éxito.

De todas formas, no había mucha gente en A&M Records entusiasmada con el proyecto. En privado, el personal de la discográfica se refirió a «The Six Wives of Henry VIII» como «unsellable» (invendible). Consideraron que era improbable que un álbum instrumental de rock progresivo se vendiera bien. Por esa razón, solo se editaron 12.500 copias del disco antes del lanzamiento. Qué equivocados estaban.

Tras el lanzamiento del álbum, el 23 de enero de 1973, este encabezó las listas de éxitos en cuatro países. Alcanzó el número siete en Gran Bretaña, y el número treinta en las listas del Billboard 200 en los Estados Unidos. Esto dio como resultado que obtuviera el certificado de disco de oro en Estados Unidos. Sin embargo, las cosas mejorarían aún más para Rick Wakeman.

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En julio de 1973, «The Six Wives of Henry VIII» recibió el certificado de platino y vendió dos millones de copias. Finalmente, ha vendido más de quince millones de copias. Cuando 1973 llegó a su fin, la revista Time lo nombró como el mejor álbum del año. Desde entonces, ha alcanzado el estatus de clásico. Lo que se describió como un álbum de rock progresivo «invendible» ahora se considera uno de los mejores ejemplos del género. No es de extrañar.

Rick Wakeman lleva el rock progresivo en una nueva dirección. Para hacer eso, combina varios géneros musicales e instrumentos. Los elementos del rock se combinan con música clásica, folk, jazz. A veces, cuando escuchas los sintetizadores, incluso hay una influencia del funk. Otra influencia musical clara es la música religiosa.

Es audaz, dramático, enérgico, etéreo, extravagante y espiritual. Estas son solo algunas de las palabras que describen a este trabajo imprescindible. Rick Wakeman, un verdadero pionero musical, rió el último, cuando lo que muchos consideraron el patito feo del Prog Rock, «The Six Wives of Henry VIII», se convirtió en el más bello de los cisnes.

Catherine of Aragon

Anne of Cleves

Catherine Howard

Jane Seymour

Anne Boleyn

Catherine Parr

 

Claude Debussy (1862-1918): El Sonido de la Modernidad

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Fotografía: Getty Images

Manuel de Falla consideró a Claude Debussy como el «creador de la música nueva», en la carta de pésame que envió a su esposa tras la muerte del músico francés en 1918. La definición fue la más precisa que se le dedicó al compositor, que desarrolló una forma totalmente nueva de entender el lenguaje musical, a través de un sonido revolucionario, una huella que acabaría impregnando la historia de la música en los siglos XIX y XX.

Claude Debussy, (nació el 22 de agosto de 1862, en Saint-Germain-en-Laye, y falleció el 25 de marzo de 1918 en París). Por tanto, se cumplen 100 años del fallecimiento de este compositor francés, cuyas obras fueron una fuerza seminal en la música del siglo XX. Desarrolló un sistema muy original de armonía y estructura musical que expresaba en muchos aspectos los ideales a los que aspiraban los pintores y escritores impresionistas y simbolistas de su tiempo.

Debussy mostró muy pronto sus capacidades para la música. Fue alentado por Madame Mauté de Fleurville, quien pretendía haber sido discípula de Chopin. Madame Mauté lo preparó durante un año para afrontar los exámenes de acceso al conservatorio de París, que Debussy aprobó con brillantez y al que se incorporó el 22 de octubre de 1872, donde estudió piano y composición. Debussy fue experimental desde el principio, favoreciendo disonancias e intervalos que no se enseñaban en la Academia. Al igual que Georges Bizet, fue un brillante pianista, que podría haber tenido una carrera profesional si lo hubiese deseado.

Claude Debussy alrededor de 1885

La juventud de Debussy navegó en circunstancias de gran turbulencia. Mientras vivía con sus padres en un suburbio pobre de París, inesperadamente quedó bajo el patrocinio de una millonaria rusa, Nadezhda Filaretovna von Meck, quien lo contrató para tocar duetos con ella y sus hijos. Viajó con ella a sus residencias palaciegas en toda Europa durante las largas vacaciones de verano en el Conservatorio. En París, durante este tiempo, se enamoró de una cantante, Blanche Vasnier, la hermosa joven esposa de un funcionario parisino, embarcándose juntos en un romance que duró ocho años; ella inspiró muchas de sus primeras obras. Está claro que fue desgarrado por influencias de muchos tipos; estos años tormentosos, sin embargo, contribuyeron a la sensibilidad de su estilo inicial.

Este estilo temprano está bien ilustrado en una de las composiciones más conocidas de Debussy, «Clair de lune»En 1884 ganó brillantemente el Grand Prix de Roma con la cantata «L´Enfant prodigue» (El niño pródigo).

Como poseedor del Grand Prix, Debussy ganó una estancia de tres años en Villa Medici en Roma, donde, bajo unas supuestas condiciones ideales, debía continuar con su trabajo creativo. Sin embargo, la mayoría de los compositores a los que se les otorgó esta beca, encontraron fastidiosa la vida en este magnífico palacio renacentista y ansiaban regresar a un entorno más simple y familiar. Debussy finalmente huyó de Villa Medici después de dos años y regresó con Blanche Vasnier en París.

Otras mujeres también se relacionaron con él en sus años de juventud. En esa época, Debussy vivió una vida de extrema dispersión. Una vez, una de sus amantes, Gabrielle («Gaby») Dupont, amenazó con suicidarse. Su primera esposa, Rosalie («Lily») Texier, una modista, con quien se casó en 1899, se pegó un tiro, aunque no fatalmente, y, como es a veces el caso en los artistas de intensidad apasionada, el mismo Debussy estaba obsesionado por pensamientos de suicidio.

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Debussy con su Primera Esposa Lily

La principal influencia musical en el trabajo de Debussy fue el trabajo de Richard Wagner y los compositores rusos Aleksandr Borodin y Modest Mussorgsky. La idea de Wagner de «Gesamtkunstwerk» («trabajo de arte total») alentó a los artistas a refinar sus respuestas emocionales y a exteriorizar sus estados de ánimo y sueños ocultos. Con este espíritu, Debussy escribió el poema sinfónico «Prélude à l’après-midi d’un faune» (1894). En otras de sus primeras obras, Debussy muestra su afinidad con los pintores prerrafaelistas ingleses; la más notable de estas obras es «La Damoiselle élue» (1888), basada en «The Blessed Damozel‎» (1850), un poema del poeta y pintor inglés Dante Gabriel Rossetti.

En el transcurso de su carrera, Debussy estaba constantemente abriendo nuevos caminos. Las exploraciones, sostenía, eran la esencia de la música; ellas eran su pan y vino musical. Su única ópera completa, «Pelléas et Mélisande» (1902), demuestra cómo la técnica wagneriana podría adaptarse para retratar a sujetos como las figuras de una pesadilla, que estaban condenadas a la autodestrucción. En su trabajo, como en su vida personal, estaba ansioso por reunir experiencias de todas las regiones que la imaginación podía explorar.

En 1905 nació la hija de Debussy, Claude-Emma. Se había divorciado de Lily Texier en 1904, y posteriormente se había casado con la madre de su hija, Emma Bardac. Repelido por los chismes y escándalos que surgieron de esta situación, buscó refugio por un tiempo en Eastbourne, en la costa sur de Inglaterra. Para su hija, apodada Chouchou, escribió la suite para piano «Children’s Corner» (1908). La espontaneidad de Debussy y la naturaleza sensible de su percepción, facilitaron su aguda visión de la mente infantil.

Debussy et sa fille Claude-Emma (Chouchou), en 1909

Debussy y su Hija Claude-Emma (Chouchou) en 1909. Fotografía: Getty Images

En 1908, la familia se mudó al Bois de Boulogne. Pero la felicidad dura poco: entre la mala salud y las dificultades financieras, el compositor tiene un triste final. Debussy padece cáncer y Chouchou solo tiene 12 años cuando su padre desaparece en 1918. En una carta que le envía a su medio hermano Raoul, ella escribe: «Ahora es de noche para siempre. ¡Papá está muerto! (…) ¡ Y estar sola para luchar contra el dolor inevitable de mamá es realmente atroz!». Un año después, la niña muere a su vez, arrastrada por la difteria.

En sus últimas obras, la piezas para piano «En blanc et noir», (1915) y en los «Douze Etudes» (1915), Debussy se había diversificado en modos de composición que luego se desarrollarían en los estilos de Stravinsky y el compositor húngaro Béla Bartók. Es seguro que habría participado en los principales movimientos de los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, si su vida no hubiera sido truncada tan trágicamente por el cáncer.

La música de Debussy marca el primero de una serie de ataques contra el lenguaje tradicional del siglo XIX. La construcción orquestal, con sus rígidos apartados de tipos de instrumentos, se ve socavada o dividida por Debussy. En última instancia, cada instrumento se convierte casi en solista, como en un vasto conjunto de música de cámara. Finalmente, Debussy aplicó un enfoque totalmente novedoso al piano.

«La música comienza donde el habla es incapaz de expresar, la música está hecha para lo inexpresable.» Claude Debussy

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Caricatura de Debussy (Jean Dulac) 1912

Clair de lune (1882)

L’Enfant Prodigue (1884)

Printemps (1887)

La Damoiselle Elue (1888)

Prélude à l’après-midi d’un faune (1894)

Pelléas et Mélisande (1902)

La Mer (1905)

Children’s Corner (1908)

En Blanc et Noir (1915)

Douze Etudes (1915)

Les soirs illumines par l»ardeur du charbon (1917)

 

 

 

Pink Floyd (The Dark Side of the Moon) 1973

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Si observamos el ránking de los vinilos más vendidos de 2017 en el Reino Unido, el séptimo puesto corresponde a un álbum editado hace exactamente 45 años. «The Dark Side of the Moon» de Pink Floyd.

«The Dark Side of the Moon» era una expresión de empatía política, filosófica y humanitaria que estaba desesperada por salir», afirma Roger Waters, bajista y principal compositor de Pink Floyd. Venerado como uno de los mejores álbumes de rock de todos los tiempos. «Dark Side» aborda crudamente temas de la vida cotidiana como la angustia, la soledad, la locura, la avaricia, la religión. Fue publicado por primera vez hace exactamente 45 años.

A pesar de haber mantenido el Nº 1 solo una semana, el álbum continúa manteniendo el récord de la mayor cantidad de semanas registradas en el Billboard 200 (cerca de 800 semanas) y fue una constante en esta lista de ventas desde su lanzamiento inicial, en 1973, hasta 1988. Se estima que vendió más de 45 millones de copias en todo el mundo, mientras que su legado artístico es posiblemente aún mayor.

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Pink Floyd: Nick Mason (Batería), David Gilmour (Guitarra), Roger Waters (Bajo) y Richard Wright (Teclados)

Grabado en los Abbey Road Studios de Londres entre mayo de 1972 y enero de 1973, y habiendo sido desarrollado y ensayado durante una serie de presentaciones en vivo en los meses precedentes, «The Dark Side of the Moon» es la última expresión del arte sónico de Pink Floyd: un álbum conceptual que disecciona con precisión de cirujano, todas las inquietudes y miserias de su tiempo. Pero a pesar de esto, aún conserva la capacidad de deslumbrar y asombrar en la actualidad.

El compositor, bajista y arquitecto principal del proyecto fue Roger Waters, quien merece gran parte del mérito del éxito del disco. No obstante, el resto de sus compañeros de la banda se implicaron totalmente en este trabajo, e hicieron aportaciones valiosísimas. «Hubo una simbiosis de los talentos musicales de los cuatro que funcionó muy bien», dijo Waters a Billboard en 2006. El trabajo innovador del ingeniero de sonido Alan Parsons, se puede escuchar en la miríada de bucles de cinta y efectos revolucionarios que se ejecutan a lo largo de los surcos hipnóticos de este álbum.

Un disco histórico en todos los aspectos, incluyendo su icónica portada del prisma (creación del genial Storm Thorgerson). «The Dark Side of the Moon» transformó a Pink Floyd de ambiciosos músicos experimentales, a caballo entre la psicodelia y el Space Rock, a superestrellas internacionales.

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Los miembros de Pink Floyd han padecido durante mucho tiempo la dualidad de sentimientos que tienen hacia el éxito de «The Dark Side of the Moon». Los convirtió en un grupo de primera categoría, pero los fracturó como una unidad cohesionada. El cuarteto tendría mucho más éxito a lo largo de la década de los setenta y mantendría su condición de cabeza de cartel incluso después de que Waters partiera en los años ochenta. Pero nunca más llegarían a ese momento en el tiempo cuando todo se alió para crear una verdadera obra maestra del rock.

Bienvenidos a este viaje exploratorio y de distorsión mental a través de los alcances más profundos de este álbum absolutamente imprescindible.

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Elvis Presley (Aloha From Hawaii) 1973: El Rey Vía Satélite

El 14 de enero de 1973, Elvis Presley hizo historia como el primer artista en solitario en realizar un concierto en vivo transmitido internacionalmente por satélite. «Aloha from Hawaii» supuso un hito en la historia de la televisión y en la propia carrera del rey del rock. Se emitió en más de 40 países de Asia y Europa. En Estados Unidos no se emitió hasta el 4 de abril de 1973 (una versión editada) porque el concierto tuvo lugar el mismo día que la Super Bowl. Las cifras de audiencias se estimaron entre 1 y 1.5 mil millones de espectadores en todo el mundo, más personas de las que vieron al hombre llegar a la luna. Fue el espectáculo de entretenimiento más caro hasta el momento, con un coste de 2,5 millones de dolares.

En julio de 1972, inspirado por una visita reciente del presidente Richard Nixon a China unos meses antes, el manager de Presley, Tom Parker, anunció que habría una transmisión vía satélite mundial desde Hawai para permitir a todo el mundo la oportunidad de ver un concierto de Elvis «ya que es imposible para nosotros tocar en todas las ciudades importantes».

Parker realizó una conferencia de prensa el 4 de septiembre de 1972 en Las Vegas para confirmar que el concierto, llamado «Aloha From Hawaii», se emitiría el 14 de enero de 1973. Se informó a la prensa que se esperaba una audiencia de mil millones de espectadores. Para ver el «primer programa de entretenimiento que se emitirá en vivo en todo el mundo», aunque Parker no tuvo en cuenta el hecho de que muchos países, incluidas partes de Europa y América, no verían el concierto en vivo debido a la diferencia horaria en el momento de la transmisión.  Aloha hunde sus raíces en el programa  «One World»· de 1967, donde los Beatles terminaron el evento televisivo con «All You Need is Love». Mostró lo que la tecnología podría hacer. Pero «Aloha From Hawaii» fue el primer concierto vía satélite en vivo con un solo artista.

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Elvis Presentando el Concierto en una Entrevista Promocional el 4 de Septiembre de 1972, en el Hotel Las Vegas Hilton. Fotografía: NBC / Getty Images.

Presley llegó a Hawai el 9 de enero, un día después de su 38º cumpleaños, para comenzar los ensayos. El sabía la importancia del evento y, con la ayuda de entrenadores, perdió más de 12 kilos para el evento. Viéndose mejor de lo que había estado en algún tiempo, y siempre con su increible voz, el Rey estaba listo para hacer historia.  

Elvis alquiló la totalidad del último piso del hotel Hilton, y las siguientes noches fueron utilizadas, con todo secreto, para ensayar en el Hilton’s Hawaiian Dome. Los músicos, que llegaron un par de días antes que Elvis, ensayaron durante toda una semana en el Centro Internacional de Honolulu, donde se iba a transmitir el programa.

El evento tuvo un carácter benéfico. Parker recibió una carta del columnista del Honolulu Advertiser, Eddie Sherman. Sherman había leído que no se cobraría nada por la asistencia a los conciertos, en cambio, se pedía una donación para obras de caridad. Le sugirió a Parker que, como Presley había grabado, y aún la interpretaba en los conciertos, la canción «I’ll Remember You «, que había sido compuesta por el músico hawaiano Kui Lee. Las donaciones podrían destinarse al Kui Lee Cancer Fund, que se había establecido después de la muerte del compositor en 1966. Al ver la oportunidad de publicitar la naturaleza caritativa de Presley una vez más, Parker estuvo de acuerdo inmediatamente.

Elvis had just celebrated his 38th birthday on January 8.

Llegada de Elvis a Honolulu. 9 de Enero de 1973

Las entradas para el concierto salieron a la venta el 7 de enero. En ese momento, 4000 de las 6000 entradas ya se habían vendido a través de peticiones por carta. Las 2000 restantes se vendieron el mismo día, y las entradas para el espectáculo del ensayo se pusieron a la venta y se agotaron poco después.

A pesar de que la transmisión se había planeado hasta el más mínimo detalle, surgieron varios problemas durante los días y horas previos al concierto.

El escenario era enorme, construido especialmente para esta ocasión. Exigía tanto espacio que la audiencia tenía que limitarse a 6000 localidades, mientras que la sala normalmente admitía 8400. Por razones de producción, el productor Marty Pasetta había colocado a los músicos de Elvis en un escenario elevado muy por detrás de él, algo que Elvis no aceptó: «Lo siento, señor Pasetta, quiero que mis músicos estén conmigo en el escenario».

Dos horas antes de que comenzara el espectáculo, las luces de la sala comenzaron a parpadear, desaparecieron y luego regresaron. Se contacto con la Marina y, con las sirenas aullando, acudieron al rescate con equipos auxiliares para mejorar el suministro de electricidad, solo minutos antes de que Elvis subiera al escenario.

Presley grabó un concierto de ensayo el 12 de enero  en caso de que algo saliera mal con el satélite durante la transmisión real. Para ambos espectáculos, Presley estaba vestido con un mono blanco «American Eagle» diseñado por Bill Belew . La transmisión fue dirigida por Marty Pasetta, quien estaba a cargo de dirigir las ceremonias de los Oscar.

Y llegamos a ese 14 de enero de 1973, a una hora tan inusual como las 00,30 A.M., Elvis Aaron Presley entra en el escenario bajo los primeros acordes de «See See Rider», para desgranar una veintena larga de canciones en la hora que duró el concierto.

El repertorio de aquella noche fue muy variado. Clásicos de sus primeros tiempos como: «Blue Suede Shoes”, “Hound Dog” o “Love Me”. Versiones como «My Way», donde Elvis vocalmente llegó al infinito. Como con su interpretación absolutamente intimista del «Something» de The Beatles. Y otra mirada a los orígenes del rock & roll con el clásico de  los clásicos; “Johnny B. Good” de Chuck Berry.

Una parte muy importante de su repertorio, sobretodo en los setenta, son las baladas. Canciones como: “It´s Over”, “I Can´t Stop Loving You”, “Il Remember You” o “I´m Lonesome I Could Cry”, están presentes en el set list del concierto.

Pero si hay un momento, podíamos calificar de épico, y que fue el punto álgido de aquella actuación fue: «An American Trilogy», basada en himnos de la Guerra de Secesión Americana. Logró un climax entre el público cercano al éxtasis, con una interpretación vocal que faltan adjetivos para definirla. Fue unos de esos momentos en que el tiempo parece detenerse. Fue un momento mágico y único.

Y para finalizar, como en todos sus conciertos, la maravillosa balada “I Can´t  Help Falling in Love”.

Después del concierto, sobre las 3:00 de la mañana, los músicos volvieron a juntarse (sin público) para grabar cinco canciones que solo se usarían en la futura emisión en los Estados Unidos. Cuatro de ellas formaban parte de la banda sonora de la película de Elvis «Blue Hawaii» de 1961: «Blue Hawaii», «Ku-U-I-Po», «No More», y «Hawaiian Wedding Song». La quinta fue una canción del cantautor Gordon Lightfoot, «Early Morning Rain».

Pero es de justicia señalar que Elvis Presley estuvo arropado en todo momento por un grupo de músicos y coristas extraordinarios, y con los que se sentía muy cómodo: Ronnie Tutt (batería), el estratosférico James Burton (guitarra solista), John Wilkinson (guitarra rítmica), Glen Hardin (teclados), Charlie Hodge (guitarra acústica y coros), Jerry Scheff (Bajo). Los coros de J.D. Sumner & the Stamps Quartet. La voz absolutamente sublime de Kathy Westmoreland. Las extraordinarias coristas The Sweet Inspirations. Y por supuesto, siempre respaldados por la genialidad de la Orquesta de Joe Guercio, con una sección de metales realmente soberbia.

«Aloha From Hawaii Via Satellite», el doble LP que contenía las 24 canciones interpretadas en el concierto, fue editado rápidamente para que estuviera a la venta a principios de febrero de 1973. El álbum debutó en la lista de álbumes del Billboard el 24 de febrero, y vendió medio millón de copias durante las cuatro primeras semanas.

El LP inmediatamente subió en las listas, alcanzando el nº 1 el 5 de mayo, desplazando al «Dark Side of the Moon» de Pink Floyd. Se mantuvo en las listas durante 52 semanas, y recibió 5 discos de Platino. Este álbum fue el primer nº 1 de Elvis desde enero de 1965.

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Nota Manuscrita de Elvis con el Listado de las Canciones del Concierto

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Concierto 12/Enero/1973 (Ensayo General y Copia de Seguridad)

Concierto 14/Enero/1973 (Concierto Retransmitido Vía Satélite)

 

 

 

 

Charles Mingus (The Black Saint and the Sinner Lady) 1963

Charles Mingus, nacido en Arizona en 1922, ha sido uno de los compositores más grandes de la historia del jazz. Un virtuoso del contrabajo, un pianista consumado, y paralelamente: un retador del racismo dentro y fuera del negocio de la música de su tiempo, siendo además un individuo volátil con un temperamento incendiario. Mingus adaptó creativamente las técnicas de compositores del siglo XX como Schoenberg, Bartók y Stravinsky, y lo mezcló con la música blues y gospel de su infancia.

Más de cincuenta años después de su lanzamiento, «The Black Saint and the Sinner Lady» sigue siendo una rareza, incluso dentro de los mejores discos de jazz de su tiempo. Mientras que la escena jazzística de la ciudad de Nueva York a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta vio mucho en términos de experimentación, separando constantemente su producción musical en términos de estructura y armonía desde los cimientos de sus grandes precursores como Charlie Parker y Dizzy Gillespie. Pero ninguna de las grabaciones de los contemporáneos de Mingus en esta época, o, para el caso, cualquiera de los otros álbumes de Mingus, causaron una impresión  similar a la de este disco.

Fotografía: Don Hunstein

La razón principal de esto es que «Black Saint» escapa a la mayoría de las convenciones estructurales, armónicas y melódicas que uno atribuiría a la música de jazz estadounidense de la época, por ejemplo las del bebop o el cool. El álbum está concebido en parte como un ballet, y cada tema se refiere a una pieza de ese «presunto» ballet. Acaba moldeando una identidad sonora construida sobre un núcleo musical que se establece en la canción de apertura. El ritmo se desarrolla y cambia combinados con cambios en el tempo, intercalado con solos virtuosos y esos motivos más lentos y apasionados que actúan como el alma del álbum.

«The Black Saint and the Sinner Lady» es indudablemente esencial para cualquier persona interesada en el jazz. Y mientras que «Mingus Ah Um» de 1959 tiende a ser aclamado como su mejor trabajo, «Black Saint» es ciertamente el álbum que rompe más con lo establecido. Definido como: «uno de los mayores logros en la orquestación de cualquier compositor en la historia del jazz». Es festivo, lúgubre, enojado, feliz, y tan complicado y conflictivo como el hombre que lo compuso. «The Black Saint and the Sinner Lady» personifican la sensación de éxtasis y exploración que la mayoría de la música de este tipo pretende engendrar.

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France Gall (1947-2018): Adios a la Voz más Dulce del Pop Francés

Isabelle Geneviève Marie Anne Gallo, France Gall para la posteridad, falleció el pasado 7 de enero a los 70 años debido a las complicaciones derivadas del cáncer que combatía desde hacía dos años, según confirmó su agente. La cantante era un icono de la música francesa de los 60, una figura del movimiento yeyé que modernizó la canción popular francesa con los nuevos aires que llegaban del otro lado del canal, junto con otras artistas como Françoise Hardy o Sylvie Vartan.

France Gall deja atrás canciones eternas, que han marcado varias generaciones. Nacida en una familia parisina de clase media dedicada a la música, su padre canta, y escribe para Piaf o Aznavour y su abuelo fundó Les Petits Chanteurs en la Croix de Bois, la coral que inspiró Los Chicos del Coro. La joven Isabelle Gall se convierte en France Gall en 1963, cuando sus primeras canciones sonaron en la radio. Ella tenía 16 años.

Su padre la obliga a hacer un registro más infantil con «Sacre Charlemagne». Una canción que no le gusta, pero que la convertirá en una estrella mundial con casi 2 millones de discos vendidos desde Francia a Japón, donde compite en las listas con los mismos Beatles.

France Gall y Serge Gainsbourg

En los años 60, muchos grandes nombres escriben canciones para ella, pero es gracias a Serge Gainsbourg cuando despega definitivamente. Explotando su belleza virginal e interpretando el personaje de chica inocente, las letras de sus temas y las sofisticadas orquestaciones la desmarcaban de otros ídolos juveniles de la época. Él es quien le enseña el oficio, el que escribe sus primeros grandes éxitos: «Laisse tomber les filles»,  «Atte ou va-t-en», «Baby» Pop o «Les Sucettes», un tema con un texto audaz y ambivalente teñido de escándalo, que pilló por sorpresa a la cantante, y que supuso la ruptura de su relación artística con Gainsbourg.

La fama internacional le llegó en 1965 con el triunfo en el festival de Eurovisión, donde actuó representando a Luxemburgo. Tenía sólo 17 años y conquistó el mundo. La canción fue otro regalo de Gainsbourg, «Poupée de cire, Poupée de son», una exuberante joya pop considerada por los fans del festival una de las cimas de la historia del certamen.

Después de poner fin a la etapa yeyé, sigue una dolorosa travesía del desierto cuajada de experimentos artísticos que no tienen un gran éxito.

Michel Berger y France Gall

En marzo de 1973 France busca un compositor capaz de resucitar su carrera. Mientras escucha la canción «Attends Me», tiene la idea de conocer a Michel Berger. Cuando ella le hace escuchar las canciones que su productor quiere que cante, el artista  no quiere colaborar con la joven. A pesar de esa reacción, ella le pide más que una canción, lo desafía: devolverle la vida. Él acepta.

El éxito es inmediato. France Gall se metamorfosea. Termina la lolita de los años 60. La primera canción que escribió para ella, «La déclaration d’Amour», es el single que revive su carrera. France Gall se convierte en su musa, pero también su esposa y la madre de sus dos hijos, Pauline (1978) y Raphael (1981).

Los éxitos continúan:  «Musique», «Viens je t’emmène», «Besoin d’amour», «Tout pour la musique», «Résiste», «Ella, elle l’a…».

Todo cambió cuando Michel Berger murió repentinamente de un ataque al corazón en 1992 a la edad de 44 años, dos meses después del lanzamiento de su álbum «Double Game». Un año después, la cantante sufre un cáncer de mama. France Gall regresa al escenario hasta un nuevo golpe, que será devastador, la muerte de su hija Pauline de fibrosis quística en 1997. Sin fuerzas para seguir, se retira de la música, comprometiéndose en multitud de causas sociales y humanitarias.

Reivindicada por las nuevas generaciones. France Gall solo salió de su retiro en 2015 para participar en el musical «Résiste», donde se actualizaban las canciones de su gran amor Michel Berger.

Descanse en paz France Gall. La «muñeca de porcelana» del pop francés, su voz más  dulce e inocente.

Sacre Charlemagne (1964)

Laisse Tomber les Filles (1964)

Attends ou va-t-en (1965)

Poupée de Cire, Poupée de Son (1965)

Baby Pop (1966)

Les Sucettes (1966) con Serge Gainsbourg

La Déclaration d’Amour (1974)

Résiste (1981)

Laissez Passer les Rêves (1992) con Michel Berger

Luces en la Noche (Programa de TVE dedicado a la cantante) 1971

 

Fats Domino (1928-2017): La Cara Amable del Rock & Roll

«Mucha gente parece pensar que yo inicié este negocio», dijo Elvis Presley a la revista Jet en 1957. «Pero el rock & roll estuvo aquí mucho tiempo antes de que yo apareciera. Nadie puede cantar esa música como la gente de color. Reconozcámoslo: no puedo cantar como Fats Domino. Lo sé».

Fats Domino, el cantante de Nueva Orleans, cuyo piano boogie-woogie y voz relajada, le convirtieron en una de las estrellas más importantes de la era del rock & roll. Murió el 25 de octubre en su ciudad natal, Nueva Orleans. Tenía 89 años.

Fats Domino consiguió más de tres docenas de éxitos en el Top 40 durante la década de los cincuenta  y principios de los  sesenta, entre ellos «Blueberry Hill», «Is not It a Shame» (también conocido como «Is not That a Shame», que es la letra real), «I’m Walkin», «Blue Monday» y «Walkin’ to New Orleans». Vendió 65 millones de singles en esos años, con 23 discos de oro, siendo solo superado por Elvis Presley como fuerza comercial.

De físico rotundo y con una estatura de 165 cm, bromeaba diciendo que era tan ancho como alto. Domino tenía una gran sonrisa contagiosa, una afición por los ornamentados anillos con incrustaciones de piedras preciosas y una actitud desenfadada cantando, incluso en las canciones más lastimeras. Su voz tenía siempre una sonrisa.

Antoine Dominique Domino Jr. nació el 26 de febrero de 1928. Era el menor de ocho hermanos de una familia con raíces criollas. Creció en el Noveno Distrito de Nueva Orleans, donde pasó la mayor parte de su vida.

La música llenó su vida desde la edad de 10 años, cuando su familia heredó un viejo piano. Después de que su cuñado Harrison Verrett, un músico de jazz tradicional, anotó las notas en las teclas y le enseñó algunos acordes, Antoine se arrojó sobre el instrumento con tanto entusiasmo, que sus padres lo trasladaron al garaje para que practicara.

Era casi totalmente autodidacta, recogiendo ideas de maestros de boogie-woogie como Meade Lux Lewis, Pinetop Smith y Amos Milburn. «En aquel entonces solía tocar todos los registros«, dijo a la revista de música de Nueva Orleans Offbeat en 2004. «Solía ​​escuchar discos, escucharlos cinco, seis, siete, ocho veces y podía tocarlo como el disco porque tenía un buen oído para atrapar las notas».

En su adolescencia, comenzó a trabajar en un club llamado Hideaway con una banda dirigida por el bajista Billy Diamond, quien lo apodó «Fats». Domino pronto se convirtió en el líder de la banda.

El fallecimiento por causas naturales, fue confirmado por Mark Bone, director de la oficina del forense del distrito de Jefferson de la ciudad (Getty Images)

Fats Domino en 1950 (Getty Images)

A comienzos de la década de los cincuenta, Domino produjo una serie de éxitos, ocupando lo que parecía una residencia permanente en los tramos superiores de las listas de R & B. Sus discos comenzaron a llegar a las listas pop también.

En esa era racialmente segregada, los artistas blancos usaron sus éxitos para construir sus carreras. En 1955, «Is not it a Shame» se convirtió en número 1 para Pat Boone como «Is not That a Shame», mientras que la composición de una canción tradicional, «Bo Weevil», de Domino, fue versioneada por Teresa Brewer.

El acercamiento de Domino a los adolescentes blancos se amplió cuando se embarcó en giras nacionales y apareció en festivales de rock mixtos como el Moondog Jubilee de Stars Under the Stars, presentado por el disc jockey Alan Freed en Ebbets Field en Brooklyn. Las apariciones en la televisión nacional, en los espectáculos de Steve Allen y Ed Sullivan, lo colocaron en millones de salas de estar. Nunca hizo alarde de su condición de innovador ni como arquitecto de un poderoso movimiento cultural.

«Fats, ¿cómo comenzó todo esto del rock  &roll ?», Le preguntó un entrevistador de un noticiario en 1957. Domino respondió: «Bueno, lo que ellos llaman rock & roll es el rhythm and blues. Lo he estado tocando durante 15 años en Nueva Orleans».

Distintas Imágenes de Fats Domino con Elvis Presley (Fotografías: Texas Elvis Fan Club archives)

En una conferencia de prensa en Las Vegas en 1969, después de reanudar su carrera, Elvis Presley interrumpió a un periodista que lo había llamado «el rey». Señaló a Domino, que estaba en la sala, y dijo: «Este es el verdadero rey del rock & roll».

Domino tuvo su mayor éxito en 1956 con su versión de «Blueberry Hill», una canción que había sido grabada por la big band de Glenn Miller en 1940. Alcanzó el puesto número dos en las listas de popularidad y vendió tres millones de copias.

«Tuve la suerte de escribir canciones que tenían un buen ritmo y contar una historia real que la gente podía sentir que también era su historia, algo que los mayores o los niños podían disfrutar», dijo Domino a Los Angeles Times en 1985.

A principios de la década de los sesenta, Fats siguió llegando a las listas de pop y rhythm and blues con canciones como «Whole Lotta Lovin», «I’m Ready», «I’m Gonna Be a Wheel Someday». «Be My Guest», «Walkin to New Orleans» y «My Girl Josephine».

Fats Domino con The Beatles

Su última aparición en el Top 100 fue en 1968, con una versión de «Lady Madonna», la canción de los Beatles inspirada en el estilo de piano de Domino.

Pasó a actuar regularmente en el Festival de Jazz y Patrimonio de Nueva Orleans, y en 1987 Jerry Lee Lewis y Ray Charles se unieron a él para un especial de Cinemax, «Fats Domino and Friends». Lanzó un álbum navideño, «Christmas is a Special Day», en 1993.

Recluido y notoriamente resistente a las solicitudes de entrevistas, Domino se quedó en casa incluso cuando recibió un Premio Grammy por toda su trayectoria en 1987. Viajó a Nueva York cuando fue incluido en el Salón de la Fama del Rock & Roll en 1986 como uno de sus primeros miembros, aunque no participó en la jam session que cerró la ceremonia. En 1999, cuando fue galardonado con la Medalla Nacional de las Artes, envió a su hija Antoinette a la Casa Blanca para recoger el premio.

Incluso se negó a dejar Nueva Orleans cuando el huracán Katrina devastó la ciudad el 29 de agosto de 2005, permaneciendo en su casa inundada, hasta que fue rescatado en helicóptero el 1 de septiembre. «No estaba demasiado nervioso por esperar a ser rescatado», le dijo al New York Times en 2006. «Tenía vino y un par de cervezas; estaba bien».

File:Fats Domino, George W. and Laura Bush, Lower 9th Ward of New Orleans, Louisiana - 20060829.jpg

Fats Domino y el Presidente George W. Bush a las Puertas de la Casa del Primero en 2006

A menudo se lo veía por Nueva Orleans, saliendo de su mansión conduciendo un Cadillac rosado. «Simplemente tomo mis cervezas, cocino cualquier cosa que me apetece», le dijo al Daily Telegraph en 2007 describiendo su retiro.

En 1953, en la revista Down Beat, el productor de Atlantic Records, Jerry Wexler hizo una predicción audaz que resultó ser, en retrospectiva, bastante tímida. «¿Te imaginas a un coleccionista en 1993 descubriendo un disco de Fats Domino en un mercadillo del Ejército de Salvación y corriendo a casa para ponerlo en el plato giratorio?». Seguramente, todos correríamos a escucharlo. Buen viaje maestro.

Fats Domino (Lista de Reproducción de sus Grandes Éxitos)

Tom Petty (1950-2017): Adios al Amigo Americano

Ha fallecido Tom Petty, cantante, guitarrista y compositor. Es uno de los nombres esenciales del rock estadounidense, sin embargo era poco conocido en España, donde nunca había tocado en directo y donde su obra siempre ha pasado bastante desapercibida, quedándose en el círculo de los más selectos aficionados.

La historia del rock está llena de músicos que, sin ser necesariamente superestrellas, producen de manera constante canciones y discos que les permiten mantener un recorrido fiel a la esencia de su música, y que se transforman en referencia para cientos de músicos que vienen después. Nacido un lejano 20 de octubre de 1950, Thomas Earl Petty, más conocido como Tom, era uno de esos músicos.

Ya comandando a sus fieles The Heartbreakers, como solista o como miembro de aquel conjunto de luminarias que fueron los efímeros Traveling Wilburys. Tom se destacó por sus canciones llenas de corazón, sus guitarras limpias y luminosas y su voz inconfundible. Compositor de melodías increíbles, especialista en canciones que se te quedan en el alma, Petty es de esos tipos que si te gusta el rock, no puedes dejar de conocer.

Travelling Wilburys: Bob Dylan, Jeff Lynne, Tom Petty, George Harrison y Roy Orbison

La historia de Tom Petty comienza como otras muchas de los años sesenta. A los 11 años, este niño, hijo de un agente de seguros, conoció al personaje que más lo había impactado en su vida: Elvis Presley, quien estaba en Gainsville (Florida), la localidad natal de Petty, para filmar la película llamada «Follow That Dream». A pesar de que Elvis no dijo mucho, el encuentro marcaría profundamente al joven Petty. Al día siguiente, Tom intercambió su tirachinas por una pequeña colección de discos de Elvis y Little Richard. Petty lo recordaba de esta forma: “Así fue como cambió mi vida. Así fue como puse fin a cualquier posibilidad de hacer cualquier otra cosa que no fuera música en mi vida”.

El siguiente paso lógico sería formar una banda. Comienza tocando en pequeños bares con los Epics, quienes pensaron que su nombre era demasiado cursi y decidieron cambiarlo por Mudcrutch, una banda que para 1975 no había conseguido que el Country Rock que tocaban les abriera el camino del éxito.

Y de este bagaje surgieron los Heartbreakers, banda que desde entonces fueron los fieles escuderos de Petty. Estos se encerraban en un estudio de grabación, donde a puerta cerrada y en un ambiente tranquilo, podían experimentar para crear una música que descubría muchas influencias, las favoritas de los integrantes de la banda. Por eso en sus temas hay sutiles referencias a diferentes artistas y géneros, y que a la vez son imposibles identificarlas con exactitud. Se pueden escuchar trazos del Rock británico, ritmos de música afroamericana, Rock sureño, Folk, el Pop más elegante de los cincuenta y sesenta. Todo se conjunta para darle una voz única a los Heartbreakers capitaneados por Tom.

Tom Petty & The Heartbreakers (Fotografía de Michael Ochs)

Con Petty no se trataba de tener un impacto inmediato y desaparecer, su música requiere algo más de escucha, requiere prestar atención, adentrarse en la historia de sus canciones. Es aquí donde entran en juego las letras de Petty. La profundidad, la capacidad de análisis y descripción de situaciones comunes en apenas unas cuantas y precisas palabras, es algo que no está al alcance de cualquiera y en la trayectoria de Tom Petty fue constante.

Tom Petty es ya un clásico del Rock. Quizás sus últimos trabajos no tuvieran el éxito de antes, pero el sello “Tom Petty” nos aseguraba que tendremos algo de calidad. La grandeza de sus creaciones se mide por su desafío a las modas y tendencias musicales imperantes, era imposible encasillarlo, era simplemente “Tom Petty”.

Tom Petty y los Heartbreakers puede que no fueran el grupo más popular y relevante de los últimos años, pero sí fueron de los más auténticos, honestos y perseverantes que existen, y esas son banderas que no muchos pueden enarbolar.

Here Comes My Girl (1979)

Stevie Nicks & Tom Petty (Stop Draggin’ my Heart Around) 1981

Traveling Wilburys (Handle with Care) 1988

Free Fallin’ (1989)

I Won’t Back Down (1989)

Learning to Fly (1991)

Los Cuentos de los Hermanos Gibb: Bee Gees (1967-1972) 2ª Parte

¿Qué sigue a la obra maestra que fue «Odessa» ? Lamentablemente, la actualidad de la banda era otra cuando los Bee Gees registraron su siguiente álbum «Cucumber Castle». Como se puede ver en la imagen de la portada, Robin se destaca por su ausencia. Los hermanos Gibb acababan de pasar por un bache muy difícil, que había comenzado cuando el álbum «Odessa» fue grabado. La relación de Barry con Robin se había deteriorado dramáticamente a medida que 1969 avanzaba, hasta que los dos ya no podían trabajar juntos. Robin saltó del barco, dejando a Barry y Maurice para llevar el nombre de Bee Gees.

Dado el revuelo que ocasionó la marcha de Robin, es sorprendente que Barry y Maurice lograran sacar un álbum tan bueno. (A propósito, la cubierta ligeramente extraña del álbum se explica por el hecho de que estaba vinculada con un especial de televisión, protagonizada por el comediante británico Frankie Howerd junto a los dos hermanos). Mientras que el álbum sufre de la falta de la voz de Robin y lógicamente, de las armonías logradas entre los tres, las canciones son tan buenas como siempre y Barry y Maurice están en una gran forma compositiva. La producción de «Cucumber Castle» es tal vez menos interesante que en los álbumes anteriores, y el grupo empieza a aumentar el número de  baladas para llenar el álbum, algo que será mucho más pronunciado en los próximos años.

Pero hay algunas canciones muy destacables:  «Then You Left me» y «I Was The Child» son grandes canciones de amor en la tradición clásica de Bee Gees. La balada orquestal de corte country «Don’t Forget to Remember» es uno de los grandes clásicos del grupo y llegó al nº 2 de las listas. «The Lord» es una canción divertida sobre el tema de la religión, con un gran trabajo de guitarra, como en la canción de Maurice «My Thing». Algunas canciones no impresionan en una primera escucha, pero temas como «Turning Tide» van adquiriendo un sabor realmente delicioso.

Cucumber Castle (1970)

«2 Years On». Este es el primer álbum que los Bee Gees hicieron juntos después de su traumática separación en 1969. Habían transcurrido dieciocho meses y decidieron que había llegado el momento de volver a intentarlo todos juntos. Los Bee Gees han tenido varios años viviendo en una especie de montaña rusa, en los que han sufrido tragedias, rupturas matrimoniales, problemas internos y problemas con los manager o con compañías discográficas. Y en casi todos los casos la música que produjeron no fue afectada o se benefició de la experiencia. Este no es el caso.

Está claro que al escuchar este álbum, los hermanos Gibb no habían engrasado su nueva convivencia juntos. Muchas de las canciones están escritas por un solo miembro, y el álbum carece de la cohesión de la mayoría de sus otros álbumes. De hecho, es casi como cuatro álbumes diferentes.

Cuando los tres hermanos se unen, en «Man for All Seasons», «Back Home» y «Lonely Days», suenan mucho mejor. Aunque ‘Lonely Days’ se convirtió en su mayor éxito en Estados Unidos hasta la fecha y encabezó un corto período de éxito allí, paralelamente en Reino Unido su éxito comenzó a desvanecerse.

2 Years On (1970)

Cara a su siguiente álbum, «Trafalgar», Los Bee Gees están trabajando mucho más cohesionados después de 2 años agitados. Contiene un sonido más suave de lo que estábamos acostumbrados en anteriores trabajos, y ahora toman menos riesgos musicalmente. Pero también es un grupo que parece ser capaz de escribir sin esfuerzo canciones intemporales.

La primera canción, «How Can You Mend a Broken Heart», se convirtió en el primer número uno en los EE.UU. del grupo, pero una vez más sus ventas se deterioraron en el Reino Unido. Y como en el álbum anterior, las canciones de Barry («Israel», «The Greatest Man in the World» y «Don’t Wanna Live Inside Myself») son creaciones agradables y melodiosas, pero tienen poco peso. Barry realiza una fantástica actuación vocal en «Israel», y la canción suena digna, pero una mirada más cercana revela algunas letras muy flojas. Maurice suministra un par de temas. («It’s Just the Way’ y «Trafalgar» que cuentan con interesantes introducciones de guitarra. No hay ninguna aportación de Robin en solitario.

Este álbum funciona mucho mejor cuando los hermanos escriben y interpretan juntos. «Dearest» y «Remembering» son melodías muy tristes, pero ilustran que los Gibb siguen persiguiendo los temas de la desesperación y la muerte. «When Do I» es una joya de canción, mostrando el rango vocal de Robin, pero en este disco han dejado lo mejor para el final. «Walking Back To Waterloo» demuestra que están en su mejor momento al escribir y armonizar juntos. Esta canción es excitante, y las letras son adecuadamente enigmáticas, al igual que las mejores canciones de los Bee Gees, para que el oyente pueda interpretarlo como quiera.

Trafalgar (1971)

«Tuve una fiesta y nadie vino», dice una de las canciones del que podíamos considerar el último álbum de la etapa clásica de los Bee Gees.. Eso realmente resume el excelente «To Whom It May Concern». Los Bee Gees estaban volviendo a lo que hacen mejor, y claramente disfrutando, pero el álbum fue ignorado en gran medida.

Este es el primer trabajo en la década de los setenta donde los Bee Gees realmente encontraron su inspiración de nuevo. Lograron encajar todo en este disco: melodías inolvidables, nuevas ideas, armonías maravillosas, algunos solos sorprendentes, algunas letras genuinamente extrañas y alguna experimentación muy sorprendente.

El álbum generó un éxito como single en el Reino Unido, el realmente esplendoroso «Run to Me», aunque no dominó las listas de singles de la misma manera que muchas de sus grabaciones de los sesenta. Y entonces el álbum fue olvidado. Pero podría haber habido más éxitos si el público aparentemente no hubiera empezado a cansarse de los tres hermanos y trasladase su atención a nuevos artistas. «Sea of ​​Smiling Faces» es al menos tan bueno como «Run to Me», así como «Alive». El más rockero «Bad Bad Dreams» y armonizan juntos de una manera celestial en «We Lost the Road». «Paper Mache Cabbages and Kings» desafía cualquier categorización. Maurice contribuye con «You Know It’s for You», un pedazo de algodón de principios de los setenta, que suena bastante anticuado ahora. Pero en ‘Sweet Song of Summer’, en el que Maurice experimenta con el sintetizador Moog, los Bee Gees crean una pieza perturbadora que termina el álbum de una forma magistral.

To Whom It May Concern (1972)

Este álbum cierra la etapa más desconocida para el gran público del grupo, y seguramente la más interesante. Poco después se produjo el giro hacia la música soul, estableciendo en Miami su cuartel general, y su irrupción en la música disco.

Ya eran otros cuentos los que nos narraban los hermanos Gibb, de una gran calidad, pero sin esa magia que tuvieron sus primeras grabaciones. Si no las conocen, serán todo un descubrimiento.

Los Bee Gees con su Manager Robert Stigwood

Canciones Destacadas (1970-1972)

Don’t Forget To Remember (1970)

I.O.I.O. (1970)

Lonely Days (1970)

How Can You Mend a Broken Heart? (1971)

Trafalgar (1971)

When Do I (1971)

Walking Back to Waterloo (1971)

Run to Me (1972)

Alive (1972)

Sea of Smiling Faces (1972)

Never Been Alone (1972)

Los Cuentos de los Hermanos Gibb: Bee Gees (1967-1972) 1ª Parte

La carrera de los Bee Gees es una de las más exitosas, aunque más fragmentadas, en la historia del pop. Todo el mundo conoce los singles de éxito masivo y los álbumes de los Bee Gees, más de 400 millones de copias vendidas, que abarca un increíble periodo de 40 años de éxito. Pero, además de su bien conocido material, los Bee Gees, los Hermanos Gibb son / fueron todos prolíficos compositores, músicos y productores. A veces escribían y producían un álbum entero para un artista, a veces sólo contribuían con una canción. A veces incluso sólo aparecen como voces de acompañamiento. Cuando eso se combina con el hecho de que también lanzaron álbumes en solitario y el hecho de que muchos artistas grabaron versiones de sus canciones, la carrera de los Bee Gees es algo parecido a un laberinto para aquellos que quieren indagar en su trayectoria musical.

La imagen que ha quedado en la retina colectiva, es la de la segunda mitad de los setenta, sobretodo a raíz del éxito de «Saturday Night Fever». Instalados como figuras señeras de la música disco, la cual bordaban, esto ha oscurecido el resto de su legado musical, en especial su primera etapa. Hubo unos Bee Gees anteriores al falsete, las camisas de lamé y los hits llenapistas. Hubo unos Bee Gees que hicieron un pop celestial, pura orfebrería, con unas armonías insuperables. Todo ello sazonado con unos arreglos orquestales excelsos, y una pizca de experimentación.

Pero el comienzo de todo se remonta a la segunda mitad de los cuarenta. Barry Gibb nació el 1 de septiembre de 1946 en Douglas, Isla de Man, segundo hijo del matrimonio compuesto por Bárbara y Hugh Gibb, un prominente batería de su época. El 22 de diciembre de 1949 nacieron los mellizos Robin Gibb y Maurice Gibb con 38 minutos de diferencia, lo que hizo de Maurice el menor de los tres hermanos Gibb. En los años cincuenta comenzaron a actuar en un teatro local de Mánchester, como parte de los intermedios entre actuaciones. A finales de esta década, el 5 de marzo de 1958, nació el hermano menor de los Gibb, Andy.

Famous household: Lesley shunned a life of fame to marry and have children, but said all four of the Gibb children had a 'brilliant' childhood

La familia se mudó a Australia en 1958 y se establecieron en Redcliffe al noreste de Brisbane, en Queensland, en donde también realizan presentaciones en teatros y otros escenarios. En un principio se llamaron «The Rattlesnakes», luego «Wee Johnny Hayes & the Bluecats». Fueron presentados a un Disc Jockey de una emisora de radio Bill Gates. Este los renombró como «Bee Gees».

Alrededor de 1960, los Bee Gees estaban actuando en espectáculos televisivos, y en los próximos años empezarían a trabajar regularmente en hoteles en la costa de Queensland. Barry llamó la atención de la estrella australiana Col Joye gracias a su capacidad de escribir canciones, así Joye ayudó a los jóvenes Gibb a tener un contrato de grabación con Festival Records en 1963 bajo el nombre Bee Gees. Los tres hermanos lanzaron dos o tres sencillos en un año, mientras Barry ayudaba con canciones a otros artistas australianos.

Un éxito menor en 1965, «Wine and Women», impulsó a los hermanos para hacer en ese mismo año su primer álbum como banda: «The Bee Gees Sing and Play 14 Barry Gibb Songs». A finales de 1966, la familia Gibb decide volver a Inglaterra, y buscar fortuna con la música allí. Mientras venían de viaje, los hermanos escucharon que «Spicks and Specks», la canción que habían grabado en 1966, había llegado al  nº 1 en Australia.

Bee Gees (Spicks & Specks) 1966

Antes del traslado desde Australia hasta su Inglaterra natal, Hugh Gibb envió unas demos a Brian Epstein quien era representante de The Beatles y era director de NEMS, una tienda de música. Epstein le había dado las demos a Robert Stigwood, quien recientemente se había unido a NEMS. Después de una audición con Stigwood en febrero de 1967, los Bee Gees firmaron un contrato de cinco años donde Polydor Records podría ser la discográfica del grupo en el Reino Unido y Atco Records lo sería por su parte en los Estados Unidos. Rápidamente comienzan a trabajar en el primer álbum internacional y Robert Stigwood lanzó una gran promoción que fuera coincidente con el lanzamiento.

«Bee Gees´ 1st» es su primer álbum con Polydor Records, y los tres hermanos son apoyados por Vince Melouney en la guitarra y Colin Peterson en la batería. Varias canciones hacen uso del vibrato de Robin («Holiday», «Craise Finton Kirk» y «I Can not See Nobody»), mientras que varias canciones con Barry como solista muestran una asimilación de estilos como el R & B («One Minute Woman», «To Love Sombody»)Por supuesto, la influencia de los Beatles es fuerte («In my Own Time», «New York Mining Disaster», «I Close my Eyes»), pero con su toque personal. «Every Christian Lion Hearted Man Will Show You» es una obra maestra de la psicodelia de los años sesenta y «New York Mining Disaster» cuenta las muertes de varios mineros atrapados en una explotación del estado de Nueva York. Los temas de muerte y amor que los hermanos comienzan a explorar en este álbum serían temas que correrían a lo largo de prácticamente toda su carrera. Y los llevaría a los brazos del amor perdido y la tragedia en casi la misma medida, escribirían sobre estos temas mejor que cualquier otro compositor.

Este álbum funciona mejor como muestra de sus talentos tempranos; cada álbum de los Bee Gees sería una progresión sobre estos temas. En el viaje musical de los hermanos Gibb, «Bee Gees´ 1st» es el mejor lugar para comenzar ese viaje.

Bee Gees’ 1st (1967)

Después de Bee Gees´1st», los Bee Gees fueron directamente a elaborar su próximo álbum. “Horizontal» tiene un sonido mucho más potente que el primero y, con más uso de guitarras eléctricas, tiene un matiz mucho más duro. También hay menos confianza en melodías potentes y más en letras abstractas. Esto quizás sea mejor ilustrado por el sencillo «World», que mezcla guitarras con órganos y letras que hacen que el oyente piense un poco. Canciones como «Lemons Never Forget», «Harry Braff» y «The Earnest of Being George» son buenos ejemplos del rock de los sesenta, pero son más olvidables que muchos otros temas de los Bee Gees.

El álbum tiene dos obras de Robin en solitario, «And the Sun Will Shine» (una pista del álbum que permanecerá en el repertorio de gira de los Bee Gees hasta los años noventa). Y por supuesto, el álbum cuenta con el primer single de Bee Gees número uno, el tour de force anti-flower power de «Massachusetts». Vale la pena comprarlo solo por esto.

En general, este álbum es menos agradable que el álbum anterior, y en algunos aspectos menos pulido, pero sin duda nunca es aburrido. Muestra el grupo avanzar y experimentar con nuevas ideas, con resultados en última instancia fruto de mezclas de diferentes estilos.

Horizontal (1968)

Ese mismo año 1968,  los Bee Gees lanzan su tercer álbum. Este es el disco donde el grupo comenzó a realmente a encontrar su camino. La experimentación y el tono incierto de los dos primeros álbumes se reemplaza con una colección más madura, pero aún altamente experimental de canciones. Pero todas las señas principales de Bee Gees están ahora allí. Producción exuberante, melodías deliciosas, letras extrañas, humor oscuro y esas armonías insuperables. Esto es coronado con un trabajo vocal maravilloso, en particular de Robin y Barry. El liderazgo vocal de Robin que llegaría a definir a los Bee Gees a finales de los años sesenta y que contribuiría a dar al grupo una identidad única que los elevaría por encima de otras bandas similares de la época, también está presente y manifiesto.

La verdadera joya del álbum es «I Started a Joke». Esta es simplemente una de las mejores canciones que los Bee Gees grabaran y, aunque es relativamente poco conocida, ha ido revalorizándose con el paso del tiempo. La melodía lúcida y nítida, la producción intensa, las letras de autocompasión (otro tema de los Bee Gees de aquel período), y la desconsolada voz principal de Robin.

Idea (1968)

Para muchos, su punto más alto fue quizá el álbum «Odessa», disco esencial que pudiera aspirar al título de obra maestra. Originalmente empaquetado como álbum doble, con cubierta de terciopelo rojo, los Bee Gees lo concibieron como un álbum conceptual que originalmente sería llamado «Masterpeace». En estricto sentido, «Odessa» no resultó ser un álbum conceptual, aunque aquí y allá se observan rastros de una intención unificadora y un eje temático acerca de un hombre perdido en el mar; musicalmente, tiene una vocación sinfónica y unos arreglos de cuerdas más complejos que en discos anteriores.

«Odessa» posee una redondez absoluta, la banda está a tope, sobre todo Robin, que busca sintetizar una larga historia que comienza con el desastre del barco británico Verónica, perdido en el mar Báltico en 1899. Robin, con su voz, encarna al capitán que se despide de su amante desde ultratumba, para terminar en un crescendo en tonos muy bajos, creando un efecto realmente hermoso, seguido de una calma sepulcral, rota por una guitarra española. El álbum en seguida salta a «You´ll Never See my Face Again», una de las baladas más logradas en la carrera de Barry (que para estas alturas aún no ha descubierto el falsete que lo haría famoso) y en seguida «Black Diamond» que, nuevamente, quizá sea una de las interpretaciones vocales más complejas de Robin.

Otros momentos decisivos del disco son la deliciosa «Melody fair», “First of May” (que después serían la banda sonora del inolvidable film «Melody») y «Lamplight», de una ambición sonora destacable lograda en base a las armonías de los tres hermanos, que casi suenan como un coro polifónico.

Odessa (1969)

Canciones Destacadas (1967-1969)

Every Christian Lion Hearted Man Will Show You (1967)

I Can’t See Nobody (1967)

To Love Somebody (1967)

New York Mining Disaster 1941 (1967)

World (1968)

And the Sun Will Shine (1968)

Massachusetts (1968)

Words (1968)

I’ve Gotta Get a Message to You (1968)

I Started a Joke (1968)

First of May (1969)

Melody Fair (1969)

Black Diamond (1969)

Suddenly (1969)

Odessa (City on the Black Sea) (1969)